La enfermedad es la
manera que tiene el
cuerpo de decirnos que
tenemos una idea falsa en
la conciencia.
El cuerpo nos dice que
vamos por mal camino y
que necesitamos cambiar
nuestra forma de pensar.
“La vida es realmente simple:
Recibimos lo que hemos dado”
“Somos cien por ciento responsables de todo
lo que nos sucede en la vida”.
Todos están contra mi.
La gente es siempre amable.
“La mayoria de nosotros
tenemos ideas absurdas de
quienes somos y muchas reglas
rígidas de como se debe vivir la
vida”
Los hombres no lloran.
“Cuando somos niños
aprendemos a crecer con
limitaciones”
NO comas con las manos sucias.
NO te pongas los dedos a la boca.
NO corras descalzo.
NO digas eso...
NO hagas aquello...
NO, NO, NO y mas NO!!!
(Ejercicio del No)
La ley y la paradoja del NO
Romanos 3.20: “… porque por medio de la ley es
el conocimiento del pecado”.
La ley revela al hombre sus pecados, pero no
dispone ningún remedio.
Romanos 7.8 : “Pero el pecado, tomando ocasión
por el Mandamiento, produjo en mí todo deseo
codicioso. Porque sin la Ley, el pecado está
muerto”.
“El resentimiento, las criticas, la
culpa y el miedo causan más
problemas que ninguna otra
cosa”
Resentimiento-> falta de perdón -> cáncer.
Críticas -> artritis. (Ejercicio del Deberia)
Culpa -> castigo -> dolor. (Ejercicio del color)
Miedo -> tensión -> calvicie.
La lista
Nosotros mismos creamos todo lo que llamamos
«enfermedad».
El cuerpo, como todo en la vida, es un espejo de
nuestras ideas y creencias.
Cada célula de nuestro cuerpo responde a cada
pensamiento y a cada palabra que decimos.
Los dolores de cabeza
La cabeza NOS representa.
Problemas: Alguien que se
invalida así mismo.
Autocritica. Miedo.
La calvicie
El cabello representa la
fuerza.
Problemas: Miedo, tensión,
intento de controlarlo todo,
falta de confianza en el
proceso de la vida.
Los oidos
Representan la capacidad de oír.
Problemas: NO nos queremos
enterar de algo que provoca
enfado.
Dolor común en los niños, que a
menudo tienen que oír en casa
cosas que realmente no quieren
escuchar. Con frecuencia, las
normas de la casa prohíben a los
niños expresar su enojo, y su
incapacidad para cambiar las cosas
les provoca el dolor de oídos.
Los ojos
Representan la capacidad
de ver.
Problemas: Alguien que no
le gusta lo que ve en su
vida.
El cuello
El cuello representa la
capacidad de ser
flexibles en nuestra
manera de pensar, de ver
los diversos aspectos de
una cuestión y de
aceptar que otras
personas tengan puntos
de vista diferentes.
Los brazos
Representan nuestra habilidad y nuestra aptitud para
abrazar las experiencias y vivencias de la vida.
Las manos
Sostienen y
manejan. Aferran
y aflojan.
Acarician y
pellizcan.
Todas las formas
de enfrentar las
experiencias.
Los dedos Representan detalles de la vida:
El pulgar es el dedo mental y
representa las preocupaciones.
El índice es el yo, y el miedo.
El dedo del medio tiene que ver con
la cólera. Cuando estés enojado,
coge el dedo del medio y verás cómo
se disuelve el enojo. Coge el de la
mano derecha si el enojo es con un
hombre, y el de la mano izquierda si
es con una mujer.
El anular representa, a la vez, las
uniones y el sufrimiento, y
El meñique tiene que ver con la
familia y la falsedad.
La espalda
Representa el apoyo de la vida.
Problemas : no nos sentimos
apoyados.
Normalmente son personas que
buscan con demasiada
frecuencia apoyo en el trabajo, en
la familia o en la pareja.
Los pulmones
Representan nuestra capacidad de
inspirar la vida.
Problemas: depresión, duelo,
miedo de recibir la vida, o quizá
nos sentimos indignos de vivir
plenamente.
El corazón
El corazón representa el
centro del amor y la
seguridad.
Problemas emocionales
antiguos. Endurecimiento
del corazón. Tensión. Estrés.
El estómago
Contiene el alimento.
Digiere ideas.
Miedo.
Alguien que cree “no servir para”
Quien se ama y acepta como es
jamás sufre de ulceras.
Ulceras
Las piernas
En la vida, las piernas son lo que nos lleva hacia
adelante.
Problemas: miedo a avanzar o renuncia a seguir
andando en cierta dirección.
Las rodillas
Las rodillas, como el cuello, se relacionan
con la flexibilidad, hablan de inclinarse y
de ser orgulloso, del yo y de la obstinación.
Cuando avanzamos, nos da miedo
inclinarnos y nos ponemos tiesos. Y eso
vuelve rígidas las articulaciones. Queremos
avanzar, pero no cambiar nuestra manera
de ser.
Por eso las rodillas tardan tanto en curarse,
porque está en juego nuestro yo, nuestro
orgullo y nuestra autojustificación.
Los pies
Los pies tienen que ver con nuestro entendimiento,
con la forma en que nos entendemos y en que
entendemos la vida, tanto el pasado como el presente y
el futuro.
A muchos ancianos les cuesta caminar. Su
entendimiento se ha vuelto parcial y retorcido, y con
frecuencia sienten que no tienen adonde ir. Los niños
pequeños se mueven con pies alegres, danzarines. Los
ancianos suelen arrastrarlos como si se negaran a
moverse.
El cáncer
Causada por un profundo resentimiento contenido
durante muchísimo tiempo, hasta que literalmente va
carcomiendo el cuerpo.
Experiencia inolvidable en la infancia que destruye el
sentimiento de confianza. La persona vive
compadeciéndose de sí mismo, la vida se muestra
como una serie de decepciones.
Un sentimiento de desesperanza, desvalimiento y
pérdida se adueña de nuestro pensamiento, y nada nos
cuesta culpar a otros de todos nuestros problemas.
La gente que tiene cáncer, además, es muy autocrítica.
Los accidentes
Los accidentes no son accidentales. Como todo lo demás que hay
en nuestra vida, nosotros los creamos.
Los accidentes son expresiones de cólera, que indican una
acumulación de frustraciones en alguien que no se siente libre
para expresarse o para hacerse valer. Indican también rebelión
contra la autoridad. Nos enfurecemos tanto que queremos
golpear a alguien y, en cambio, los golpeados somos nosotros.
Cuando nos enojamos con nosotros mismos, cuando nos
sentimos culpables, cuando tenemos la necesidad de castigarnos,
un accidente es una forma estupenda de conseguirlo.
El sufrimiento físico nos da una pista sobre cuál es el dominio de
la vida en que nos sentimos culpables.
El grado de daño físico nos permite saber hasta qué punto era
severo el castigo que necesitábamos, y a cuánto tiempo debíamos
estar sentenciados.