Se trata de Dos Leyendas que surgen en medio del miedo y terror de la gente se trata de cantuña y mariangula ambas leyendas ecuatorianas que se caracterizan por su realismo...
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Leyendas Ecuatorianas
1. CANTUÑA
les voy hablar de una leyenda muy particular de nuestro país la leyenda del indio Cantuña. Esta
es una leyenda que divierte mucho ala vez que atemoriza. En el libro "Leyendas del Ecuador"
hallamos las dos versiones de la leyenda la verdadera
La version falsa consiste en:
Cantuña tenia una labor que habia sido asignada por los franciscano que era construir una Iglesia
en Quito. Este acepto y puso como plazo seis meses, a cambio el recibia una gran cantidad de
dinero.
Aunque parecia una hazaña imposible lograr terminarla en seis mese, Cantuña puso su maximo
esfuerzo y empeño en terminarla, reunio un equipo de indigenas y se propuso terminarla. Sin
embargo la edificacion no avanzaba como el la esperaba.
Cantuña decide vender su alma al diablo a cambio de que terminara la construccion lo mas
rápido posible. Cantuña ya se vio perdido debido a que vio que los diablillos avanzaban de una
manera insuperable, fue aqui cuando al indio Cantuña se le ocurrio una idea y se escabullo en la
Edificacion sin ser visto y cogio la ultima piedra y escribio: "Quién ponga esta ultima piedra en
su lugar reconocera que Dios es más grande que el". El diablo al ver esto huyo y Cantuña se
salvó.
La verdadera historia trata de Cantuña era solamente un guagua de noble linaje, cuando
Rumiñahui quemó la ciudad. Olvidado por sus mayores en la histeria colectiva ante el inminente
arribo de las huestes españolas, Cantuña quedó atrapado en las llamas que consumían al Quito
incaico. La suerte quiso que, pese a estar horriblemente quemado y grotescamente deformado,
el muchacho sobreviva. De él se apiadó uno de los conquistadores llamado Hernán Suárez, que
lo hizo parte de su servicio, lo cristianizó y, según dicen, lo trató casi como a propio hijo. Pasaron
los años y don Hernán, buen conquistador pero mal administrador, cayó en la desgracia.
Aquejado por las deudas, no atinaba cómo resolver sus problemas cada vez más acuciantes.
Estando a punto de tener que vender casa y solar, Cantuña se le acercó ofreciéndole solucionar
sus problemas, poniéndole una sola condición: que haga ciertas modificaciones en el subsuelo
de la casa.La suerte del hombre cambió de la noche a la mañana, sus finanzas se pusieron a tal
punto que llegaron a estar más allá que en sus mejores días. Pero no hay riqueza que pueda
evitar lo inevitable: con los años a cuestas, al ya viejo guerrero le sobrevino la muerte. Cantuña
fue declarado su único heredero y como tal siguió gozando de gran fortuna.Eran enormes las
contribuciones que el indígena realizaba a los franciscanos para la construcción de su convento
e iglesia. Los religiosos y autoridades, al no comprender el origen de tan grandes y piadosas
ofrendas, resolvieron interrogarlo. Tantas veces acudieron a Cantuña con sus inoportunas
preguntas que éste resolvió zafarse de ellos de una vez por todas. El indígena confesó ante los
estupefactos curas que había hecho un pacto con el demonio y que éste, a cambio de su alma,
le procuraba todo el dinero que le pidiese. Algunos religiosos compasivos intentaron el
exorcismo contra el demonio y la persuasión con Cantuña para que devuelva lo recibido y rompa
el trato. Ante las continuas negativas, los extranjeros empezaron a verlo con una mezcla de
miedo y misericordia.
2. MARIANGULA
La historia cuenta sobre una niña de una edad de 14 años, su madre vendía tripa mishqui, (es
una comida tradicional que son tripas de res y se las pone sobre un brasero con carbón caliente
para que vaya cociéndose lentamente, de los cual bota un aroma penetrante), esto se lo vende
en una de las esquina de la ciudad colonial en Quito.
En una ocasión la madre de Mariangula mandó a comprar
tripas, pero como esta niña era muy inquieta se fue a jugar
con sus amigos e hizo caso omiso al mandado de su madre y
para colmo se gastó el dinero para la compra de las tripas.
La niña preocupada por lo sucedido se imaginaba que su
madre le iba a pegar.
Entre la preocupación de la Mariangula que caminaba por las
calles paso por el cementerio, y se le ocurrió la macabra idea
de sacarle las tripas de uno de los muertos que recién lo
habían enterrado las sacó y las llevo a su mamá para que las
vendiera y en efecto logro su objetivo para no ser castigada,
las tripas se vendieron muy bien cosa que a todo el que
compraba le gusto y en algunos casos se repitieron.
Ya en horas de las noche, en casa donde vivía con su familia era una casa tradicional de dos pisos
como las que hay en Quito colonial, Mariangula se acordaba de lo que había hecho. Cuando de
repente escucho la puerta que se abrió fuertemente, ero lo trágico es que ella era la única que
escuchaba aquellos ruidos y los demás seguían muy dormidos como si no pasaba nada, a pesar
de los muchos ruidos que se escuchaba en la casa.
Cuando los ruidos era muy fuertes y se podían escuchar con claridad puso mucha atención que
decían:" Marianguuula , dame mis tripas y mi pusún que te robaste de mi santa sepultura"
Aquella voz se escuchaba cada vez más cerca de su habitación y Mariangula se iba poniendo
muy asustada ya que se escuchaba los pasos que subían por las escaleras y la voz se hacía más
fuerte:"Marianguuula, dame mis tripas y mi pusún que me robaste de mi santa sepultura".
Ella se ponía pensaba sobre lo que hizo y como que podía hacer para salvarse y en especial qué
es lo que le iban hacer estos seres. Cuando de repente encontró una navaja o cuchillo y se cortó
su estómago. Cuando los seres entraron a la habitación de Mariangula estaba con sus tripas
regadas en la cama muriéndose lentamente y estos seres desaparecieron.
Se dice que la madre de Mariangula vende ahora"carne en palito" en lugar de tripa mishqui el
chuzo o palito le sirve a Mariangula para defenderse de los fantasmas