1. CREER EN EL HIJO DE DIOS Lección 9 para el 29 de agosto de 2009
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3. CREER EN JESÚS Creer en el Hijo significa creer de tal manera en él que llega a ser para nosotros todo lo que su nombre implica: Salvador, Señor, Ungido, nuestro Rey. Significa tener a Cristo morando en el corazón como Huésped que recibe la honra suprema.
4. EL QUE CREE EN JESÚS NACE DE DIOS Al creer en Jesús, se produce en nosotros un cambio de vida. A través de la obra del Espíritu Santo, abandonamos la vida antigua y nacemos a una nueva vida. Ahora somos Hijos de Dios.
5. Al nacer de Dios, el creyente: Ama a Dios que le engendró (1ª de Juan, 5: 1) Ama a sus hermanos que han sido engendrados por Dios (1ª de Juan, 5: 1) Guarda Sus mandamientos(1ª de Juan, 5: 2-3) Vence al mundo (1ª de Juan, 5: 4) EL QUE CREE EN JESÚS NACE DE DIOS
6. La batalla en la que hemos de vencer es espiritual, “porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios, 6: 12) EL QUE CREE EN JESÚS VENCE AL MUNDO Pero tenemos la victoria asegurada: “Vosotros, queridos hijos, sois de Dios y habéis vencido a esos falsos profetas, porque el que está en vosotros es más poderoso que el que está en el mundo” (1ª de Juan, 4: 4 NVI)
7. EL QUE CREE EN JESÚS VENCE AL MUNDO La forma de obtener la victoria:
8. EL QUE CREE EN JESÚS VENCE AL MUNDO El vencedor obtendrá recompensa: “Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios” (Apocalipsis, 2: 7) “El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte” (Apocalipsis, 2: 11) “Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe” (Apocalipsis, 2: 17) “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana” (Apocalipsis, 2: 26-28)
9. EL QUE CREE EN JESÚS VENCE AL MUNDO El vencedor obtendrá recompensa: “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles” (Apocalipsis, 3: 5) “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis, 3: 12) “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” (Apocalipsis, 3: 21)
10. EL QUE CREE EN JESÚS TIENE EL TESTIMONIO “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” ¿Qué es el testimonio? 1ª de Juan, 5: 11-12
11. EL QUE CREE EN JESÚS TIENE EL TESTIMONIO ¿Cuántos testigos deben dar el testimonio? Según la ley mosaica, el testimonio de un solo testigo no tenía valor judicial. Se necesitaba el testimonio de dos o tres testigos. “No se tomará en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa cometida. Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación” (Deuteronomio, 19: 15) Juan nos dice quiénes son estos tres testigos.
12. EL QUE CREE EN JESÚS TIENE EL TESTIMONIO Tres son los que dan testimonio, y los tres están de acuerdo: EL ESPÍRITU EL AGUA Y LA SANGRE 1ª de Juan, 5: 7-8 NVI
13. EL ESPÍRITU “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí”(Juan, 15: 26) EL AGUA LA SANGRE A través del sacrificio expiatorio en la cruz, la sangre de Jesús nos proporciona vida eterna. En el bautismo, Jesús fue ungido para su misión y fue públicamente reconocido por Dios mismo como su Hijo amado. Los tres testigos tienen un mismo propósito: testificar de la divinidad de Cristo para que los hombres crean en él y sean salvos
14. El cuarto testigo: “Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio” Juan, 15: 27 Cada uno de nosotros somos un testigo que debe dar testimonio al mundo de que solo en Jesús se obtiene vida eterna.