3. 01
¿A quiénes se han de dirigir las acciones
que propone el reto de la “nueva
evangelización”?
1. A los no creyentes.
2. A los cristianos de otras confesiones.
3. A los católicos no practicantes.
4. A todos los hijos de la Iglesia.
4. 02
“(…) a ejemplo de la catequesis
patrística, debe moldear la personalidad
creyente y, en consecuencia, ser una
verdadera y propia escuela de pedagogía
cristiana” – ¿En qué consiste la
“personalidad creyente”?
1. Persona cumplidora de los
mandamientos.
2. Persona conocedora de la fe.
3. Persona transformada radicalmente.
5. 03
¿Qué catequesis debe ser considerada
como “principal”: la de niños, la de
jóvenes, o la de adultos?
1. La de niños.
2. La de jóvenes.
3. La de adultos.
6. 04
¿Se puede llevar a cabo una catequesis
eficaz online?
1. Sí, porque se puede aprender todo lo
necesario y, además, los recursos
multimedia ofrecen una transmisión
eficaz del mensaje.
2. Sí, del mismo modo que muchos se
convierten al leer libros, con más
razón en un entorno formativo.
3. No: antes o después necesita ser
integrado en una comunidad cristiana.
7. 05
¿Una catequesis se puede impartir
utilizando diversos métodos?
1. La catequesis siempre se ha vivido
como una enseñanza mediante la que
el maestro (el sacerdote, el
catequista, los padres) enseña y los
catecúmenos aprenden; incluso si es
posible, de memoria.
2. La Iglesia no tiene para la catequesis
un método propio ni único.
3. La Iglesia explicita en cada momento
histórico la metodología que entiende
como más eficaz para ese tiempo.
8. 06
¿Puede un buen método didáctico
sustituir la necesidad de contar con
catequistas?
1. Sí, mediante unos contenidos bien
estructurados, bien explicados y que
sean atractivos.
2. El “alma” de cualquier método viene
dictada por la experiencia de cada
comunidad cristiana.
3. El “alma” de la catequesis no lo
proporciona el método didáctico, sino
el catequista.
9. 07
¿Qué tipo de participación cabe esperar
de quienes asisten como alumnos a la
catequesis?
1. Una participación pasiva: escuchan,
toman notas, estudian, piensan, … Es
mejor que no manifiesten sus puntos
de vista, que pueden estar
equivocados y confundir al resto.
2. Una participación activa: conviene que
“aprendan haciendo”, intervengan en
el diálogo e intercambien sus
experiencias y puntos de vista.
10. 08
¿Es conveniente hacer grupos dentro de
la comunidad cristiana donde se imparte
la catequesis?
1. Es indiferente: depende del método.
2. No es bueno: es mejor que todos
participen en el mismo entorno.
3. Sí es conveniente y recomendable.
11. 09
¿Pueden colaborar los padres, los
catequistas y los maestros para
conseguir que la catequesis de los niños
tenga la calidad deseable?
1. En teoría sí, pero no es práctico ni
posible; menos aún, con el ritmo de
vida actual.
2. Cada uno de los agentes tiene su
propio ámbito de acción: no sería
natural una coordinación de esta
naturaleza.
3. Sí y se deben poner los medios para
conseguirlo.
12. 10
Los padres son los primeros educadores
de la fe de sus hijos: ¿puede la
comunidad cristiana hacer algo por ellos
para apoyarles en esta labor?
1. Puede asumir esa función de primeros
educadores cuando los padres lo
pidan.
2. La comunidad cristiana no puede
inmiscuirse en las decisiones prácticas
del matrimonio: es su responsabilidad
exclusiva.
3. Puede animarles y recordarles que
deben llevar a cabo esa tarea, pero sin
pretender organizarles sus
prioridades.
4. Debe animarles y proporcionarles los
medios para que lleven a cabo esa
tarea.
13. 11
¿La labor de catequista puede estar
limitada a un tiempo corto y con unas
funciones limitadas?
1. Sí. La labor de colaborar como
catequista no implica asumir un
compromiso permanente y estable.
2. No, ser catequista es una misión
permanente.
14. 12
¿Tiene sentido formar a catequistas de
adultos que intervengan con ocasión de
la primera Comunión de los niños?
1. Es una tarea muy específica que no
requiere de una catequesis.
2. No es lo habitual, ni seguramente está
contemplado que se pueda o deba
hacer.
3. Sí, es recomendable promover este
tipo de catequista.
16. 01
¿A quiénes se han de dirigir las acciones
que propone el reto de la “nueva
evangelización”?
DGC 25. Ante el panorama religioso actual,
se hace necesario que los hijos de la Iglesia
verifiquen: ¿En qué medida están también
ellos afectados por la atmósfera de
secularismo y relativismo ético?
