ACTIVIDAD DIAGNÓSTICA.
Arranca una hoja de tu cuaderno, responde qué significa
para ti lo siguiente:
1.- ¿Qué es la historia?
2.- ¿Qué es la cultura?
3.- ¿De qué manera crees que están relacionadas?
TEMA 1.1 Concepto de Historia de
la Cultura.
OBJETIVO: El alumno identifica los elementos que
influyen en la conceptualización de la historia de la
cultura.
CONCEPTO DE HISTORIA.
La Historia es un área de conocimiento
multidisciplinaria tanto por su origen como por la
variedad de fenómenos que atiende y se han dado
múltiples definiciones sobre qué es Historia.
Para los griegos el vocablo
HISTORIA, significaba
investigación, uno de los
primeros en utilizar el
término fue el historiador y
geógrafo griego Herodoto
de Halicarnaso (quien es
considerado “el padre de la
Historia”) en su serie de
nueve libros titulada
Historia de Heródoto (484-
425 a.C.).
El estudio de la historia, surgió en su forma actual junto a la
Antropología (que es una de las ciencias auxiliares de la historia)
durante el siglo XIX, debido al hallazgo de osamentas y restos
materiales que durante dicho siglo cuestionaron la antigüedad y
el origen creacionista del hombre.
DEFINICIÓN…
La Historia estudia el desarrollo de las sociedades
humanas a través del tiempo para entender su
conformación actual, empleando la reconstrucción
del pasado como medio para el análisis de sus
principales rasgos y procesos de cambio.
Aunque los documentos y la información escrita
(fuentes de la historia) son elementos vitales para su
trabajo, estos materiales no son los únicos
fundamentos que utiliza y por ello su análisis e
interpretación puede extenderse a épocas y
sociedades donde no hay escritura.
Se denomina también "historia" al periodo
histórico que transcurre desde la aparición de la
escritura hasta la actualidad.
CONCEPTO DE CULTURA.
El término cultura proviene de la palabra latina
homónima cultūra que significa cultivo, crianza o
elaboración.
Por definición, CULTURA se refiere al conjunto de objetos, ideas,
instrumentos, conductas, instituciones, espacios, y relaciones
sociales que han sido creados por cada grupo humano a partir
de:
1) Su adaptación al medio ambiente.
2) La producción de los bienes necesarios para su sociedad.
3) Las relaciones con otros pueblos.
4) La estructura política, social y económica de su comunidad.
5) La interacción social de sus integrantes.
Así, la cultura constituye un ámbito exclusivamente humano
conformado por todos los productos y logros que el hombre
ha generado a partir de la naturaleza -de la cual él mismo
forma parte- que le han permitido precisamente construir un
espacio distinto dentro de ella que lo separa de otros
animales, dando origen a la sociedad y a la condición
cultural del hombre (familia, leyes, matrimonio, ciencia,
gobierno, religión, casa, etc.) que no existe en la naturaleza
sino que es el resultado de su organización social.
De acuerdo con lo anterior no hay sociedad sin cultura, y esto es
así desde la Prehistoria (que surge cuando nuestros ancestros
comenzaron hace 2.6 millones de años a transformar la naturaleza
elaborando las primeras herramientas de piedra en África) hasta
la actualidad.
Desde entonces la cultura ha cambiado, ha tomado
formas propias en cada pueblo y se ha hecho más
compleja.
Por ello, se requieren categorías y modelos teóricos
que nos ayudan a diferenciar, definir, agrupar y
comparar los distintos fenómenos que ocurren en
el ámbito de la cultura.
En este sentido cabe destacar la clasificación de las
distintas culturas de acuerdo con su grado de
complejidad, sin que ello signifique que unas sean
“superiores” o mejores que otras, pues cada cultura
es resultado de las condiciones específicas de la
comunidad donde surge y por eso no puede haber
comparaciones valorativas entre ellas:
CULTURA PRIMITIVA.
