2. AMAZONAS Con el río más caudaloso del mundo y la mayor selva tropical del planeta, la Amazonía que compartimos con nuestros vecinos, es también un tesoro de Colombia. Es un lugar prodigioso no sólo por las dimensiones del río y los pueblos aborígenes que lo habitan, sino por la vida que se origina y se nutre de sus múltiples orillas. Allí está Leticia, una ciudad hospitalaria y confortable rodeada de caminos que conducen a la selva, como el que conduce al dosel reserva Tanimboca, a ocho kilómetros en la vía a Tarapacá, una aldea Huitoto.
3. BARRANQUILLA Principal capital de la Costa Caribe se ha consolidado como la puerta del gozo, colorido y los brazos abiertos. Desde finales del siglo XIX se caracterizó por el ser el principal puerto del país por donde entraban y salían los viajeros y mercancías, y desde entonces es conocida como la Puerta de Oro de Colombia. Una increíble belleza arquitectónica, rodeada de hermosos paisajes naturales, sus calles doradas por el sol y la arena, la espontaneidad y alegría de la gente del caribe, hacen de Barranquilla el destino ideal para disfrutar de la placidez de sus encantadoras playas y de su riqueza cultural, que abre paso a la fiesta más grande de Colombia: el carnaval.
4. PACÍFICO Tierra adentro, la región Pacífica es igualmente diversa. El Chocó es predominantemente selvático y cuenta con hermosas playas como Nuquí y Bahía Solano, los turistas pueden deleitarse con paisajes naturales, algunos aún vírgenes. Allí las ballenas jorobadas llegan cada año para procrear y las tortugas marinas habitan su hábitat natural. Los turistas, nacionales y extranjeros, acuden a la región para observar estas especies y disfrutan de las hermosas sinfonías emitidas por las ballenas durante su proceso de apareamiento. El Pacífico colombiano es habitado en su mayoría por personas de raza negra, especialmente en el departamento del Chocó, que en el momento de la Conquista, fueron llamados por los españoles “chocoes”. También se encuentran diversas etnias indígenas como los Guambianos y Los Paeces.
5. PROVIDENCIA Y SANTA CATALINA Los ojos se deslumbran ante el arcoiris marino de siete azules, que han hecho famosa a esta isla; esto gracias a su origen volcánico y su barrera arrecifal. Por donde se le mire, Providencia y Santa Catalina desbordan belleza: colores infinitos en la superficie, paisajes submarinos llenos de vida y manglares que tiñen de verde y se hacen salacunas de diminutos peces coloridos. Una de las mejores experiencias del viaje es conocer a los providencianos, los habitantes de esta isla. Son gente amable, sonriente, amante de la música y la gastronomía y dispuesta a compartir los secretos de la vida isleña con los turistas.
6. SAN ANDRÉS En las calles se les oye hablar creole: mezcla de inglés isabelino, español y dialectos africanos; también hablan español e inglés moderno, así que la comunicación con los viajeros es muy sencilla. Esta reunión cultural dejó una huella en la música entre la cual se encuentran el reggae, reggaeton, raga, soca, calypso, merengue, vallenato y salsa. Todo tipo de música para todo tipo de bailarín. Como parte del cuidado de la cultura, algunos isleños han creado parques ecoturísticos como la Granja de Job Saas y el Parque West View, donde los guías hablan no sólo de la naturaleza sino de las costumbres y los valores que preservan a través de estos proyectos. Con ellos es posible conseguir artesanías en coco y totumo, típicas de San Andrés.
7. SANTANDER Santander , este nombre que evoca a héroes y libertadores, es también sinónimo de aventura, adrenalina y emoción. En el cielo, hombres vuelan como pájaros a bordo de un parapente; en cascadas y muros de roca, como insectos suspendidos por arneses, y en cuevas y ríos como peces a bordo de canoas. Santander en el oriente de Colombia, es uno de los territorios más voluptuosos del país por sus llanuras, montañas, cañones, ríos y cuevas. Esto significa que posee varios pisos térmicos, en su mayoría cálidos y templados, pero también con una serie de vientos que moldean a su antojo las montañas.