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El desafío de capturar los sueños e ilusiones de nuestros colaboradores1
Por Guillermo Quiroga pesivale
Director de la Escuela de Postgrado de la UPC
Hoy en día las empresas enfrentan un entorno cada vez más complejo y demandante.
Las barreras de entrada tradicionales caen y muchas pierden vigencia por el desarrollo
de la tecnología. Constantemente aparecen productos sustitutos. Los canales ejercen
cada vez mayor presión sobre los fabricantes al concentrarse los primeros. Al interior de
los sectores se vive una severa competencia con ciclos de negocio más cortos. El cliente
es cada vez más sofisticado y demandante, con una nueva sensibilidad y mayores
exigencias difíciles de complacer. Las clásicas ventajas comparativas en muchos casos
no son suficientes por sí solas. A este nuevo panorama de negocio podemos
denominarlo de híper competencia, como acertadamente lo hizo Richard D'Aveni.
Ahora bien, dado el entorno actual descrito, muchos de los modelos de negocio
tradicionales son poco sostenibles. Por tanto, si se quiere ser competitivo y ofrecer al
cliente todo lo que hoy demanda, hay que innovar en múltiples dimensiones: En
productos, procesos, modelos de negocios y fundamentalmente en formas de gestión.
Innovar implica hacer cosas diferentes, pero para ello previamente se debe pensar
diferente y para pensar diferente lo primero que hay que hacer es trascender a los
propios modelos mentales que actúan en muchos casos como barreras o limitantes. Pues
bien, es en este ámbito que la concepción acerca del rol de los colaboradores dentro de
la organización cobra una vital importancia. La innovación en la gestión del capital
humano debe abrirse paso cada vez con más fuerza y ser un elemento constitutivo de
cualquier agenda empresarial del presente siglo.
Todas las empresas congregadas esta noche en este acto de premiación tan especial
comparten la profunda convicción que sólo a través de la siembra, cultivo y desarrollo
de un excelente clima organizacional y laboral es posible conseguir resultados
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Discurso pronunciado por Guillermo Quiroga en la premiación Great Place to Work. Noviembre de
2010

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empresariales exitosos sostenibles en el largo plazo. Asimismo, que es igual de
importante conseguir el objetivo o los resultados con la forma de hacerlo.
Veo a este selecto conjunto de empresas dispuestas a afrontar el desafío de no sólo
ampliar y conquistar mercados, desarrollar productos y servicios innovadores, ser
ejemplares en el servicio al cliente sino sobre todo haber sido capaces de capturar el
talento y los sueños sus colaboradores, como lo explican los prestigiosos académicos
Christopher A. Bartlett de Harvard Business School y el fallecido gurú de London
Business School Sumantra Ghoshal en su artículo Building Competitive Advantage
through People2.
Estos autores indican en este magistral artículo que debe quedar atrás el paradigma de
ver a los colaboradores como factores de producción o simplemente como recursos
valiosos; porque en los venideros años el recurso estratégico clave de las empresas ya
no será principalmente el capital financiero ni las capacidades organizativas sino el
capital humano e intelectual. Con esto no pretendo restar importancia a estos recursos;
no vivimos de quimeras sino de realidades.
Sin embargo, en el contexto actual en donde las empresas deben reinventarse cada día,
ya que la convergencia competitiva no deja muchas opciones, son sus colaboradores a
todo nivel quienes deben ser la chispa que encienda la llama de nuevas aventuras
empresariales y fructíferos negocios con una actitud emprendedora.
En tal sentido, es de capital importancia que la Alta Dirección de las empresas sea capaz
de generar para su organización una visión de futuro compartido con un sentido de
propósito que inspire a sus colaboradores a dar lo mejor de sí, porque son conscientes
del impacto de su trabajo en la sociedad y el mundo. Bill George, ex CEO de Medtronic,
empresa líder mundial en la fabricación de marca pasos; les hacía considerar a sus
investigadores que su labor no es sólo inventar o desarrollar nuevos productos sino
salvar vidas humanas o mejorar su calidad. De otro lado, es responsabilidad ineludible
de los máximos directivos de las empresas crear un lugar magnífico para trabajar –
Great place to work - donde el contexto organizacional desarrollado sea capaz de lograr
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"Building Competitive Advantage Through People," MIT Sloan Management Review, Winter, 2002.

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que colaboradores ordinarios consigan resultados extraordinarios. Finalmente, fijar para
nuestras organizaciones los niveles más altos de excelencia, de tal forma que cada vez
más empresas en el Perú y desde el Perú sean competidoras de clase mundial.
Termino con una reflexión, una idea y un desafío.
La nueva arena competitiva global exige y exigirá a las empresas desarrollar nuevas e
innovadoras fórmulas competitivas en muchos frentes. Esta es mi reflexión.
La idea es que tu principal responsabilidad radica en incrementar el capital intelectual y
humano dentro de tu organización con diligencia y responsabilidad para desarrollar al
máximo el potencial de tu empresa.
Bajo estas dos premisas, el desafío consiste en que te conviertas en un líder innovador e
íntegro que cree una nueva realidad empresarial en donde te encuentres innovando en
los modelos de negocio y generando empresas de clase mundial en el Perú.
Muchas gracias y mis felicitaciones a todas las empresas participantes.