El término cultura primitiva se emplea para
designar a la cultura propia de los grupos humanos
con una organización social incipiente,
caracterizada por la ausencia de fenómenos
estratégicos como organización política, el uso de
algún tipo de escritura, la división social del
trabajo, la estratificación social y la existencia de
ciudades; lo que impide el desarrollo de otras
manifestaciones culturales que sí pueden
observarse en otras culturas más complejas.
CULTURA PRIMITIVA.
Así, las culturas primitivas implican generalmente
patrones de vida nómadas, organización tribal,
asentamientos aldeanos, creencias animistas
(objetos o elementos naturales están dotados de
alma), vida comunitaria, dependencia de
actividades de caza-recolección, ausencia de
arquitectura, pastoreo y agricultura, poblaciones
rurales, inexistencia de planificación urbana,
tecnología rudimentaria, etc.
CIVILIZACIÓN.
Por su parte, civilización deriva de la palabra latina civĭtas
(ciudad) y se refiere a la cultura de sociedades humanas con una
organización compleja, cuyas manifestaciones culturales reflejan
precisamente mayor elaboración y diversidad.
En tal caso, la civilización, como fase de desarrollo cultural, se
caracteriza por la existencia de ciudades, creación del Estado
como organización política, de clases -o al menos estratos-
sociales, la diversidad de actividades económicas producto de la
división social del trabajo y el desarrollo de algún sistema de
escritura, sea alfabético o no.
CIVILIZACIÓN.
Así, en las civilizaciones encontramos patrones de
vida sedentarios, asentamientos urbanos,
agricultura intensiva, amplio comercio, religiones
formales, conocimientos científicos, formas de
pensamiento crítico, vida comunitaria o bien
individualismo, subculturas dentro de la misma
sociedad, arquitectura pública, tecnología
desarrollada y una multitud de logros culturales que
es imposible enumerar.
CIVILIZACIÓN.
Desde luego, la aplicación de tales categorías no
implica una clasificación rígida, pues la diversidad
cultural de los pueblos rebasa por completo cualquier
modelo teórico.
Igualmente, aunque el Evolucionismo Cultural -fuente
de muchos debates- no puede ser considerado como un
proceso de desarrollo que necesariamente conduce a
una cultura a formas “más avanzadas”, es cierto que
todas las civilizaciones han pasado por una etapa de
cultura primitiva previa cuya transición es difícil de
clasificar.
CONCEPTO DE HISTORIA DE LA CULTURA.
En base a lo anteriormente expuesto, la Historia de la
Cultura se puede definir como el análisis del desarrollo de
la cultura en las sociedades humanas desde su origen
hasta la actualidad, lo que implica tanto la descripción de
los distintos rasgos culturales de cada sociedad como el
análisis de los procesos de cambio en la cultura.
Con ello podremos descubrir la forma en que el
comportamiento humano ha derivado históricamente de
la cultura específica de cada sociedad.
ACTIVIDAD.
En base a lo anterior, los alumnos elaborarán en
una hoja para entregar, (la que será anexada a la
anterior), su propio concepto de Historia, Cultura e
Historia de la cultura.
TAREA
Los alumnos realizarán una investigación acerca del
foro universal de las culturas, indicando:
1.- Fecha y lugar de su fundación.
2.- Propósito.
3.- Ciudades sede y resumen de temas tratados en
cada una de ellas.
TEMA 1.2.- Importancia del
ámbito geográfico de las
civilizaciones.
OBJETIVO: Qué el alumno conozca la importancia de
la dimensión espacio-temporal en las diferentes
civilizaciones y valore su influencia en el desarrollo.
Indica lo siguiente: A lo largo del desarrollo
humano, ¿a qué elementos puedes considerar
cómo parte de la cultura?
Escribe en tu cuaderno al menos cinco
elementos que consideres parte de la cultura.
CULTURA MATERIAL.
Es aquella que se produce o se perpetúa con
elementos físicos que se pueden percibir, tocar y
apreciar.
Ej. Las grandes obras de arte, las construcciones
arquitectónicas, escultóricas, los diseños de la moda
del vestido popular, todos estos objetos y etc.
