3. Pedagogía de la Educación: Como objeto de la didáctica.ppsx
Relatos de vida de Legrand 1993
1. 1
Relatos de
Vida de
Legrand
1993.
TRES MANERAS DE ABORDAR LA INVESTIGACIÓN CON
RELATOS DE VIDA: LEGRAND, BERTAUX Y MORENO
APUNTES PARA LA CÁTEDRA DE TRABAJO DE GRADO EN EDUCACIÓN MENCIÓN ORIENTACIÓN
González Vivian C. 2018
vivian1412@gmail.com
MARCO METODOLÓGICO EN LOS RELATOS DE VIDA
(para uso de mis estudiantes en el capítulo III)
Tabla de Contenido
1.- El Paradigma Cualitativo- La cuestión epistemología
2.- Dentro de lo Cualitativo, el Enfoque Biográfico con Relato de vida
3.-Tres modelos de Relatos de vida: Legrand, Bertaux y Moreno
3.1 Relatos de Vida de Legrand
3.2 Relatos de Vida. Bertaux
3.3 . Relatos de Vida en la Investigación Convivida de Moreno
Comentario [V1]: Legrand, M. (1993).
Enfoque biográfico. Paris: Hombres en
Perspectivas.
2. 2
A modo de presentación
En la Cátedra de Métodos de Investigación en Orientación de la FaCE U.C requerimos, tanto
estudiantes como profesores, de la producción de materiales útiles al proceso de facilitación del
aprendizaje de la Investigación Científica. Producto de la experiencia adquirida tanto en el
Seminario de Proyecto de Investigación como de Trabajo Especial de Grado desde el año 2007,
produzco hoy 2-2018, el siguiente material. Es un material para la enseñanza y el aprendizaje de la
investigación cualitativa en alguno de sus aspectos medulares. De modo preciso aquí abordo la
fundamentación epistemológica y la operacionalización de aspectos medulares relativos a los
Relatos de vida en tres autores diferentes.
Este es un material esencialmente mejorable. Es un papel de trabajo para ayudar a mis estudiantes.
A la luz de la aplicación y del uso práctico en el desarrollo de los trabajos de grado, tanto con
estudiantes de pre y postgrado, irán surgiendo nuevas
modificaciones y avances posteriores a esta primera oportunidad que llamo primera edición.
1.- El Paradigma Cualitativo- La cuestión epistemología
Relatos de vida
Dentro del paradigma cualitativo desde lo biográfico cuentan los más variados documentos
biográficos, cada uno de ellos con su peculiaridad que los distingue: historia de vida, relatos de vida,
testimonio oral, biografía, autobiografía, (Moreno, 2016), testimonios autobiográficos, microrrelatos
de vida (González, 2016) entre otros. En esta oportunidad, trabajaremos de modo puntual con los
relatos de vida. Estos al igual que las historias de vida se dan cuando “el sujeto de la misma, narra a
otra persona presente física y actualmente como interlocutor” (ibíd., 20).
Una vez ubicados en la investigación con enfoque biográfico de Relatos de vida, debemos
tener presente que la investigación científica que se adentra en la vida exige al científico social dos
cosas: fundamentación epistemológica y la opción ética (Flores, 2018). La primera sin la segunda no
es posible.
La ciencia tiene como propósito conocer el mundo. Ahora, ¿qué mundo conoce?
La cuestión epistemológica es esa, que en las ciencias empíricas el mundo es
una «superficie en todas partes», pero en las ciencias sociales, el mundo no solo es lo
que aparece ante el investigador, sino que también es la realidad fundamental. La
noción de mundo denota una ontología y también una extensión óntica: mundo-de-la-
naturaleza, mundo-de-experiencia, mundo-del-lenguaje, mundo-de-objetos, mundo-
de-hombres, mundo-de-vida. En este sentido, el mundo es circundante y es horizonte
como dirá Husserl. Las ciencias empíricas conocen la extensión de mundo, sin
embargo, la extensión de-vida, le es inaccesible, por lo menos, como extensión.
Porque el mundo-de-vida, no es una extensión del sujeto, es un en sí, un todo.
Entonces, el mundo-de-vida es una totalidad, fundamento y horizonte de sentido. (ob.
cit. 2018, p. 6)
Comentario [V2]: González, V. (2016).
Microrrelatos-de-vida convivida. En
Apuntes para la Cátedra de Investigación
en Orientación. Mimeo. Bárbula: FaCE UC
Dpto. Orientación
Comentario [V3]: Flores, J. (2018). La
Cuestión epistemológica. En la
presentación del libro Familia fraterna.
Libro digital en proceso. Bárbula. Dipi FaCE
UC. Departamento de Orientación.
3. 3
Continua el autor mencionando que, Schutz Alfred, plantea que la investigación científica de
lo humano debe describir la realidad radical del hombre: su vivir. Esta realidad para Schutz ‒
siguiendo a Husserl‒ acaece cotidianamente: Únicamente en el mundo de la vida cotidiana puede
constituirse un mundo circundante, común y comunicativo. El mundo de la vida cotidiana es, por
consiguiente, la realidad fundamental y eminente del hombre. Toda ciencia que esté dirigida a
comprender al hombre no lo puede hacer fuera de su realidad fundamental de la vida. Este es el
vivir del hombre, la vida cotidiana, que se constituye mundo. El mundo cotidiano de la vida no es
una realidad individual, una subjetivación fragmentada: Así, desde el comienzo, mi mundo cotidiano
no es mi mundo privado, sino más bien un mundo intersubjetivo; la estructura fundamental de su
realidad consiste en que es compartido por nosotros. La vida es lo circundante-horizonte sin
separación. Es por ello, que las ciencias, no se reducen a la descripción y ex-plicación, son com-
prensión.
Todos los grandes epistemólogos –la epistemología se convierte en el indispensable tema de
reflexión sobre la ciencia— del siglo XX sacan las consecuencias de y aplican a la ciencia esa
sensibilidad vital que se ha venido afirmando y de la que Ortega se hace uno de los primeros testigos
en El Tema de nuestro Tiempo, curso dictado en Buenos Aires en 1923: “Cada generación
representa una cierta altitud vital, desde la cual se siente la existencia de una manera determinada”
(Ortega, 1983, 18).
La orientación cualitativa puede resumirse muy sintéticamente en estas expresiones de M.
Martínez (2006, 173): como aquella que “trata de identificar la naturaleza profunda de las
realidades, su estructura dinámica, aquella que da razón plena de su comportamiento y
manifestaciones. De aquí, que lo cualitativo (que es el todo integrado) no se opone a lo cuantitativo
(que es sólo un aspecto), sino que lo implica e integra, especialmente donde sea importante”.
Bertaux sintetiza muy bien el estado de ánimo de gran parte de los investigadores en el
campo social –y no sólo de los social ogos– a finales del siglo pasado deseosos de reencontrarse, en
términos netamente científicos, con el hombre real y vivo que se les había perdido entre las
avalanchas de números por una parte y la hipertrofia teórica de las estructuras sociales por la otra.
