2. Definición según el diccionario…
• “Es la representación o la expresión de una idea
mediante una figura dotada de atributos
simbólicos”.
• La metáfora a su vez podría ser definida como
el proceso por el cual se atribuye un nombre
apropiado a una persona o cosa, con base en una
analogía o en una comparación sobreentendida.
3. La finalidad de la alegoría…
• Es atraer la atención
consciente del individuo y
burlar sus mecanismos de
defensa a fin de permitirle
entrar en contacto con las
fuerzas de su inconsciente,
inmensamente ricas en
posibilidad y en soluciones.
4. ¿Cómo funciona la alegoría?
• Primera fase:
Permitiría, según el enfoque ericksoniano, reducir
importancia al cerebro izquierdo, es decir, a la mente
consciente, sobre todo si el sujeto se halla en trance.
El narrador accedería
entonces más al aspecto
intuitivo, a la espontaneidad, la
creatividad, el cerebro
derecho, al inconsciente.
5. • Segunda fase:
El cerebro izquierdo sería invitado a sintetizar el trabajo
realizado durante la primera fase.
Las alegorías nos permiten así recoger el pasado,
situarnos en el presente y proyectar la esperanza hacia
nuestro futuro.
6. ¿A quién está dirigida la alegoría?
• Los relatos metafóricos son para todo el mundo: niños,
jóvenes, adultos y ancianos.
• Todos tenemos necesidad de oír
relatos y de referirnos a ellos, no
solo para divertirnos, sino también
para captar lo que tienen que
decirnos, pues toda historia, cuento
o relato nos habla de nosotros, de
los demás y de nuestras relaciones
con ellos.
7. Tipos de alegorías
• Algunas historias metafóricas están completas
en sí mismas.
• Existen otras que permanecen abierta o
terminan con una pregunta que deja al oyente la
responsabilidad de resolver el problema.
8. Ventajas de la alegoría…
• A través de la imaginación, tanto el niño como el adulto establecen
lazos entre el mundo simbólico y ellos, y luego interiorizan sus
significados.
• Según Zeig, las ventajas:
1. No son amenazantes.
2. Son seductoras.
3. Estimulan la independencia.
4. Pueden ser utilizada para vencer la natural resistencia al cambio.
5. Pueden servir para controlar las relaciones.
6. Modelan la flexibilidad.
7. Pueden despejar la confusión y estimular la sensibilidad.
8. Estimulan la memoria.
9. ¿Cómo se construye una alegoría?
• La metáfora o alegoría
debe conectar con el
modelo del mundo del
oyente, quien de un modo
más o menos consciente
se reconocerá en los
personajes y en los
sucesos del relato.
10. • Se trata de crear una analogía, un paralelismo entre las
personas reales y los sucesos de la situación que esta
viviendo el oyente, y los personajes y las vicisitudes de la
alegoría. Por ello es importante que los sucesos de la
situación problemática se hallen también en la secuencia del
relato metafórico.
• Las alegorías tienen como finalidad inducir un cambio de
actitud, como la aceptación de una situación ambigua,
estimular el deseo de salir de ella, la
decisión de tomar cierta distancia
para poder juzgarla mejor, etc.
11. Ejemplo de una metáfora…
• Un día un muchacho turbulento y díscolo, a quien
usualmente no le importaba molestar y atropellar a los
demás, me pregunto qué podría hacer para tener más
amigos. “Estoy siempre solo” me dijo, “los demás huyen
de mí”. Tal vez pueda ayudarte, le respondí, pero antes te
voy a contar un cuento. Es la historia de Piky, el
puercoespín.
• Piky era un puerco espín. Tenía un aspecto muy gracioso.
Parecía una bolita de espinas, con sus ojos brillantes y su
hocico puntiagudo. Al verlo, los demás animales del
bosque solían acercarse a él, queriendo conocerlo. Pero
cada vez que alguno de ellos se le aproximaba, Piky se
sentía incomodo y de pronto, sin poderlo remediar, sus
espina se erizaban y ¡zas!, el otro animal terminaba con la
nariz magullada y la cara lastimada por las espinas.
12. • Muy pronto la reputación de nuestro amigo estuvo por los
suelos. Todos sabían que no había que acercarse a él, pues
resultaba peligroso. Era imposible saber como iba a
reaccionar.
• Un día Piky se paseaba solo por el bosque, como de
costumbre, y estaba muy aburrido. LE hubiera gustado
mucho tener amigos para poder jugar con ellos, pero en
cuanto divisaba a otro animal, este salía huyendo
rápidamente. Trato de correr tras de ellos para
participarles sus deseos, pero cuanto más corría él, más
rápido escapaban los otros.
• Ese día Piky vio al pie de un árbol a un animal que,
extrañamente parecía inmóvil. Era la liebre Orejas Largas,
que estaba allí reposando. Piky se le aproximó
lentamente, para no asustarla. Se sorprendió mucho de
ver que Orejas Largas no huía; sin embargo, todo su
cuerpo estaba temblando.
13. • ¿Por qué te quedas ahí? – le pregunto él.
• No me hagas ningún daño, te lo suplico – le dijo la liebre -
. Me he fracturado una pata.
• Piky sintió inmediatamente que sus espinas se bajaban,
pues no corría ningún peligro y además alguien lo
necesitaba.
• Me quedare contigo - le dijo - . Te voy ayudar, me
encantará hacerlo.
• Nuestro amigo se quedo varios días con Orejas Largas,
cuidándola y llevándole alimento y todo lo que ella
necesitara, hasta que finalmente su pata terminó
curándose. Así, Piky tuvo un amigo, el amigo que tanta
falta le hacía. Un día Orejas Largas le dijo al pequeño
puerco espín:
• Me voy, quiero volver a ver a mis amigos.
• ¿Por qué no te quedas conmigo? Estamos muy bien aquí –
Le dijo Piky – mis espinas ya no se erizan cuando estoy
contigo. ¿Me vas abandonar?
14. • Al decir esto nuestro amigo sintió como sus espina se
enderezaban de nuevo (cólera y miedo).
• Tranquilo, no te voy abandonar – dijo Orejas Largas –
y, si quieres te presentaré a mis amigos.
• ¡De acuerdo! – dijo Piky emocionado - . Te espero
aquí, ¡vuelve pronto! – y sus espinas bajaron otra vez.
• Y de este modo, día tras día, Orejas Largas fue a
buscar a sus amigos, y con mucho cuidado, enseño a
Piky a no tener miedo, a acercarse a los demás, a
jugar y dejar que lo acariciaran sin erizar sus espinas.
De vez en cuando las espinas de Piky se erizaban sin
avisar. En estos casos, Orejas Largas lo invitaba a
tranquilizarse rápidamente y pedía a los demás
animales que no huyera y que volvieran con él,
precisamente para ayudarle a aprender a no erizar
sus espinas.
15. • Poco a poco, nuestro puerco espín consiguió
permanecer tranquilo y mantener sus espinas
a lo largo de su cuerpo. Cada vez que tuvo
más amigos, que aprendieron así a conocer y
apreciarlo.
• Cuando terminó la temporada Piky irradiaba
felicidad. Estaba rodeado de amigos y éstos
se disputaban el placer de pasea, de jugar y
simplemente, de estar a su lado.
Extraído de: “CUENTOS PARA CRECER Y CURAR” de Michel Dufour (2003).
Editorial Sirio, S.A. Málaga, España.