CULTURA NO MATERIAL
Cultura no material es aquella que se encuentra en
lo que no podemos observar ni atesorar en muchos
aspectos.
Ej. Las expresiones y manifestaciones musicales de
los pueblos nativos, su gastronomía que sólo la
saboreamos y deleitamos por un momento, sus
costumbres, todo lo que es legado por las formas de
ser ancestrales, los modos de dicción, los hábitos
cotidianos, las formas de ser, etc.
La cultura se expresa en el arte, la ciencia, la
religión, la filosofía o la literatura, y se manifiesta
también en las instituciones orientadas a tales
fines: escuelas, cines, teatros, bibliotecas, etc.
Una civilización se define por la manera en que
concibe y explica el mundo y la vida, incluyendo la
colaboración que a su establecimiento prestan la
religión y la filosofía, y por la ilustración que la arte
ofrece de ellas y el sistema de valores que las anima.
La cultura no se manifiesta como una pura creación
del hombre, sino que nace condicionada por
diversas circunstancias: el lugar, el tiempo, la
economía, los avances técnicos, etc.
En base a lo anterior,
podemos decir que la
geografía es fundamental en
el estudio de la historia de la
cultura del hombre.
En primer lugar, podemos
definir la geografía como “la
ciencia de los fenómenos
físicos, biológicos y sociales
considerados en su
distribución sobre la
superficie de la Tierra, las
causas que los originan y sus
relaciones recíprocas”.
La geografía señala cuál es el escenario en donde las
comunidades humanas han actuado y nos permite
entender muchos de los acontecimientos ocurridos en
éstas ya que la geografía es una de las ciencias
auxiliares de la historia de la cultura.
El ser humano tiene, y ha tenido, que estar atento al
espacio circundante, ya que las condiciones geográficas,
como el frío o el calor excesivos, las montañas, las
planicies, etc. son elementos importantes para
determinadas características culturales y estilos de vida
(vestimenta, comida, etc.).
A lo largo de su presencia en el mundo, el ser
humano ha debido estar atento a las condiciones
del ambiente geográfico.
Desde la prehistoria, la flora y la fauna eran
determinantes para la existencia colectiva de los
grupos, y es indudable que aún en la actualidad, las
comunidades humanas han logrado incluso
modificaciones sustanciales en la conformación
física del suelo o han aprovechado esta
conformación para acrecentar su patrimonio.
La existencia de los ríos, de los lagos o la cercanía al mar
se vincula estrechamente con la aparición de núcleos
históricos importantes, Ej. La cercanía al Nilo fue uno de
los factores determinantes del establecimiento de la
civilización egipcia, debido a su ubicación geográfica;
otros pueblos pueden mostrar una tendencia al
mantenimiento de sus tradiciones, a vivir de cierto
modo encerrados en ellos mismos, como Japón.
Debido a lo anterior, podemos concluir que ningún
análisis histórico es completo y menos comprensible
en un todo si se prescinde de las consideraciones
dictadas por la geografía.
ÁREAS HISTÓRICO CULTURALES.
En el espacio geográfico y a lo largo del tiempo tiene
lugar el desarrollo de la cultura humana, sobre esas
bases nos damos cuenta que ya se pueden distinguir
a determinados grupos culturales, que se forman con
los pueblos o conjuntos de personas que tienen una
misma tradición cultural y raíces históricas comunes.
El territorio ocupado por los grupos culturales es lo
que constituye un ÁREA CULTURAL.
ACTIVIDAD.
En base a la información anterior, los alumnos
elaborarán un esquema en su cuaderno.
TAREA.
Los alumnos investigarán acerca de las manifestaciones
artísticas de la prehistoria e imprimirán una imagen (a
su elección) indicando lo siguiente:
1.- ¿Qué es?
2.- ¿A qué época pertenece?
3.- ¿Qué representa?
4.- ¿Cómo crees que se relaciona este tipo de arte, con la
vida cotidiana de los grupos prehistóricos?
