3. La anorexia consiste en un trastorno de la conducta
alimentaria que supone una pérdida de peso
provocada por el propio enfermo y lleva a un estado
de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor
a aumentar de peso, y por una percepción
distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace
que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se
encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello
inicia una disminución progresiva del peso mediante
ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.
4. Su causa es desconocida, pero los factores
sociales parecen importantes. Aunque hay muchos
factores socioculturales que pueden desencadenar la
anorexia, es probable que una parte de la población
tenga una mayor predisposición física a sufrir este
trastorno, independientemente de la presión que
pueda ejercer el entorno. Por ello existen
de factores generales que se asocian a un factor
desencadenante o cierta vulnerabilidad biológica,
que es lo que precipita el desarrollo de la
enfermedad.
*La propia obesidad del enfermo
*Separación de los padres
*Muerte o enfermedad de un ser querido
*Alejamiento del hogar
5. Esta patología se caracteriza por una pérdida significativa
de peso provocada por el enfermo y por una percepción
errónea del propio cuerpo. En consecuencia, los problemas
endocrinos se hacen evidentes en un espacio
de tiempo relativamente corto. Los principales síntomas
que determinan la aparición de la enfermedad son los
siguientes:
Rechazo a mantener el peso corporal por encima del
mínimo adecuado para la edad y talla del enfermo.
Miedo al aumento de peso o a la obesidad incluso cuando
el peso se encuentra por debajo de lo recomendable.
Percepción distorsionada del cuerpo, su peso y
proporciones.
Ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos en las
mujeres
6. ₠Las pulsaciones cardiacas se reducen.
₠Desaparece la menstruación en las mujeres.
₠Disminuye la masa ósea y, en los casos muy tempranos, se frena la
velocidad de crecimiento.
₠Disminución de la motilidad intestinal.
₠Anemia.
₠Estreñimiento crónico.
₠La disminución del gasto energético produce una sensación constante de
frío.
₠La piel se deshidrata, se seca y se agrieta.
₠Las uñas se quiebran.
₠Pérdida de cabello.
₠Hinchazones y dolores abdominales
7. Al tratarse de un trastorno que suele iniciarse en la
adolescencia, la observación por parte de la familia es
crucial para detectar en el menor hábitos que supongan una
señal de alerta. Estos son algunos factores de riesgo:
Malos hábitos de comidas: muchos adolescentes comen
solos mientras ven la tele o se comunican con sus amigos vía
whatsapp. La falta de horarios fijos y de supervisión por
parte de los padres acerca de lo que comen incrementan las
probabilidad de desarrollar un trastorno de la alimentación.
Mala comunicación con los padres: conocer las
preocupaciones de los hijos, sus gustos y su círculo de
amigos puede ayudar a prevenir este tipo de desorden o a
detectarlo en una fase inicial.
8. Los objetivos globales del tratamiento son la corrección de la
malnutrición y los trastornos psíquicos del paciente. En primer lugar se
intenta conseguir un rápido aumento de peso y la recuperación de
los hábitos alimenticios, ya que pueden implicar un mayor riesgo de
muerte. Pero una recuperación total del peso corporal no es sinónimo de
curación. La anorexia es una enfermedad psiquiátrica y debe tratarse
como tal. El tratamiento debe basarse en tres aspectos:
Detección precoz de la enfermedad: conocimiento de los síntomas por
parte de los médicos de atención primaria y de los protocolos que fijan
los criterios que el médico debe observar.
Coordinación entre los servicios sanitarios implicados: psiquiatría,
endocrinología y pediatría.
Seguimiento ambulatorio una vez que el paciente ha sido dado de alta,
con visitas regulares. Las hospitalizaciones suelen ser prolongadas, lo
que supone una desconexión del entorno que puede perjudicar el
desarrollo normal del adolescente. Por ello son aconsejables, siempre
que se pueda, los tratamientos ambulatorios.
9. La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta
alimentaria que se caracteriza porque las personas que la
padecen suelen darse atracones recurrentes en los que
ingieren grandes cantidades de comida en un espacio
corto de tiempo, es decir, comen más cantidad de comida
que la mayoría de personas en el mismo tiempo.
Los bulímicos son incapaces de dominar los impulsos que
les llevan a comer y tienen la sensación que no pueden
parar de comer. Sin embargo, el sentimiento de culpa y
vergüenza tras ingerir muchos alimentos les lleva a una
purga (vómitos autoinducidos o empleo de laxantes o
diuréticos o ambos), regímenes rigurosos o ejercicio
excesivo para contrarrestar los efectos de las abundantes
comidas y evitar engordar.
10. En el origen de esta enfermedad
intervienen factores biológicos, psicológicos y
sociales que desvirtúan la visión que el enfermo
tiene de sí mismo y responden a un gran temor a
engordar.
El enfermo de bulimia siempre está muy
preocupado por su peso, aun cuando es normal,
pero no puede reprimir sus ansias de comer.
Además, los bulímicos no se encuentran bien
consigo mismos. Generalmente la bulimia se
manifiesta tras haber realizado numerosas dietas
dañinas sin control médico. La limitación de los
alimentos impuesta por el propio enfermo le lleva a
un fuerte estado de ansiedad y a la necesidad
patológica de ingerir grandes cantidades de
alimentos.
11. Generalmente las personas que padecen bulimia han sido obesas o han
realizado numerosas dietas sin control médico. Los bulímicos tratan de
ocultar los vómitos y las purgaciones, por lo que la enfermedad suele
pasar desapercibida durante mucho tiempo. Los síntomas típicos de un
cuadro de bulimia son los siguientes:
•Atracones o sobre ingesta de alimentos: El enfermo come una gran
cantidad de alimentos en un espacio de tiempo muy corto y no tiene
control sobre la ingesta: presenta tal ansiedad que cree que no puede parar
de comer.