• personas que recibieron el bautismo pero
viven al margen de toda vida cristiana,
• … tienen una cierta fe, pero conocen
poco los fundamentos de la misma,
• cristianos intelectualmente más
cultivados, pero con una formación
religiosa recibida sólo en la infancia,
• bautizados que, lamentablemente,
ocultan su identidad cristiana.
17. 02
“(…) a ejemplo de la catequesis
patrística, debe moldear la personalidad
creyente y, en consecuencia, ser una
verdadera y propia escuela de pedagogía
cristiana” – ¿En qué consiste la
“personalidad creyente”?
CGC 55. La fe lleva consigo un cambio de
vida, una « metanoia », es decir, una
transformación profunda de la mente y del
corazón: hace así que el creyente viva esa «
nueva manera de ser, de vivir, de vivir
juntos, que inaugura el Evangelio ». Y este
cambio de vida se manifiesta en todos los
niveles de la existencia del cristiano: en su
vida interior de adoración y acogida de la
voluntad divina; en su participación activa
en la misión de la Iglesia; en su vida
matrimonial y familiar; en el ejercicio de la
vida profesional; en el desempeño de las
actividades económicas y sociales.
La fe y la conversión brotan del corazón, es
decir, de lo más profundo de la persona
humana, afectándola por entero.
18. 03
¿Qué catequesis debe ser considerada
como “principal”: la de niños, la de
jóvenes, o la de adultos?
DGC 59. La catequesis de adultos, al ir
dirigida a personas capaces de una adhesión
plenamente responsable, debe ser
considerada como la forma principal de
catequesis, a la que todas las demás,
siempre ciertamente necesarias, de alguna
manera se ordenan. Esto implica que la
catequesis de las otras edades debe tenerla
como punto de referencia, y articularse con
ella en un proyecto catequético coherente
de pastoral diocesana.
DGC 258. (…) La catequesis de adultos debe
asumir siempre una importancia prioritaria.
19. 04
¿Se puede llevar a cabo una catequesis
eficaz online?
69. La catequesis corre el riesgo de
esterilizarse si una comunidad de fe y de
vida cristiana no acoge al catecúmeno en
cierta fase de su catequesis.
158. La pedagogía catequética es eficaz
en la medida en que la comunidad
cristiana se convierte en referencia
concreta y ejemplar para el itinerario de
fe de cada uno.
Junto al anuncio del Evangelio de forma
pública y colectiva, será siempre
indispensable la relación de persona a
persona, a ejemplo de Jesús y de los
Apóstoles.
20. 05
¿Una catequesis se puede impartir utilizando
diversos métodos?
DGC 148. En la transmisión de la fe, la
Iglesia no tiene de por sí un método propio
ni único, sino que, a la luz de la pedagogía
de Dios, discierne los métodos de cada
época, asume con libertad de espíritu «todo
cuanto hay de verdadero, de noble, de
justo, de puro, de amable, de honorable,
todo cuanto sea virtud y cosa digna de
elogio» (Flp 4,8), en síntesis, todos los
elementos que no son contrarios al
Evangelio, y los pone a su servicio.
Esto lo confirma de modo admirable la
historia de la Iglesia, en la que numerosos
carismas de servicio a la Palabra de Dios han
dado origen a muy diversos métodos. De
este modo, «la variedad en los métodos es
un signo de vida y una riqueza», y a la vez
una muestra de respeto a los destinatarios.
Tal variedad viene pedida por «la edad y el
desarrollo intelectual de los cristianos, su
grado de madurez eclesial y espiritual y
muchas otras circunstancias personales».
La metodología de la catequesis tiene por
objeto unitario la educación de la fe; se
sirve de las ciencias pedagógicas y de la
comunicación aplicadas a la catequesis;
tiene en cuenta las muchas y notables
adquisiciones de la catequética
contemporánea.
21. 06
¿Puede un buen método didáctico sustituir la
necesidad de contar con catequistas?
DGC 156. Ningún método, por experimentado
que sea, exime al catequista del trabajo
personal en ninguna de las fases del proceso de
la catequesis.
El carisma recibido del Espíritu, una sólida
espiritualidad, y un testimonio transparente de
vida cristiana en el catequista constituyen el alma
de todo método; y sus cualidades humanas y
cristianas son indispensables para garantizar el
uso correcto de los textos y de otros instrumentos
de trabajo.
El catequista es intrínsecamente un mediador que
facilita la comunicación entre las personas y el
misterio de Dios, así como la de los hombres entre sí
y con la comunidad. Por ello ha de esforzarse para
que su formación cultural, su condición social y su
estilo de vida no sean obstáculo al camino de la fe,
aún más, ha de ser capaz de crear condiciones
favorables para que el mensaje cristiano sea
buscado, acogido y profundizado.