Pero para eso, era necesario reelaborar el concepto mismo de ciencia, sobre todo para el campo de
las ciencias humanas, y desprenderlo de los esquemas véteropositivistas del siglo XIX y
neopositivistas del XX.
2.- Dentro de lo Cualitativo, el Enfoque Biográfico con Relato de vida
Relatos de vida se inscribe, pues, en el amplio paradigma de los métodos cualitativos en
investigación social y, dentro de éstos, en el “enfoque biográfico”.
Ha sido necesario el vuelco epistemológico de los últimos años que reivindica la subjetividad
como forma de conocimiento para que la biografía vuelva a ser considerada como de pleno valor
científico.
Los relatos que de una u otra manera tienen como tema y contenido lo biográfico y lo
autobiográfico, las memorias personales, los testimonios de vida, etc., existen desde muy antiguo en
la mayoría de las culturas.
La narración desarrollada en forma sistemática, coherente y completa de la vida de un sujeto,
sea realizada por él mismo, autobiografía, sea realizada por otro, biografía simplemente, pertenece a
tiempos cercanos a nuestra época y, sobre todo, al mundo de la cultura occidental, especialmente a
partir del Renacimiento. Hasta principios del siglo XX puede decirse que fue un tipo de documento
Comentario [V4]: Ortega y Gasset
(1983). El Hombre y la Gente. Barcelona:
Orbis.
Comentario [V5]: Martínez, M. (2006).
Ciencia y Arte de la Metodología
Cualitativa. México: trillas
4. 4
perteneciente al campo de la historia –biografías de reyes, héroes, santos, artistas y figuras de alguna
manera significativas por su influencia en los acontecimientos históricos— y de la literatura. Sólo
con la aparición de las ciencias sociales, empiezan a surgir documentos biográficos con intención de
servir como insumos para el estudio científico de la sociedad, de la cultura, de la psicología, del ser
del hombre en general.
La terminología
Un problema previo al introducirnos en el trabajo práctico con historias de vida es el de la
terminología.
¿Son lo mismo, o, en caso contrario, en qué se distinguen: biografía, autobiografía, historias
de vida, relatos de vida, documentos biográficos? Distingamos estos cinco términos que son los más
usados y usuales entre nosotros, aunque no son los únicos en la literatura.
1. Empecemos por el más abarcador de todos: documentos biográficos.
Se entienden por tales todos los documentos que se refieren de manera directa o indirecta a
una parte o a la totalidad de la vida de una persona o de varias personas (una familia, como hace O.
Lewis, por ejemplo). Es ésta la categoría más amplia y comprehensiva. Incluye toda clase de textos
tanto orales como escritos de tipo biográfico. Entre ellos hay que contar desde los diarios personales,
las cartas, los documentos judiciales, etc., hasta las biografías propiamente dichas.
Hay que distinguir aquí dos tipos de documentos biográficos: 1. Los documentos primarios,
esto es, la historia de vida propiamente dicha, en sí misma y sin ser acompañada por ningún tipo de
otros documentos. 2. Los documentos secundarios, es decir, toda clase de documentos biográficos
excluida la historia de vida.
3. Cuando la biografía está narrada por el mismo biografiado, sea por propia iniciativa sea a
petición de otro –lo más frecuente en investigación social—, y no se utilizan en ella materiales
externos a la narración –materiales secundarios— sino solamente los que el sujeto narrador aporta al
narrar –materiales primarios—, tenemos lo que propiamente se conoce como “historia de vida” en
la investigación social.
5. Cuando no se narra toda una vida sino parte de ella, o episodios determinados
de la misma, hay que hablar de “relatos de vida” que pueden ser autobiográficos, en el
sentido antes indicado, o narrados a un interlocutor, escritos u orales. Una clase
particular de estos relatos de vida la constituyen aquellos que se limitan y refieren a un
aspecto, tipo de actividad o tema de la vida del sujeto. Así, por ejemplo, cuando se
relata todo y sólo lo que tiene que ver con la persona en cuanto abuelo, o en cuanto
panadero artesanal —clásico estudio de Bertaux (1993)—, o en cuanto al surgir y
desarrollarse de su filosofía, etc. Los relatos de vida hechos ante un interlocutor
presente o ante varios interlocutores, esto es, en grupo, los identificamos como relatos-
de-vida (con los guiones).
En la investigación social, los relatos de vida se utilizan, sobre todo, cuando se
trata de conocer un aspecto de la realidad previamente seleccionado o confirmar una
hipótesis específica.
En nuestro trabajo que hoy nos ocupa hemos trabajado con relatos de vida.
Esto es, con el texto biográfico producido por un narrador-actor, al que llamamos
relator, en compañía y junto con el investigador, al que llamamos correlator, en
relación directa de persona a persona
Usos de los relatos de vida
En otros casos, las historias o los relatos de vida son tomados como fuente de
datos y utilizados para encontrar en ellos lo que se busca más allá de ellos. Es el
5. 5
caso, por ejemplo, de Daniel Bertaux en la investigación ya citada sobre el paso de
la panadería artesanal a la industrial en Francia. ¿Dónde encontrar este proceso? El
proceso está en vivo en aquellos que lo han vivido y en el transcurso de la historia
que han vivido, esto es, en los panaderos que vivieron el proceso y en el proceso tal
como lo vivieron. Habrá que buscarlo en la vida de los panaderos, en su historia de
vida. Pero no en toda ella sino en ese tiempo que corresponde al proceso mismo.
Bertaux se servirá, por tanto, de relatos de vida más que de historias de vida. En
cualquiera de estos casos, la historia de vida es utilizada ya sea como técnica, como
instrumento para otra cosa, o —es su uso en Bertaux— como el método de acceso a
la realidad social. En cualquier caso, se reduce a la función de auxiliar.(Moreno,
2016, p.38)
Franco Ferrarotti (2012) ha sido hasta ahora quien mejor ha desarrollado y fundamentado un
sólido estatuto epistemológico para darle solidez científica a la investigación con historias de vida y
relato de vida.
Para este autor (ob. cit., 4), “la historia de vida es la contracción de lo social en lo
individual, de lo nomotético en lo idiográfico”. Siendo esto así, en la vida de cada cual está toda
su sociedad vivida subjetivamente que es la única manera de ser vivida que una sociedad tiene,
pues una sociedad existe en sus miembros o no existe en absoluto.