TEMA 1.3.- Conceptos de la
Historia de la Cultura durante la
Prehistoria.
OBJETIVO.- El alumno identifica los conceptos que
conforman la Historia de la Cultura durante la
Prehistoria.
INTRODUCCIÓN.
La Prehistoria es el nombre que se otorga a la
primera y más larga etapa de la historia de la
humanidad y abarca desde el surgimiento de las
primeras especies humanas hasta el desarrollo de la
Revolución Urbana y la aparición de las Primeras
Civilizaciones Agrícolas, lo que corresponde a un
lapso de aproximadamente dos millones y medio de
años.
Desde luego, hablar de
Prehistoria es un problema
que remite al origen mismo
del hombre, al desarrollo
de sus capacidades físicas e
intelectuales y a los
cambios en su vida social
que lo diferenciaron de
otras especies.
El rasgo fundamental que permite distinguir a los primeros
integrantes del género humano frente a otros homínidos es sin
duda la producción de una cultura material, que manifiesta por
primera vez su capacidad para transformar elementos del medio
ambiente y generar utensilios de piedra o bien otros objetos
artificiales que no existían como tales en la naturaleza.
El final de la Prehistoria es más claro y fácil de
ubicar, aunque no sucede al mismo tiempo en todos
los lugares del planeta.
Tiene que ver con las transformaciones sociales que
permitieron al hombre pasar de la cultura primitiva
a la civilización, si bien este proceso no debe
interpretarse como “necesario” ni le ocurrió a todos
los grupos humanos que existían.
La región donde primero
terminó la Prehistoria fue el
Medio Oriente hacia el año
3,200 a.C. con el
surgimiento de las primeras
ciudades, el desarrollo de
sistemas hidráulicos a gran
escala para la agricultura
intensiva y la conformación
de las primeras
civilizaciones en
Mesopotamia y Egipto.
Cabe destacar que la Prehistoria -enmarcada entre
2,600,000 años a.C. y 3,200 años a.C. - se divide en
tres etapas fundamentales que son el Paleolítico, el
Mesolítico y el Neolítico.
PREHISTORIA
PALEOLÍTICO: Se crean las primeras herramientas de piedra,
actividades de cacería y recolección para subsistir, nomadismo,
vida en cuevas y refugios, organización social en Bandas, Clanes
y Tribus, arte Rupestre y Mobiliar.
MESOLÍTICO: Periodo de transición de la economía de caza-
recolección a la economía productiva, desarrollo de la
agricultura, primeros agricultores en asentamientos
semipermanentes, domesticación del perro.
NEOLÍTICO: Agricultores plenos, fundación de las primeras
aldeas, sedentarismo, desarrollo de la ganadería, cestería,
alfarería, textiles y metalurgia, arquitectura megalítica,
organización social en clanes y comunidades.
PALEOLÍTICO.
El término Paleolítico significa “piedra antigua” (del
griego palaios-antiguo y lithos-piedra) y se emplea
para nombrar la primera etapa de la Prehistoria
caracterizada por la invención y desarrollo de los
primeros utensilios de piedra, la evolución de las
distintas especies del género Homo, la colonización
de la mayor parte del Planeta desde África, la
convivencia del hombre con las últimas glaciaciones
y por una economía de depredación que impuso a
los primeros grupos humanos un patrón de vida
nómada.
PALEOLÍTICO.
El Paleolítico inicia hace 2, 600,000 años con la
fabricación de los primeros utensilios de piedra y
termina con fechas distintas en cada región del
mundo según el desarrollo cultural de las distintas
poblaciones que las habitaban.
SUBSISTENCIA DEL HOMBRE DEL PALEOLÍTICO.
Este hombre vive inmerso en
un clima de interglaciación,
que condiciona su
manifestación artística.
Su vida transcurre en las
montañas (cuevas) y lugares
altos, su entorno está
formado por casquetes
polares y glaciares en
retroceso.
El hombre paleolítico se alimenta
fundamentalmente de carne y en los
lugares costeros, de moluscos, por eso
será un hombre eminentemente
cazador de grandes animales (reno,
bisonte, mamut); que están también
adaptados al frío.
