1.
Nosotros creyentes
en Jesucristo el hijo
de Dios y miembros
de esta amada Iglesia
prometemos
fielmente:

2.
SEGUIR VIVIENDO LEALMENTE
en el testimonio del Santo
Evangelio de Jesucristo,
propagarlo, vivirlo, defenderlo y
sostenerlo con la oración y con
una correcta manera de vivir,
aún en medio de estos últimos
tiempos que nos ha tocado vivir.

3.
CUMPLIR con las
responsabilidades
cristianas y de nuestra
membresía en la Iglesia en
cuanto a la oración, la
lectura de la palabra de
Dios, la asistencia a los
cultos,

4.
el compañerismo cristiano,
las ofrendas, los diezmos, y
el testimonio público. A fin
de que los demás
miembros no sean
avergonzados a causa de
nuestra conducta.

5.
ACEPTAR con gusto y
desempeñar con
diligencia las tareas que
se nos encarguen, en el
convencimiento que, son
ministerios dados por
Dios, y todo

6.
lo realizado dentro del
programa de acción de la
Iglesia, esta orientado a
extender el Reino de Cristo,
para convencimiento al mundo
de pecado, la edificación de
las almas y crecimiento
espiritual de los creyentes.

7.
CONSERVAR la pureza de
la doctrina Evangélica,
rechazando todo intento de
las religiones, sectas,
herejías antiguas y
modernas, en adueñarse
de nuestra mente y
corazón,

8.
y por encima de todo, la fe
como fundamento y
práctica del evangelio de
Jesucristo.Conservando la
posición que nuestra
iglesia se ha trazado
libremente de ser una

9.
Iglesia Nacional,
Interdenominacional y
Autónoma, con un
gobierno eclesial,
sostenimiento
económico y liderazgo
propio.

10.
CULTIVAR la vida devocional, tanto
privadamente como en el círculo
familiar e interfamiliar, recordando
en nuestras oraciones las
necesidades de los otros hermanos
en la fe, tanto los que se
congregan junto a nosotros, a los
que están en otros estados de
nuestra nación, y por los que han
emigrado a otro país.

11.
RECHAZAR
terminantemente,
circunstancias, opiniones, o
comentarios destructivos que
perjudiquen la reputación e
integridad de los hermanos en
la fe, el cuerpo de líderes, y
los pastores.

12.
Desaprobar todo aquello
que pueda poner en
peligro la armonía
fraternal que debe existir
en la iglesia de Cristo.

13.
EVITAR las decisiones
irreflexibles fruto de las
pasiones desordenadas,
mas bien, procurar la
inclinación natural de un
espíritu reposado, lleno del
Espíritu Santo y dispuesto
al amor.

14.
RESPETAR a todos nuestros
hermanos en sus ideas y
sentimientos personales,
siempre que no atenten
contra el testimonio cristiano
y la verdad del evangelio;
cultivando en todo tiempo un
espíritu conciliador.

15.
RECONOCER y respetar a
los hermanos que por
decisión de la mayoría, son
envestidos con cargos de
responsabilidad. Oír sus
consejos y aceptar sus
amonestaciones hechas en
el amor y espíritu de la
palabra de Dios.

16.
Diezmar y Ofrendar lo que
el Señor propone por medio
del Espíritu Santo en su
palabra, para que su obra
crezca, con el fin de
extender el Reino de
Jesucristo en todo el
mundo.

17.
PROMETEMOS FIELMENTE
no abandonar nuestra
congregación como
algunos tienen por
costumbre, porque en ella
se predica la palabra de
Dios, se edifica la vida
espiritual

18.
y se desarrolla un
programa de actividades
materiales y espirituales
que propenden a realizar el
ideal de la Gran Comisión
dada por Jesucristo a su
iglesia. (Mateo 28:18-20)

19.
Reconocemos que nuestra
iglesia no es perfecta,
porque nosotros mismos no
somos perfectos. CON LA
AYUDA Y BENDICIÓN DE
DIOS ESPERAMOS
CUMPLIR ESTE PACTO.
AMEN.