Una historia de vida y un relato de vida son una práctica de vida, una praxis de vida, en la
que las relaciones sociales del mundo en el que esa praxis se da son internalizadas y personalizadas,
hechas idiografía. Esto es lo que justifica poder leer o descubrir toda una sociedad en una
historia de vida. De nuevo, en términos de Ferrarotti, “todo acto individual es una totalización de
un sistema social” (Ib., 45). Más claramente, en otro pasaje del mismo autor: “El acto como síntesis
activa de un sistema social, la historia individual como historia social totalizada por una
praxis: estas dos proposiciones implican un camino heurístico que ve lo universal a través de lo
singular, que busca lo objetivo sobre lo subjetivo, que descubre lo general a través de lo particular.
A nuestro parecer, esto invalida la validez universal de la proposición aristotélica: ‘No existe ciencia
que no sea ciencia de lo general’. No. Puede existir la ciencia de lo particular y de lo subjetivo y tal
ciencia llega por otras vías —vías en apariencia muchas veces paradójicas— a un conocimiento de
lo general” (Ib., 47).
Según esto, no tiene sentido preguntarse cuántas historias de vida o relatos de vida son
necesarias para un estudio social determinado. Con una es suficiente. Se está aquí fuera de toda
consideración de tipo estadístico o representativo. En palabras de Ferrarotti (1982, 154): “Nuestro
sistema social está en cada uno de nuestros actos, en cada uno de nuestros sueños, de nuestros
delirios, obras, comportamientos. Y la historia de este sistema está toda entera en la historia de
nuestra vida individual”.
Sin embargo, la cosa es un poco más compleja de lo que el mismo Ferrarotti parece indicar.
En mucho depende de qué es lo que se busca en la historia de vida o con la historia de vida; en
nuestro caso en un relato de vida. En la mayoría de los casos se han buscado y se buscan datos, esto
es, hechos comprobables, objetivos, sea este término entendido en sentido fuerte o en sentido débil.
Cuando se buscan datos en las historias de vida, se plantean todos los problemas que los
datos plantean en cualquier método o enfoque investigativo. Sobre todo la confiabilidad de los
mismos.
La confiabilidad tiene su manera de ser afrontada en los métodos cuantitativos. En cada
método cualitativo ha de ser resuelta por vías específicas. En general, de todos modos, la
confiabilidad se resuelve por la contrastación entre datos, sea por número, sea por repetición, sea
por confirmación de nuevos y otros con respecto a aquellos bajo examen.
Comentario [V6]: Ferrarotti, F. (2012).
Historias e Historias de vida. Colección
Convivium minor nº5. Caracas: CIP.
6. 6
¿Cuántos relatos de vida son necesarios?
Si se buscan datos, muchos autores, en el fondo apegados a un criterio tradicional de
objetividad, piensan que hay que multiplicar las historias de vida o los relatos de vida. ¿Cuántas
historias de vida o relatos de vida son necesarios? En esto no hay acuerdo.
Puesto que la muestra estadística no es la adecuada, dado que no se trata de cantidades sino
de cualidades, se recurre a distintos procedimientos muchas veces poco convincentes. Cuando O.
Lewis selecciona la familia Sánchez para su estudio, indica, como de pasada, pero quizás sugiriendo
una cierta representatividad (Moreno, 2016, p. 48): “la familia Sánchez formó parte de una muestra
al azar de setenta y una familias seleccionadas en Bella Vista para fines de estudio”; de otro estudio.
Sin embargo, más adelante recurre a criterios netamente subjetivos en cuanto basados en su
experiencia y cuyo valor tenemos que aceptar confiando en su palabra (Ib., p. 49): “…me di cuenta
de que esta sola familia parecía ilustrar muchos de los problemas sociales y psicológicos de la vida
mexicana de la clase humilde”.
Otros resuelven la confiabilidad mediante la muy socorrida y a veces mal conceptualizada y
peor utilizada “triangulación”, que es un procedimiento al fin y al cabo de contrastación. El número
de historias será, entonces, el necesario para “triangular” y dependerá de cada caso.
Quien ha encontrado un medio ingenioso para resolver el problema del número de historias
de vida necesarias, cuando se buscan datos, ha sido Daniel Bertaux mediante el concepto e
instrumento denominado por él “saturación”. Según esto, un tema se considera completo en cuanto
a los datos que lo constituyen, cuando un nuevo relato de vida no añade nada distinto a lo que
aportaron los relatos precedentes. Así pues, los relatos se han de multiplicar hasta que ya no surjan
novedades. En ese momento se considera que el tema está razonablemente “saturado”. A
continuación de lo que se trata es de seleccionar, categorizar y organizar los datos comunes a todas
las historias y los no comunes.
Además de Ferrarotti, M. Catani y la mayoría de los investigadores de la escuela italiana y la
francesa consideran que es suficiente una sola historia incluso cuando se buscan datos. Al respecto,
el propio Bertaux (1993) señala que un solo relato individual pleno puede, teóricamente, ser
suficiente. Todo está dicho al mismo tiempo. Claro está, señala Bertaux, que al comienzo de un
proyecto de investigación uno es demasiado ignorante como para interpretar todos los signos y
comprender su dignificado sociológico.
Con respecto a L. V. Thomas, en el prefacio a la obra de Catani, Tante Suzanne (1982, II-
III), y en referencia a ella, lo justifica mediante tres formas de validación cada una de las cuales es
independiente de las demás. Traducimos y reproducimos: “Las referencias a la vida cotidiana son
lo suficientemente numerosas como para designar, más allá de las características personales, un
modo de vida… avaladas además por la descripción de la vida cotidiana (del pequeño pueblo)… la
segunda forma de verificación es ofrecida por los encuentros con los contemporáneos del
narrador: se constata una convergencia que reenvía directamente al sistema de valores, cuando
aparecen las mismas opciones a propósito de situaciones diferentes… La observación
constituye, finalmente, una tercera forma de verificación… las entrevistas de control se escalonan
durante diez años y contienen siempre, bajo aspectos anecdóticamente nuevos, la referencia a los
mismos valores…”. Estas son formas de verificación centradas en la historia en cuanto material
primario sin ningún recurso a materiales secundarios de ningún tipo
Centrarse en los significados: la validación
Si, en efecto, en vez de centrarse en los datos, la investigación se centra en la historia o relato
mismo de vida sin buscar nada distinto de lo que ella comunica sino el sentido que en ella está
presente y que pone las condiciones de posibilidad para que sea la que es y no otra, el investigador
se encontrará de frente con los “significados” que construyen esa vida y esa historia.
Comentario [V7]: Bertaux, D. (1993).
Historia devida del oficio de padanero. En
La Historia Oral: métodos y experiencias.
Madrid: Debate.
7. 7
Si en vez de centrarse en los datos, se centra en los significados, esto es, en esos complejos
culturales que a partir de las prácticas de vida comunes a un grupo humano determinado (comunidad
o sociedad) y participadas por todos sus miembros, se constituyen como integraciones de esas
mismas prácticas, de experiencias, valores y representaciones sociales idiosincrásicas del grupo y
por lo mismo generales (nomotéticas) en todos y cada uno de dichos miembros, bastará una sola
historia, pues en cada persona está la cultura y cada persona está en su cultura.
