Órgano de difusión y debate del Movimiento Comunista Mexicano. algunos de los textos publicados en esta edición: EDITORIAL: Movimientos políticos hacia el 2024 Festival de Tribuna Comunista Lo que dejó “Kay” | Gerardo Salvador Romero González Dictadura del proletariado, o ¿para qué sirven los “progresismos”? | Marcelo Colussi El maniqueísmo: lastre antidemocrático | Daniel Carlos García La caprichosa reina | Jorge Meléndez Preciado Una decisión y muchos derrotados | Jorge Meléndez Preciado Energéticos vitales y prioritarios | Antonio Gershenson La Secretaría de Trabajo y la Junta Federal niegan el acceso a la justicia a sindicatos independientes. | En Teksid se inclinan por la patronal y la CTM | Oscar Alzaga Las rebeliones de los pueblos originarios en la colonia (Tercera y última parte) | Pablo Moctezuma Barragán El culto de la propiedad | Ronan Burtenshaw El Salvador independiente al estilo de los Estados Unidos | Miguel Blandino Bitcoin: alegrón de burro y chapandongo | Toño Nerio En los 60 de El siglo de las luces | Graziella Pogolotti Sondeo confirma ventaja de Lula en intención de voto en BrasiL | TeleSUR La lucha por un nuevo Chile sigue en pie | Melany Cruz ¡Papá Ubú ha vuelto! | Michael Löwy Isabel II: un símbolo del imperialismo británico | Larry Madowo La lección de Sabra y Shatila es de gran alcance | Ramzy Baroud Ucrania: Testaferro de Washington | Pablo Jofré Leal Elecciones en Estados Unidos: en el marco de una Guerra civil y una «Perestroika» | Wim Dierckxsens y Walter Formento Hacia una conciencia ambientalista emergente | Homar Garcés Senderos. Virginia Woolf | Rossy Villarruel Figueroa Feminismo neoliberal y neoliberalización del feminismo | Bastián Olea Herrera A media asta. Propios y extraños por nuestra defensa | Teresa Gil Septiembre independiente y el teatro como su expresión | Teresa Gil 134 Diana de Gales y un castigo que nunca se aplicó | Teresa Gil Si el PRI está hundido ¿para qué tanta alharaca? | Teresa Gil Un ejército con el pueblo, no para reprimir | Teresa Gil EL JUDICIAL, con los malos de la película | Teresa Gil