Su supervivencia invernal dependerá
de las reservas de carne seca que
queda conseguir en los tiempos de
bonanza, principalmente en verano;
estos cazadores-recolectores, seguían
los desplazamientos de los animales.
La cacería implicó el desarrollo de dos
factores importantes: la organización del
grupo, indispensable para acorralar al
animal, y el desarrollo de un lenguaje
articulado para la comunicación entre
sus miembros.
Se trató de una organización colectiva,
donde todos participaban sin mayor
división del trabajo que la sexual; es
decir, las tareas asignadas a cada género,
y sin privilegios para ningún integrante
del grupo.
De todos modos el hombre
paleolítico, buscó sitios para
protegerse, sobre todo en las épocas
de mayor inclemencia. Por lo general
estos sitios fueron las cuevas.
Las cuevas tuvieron la cualidad de
mantener, temperaturas constantes
que las convirtieron en lugares
frescos durante el verano y cálidos
en el invierno.
En todo caso las cuevas fueron
asentamientos estacionales a las
cuales los grupos prehistóricos
podían regresar cada cierto tiempo y
pasar, en algunos casos, temporadas
relativamente prolongadas.
UTENSILIOS Y HERRAMIENTAS.
Se han rescatado objetos
trabajados en piedra, hueso y
asta, aunque se supone que
debió emplear también otros
materiales como la madera.
Entre los utensilios de piedra
más importantes podemos citar
hachas de mano, raederas,
bifacial, cuchillos, punzón,
lascas, martillos, arpones, lanzas
con punta de piedra, arco y
flecha, cerbatanas, lanza-dardos,
anzuelos, agujas, morteros, etc.
ORGANIZACIÓN SOCIAL.
Éste formaba grupos denominados bandas integrados por varias familias
nucleares, las cuales estaban compuestas por 30 y 150 personas
aproximadamente, aunque en realidad eran los recursos disponibles en la
región lo que determinaban el número de integrantes que podía soportar
una banda.
En cierta época estos grupos podían reunirse o separarse para realizar
actividades de subsistencia o incluso, (hacia el final del Paleolítico),
concertar matrimonios y desarrollar ciertas formas de culto que los
acercaron progresivamente a la organización en clanes.
Es posible que en la banda haya aparecido un “jefe” y un chamán
especialista en rituales y/o curandero,
MANIFESTACIONES CULTURALES.
Finalmente, entre las manifestaciones culturales del
Paleolítico destaca el Arte Rupestre y el Arte
Mobiliar del Paleolítico Superior, exclusivo del
Homo sapiens.
ARTE RUPESTRE.
Al arte rupestre corresponden las pinturas murales,
los petroglifos, los dibujos y los grabados en las
paredes de cuevas o superficies rocosas. Es posible
que las pinturas rupestres fueran parte de ritos
primitivos donde el Homo sapiens representaba un
doble del animal para tener éxito en la cacería.
¿QUÉ PINTA?
Huellas de manos (en rojo o en negro), figuraciones
anomalísticas, algunas figuras humanas disfrazadas
quizá de “brujos” (buscar).
Al observar y analizar atentamente como pinta y
esculpe este hombre, veremos que las posturas y
figuras guardan ciertas características:
Los animales aparecen pintados como desearía
encontrarlos: degollados, acéfalos, durmiendo, etc.
¿QUÉ PINTA?
La hembra jamás es representada herida y
frecuentemente aparece preñada.
Son escasas las representaciones humanas
masculinas, exceptuando las del “brujo” y por el
contrario, más frecuentes las esculturas o dibujos
femeninos.
¿DÓNDE PINTA?
Especialmente en el suroeste de Francia y en el
norte de España, en las zonas profundas de las
cuevas, las más famosas son Lascaux (Francia) y
Altamira (España).
ARTE MOBILIAR.