Como ha dicho Edgar Morin (Moreno, 2016, p.42) Se trata no tanto de un
determinismo sociológico exterior, sino de una estructuración interna. La cultura, y,
por el camino de la cultura, la sociedad, están en el interior del conocimiento
humano. El conocimiento está en la cultura y la cultura está en el conocimiento. Un
acto cognitivo individual es ipso facto un fenómeno cultural, y todo elemento del
complejo cultural colectivo puede actualizarse en un acto cognitivo individual.
La persona que narra su historia, tiene control sobre muchos de los datos de esa historia, esto
es, al disponerse a narrarlos, tiene conciencia de ellos y por lo mismo controla si los va a narrar o no
y cómo los va a narrar. Sobre otros no lo tiene ya sea porque los ha olvidado, ya sea porque “se le
salen” sin querer, ya sea porque están distorsionados en su memoria, pero sobre los significados no
tiene ningún control pues están presentes en toda su vida y en toda su forma de narrarla: en el
lenguaje, en la organización, en el ritmo de la narración, en la veracidad tanto como en la falsedad
consciente o inconsciente de lo narrado, etc., etc. La persona no posee los significados sino que es
poseída por ellos. En este sentido, Ferrarotti tiene razón cuando afirma que la sociedad está en cada
persona; sólo se trata, por parte del investigador, de descubrirla.
Lo importante en esto, es que en la historia de vida o en el relato de vida de una persona se
conoce toda una sociedad no tanto en sus datos, que pueden conocerse de múltiples maneras, sino en
las estructuras profundas que constituyen su sentido. Para esto, no hay mejor vía que la “historia
de vida”. La “historia-de- vida” se convierte, así, en todo un enfoque epistemológico para el
estudio de las realidades sociales. No solamente en un método propio sino en toda una manera
autónoma de investigar, con sus propios fundamentos teóricos y sus propios modos de conducir la
producción del conocimiento.
Ahora bien, ¿cómo acceder, en la historia-de-vida a los significados que constituyen el
sentido de la misma y encontrar en ellos toda una realidad social?
Esto nos lleva inevitablemente a la hermenéutica como método general e instrumento
práctico de acceso.
Tres modelos para guiarse en Relatos de vida
Relatos de vida en Legrand, Bertaux y Moreno
Existen varios autores para trabajar con los relatos de vida, a saber están: Bertaux (2009), Legrand
(1993 ), Moreno (ob.cit, 2016), entre otros.
1 Relatos de Vida de Legrand 1993.
Enfoque Biográfico.
En las ciencias sociales el relato de vida es un enfoque biográfico que constituye justamente un
"enfoque", una mirada orientada, en la cual cobra sentido la utilización del relato de vida: lo sitúa en
un determinado marco conceptual, ético y epistemológico, que lo diferencia de su utilización bajo
otra orientación.
El enfoque biográfico reúne contribuciones de distintas corrientes de pensamiento, entre ellas
marxismo, existencialismo, estructuralismo, hermenéutica y psicoanálisis. Se conforma como un
enfoque interdisciplinario que incluye influencias diversas: antropología, sociología, psicología,
historia, educación, entre otras.
Comentario [V8]: Legrand, M. (1993).
Enfoque biográfico. Paris: Hombres en
Perspectivas.
8. 8
Un Modelo de Trabajo para el Diseño de Investigaciones con Relatos de Vida en enfoque
biográfico de Legrand (1993)
Más allá de los componentes esenciales obligados en una investigación (diseño, recolección,
análisis, publicación de resultados), existen innumerables variaciones posibles respecto a cómo
implementar una investigación desde el enfoque biográfico utilizando relatos de vida. Su anclaje
disciplinar, cuestionamientos científico-epistemológicos o bien ético-ontológicos, son insoslayables
y es necesario reflexionar en torno a ellos en el proceso de la investigación.
Un modelo de trabajo que hemos utilizado y afinado en nuestras investigaciones, recoge la
propuesta hecha por Michel Legrand (1993) sobre el relato de vida de investigación, propuesta que
va desarrollando los desafíos, tareas e implicancias contenidas encada una de las etapas de la
investigación. Retomaremos y comentaremos cada una de estas etapas, discutiendo nuestras propias
opciones de trabajo.
Diseño de la Investigación con Relatos de Vida de Legrand
El diseño de trabajo que se utiliza y afina en esta investigación, recoge la propuesta hecha por
Michel Legrand (1993) sobre el relato de vida de investigación, propuesta que va desarrollando los
desafíos, tareas e implicancias contenidas en cada una de las etapas de la investigación.
Fase 5: Fase de la presentación de los investigadores.
Fase 7: Fase del procedimiento de las entrevistas.
Fase 3: Fase de lógica de los encuentros.
Fase 2: Fase de contactos, negociaciones y contratos.
Fase 4: Fase de consentimientos de los participantes.
Fase 6: Fase de la recolección de los datos.
Fase 8: Fase de la trascripción de las entrevistas
Fase 9: Lógica y Método de análisis del relato de vida
Fase1: Fase antes de la recolección.¿por
qué la elección del tema? ¿Vínculo con
el tema? ¿por qué investigarlo? ¿Para
qué investigarlo? El interés surge de una
experiencia personal?
9. 9
Fase Antes de la Recolección
Previo a comenzar la etapa de la recolección de datos, viene un momento importante en el que se
definen aspectos centrales que guiarán todo el proceso de recolección y análisis de los datos y,
sentarán las bases fundamentales de la investigación que se realiza. En esta etapa se deben discutir y
afinar aspectos relativos a la pregunta de investigación (lo que incluye el tema y el foco que se le
dará), a la relación del investigador con ese tema y, finalmente, a las bases conceptuales y teóricas
que articularán y orientarán la investigación.
Según Legrand (1993), antes de comenzar la recolección del primer relato, el investigador debe,
al menos, realizar dos elecciones ineludibles: el tema de la investigación y el ángulo de ataque de
ese tema, una pregunta fundamental hacia éste.
La especificidad del método se definirá por el abordaje del tema, bajo la perspectiva del relato de
vida. En este sentido, es importante considerar que no todos los temas de investigación son
abordables desde el punto de vista de la biografía o la narración de la historia de vida o del relato de
vida. Como tampoco, no todos los ángulos de ataque de determinados temas suponen un abordaje
donde la utilización de los relatos de vida sea lo más pertinente.
Es necesario tomar en cuenta que la biografía no es ni social, ni física, ni subjetiva, sino que es
todo al mismo tiempo, unido en una totalidad compleja y original. En este sentido, el relato de vida
debe ser considerado como el estudio del modo en que un fenómeno se constituye biográficamente
en la forma del individuo.