Los bulímicos no sienten ningún placer al comer ni tienen preferencias en
cuanto al tipo de alimentos, sólo buscan saciarse. Intentan evitar los
lugares en los que hay comida y procuran comer solos, por lo que
su comportamiento suele ser asocial, tienden a aislarse y la comida es su
único tema de conversación. Además, la falta de control sobre los
alimentos les produce grandes sentimientos de culpa y vergüenza.
•Uso de laxantes: Para prevenir el aumento de peso y compensar el atracón
o el exceso de comidas, el enfermo se provoca vómitos, utiliza laxantes,
diuréticos, fármacos, o recurre a otros medios que le permitan controlar el
peso, como la práctica abusiva de actividades deportivas.
•Repetición: Los ciclos de atracones y vómitos se manifiestan un mínimo
de dos veces por semana.
12. Arritmias que pueden desembocar
en infartos.
Deshidratación.
Intestino irritable y megacolon.
Reflujo gastroesofágico.
Hernia hiatal.
Caries dentales.
Pérdida de masa ósea.
Perforación esofágica.
Roturas gástricas.
Pancreatitis.
13. La prevención de la bulimia tiene que realizarse con
un enfoque multidisciplinar. Los especialistas destacan la
importancia que tiene la prevención social y la
colaboración de modelos, diseñadores, presentadores de
televisión, publicistas y deportistas, entre otras profesiones
para reducir los mensajes que se lanzan a la población que
inciden en la pérdida de peso de forma no responsable y
engañosa y en las tallas de la ropa.
A nivel familiar conviene insistir en que las familias sigan
una dieta equilibrada, como la mediterránea, y que se evite
la obsesión por la dieta, el peso o la imagen corporal.
Por otro lado, es recomendable que no hay una protección
excesiva de los padres sobre los hijos. Esto facilitará la
autonomía del adolescente y que éste sea capaz de resolver
problemas y tomar sus propias decisiones.
14. Las dos aproximaciones al tratamiento son la psicoterapia y
los fármacos. Es mejor que la psicoterapia la realice
especialista con experiencia en alteraciones de la conducta
alimentaria. Éste decidirá además si el paciente necesita seguir
una terapia con antidepresivos que ayude a controlar la bulimia
nerviosa.
En virtud de la gravedad, el paciente puede requerir a un
tratamiento ambulatorio o ser hospitalizado.
Los primeros pasos deben encaminarse a evitar los
vómitos, normalizar el funcionamiento metabólico del
enfermo y enseñarle a mantener una dieta equilibrada y tener
unos buenos hábitos alimenticios.
Junto a este tratamiento, encauzado hacia la recuperación
física, paralelamente se desarrollará una terapia psicológica
con el fin de reestructurar las ideas racionales y corregir la
percepción errónea que el paciente tiene de su propio cuerpo.
15. La obesidad es una enfermedad crónica
tratable que aparece cuando existe un exceso de
tejido adiposo (grasa) en el cuerpo.
Los expertos advierten de que sus efectos más
negativos se producen porque actúa como un agente
que acentúa y agrava a corto plazo y de forma muy
evidente patologías graves como la diabetes,
la hipertensión, las complicaciones cardiovasculares
(especialmente la cardiopatía isquémica), e incluso
algunos tipos de cáncer, como los gastrointestinales
16. Hay muchas causas implicadas en la
aparición del problema. Además de una
mala alimentación o la falta de ejercicio
físico, también existen factores genéticos y
orgánicos que inducen su aparición.
También pueden influir los factores
socioeconómicos. En algunos países
desarrollados, la frecuencia de la obesidad
es más del doble entre las mujeres de nivel
socioeconómico bajo que entre las de nivel
más alto.
17. La acumulación del exceso de grasa debajo
del diafragma y en la pared torácica puede
ejercer presión en los pulmones,
provocando dificultad para respirar y ahogo,
incluso con un esfuerzo mínimo.
La dificultad en la respiración puede
interferir gravemente en el sueño,
provocando la parada momentánea de la
respiración, lo que causa somnolencia
durante el día y otras complicaciones.
La obesidad puede causar varios problemas
ortopédicos, incluyendo dolor en la zona
inferior de la espalda y agravamiento de
la artrosis, especialmente en las caderas,
rodillas y tobillos.
18. Los trastornos cutáneos son también
frecuentes. Dado que las personas obesas
tienen una superficie corporal escasa con
relación a su peso, no pueden eliminar el
calor del cuerpo de forma eficiente, por lo
que sudan más que las personas delgadas.
Del mismo modo, es frecuente
la tumefacción de los pies y los tobillos,
causada por la acumulación a este nivel de
pequeñas a moderadas cantidades de
líquido.
19. Llevar una dieta sana y equilibrada, junto con la
práctica regular de ejercicio físico son claves
para la prevención de la obesidad.
Los expertos aconsejan realizar un mínimo de
cinco ingestas de alimentos al día en raciones
reducidas, así como seguir un patrón alimentario
cercano a la dieta mediterránea, es decir, bajo en
grasas y rico en frutas y verduras.
En cuanto al deporte, la constancia es
fundamental. La recomendación es practicarlo de
forma habitual al menos tres veces por semana
durante 45 minutos. La intensidad debe
adecuarse a las necesidades y al estado físico de
la persona.
20. La mejor forma de tratar la enfermedad
es previniéndola y para ello, debe
detectarse precozmente en los pacientes en los que a
partir de los 20-25 años comienza a cambiar el peso.
Los médicos consideran que una persona obesa debe
ser considerada como un enfermo crónico que
requiere un tratamiento a largo plazo, con normas
alimentarias, modificación de los hábitos de
conducta, ejercicio físico y terapia farmacológica.