Dentro del arte Mobiliar, están los objetos de uso
cotidiano decorados o bien el primer tipo de
esculturas: figuras de animales grabadas o talladas
en bastones, lanzadardos y otros utensilios
elaborados con hueso, asta o piedra, y las figuras
femeninas -símbolos de la fecundidad- con
exagerada representación de sus rasgos anatómicos
llamadas “Venus”.
ARTE MOBILIAR.
Las Venus, son una representación del arte Mobiliar muy
interesantes, ya que se trata de la primera representación
antropomorfa de la historia.
Son figuras femeninas que corresponden a representaciones
de mujeres, con nalgas fuertes y pechos desarrollados, es
decir, con los atributos sexuales generosamente destacados,
con los brazos apenas sugeridos y sin rasgos faciales
distintivos, como corresponde a los cultos de fertilidad.
El tamaño va de los 5 a los 20 centímetros y sus características
son comunes para todo el territorio europeo, aunque
podemos encontrar diferencias en relación a una menor o
mayor esquematización.
ARTE MOBILIAR.
Su significado ha sido ampliamente discutido aunque es
muy acertada la afirmación que las relaciona con un
culto a la fecundidad o representación a la Gran Madre.
Hay que tener en cuenta, que en estos momentos, la
mortalidad era muy elevada y el hombre siempre
necesitaba de otros compañeros que les ayudaran a
afrontar las duras condiciones de vida, por lo tanto no
es descabellado pensar en un tipo de culto a la
fecundidad, la procreación y la prolongación de la vida.
SUBSISTENCIA.
Con el final de la última glaciación, hace
aproximadamente 12,000 años, los cambios en el
clima y su efecto en los ecosistemas llevaron
lentamente a la desaparición de muchas especies
como el bisonte y el mamut.
Ello significó un serio problema para los grupos
humanos del Paleolítico que dependían para
entonces de la caza mayor.
Estos grupos debieron adaptarse a otras formas de
subsistencia, capturar animales pequeños o bien
revalorar las actividades de recolección y pesca. Si
bien distintas poblaciones prehistóricas continuaron
viviendo durante mucho tiempo más con una
economía nómada de caza-recolección el Mesolítico
(“Piedra Media”) representó una época de
transición para aquellos grupos que se vieron
forzados a buscar actividades alternativas de
subsistencia adaptándose en cada región a los
recursos y posibilidades que encontraban en ellas.
De ahí que en este
periodo el hombre
empezó a domesticar
los primeros animales y
a desarrollar las
primeras actividades
agrícolas.
UTENSILIOS Y HERRAMIENTAS.
Las herramientas también se modificaron pues se
usaron nuevos materiales y se perfeccionaron utensilios
como las puntas de flecha o los bruñidores de cuero.
En general, continuó el nomadismo pero con el
desarrollo de asentamientos semipermanentes donde
se experimentaba con la agricultura, la organización en
bandas o clanes y el desarrollo de una economía mixta
que se adaptó a las nuevas condiciones.
Algunos autores no aceptan al Mesolítico como un
periodo distinto de cualquier modo, abarcaría del
10,000 al 8,000 a.C. para la región de Medio Oriente
donde se observan por primera vez estos cambios, si
bien en otras regiones el final del Mesolítico –
caracterizado por el surgimiento de las primeras
comunidades agrícolas– se habría extendido más.
El Neolítico “Piedra Nueva” debe su nombre al
desarrollo de la piedra pulimentada, por oposición
a la percusión y talla de las herramientas del
Paleolítico.
Sin embargo, en esta última etapa de la Prehistoria
lo fundamental es que ocurren una serie de
cambios que rompen con la forma de vida que el
hombre tuvo durante los periodos anteriores.
SUBSISTENCIA.
El Neolítico se caracteriza
por la aparición de las
primeras comunidades
agrícolas que cultivan
cereales (trigo, cebada,
maíz, arroz) y domestican
animales (borregos,
cabras, gallinas, pavos,
cerdos, vaca, buey,
caballo).
Las nuevas
actividades
económicas -sobre
todo la agricultura-
arraigaron al hombre
junto a sus cultivos y
le permitieron vivir de
manera sedentaria en
los primeros
asentamientos
humanos
permanentes: las
aldeas.