Pero con estos dos puntos resueltos, no se estaría aún necesariamente preparado para la
recolección de los relatos, esto, porque nunca se es neutro, sin una relación previa en cuanto al tema
que se quiere investigar. Dos operaciones se imponen a ser realizadas: una puesta en disposición
clínica y una preparación teórica.
Legrand (1993) sugiere sostener, en lo posible a lo largo de todo el proceso de la investigación,
una puesta en disposición clínica que trabaje sobre el vínculo previo con el tema a investigar y que
intente dilucidarlo: ¿Por qué la elección del tema? ¿Por qué investigarlo? ¿Para qué investigarlo? ¿El
interés surge de una experiencia personal? ¿Cuál?
En lo práctico, hemos desarrollado en nuestras investigaciones varios dispositivos para intentar
trabajar y poner la subjetividad de los investigadores al servicio de la investigación. Más adelante
volveremos sobre ellos.
En cuanto a la preparación teórica, esta adquiere en general la forma de una revisión crítica de la
literatura científica pertinente al tema, orientada a aumentar las potencialidades de la investigación,
dotándose de un bagaje conceptual que profundice la comprensión del objeto de estudio.
En las investigaciones que desarrollamos, un aspecto importante ha sido que la búsqueda y
revisión crítica de la literatura pertinente al tema investigado no se ha circunscrito sólo al inicio de la
10. 10
investigación, sino que ha sido un proceso mantenido en el curso de la misma, de manera que la
recolección de relatos y su análisis permite la emergencia de nuevas pistas que deben ser seguidas
también a nivel de literatura especializada.
Fase de Contactos, Negociaciones, Contratos.
Una vez construido nuestro objeto de estudio, iniciado el proceso de puesta en disposición
clínica y orientada la preparación teórica, es necesario diseñar la forma y procedimientos que se
utilizarán para contactar y convocar a potenciales participantes.
En la fase de contacto, los cuestionamientos éticos se vuelven fundamentales, entrecruzándose
con cuestionamientos científicos. Definir criterios respecto a qué sujetos convocar, cómo
contactarlos, al tipo de información que les entregaremos, a la información incluida en el
consentimiento informado, se hace necesario realizar de manera reflexionada y velando en cada
momento por la coherencia de la investigación y la ética que todo proceso investigativo debe cuidar.
Los Participantes
Junto con definir al inicio los criterios de inclusión y exclusión, también es necesario considerar
que, dado que el objeto de estudio se irá reconstruyendo a medida que avanza el proceso de
investigación, el muestreo se guiará en función de cómo avancen y se vayan desarrollando los
análisis realizados.
¿Cuántos participantes?
Respecto a cuántos narradores convocar, las decisiones serán en gran parte determinadas por las
características, propósitos y orientaciones particulares de cada investigación, así como por criterios
relativos al tiempo disponible para realizar la investigación. Sin embargo, es importante determinar
al inicio un número limitado pero relativamente indeterminado y reevaluar a medida que la
investigación avanza. De acuerdo a nuestra experiencia y la de otras investigaciones, no debería
pensarse en un número inferior a 12 participantes.
La posición más actual al respecto (Ferrarotti, ob.cit) expresa que con una sóla biografía es
suficiente pues en una persona está toda la sociedad a la que pertenece. Al respecto, el propio
Bertaux (1999) aclara que en un solo relato pleno puede, teóricamente, ser suficiente.
La Lógica de los Encuentros
Es importante dirigirse a los potenciales participantes de la investigación entregándoles
información tanto en lo referido al contenido y objetivos de la investigación, como respecto a las
modalidades y procedimientos que implicará su participación. Hay que comunicarle al participante
que nos interesa comprender el lugar que ha ocupado y el sentido que ha tenido un hecho en su
historia de vida, la cual intentaremos reconstruir con él.
Respecto a las modalidades de trabajo, es importante adelantar que requerimos grabar los
encuentros dada la forma en que trabajaremos. Asimismo hay que explicar cuál será el encuadre
Comentario [V9]: Ferrarotti, F. (e012).
Historia e Historias de vida. Colección
Convivium minor nº5. Caracas: CIP
Comentario [V10]: Bertaux, D. Historia
de vida del oficio de panadero. En Historia
oral: método y experiencias. Madrid:
Debate.
11. 11
específico del dispositivo: cuántos encuentros, su duración, cada cuánto tiempo, entre otras.
También pueden ser relatos de vida escritos, no sólo orales, siempre dirigidos a un interlocutor.
La manera en que hemos contactado a los potenciales participantes también debe quedar clara
porque entrega informaciones acerca de cuánto sabemos respecto a su vida.
Entregar la información necesaria es importante, además, porque nos parece portador de un
mensaje ético en relación a la manera de concebir y de hacer en la investigación: son los
participantes los "expertos", que tienen los conocimientos y las informaciones que necesitamos y no
a la inversa.
El Consentimiento de los Participantes. Consentimiento informado
La investigación con relatos de vida aboga por la importancia del consentimiento informado de
los participantes y de tener presente la libertad que tiene el sujeto frente a la propuesta realizada, la
cual puede rechazar en todo momento.
Los principales aspectos contenidos en el consentimiento informado dicen relación, como en
otras investigaciones, con las principales características y requerimientos de la participación, así
como con aspectos relativos a la confidencialidad, anonimato y la posibilidad del participante de
retirarse en cualquier momento de la investigación sin que esto tenga consecuencia alguna.
El relato de vida no funciona si el sujeto no se apropia de la consigna, si no tiene un rol activo en
el proceso de recolección de los relatos. Tampoco, si siente que está en alguna forma obligado o
forzado. Clarificar y destinar tiempo a informarlo es en este sentido esencial. La sensación de
participación libre tiene un efecto evidente sobre el desarrollo de los encuentros, su ambiente
distendido, la relación fluida con el investigador y las maneras "comprometidas" de narrar de los
participantes.
El investigador en la presentación formal escrita de su investigación deberá colocar en anexos el
formato que elaboró para el consentimiento informado.
La Presentación de los Investigadores
Otro aspecto importante a considerar en esta fase, es la presentación que se hará del investigador
y de su equipo. Es necesario explicitar a los potenciales sujetos participantes o a las personas que
nos contactarán con ellos, de la manera lo más clara posible, que somos investigadores,
pertenecientes a cierta institución, trabajando sobre un tema y necesitados de la colaboración de
personas directamente implicadas por esto en sus vidas. En este punto es preciso explicar a los
sujetos cómo es que hemos llegado hasta ellos.
La relevancia de presentarse como investigadores, no tiene solamente un interés por la
transparencia, sino además permite aclarar que el rol que convoca no es brindar una atención de tipo
terapéutico. Resulta necesario tomar estas precauciones para que la persona no ponga al investigador
en el lugar de ayuda ni corra riesgos por el hecho de reencontrarse con su propia historia. El relato
de vida siempre debe estar subordinado a una intención y un encuadre de investigación. Sin
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embargo, su práctica pone en juego una implicación fuerte del sujeto, quien es invitado a
reactualizar y a remover una historia personal a veces dolorosa, en el contexto de una relación
interpersonal íntima, que supone una escucha cálida y empática.
