2. ETIMOLOGÍA:
Ciertos autores consideran que es más adecuado en
español el término mundialización, galicismo
derivado de la palabra francesa mondialisatio, en
lugar de globalización, anglicismo procedente del
inglés globalization, puesto que en español «global» no
equivale a «mundial», como sí ocurre en inglés. Sin
embargo, el Diccionario de la Real Academia
Española registra la entrada «globalización»,
entendida como la «tendencia de los mercados y de las
empresas a extenderse, alcanzando una dimensión
mundial que sobrepasa las fronteras nacionales»
(DRAE 2006, 23ª edición), mientras que la entrada
«mundialización» no está en el Diccionario.
3. DEFINICIÓN:
La globalización es un
proceso económico, tecnológico, social y cultural a
escala planetaria que consiste en la
creciente comunicación e interdependencia entre los
distintos países del mundo uniendo sus mercados,
sociedades y culturas, a través de una serie de
transformaciones sociales, económicas y políticas que
les dan un carácter global. La globalización es a
menudo identificada como un proceso
dinámico producido principalmente por
las sociedades que viven bajo el capitalismo
democrático o la democracia liberal, y que han abierto
sus puertas a la revolución informática, plegando a un
nivel considerable
de liberalización y democratización en su cultura
política, en su ordenamiento jurídico y económico
nacional, y en sus relaciones internacionales.
4. HISTORIA: POLÍTICO ECONÓMICO
El proceso de globalización también hace entrar en crisis
al proteccionismo y al Estado de Bienestar había ganado
popularidad en período entreguerras, cuando en las
naciones capitalistas se difunde la noción de que
el Estado tiene una doble función fundamental en el buen
funcionamiento de la economía: uno en asegurar la
prosperidad de la población y el otro en evitar los ciclos de
crecimiento y recesión. Se crean así las bases para la
aparición del keynesianismo y el Trato Nuevo. En las
siguientes décadas posteriores a la Segunda Guerra
Mundial se vio la emergencia a la preeminencia de las
"corporaciones" o empresas multinacionales, que desplazan
la importancia de las empresas del capitalismo clásico que
tanto Adam Smith como Karl Marx conocieron cuando
formularon sus teorías.4 Se vio en Alemania un precedente
del éxito de la liberalización que tomarían otros países: el
resurgimiento de su nación en el denominado Milagro
alemán.
5. LA NUEVA RELACIÓN SOCIO- ECONÓMICA
La globalización en sí misma es un proceso
continuo y dinámico, que desafía las leyes de los
países en su forma de regular el funcionamiento
de empresas y el comportamiento económico de
los individuos a nivel internacional que, si bien
pueden dar trabajo a la mano de obra desocupada
o ser los contratados, también pueden
beneficiarse de irregularidades y debilidades
subsistentes en un determinado país. Es fácil
para estas empresas simplemente trasladar sus
centros de producción a lugares en los cuales se
les de el máximo de facilidades.
6. EN LA CULTURA
La globalización en la cultura se manifiesta en la
integración y el contacto de prácticas culturales:
marcas, consumo de medios, valores, iconos,
personajes, imaginario colectivo, costumbres,
relaciones, etc. En un sentido restrictivo del
concepto de cultura, se entiende sobre todo lo
relacionado con la difusión y consumo de los
productos culturales al alcance mundial,
fundamentalmente cine, televisión, literatura y
música, en los que el factor tecnológico multiplica
su capacidad de difusión a gran escala.
7. IMPORTANCIA DE LAS CIUDADES:
En la globalización las ciudades son una puerta,
un nodo de acceso a la economía global, y las
ciudades dejan de ser hitos, y pasan a conformar
redes. Una mejor inserción en estas redes supone
mayor competitividad y atracción.
Simultáneamente, la globalización es la
impulsora del acelerado proceso de urbanización
y metropolización de la humanidad. En los
procesos migratorios, además de las causas
económicas, ambientales o bélicas para
abandonar un territorio está la perspectiva de
acceder a la economía global, de la mejora en las
condiciones de vida que supone en muchos casos
llegar a la ciudad.
8. ARGUMENTOS A SU FAVOR:
Los liberales libertarios y otros proponentes del laissez-faire capitalista dicen
que altos niveles de libertades políticas y económicas, en la forma
de democracia y capitalismo, han sido fines valuables en sí mismo en el
mundo desarrollado y han también producido altos niveles de riqueza
material. Ellos ven en la globalización un proceso benéfico de extensión de la
libertad y el capitalismo.
Aquellos que apoyan el libre comercio proclaman que el aumento tanto de la
prosperidad económica como de oportunidades, especialmente en los países en
desarrollo, incrementara las libertades civiles y llevara a una alocución de
recursos más eficientes. Las teorías económicas de la ventaja
comparativa sugieren que el mercado libre produce tal alocución efectiva de
recursos, a mayor beneficio de todos los países que estén envueltos. En
general, esto conduce a reducción de precios, más empleos, incremento en la
producción y de niveles de vida especialmente para los que viven en países en
desarrollo.
Hay también los llamados "globalistas" o "mundialistas", que proponen una
"globalización democrática". Ellos creen que la primera etapa de la
globalización, orientada al mercado o a asuntos económicos, debe ser seguida
por una etapa de creación de instituciones políticas globales que representen
las visiones o aspiraciones del "ciudadano mundial". Su diferencia con otros
"globalistas" es que ellos no definen por adelantado una ideología para
orientar esta voluntad, dejándola a la voluntad de esos ciudadanos a través de
un proceso democrático
9. PUNTO DE VISTA CRÍTICO:
La globalización es un fenómeno complejo, no debería
ser sorpresa por lo tanto que provoque diferentes
reacciones entre diferentes individuos o grupos. Para
algunos, como el senador canadiense, amenaza la
estructura misma de la "Nación estado« y el concepto
moderno de democracia, mientras que para otros,
tales como los partidarios del Islamismo político,
busca imponer estructuras políticas no islámicas (es
decir, la democracia) sobre países que lo rechazan.
Para otros, amenaza la identidad nacional, mientras
que otros -por ejemplo para el escritor Mario Vargas
Llosa- ven esa identidad como una construcción
impuesta que busca obliterar diferencias individuales
y culturas locales en aras de una unidad artificial.