UTENSILIOS Y HERRAMIENTAS.
En dichos asentamientos la organización social, la
tecnología y la cultura tuvieron cambios notables.
Así, aparecen nuevas técnicas como la cestería, la
cerámica, los textiles y la metalurgia con sus
procesos y máquinas necesarias: telar, horno, torno,
molinos de piedra, cera perdida, etc.
UTENSILIOS Y HERRAMIENTAS.
La ornamentación personal tomó gran impulso a juzgar
por la cantidad de objetos fabricados como pulseras,
collares, brazaletes y anillos.
Además de las primeras y más básicas técnicas de
arquitectura civil en chozas o construcciones de barro
con soportes de madera, surge la llamada Arquitectura
Megalítica por estar constituida por grandes piezas de
piedra, algunas se cree que son de carácter religioso y
funerario, que consiste en el uso de enormes bloques
de piedra superpuestos para formar distintas
estructuras.
a).- DÓLMENES.
Eran sepulturas.
Consisten en una base
de grandes piedras
formadas como si se
tratase de una gran
mesa cubierta.
b).- ALINEAMIENTOS.
Son sucesiones de
piedras enterradas
verticalmente, quizá
para reuniones de
tribus en donde cada
piedra indicaba el sitio
que correspondía a
cada grupo.
c).- TRILITOS.
Se componían de dos piedras
verticales sosteniendo una
horizontal, se cree que pudo
servir para calcular los solsticios
de verano e invierno, los
equinoccios de primavera y
otoño y los eclipses de Sol y
Luna.
También quizá fueron utilizados
como un instrumento para
determinar la situación del Sol y
de la Luna y así predecir las
estaciones o como un
calendario.
d).- MENHIRES.
Eran piedras aisladas
verticalmente, que tal
vez constituían
monumentos para
recordar un hecho
determinado e
importante para el
grupo.
e).- CROMLECH.
Era un verdadero
templo, en relación con
el firmamento formado
por grandes piedras
colocadas en círculo,
como Stonehenge
(Inglaterra).
ORGANIZACIÓN SOCIAL.
Aparecen las primeras jefaturas como cargo
individual que adquiere la función de coordinar las
actividades económicas, políticas y religiosas, primer
paso en la conformación de una organización
política que sustituye a los consejos de ancianos que
originalmente dirigían las aldeas.
ORGANIZACIÓN SOCIAL.
A partir de esta concentración de funciones, el jefe
acumula productos, trabajo, autoridad, sirvientes y
familia frente al resto de la comunidad, lo que da
origen al proceso de estratificación social, y también
a la división social del trabajo donde la población de
la aldea se especializa en ciertas actividades
económicas, cargos administrativos o funciones
sociales siguiendo las demandas y necesidades de la
jefatura.
ORGANIZACIÓN SOCIAL.
Posteriormente, el desarrollo del comercio, las alianzas
entre distintas aldeas, la construcción de centros
ceremoniales o los matrimonios entre linajes nobles
permitirán una mayor centralización que sentará las
bases para el desarrollo de las primeras civilizaciones.
Por todo lo anterior, se habla de una verdadera
Revolución Neolítica como proceso de cambio que
marcó el final de la Prehistoria y abrió la puerta para
una nueva etapa en el desarrollo de las sociedades
humanas y, por supuesto, en la historia de su cultura.
ACTIVIDAD.
En base a la información anterior, los alumnos
elaborarán en su cuaderno un cuadro comparativo
de la Prehistoria y sus tres etapas.
BIBLIOGRAFÍA.
VÁZQUEZ SEGURA, María de la Luz, Historia del Arte,
Editorial Cengage Learning, México 2008.
VÁZQUEZ LEÓN, Edith, Historia de la Cultura,
Editorial Santillana, México 2010.
TURNER, Ralph, Las grandes civilizaciones de la
antigüedad, Editorial Fondo de Cultura Económica,
México 1985.