En las investigaciones que hemos realizado, se han tratado temas vinculados con lo que fue la
época de la dictadura en Chile. En este sentido, subsisten aún desconfianzas y la necesidad
imperativa de situar al otro en relación a ciertos criterios de clasificación social y política. En los dos
casos, el hecho que se nos haya relacionado con ciertos criterios, ha permitido que las personas
hayan estado dispuestas a contarnos su historia y a profundizar en ciertos aspectos.
La Recolección de los Relatos: las Entrevistas
Es interesante a la hora de trabajar con relatos de vida, tener clara la idea que los relatos de vida
no son ni la vida misma, ni la historia misma, sino una reconstrucción realizada en el momento
preciso de la narración y en la relación específica con un narratario. Los relatos de vida serán
entonces siempre construcciones, versiones de la historia que un narrador relata a un narratario
particular, en un momento particular de su vida.
En este sentido, la narración que un sujeto haga estará irremediablemente afectada por
influencias contextúales actuales, tanto de la vida del narrador como la del narratario, y por
influencias relativas al particular encuentro entre ese narrador y ese narratario para contar esa
historia.
Cada uno de los contactos previos de reclutamiento así como los encuentros con cada narrador
deben ser cuidadosamente preparados. Cómo éstos se desarrollen servirá de soporte para la
narración que los participantes realicen y contendrán además información relativa a la producción de
los relatos que es importante de considerar al momento de los análisis de las informaciones surgidas.
Es importante construir una relación particular y específica con cada narrador, la que estará
determinada por las características personales de cada uno y por las implicancias que estas
características determinan recíprocamente en el narrador. Un relato permitirá el despliegue de una
historia de vida en la medida en que el narrador se sienta en confianza, de forma que establezca su
propio pacto autobiográfico (Lejeune, 1975) y acepte hablar en un dispositivo de escucha propuesto,
como si lo controlara, cuando en último término no puede hacerlo.
De acuerdo a nuestra experiencia en las investigaciones que desarrollamos, la preocupación y
desarrollo de las relaciones de entrevista que construimos con los participantes en la recolección de
sus relatos, también confirma las virtudes del tipo de relaciones construidas en el marco del enfoque
biográfico, en lo que concierne las múltiples rupturas respecto de las formas más tradicionales de
investigación: mayor igualdad, mayor paridad y mayor co-construcción en los conocimientos.
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El Procedimiento de las Entrevistas
Revisaremos algunos aspectos puntuales referidos al desarrollo mismo del proceso de recolección
de relatos con cada narrador, en particular a las especificaciones del dispositivo de escucha.
El número de entrevistas. El narrador es más que un informante, es un sujeto interpelado en su
historia. En esto recae la necesidad de realizar una elaboración a través del relato, que demanda un
mínimo de tiempo y que exige una pluralidad de encuentros que permitan retomar estas reflexiones.
En este punto como en otros, es importante también ser flexibles en el sentido de poder adaptar
las características del dispositivo ante situaciones particulares que así lo ameriten.
El dispositivo que desarrollamos actualmente (Cornejo, Rojas & Mendoza, 2007) considera:
Un primer encuentro que abre la narración y despliega los temas que trae el
narrador; un segundo encuentro en donde introducimos preguntas de
profundización; y un tercer encuentro definido siempre como un encuentro de
cierre, tanto de la narración de la historia como de la relación de escucha
establecida entre narrador y narratorio, así como de evaluación del proceso de
participación en la investigación.
Los encuentros dos y tres son iniciados además con preguntas respecto a lo que ha significado
para el narrador contar su historia y leer las transcripciones.
Trascripción de las entrevistas. Los dispositivos han incluido la grabación de los encuentros
previa autorización de los narradores y la entrega de las transcripciones entre cada encuentro al
narrador de manera a que pueda revisarlo y volver sobre él en el encuentro siguiente.
Los relatos son transcritos en su totalidad, conservando en lo posible toda su riqueza en las
transcripciones, las faltas de lenguaje, lapsus, titubeos, modismos, así como los silencios o pausas de
los narradores en ciertos pasajes del relato. La decisión de editar o no las transcripciones para ser
entregadas al narrador, deberá fundamentarse en las opciones metodológicas y epistemológicas de
cada investigación. Nuestra opción ha sido conservar la transcripción lo más fiel posible, sin
editarla. Una edición, sin embargo, es realizada al momento de someter el material para su análisis
ya que son modificados aspectos (nombres de lugares, personas, entre otros) que pudieran hacer
reconocibles a los narradores.
El ritmo de las entrevistas. El intervalo entre los encuentros también debe ser determinado desde
un principio e informado a los participantes. Este tiempo debe considerar la transcripción del
encuentro, su análisis preliminar preparando el encuentro siguiente y, de parte del narrador, la
lectura de la transcripción, la toma de distancia de su relato y de su historia y una cierta elaboración.
Así mismo, este intervalo debe permitir que se mantenga una cierta continuidad en el proceso de
inmersión y narración de la historia.
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Considerando lo anterior, un intervalo de 15 días parece razonable, teniendo en cuenta que puede
ser modificado debido a imprevistos del narrador o del narratorio.
Duración de las entrevistas. En general, se estima entre una hora a una hora y media cada
encuentro. Es una duración que permite que tanto narrador como narratarlo puedan mantener su
capacidad de escucha, uno, y la producción de un material rico, el otro. Sin embargo, la
particularidad de la duración de cada encuentro estará determinada por la dinámica específica y el
tipo de relación que se construya con el narrador.
La conducción de las entrevistas. Las entrevistas deben ser conducidas a la luz de los criterios de
la no-directividad: una escucha calurosa, una comprensión empática y una neutralidad benévola
(Lainé, 1998); (Legrand, 1993).
Es importante reflexionar en torno a la consigna inicial que dará inicio a la narración ya que es
portadora de un mensaje con el cual el narrador se queda para dar inicio a la historia que va a contar.
Dado que hemos realizado relatos de vida temáticos, es decir, que abordan un aspecto específico de
la historia de los narradores, hemos optado por entregar consignas iníciales amplias y generales, que
otorguen libertad a los narradores para estructurar su relato desde y hacia donde ellos prefieran
hacerlo. El uso de consignas amplias, se fundamenta en la opción ética de que sea el narrador quien
asuma un rol principal, como sujeto agente y responsable de su propio relato.
