Este documento discute tres tipos de globalización: económica, política e intercultural. Argumenta que la globalización no es inherentemente buena o mala, sino que depende de cómo se utiliza. Los países que cumplan mejor con sus propias responsabilidades podrán aprovechar mejor las oportunidades que ofrece un entorno internacional más abierto. En conclusión, la globalización es el proceso de creciente interconexión económica entre lugares a través del control de grandes empresas y multinacionales.