Eran las 12 de la noche, yo seguía leyendo. Estaba re copado con el libro. “Bueno ya basta, es
muy tarde” me acuerdo que pensé. Guardé el libro y apague la luz. Ya me estaba durmiendo
cuando escuché ruidos abajo. “Debe ser alguien que fue a tomar agua”. No, no me convencía
nadie había bajado. Me destapé y salí al pasillo. Todos dormían. Me paré al principio de la
escalera, sin saber si quedarme o bajar.
Si elegis bajar click acá Si te quedas click acá
Los ruidos seguían, yo estaba desesperado, no sabía quién podía ser. El living
estaba todo embarrado, la mesita mal acomodada con el centro de mesa en el
piso. El ruido seguía y seguía, era desesperante, seguí a la cocina. De ahí venía
todo. “Vamos, jugate por la familia”. Abrí la puerta de la cocina y había un tipo
llevándose la licuadora y tenia una bolsa con un montón de cosas. Salí corriendo
y gritando, desperté a mi papá y llamó a la policía. Cuando bajé de vuelta con
mi papá el ladrón estaba con dos más. Nos apuntaron con armas y nos
preguntaron si habíamos llamado a la policía. Les dijimos que no y justo en ese
momento se escucharon las sirenas. Los infractores salieron por la puerta de
atrás y empezaron a disparar para asustar a los policías. Éstos no se asustaron,
devolvieron el fuego.
Si querés salir a ver Si preferís quedarte en la casa
“Deja ya está debe ser el perro o no sé”. Volví sin hacer ruido y me acosté. Leí un poco
para tranquilizarme y me dormí. Me despertaron los gritos de mi papá. Bajé corriendo y
vi que no había practicamente nada, no había dvd, ni tele, ni la play 3, se habían llevado
hasta los electrodomésticos de la cocina. Evidentemente eran profesionales porque a
simple vista no dejaron ninguna evidencia.
Mi papá hizo una denuncia, investigaron y resulta que probablemente era una
banda que se dedicaba a robar y a desaparecer. Dos días después la banda dejó una
amenaza en mi casa. Decidimos no hacer más nada.
Salimos afuera a ver qué estaba pasando. Mala idea. Los tres ladrones se estaban
metiendo a una camioneta y los disparos iban y venían. Apareció un helicóptero.
Volaba bajo y hacía un ruido impresionante, me mareaba. No se si fue por eso o por
qué pero de repente sentí el frío del plomo meterse adentro mío, después el dolor
desesperante que me causó el tiro, la pierna ya no me funcionaba, caí al piso y me
di de cabeza contra el piso. No me dolió. El dolor del tiro era muy fuerte. No me
quedó otra que arrastrarme debajo de un arbol, sentía toda la sangre que me corría
por la pierna y quedaba en el pasto. Era mucho, era demasiado, me quedé sin
fuerzas, todo se apagaba….. Sentí unas manos firmes que me levantaban después
lo último que me acuerdo es estar acostado con unas cuantas caras que no reconocí
me miraban con preocupación. Me desperté en el hospital. Estaba lastimado en tres
partes, la cabeza (que ahora si me dolía), la pierna y en la cadera había recibido un
rebote de bala.
Decidimos quedarnos en la casa, porque la verdad que salir en medio de un tiroteo no era
bueno. Esperamos un minuto más o menos escuchando el incesante sonido de los
disparos. Estaba muy asustado.
En ese momento, aparecieron tres policías que patearon la puerta de entrada y
dijeron que necesitaban un lugar para cubrirse. Afuera era un caos total. Se escuchaba el
sonido de un helicóptero y muchas personas que gritaban. Nos dijeron que nos tiremos al
piso y eso hicimos. No pasaron 10 segundos cuando una fuertísima explosión sonó en la
parte de arriba. Habían disparado una bazooka en el piso superior. El cielo razo se empezó
a quemar. Se empezaron a caer pedazos de la casa. El calor se hizo presente muy
rápidamente. Sentía como el humo entraba dentro mío y me contaminaba el organismo.
Empezé a toser y a hacer un esfuerzo enorme por respirar. Algo de aire pude inhalar. Eso
bastó. Salí a la parte de atrás, y la verdad que tendría que haberme ido corriendo. En vez
de eso me quedé viendo cómo todos los recuerdos de mi infancia se desvanecían, cómo
todo lo que había logrado y conseguido durante mi vida desaparecía consumido por las
llamas.
Al fin, terminó el tiroteo, vinieron los bomberos y me dormí en una camita que
había en una ambulancia sin saber lo que iba a ser de mi o de mi familia.