A medida que los encuentros se desarrollan, se incluyen preguntas de profundización, que
apuntan a la clarificación de informaciones incompletas respecto a ciertos momentos de la historia,
la precisión de ciertas fechas y se invita a retomar ciertos pasajes o personajes de la historia. Estas
preguntas deben estar orientadas, para cada caso, siguiendo la lógica singular y son definidas en
función del análisis de la historia y del relato
Nota. En esta parte ya el investigador deberá colocar su relato de vida. Transcrito en líneas con
numeración continua. Deberá llevar de encabezado: Relato de vida de Nombre y Apellido del relator
(nombre original o ficticio)
Lógica y Método de Análisis de los Relatos de Vida
En general, la literatura sobre investigación con relatos de vida se ha centrado o bien en las bases
teóricas o bien en los resultados de las investigaciones. Este artículo ha tenido por objeto visibilizar
aspectos operativos situados entre ambos, instalando una reflexión sobre el proceso de pensar cómo
investigar con relatos de vida.
El relato de vida es una técnica que puede utilizarse de forma creativa, pero que requiere de un
encuadre del que emerja su sentido y le otorgue rigurosidad. En este sentido, la utilización del
enfoque biográfico conlleva numerosas implicancias metodológicas. En particular, sus dimensiones
ontológica, ética y epistemológica han orientado nuestra práctica investigativa, iluminando
importantes decisiones que no debieran pasar desapercibidas
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El Análisis de los Relatos.
Dentro del enfoque biográfico, diversos autores señalan que no existe un método único para el
análisis de los datos (Lainé, 1998); (Legrand, 1993).
Más bien, los métodos se definen en consideración de los objetivos de la investigación, del
fenómeno estudiado y de ciertas consideraciones epistemológicas y metodológicas acerca de la
construcción de conocimiento científico, planteando una diversidad de posibilidades (Bertaux, 2005
p: 73 - 102); (Cornejo, Morales, Kovalskys & Sharim, FONDECYT. 2006); ((Legrand, 1993).
Una revisión de la literatura permite encontrar al menos las siguientes propuestas de análisis para
relatos de vida: el análisis clínico (Sharim, 2005 p: 32); la hermenéutica colectiva (Molitor, 2001 p:
5, 13, 14); un modelo basado en el análisis actancial de Greimas (De Villers, 1996); el análisis del sí
mismo (Pina, 1988); el análisis de la sociología clínica (De Gaulejac,. 1987,1999 p: 89-102); el
análisis de la identidad (1997), la categorización (Martínez, 2006), las marcas-guías en la
investigación convivida (Moreno, 2016), entre otros.
En esta diversidad, en nuestras investigaciones hemos utilizado por un lado, diversas lógicas de
análisis para las historias de los narradores, y por otro, diferentes métodos de análisis para cubrir en
la mayor profundidad y riqueza las informaciones provenientes de un tipo de material cualitativo
discursivo, como lo es un relato de vida.
Respecto a las lógicas de análisis, se ha privilegiado en un primer momento la singularidad y la
particularidad de cada historia relatada, intentando ser fieles a una de las premisas fundamentales
del enfoque biográfico. En este sentido, se plantea una lógica singular, intra-caso, en la que se
analiza y trabaja en profundidad cada historia relatada. La idea es poder llegar a una historia
reconstruida, a partir del análisis de la escucha de la historia y de los principales hitos biográficos
que constituyen la vida del narrador.
En un segundo momento, se ha adoptado una lógica transversal, inter-caso, que permite, a partir
de ciertas continuidades y discontinuidades de la fase singular, determinar ejes temáticos-analíticos
relevantes e hipótesis comprensivas transversales, para abordar el fenómeno en estudio. A partir de
estos ejes temáticos-analíticos, se vuelven a analizar todas las historias, desde la óptica de la
transversalidad que las recorre en su conjunto.
Respecto a los métodos de análisis, se ha trabajo articulando diferentes métodos para cubrir tanto
los contenidos que emergen de las historias (análisis de contenido de material discursivo) así como
la estructura de la narración en que se expresan (análisis de discurso).
Es importante señalar finalmente respecto al análisis de los relatos que será siempre necesario
adaptar lógicas y métodos de análisis en función, por un lado, del tipo de resultados que se deseen
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obtener, y por otro, considerando que el objeto de estudio debe ser quien manda, esto es que los
métodos de análisis pueden adaptarse a él pero nunca al revés.
Instrumentos para la Interpretación de los Relatos de Vida (Moreno, 1995).
No existe un único modo de interpretar dentro del enfoque biográfico. Aquí una vez cubierta la
fase de producción de los relatos siguiendo a Legrand (1995) para el trabajo interpretativo seguimos
lo propuesto por A. Moreno (2008)
Interpretación
La interpretación para Moreno (2006) consiste en:
Dar sentido y significado a lo que todavía no lo tiene en la experiencia del
intérprete y esto es conocer o hacer pensable una realidad. En término
práctico-concretos, interpretar consiste en integrar de manera coherente o no
contradictoria lo nuevo en el sistema de relaciones de significado que
constituyen el horizonte de quien conoce.
Hermenéutica.
Es planteada por Moreno (2006) como un método general e instrumento práctico de acceso en la
historia-de-vida a los significados que constituyen el sentido de la misma y encontrar en ellos toda
una realidad social.
Comprensión.
Para que el proceso hermenéutico pueda acceder a la verdad del acontecimiento, la interpretación
ha de ser comprensiva, o lo que es lo mismo, la interpretación debe dar paso a la comprensión. La
comprensión, es la interpretación realizada en el horizonte en que la realidad interpretada tiene su
significado propio. (Moreno, 2016)
Marcas-guías.
Moreno (2016, p. 45) llama marcas-guías y menciona: “No son pues ni datos ni categorías, sino
señales de posibles significados organizadores que, a lo largo de toda historia, pueden convertirse
en claves de comprensión del sentido disperso en ello y del nucelo fontal generante de todo el
sentido y el significad”.
Criterios de Fiabilidad.
La confiabilidad tiene su manera de ser afrontada en los métodos cuantitativos. En cada
método cualitativo ha de ser resuelta por vías específicas. En general, de todos modos, la
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confiabilidad se resuelve por la contrastación entre datos, sea por número, sea por repetición, sea
por confirmación de nuevos y otros con respecto a aquellos bajo examen.
¿Cuántos relatos de vida son necesarios?
Si se buscan datos, muchos autores, en el fondo apegados a un criterio tradicional de
objetividad, piensan que hay que multiplicar las historias de vida o los relatos de vida. ¿Cuántas
historias de vida o relatos de vida son necesarios? En esto no hay acuerdo.
Puesto que la muestra estadística no es la adecuada, dado que no se trata de cantidades sino
de cualidades, se recurre a distintos procedimientos muchas veces poco convincentes. Cuando O.
Lewis selecciona la familia Sánchez para su estudio, indica, como de pasada, pero quizás sugiriendo
una cierta representatividad (Moreno, 2016, p. 48): “la familia Sánchez formó parte de una muestra
al azar de setenta y una familias seleccionadas en Bella Vista para fines de estudio”; de otro estudio.
