La mantis religiosa es un insecto depredador de la familia Mantidae. Tiene un cuerpo alargado con patas frontales modificadas para agarrar presas y ojos grandes que pueden girar 180 grados. Suele tener colores de camuflaje similares a las plantas donde vive para cazar otros insectos como moscas y polillas. Juega un papel positivo en los ecosistemas como depredadora, aunque no puede controlar por sí sola las poblaciones de todos los insectos dañinos.
4. Especie de insecto montadeo de la familia
Mantidae
La mantis, con sus grandes extremidades en
forma de navaja, ataca a una velocidad
impresionante a todo aquel insecto perjudicial
que se le ponga enfrente, como moscas,
hormigas, polillas y grillos.
7. Morfología
Tres regiones distintas del cuerpo: cabeza, tórax
(donde están las patas y las alas), abdomen.
● El tórax es alargado.
● Las patas frontales modificadas con púas fuertes
para agarrar y detener a sus víctimas.
● Ojos compuestos y grandes en la cabeza la cual gira
facilmente (hasta 180 grados)
8. Ambiente donde vive:
Ambiente Natural
Muy frecuentemente las mantis religiosas son de un
color parecido a la planta en que viven y esto las
protege. Este color de camuflaje facilita sus
comportamientos depredadores. Por lo general las
mantis se encuentran en plantas donde también hay
otros insectos alrededor. Algunas mantis viven en la
hierba. Las mantis adultas, con alas, son atraídas por la
luz ultravioleta (UV) a finales del verano y principios del
otoño.
9. Impacto en el Ecosistema:
Positivo
Las mantis son depredadoras activas y comen otros
insectos. Son buenas depredadoras en los jardines,
pero no pueden mantener el crecimiento de las
poblaciones de algunos insectos y no saben
descriminar entre insectos que ayudan al jardín y los
que lo dañan.