El catequista no debe olvidar que la adhesión de fe
de los catequizandos es fruto de la gracia y de la
libertad, y por eso procura que su actividad
catequética esté siempre sostenida por la fe en el
Espíritu Santo y por la oración.
Finalmente, tiene una importancia esencial la
relación personal del catequista con el
catecúmeno y el catequizando. Esa relación se
nutre de ardor educativo, de aguda creatividad, de
adaptación, así como de respeto máximo a la
libertad y a la maduración de las personas.
22. 07
¿Qué tipo de participación cabe esperar
de quienes asisten como alumnos a la
catequesis?
DGC 157. La participación activa en el proceso
formativo de los catequizandos está en plena
conformidad, no sólo con una comunicación
humana verdadera, sino especialmente con la
economía de la revelación y la salvación. (…)
Los catequizandos, sobre todo cuando son
adultos, pueden contribuir con eficacia al
desarrollo de la catequesis, indicando los diversos
modos para comprender y expresar eficazmente
el mensaje, tales como: «aprender haciendo»,
hacer uso del estudio y del diálogo, intercambiar
y confrontar los diversos puntos de vista.
DGC 167. (…) En el proceso de la catequesis, el
destinatario ha de tener la posibilidad de
manifestarse activa, consciente y
corresponsablemente y no como simple receptor
silencioso y pasivo.
23. 08
¿Es conveniente hacer grupos dentro de la
comunidad cristiana donde se imparte la
catequesis?
DGC 159. El grupo tiene una función
importante en los procesos de desarrollo
de la persona. Esto vale también para la
catequesis, en la de los pequeños porque
favorece una buena socialización; en la de
los jóvenes para quienes el grupo es casi una
necesidad vital en la formación de su
personalidad; y en la de los adultos porque
promueve un estilo de diálogo, de
cooperación y de corresponsabilidad
cristiana.
El catequista, que participa en la vida del
grupo y advierte y valora su dinámica,
reconoce y ejerce como cometido primario
y específico el de ser, en nombre de la
Iglesia, testigo del Evangelio, capaz de
comunicar a los demás los frutos de su fe
madura y de alentar con inteligencia la
búsqueda común.
Además de ser un elemento de aprendizaje,
el grupo cristiano está llamado a ser una
experiencia de comunidad y una forma de
participación en la vida eclesial,
encontrando en la más amplia comunidad
eucarística su plena manifestación y su
meta. Dice Jesús: «Donde están dos o tres
reunidos en mi nombre, allí estoy en medio
de ellos».
24. 09
¿Pueden colaborar los padres, los
catequistas y los maestros para
conseguir que la catequesis de los niños
tenga la calidad deseable?
DGC179. (…) Todo esto requiere que la
catequesis y los catequistas lleven a
cabo una colaboración constante con los
padres y también con los maestros, de
acuerdo con las posibilidades de cada
lugar. Recuerden los pastores que, cuando
ayudan a padres y educadores a cumplir
bien su misión, se está edificando la
Iglesia. Este trabajo, por otra parte,
ofrece una gran oportunidad para la
catequesis de adultos.
25. 10
Los padres son los primeros educadores
de la fe de sus hijos: ¿puede la
comunidad cristiana hacer algo por ellos
para apoyarles en esta labor?
DGC 227. (…) es preciso que la comunidad
cristiana preste una atención
especialísima a los padres. Mediante
contactos personales, encuentros, cursos
e, incluso, mediante una catequesis de
adultos dirigida a los padres, ha de
ayudarles a asumir la tarea, hoy
especialmente delicada, de educar en la
fe a sus hijos.
26. 11
¿La labor de catequista puede estar
limitada a un tiempo corto y con unas
funciones limitadas?
DGC 231. (..) Sentirse llamado a ser
catequista y recibir de la Iglesia la misión
para ello, puede adquirir, de hecho,
grados diversos de dedicación, según las
características de cada uno. A veces, el
catequista sólo puede ejercer este servicio
de la catequesis durante un período
limitado de su vida, o incluso de modo
meramente ocasional, aunque siempre
como un servicio y una colaboración
preciosa.
27. 12
¿Tiene sentido formar a catequistas de
adultos que intervengan con ocasión de
la primera Comunión de los niños?
DGC 232. El tipo o figura del catequista en la
Iglesia presenta modalidades diversas, ya
que las necesidades de la catequesis son
variadas.
Un tipo de catequista que conviene
promover es el del catequista para
encuentros presacramentales, destinado al
mundo de los adultos, con ocasión del
Bautismo o de la primera Comunión de los
hijos, o con motivo del sacramento del
Matrimonio. Es una tarea con una
originalidad propia en la que con frecuencia
pueden confluir la acogida, el primer
anuncio y la posibilidad de un primer
acompañamiento en la búsqueda de la fe.