Sin embargo, más adelante recurre a criterios netamente subjetivos en cuanto basados en su
experiencia y cuyo valor tenemos que aceptar confiando en su palabra (Ib., p. 49): “…me di cuenta
de que esta sola familia parecía ilustrar muchos de los problemas sociales y psicológicos de la vida
mexicana de la clase humilde”.
Otros resuelven la confiabilidad mediante la muy socorrida y a veces mal conceptualizada y
peor utilizada “triangulación”, que es un procedimiento al fin y al cabo de contrastación. El número
de historias será, entonces, el necesario para “triangular” y dependerá de cada caso.
Quien ha encontrado un medio ingenioso para resolver el problema del número de historias
de vida necesarias, cuando se buscan datos, ha sido Daniel Bertaux mediante el concepto e
instrumento denominado por él “saturación”. Según esto, un tema se considera completo en cuanto
a los datos que lo constituyen, cuando un nuevo relato de vida no añade nada distinto a lo que
aportaron los relatos precedentes. Así pues, los relatos se han de multiplicar hasta que ya no surjan
novedades. En ese momento se considera que el tema está razonablemente “saturado”. A
continuación de lo que se trata es de seleccionar, categorizar y organizar los datos comunes a todas
las historias y los no comunes.
Además de Ferrarotti, M. Catani y la mayoría de los investigadores de la escuela italiana y la
francesa consideran que es suficiente una sola historia incluso cuando se buscan datos. Al respecto,
el propio Bertaux (1993) señala que un solo relato individual pleno puede, teóricamente, ser
suficiente. Todo está dicho al mismo tiempo. Claro está, señala Bertaux, que al comienzo de un
proyecto de investigación uno es demasiado ignorante como para interpretar todos los signos y
comprender su dignificado sociológico.
Con respecto a L. V. Thomas, en el prefacio a la obra de Catani, Tante Suzanne (1982, II-
III), y en referencia a ella, lo justifica mediante tres formas de validación cada una de las cuales es
independiente de las demás. Traducimos y reproducimos: “Las referencias a la vida cotidiana son
lo suficientemente numerosas como para designar, más allá de las características personales, un
modo de vida… avaladas además por la descripción de la vida cotidiana (del pequeño pueblo)… la
segunda forma de verificación es ofrecida por los encuentros con los contemporáneos del
narrador: se constata una convergencia que reenvía directamente al sistema de valores, cuando
aparecen las mismas opciones a propósito de situaciones diferentes… La observación
constituye, finalmente, una tercera forma de verificación… las entrevistas de control se escalonan
durante diez años y contienen siempre, bajo aspectos anecdóticamente nuevos, la referencia a los
mismos valores…”. Estas son formas de verificación centradas en la historia en cuanto material
primario sin ningún recurso a materiales secundarios de ningún tipo
Comentario [V11]: Bertaux, D. (1993).
Historia devida del oficio de padanero. En
La Historia Oral: métodos y experiencias.
Madrid: Debate.
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Centrarse en los significados: la validación
Si, en efecto, en vez de centrarse en los datos, la investigación se centra en la historia o relato
mismo de vida sin buscar nada distinto de lo que ella comunica sino el sentido que en ella está
presente y que pone las condiciones de posibilidad para que sea la que es y no otra, el investigador
se encontrará de frente con los “significados” que construyen esa vida y esa historia.
Si en vez de centrarse en los datos, se centra en los significados, esto es, en esos complejos
culturales que a partir de las prácticas de vida comunes a un grupo humano determinado (comunidad
o sociedad) y participadas por todos sus miembros, se constituyen como integraciones de esas
mismas prácticas, de experiencias, valores y representaciones sociales idiosincrásicas del grupo y
por lo mismo generales (nomotéticas) en todos y cada uno de dichos miembros, bastará una sola
historia, pues en cada persona está la cultura y cada persona está en su cultura.
Como ha dicho Edgar Morin (Moreno, 2016, p.42) Se trata no tanto de un
determinismo sociológico exterior, sino de una estructuración interna. La cultura, y,
por el camino de la cultura, la sociedad, están en el interior del conocimiento
humano. El conocimiento está en la cultura y la cultura está en el conocimiento. Un
acto cognitivo individual es ipso facto un fenómeno cultural, y todo elemento del
complejo cultural colectivo puede actualizarse en un acto cognitivo individual.
La persona que narra su historia, tiene control sobre muchos de los datos de esa historia, esto
es, al disponerse a narrarlos, tiene conciencia de ellos y por lo mismo controla si los va a narrar o no
y cómo los va a narrar. Sobre otros no lo tiene ya sea porque los ha olvidado, ya sea porque “se le
salen” sin querer, ya sea porque están distorsionados en su memoria, pero sobre los significados no
tiene ningún control pues están presentes en toda su vida y en toda su forma de narrarla: en el
lenguaje, en la organización, en el ritmo de la narración, en la veracidad tanto como en la falsedad
consciente o inconsciente de lo narrado, etc., etc. La persona no posee los significados sino que es
poseída por ellos. En este sentido, Ferrarotti tiene razón cuando afirma que la sociedad está en cada
persona; sólo se trata, por parte del investigador, de descubrirla.
Lo importante en esto, es que en la historia de vida o en el relato de vida de una persona se
conoce toda una sociedad no tanto en sus datos, que pueden conocerse de múltiples maneras, sino en
las estructuras profundas que constituyen su sentido. Para esto, no hay mejor vía que la “historia
de vida”. La “historia-de- vida” se convierte, así, en todo un enfoque epistemológico para el
estudio de las realidades sociales. No solamente en un método propio sino en toda una manera
autónoma de investigar, con sus propios fundamentos teóricos y sus propios modos de conducir la
producción del conocimiento.
Ahora bien, ¿cómo acceder, en la historia-de-vida a los significados que constituyen el
sentido de la misma y encontrar en ellos toda una realidad social?
Esto nos lleva inevitablemente a la hermenéutica como método general e instrumento
práctico de acceso.
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Confiabilidad.
Diseño metodológico Relatos de vida con Legrand
Paradigma Cualitativo
Enfoque Biográfico
Diseño Relato de Vida
Propuesta de relatos de vida
de Michel Legran (1993)
Fase 1: Fase antes de la
recolección
Fase 2: Fase de contactos,
negociaciones y contratos.
Fase 3: Fase de lógica de los
encuentros.
Fase 4: Fase de consentimientos
de los participantes.
Fase 5: Fase de la presentación de
los investigadores.
Fase 6: Fase de la recolección de
los datos.
Fase 7: Fase del procedimiento de
las entrevistas.
Fase 8: Fase de la trascripción de
las entrevistas
Tema de
interés
M
AT
Elaborado por:
Fase de
análisis:
Interpretació
n de A.
Moreno
-M-G
-Clásica
Pregunta
Hermenéutic
a
Fuente: Michel
Legrand (1993)
A. Moreno (1998)