Resumen
Se examina, con Sloterdijk y Bauman, los presupuestos -sociopolíticos y psicodinámicos- que condicionaron el surgimiento del monoteísmo frente al politeísmo de las grandes culturas antiguas. El celo que produce el dios único de los tres monoteísmos –judaísmo, cristianismo y el islam– junto a la la exaltación de los fieles cuando entran en relación con esta idea de un ser Único-absoluto supone empresas de diversa magnitud. Si el monoteísmo judío surgió como una teología de protesta, como una religión del triunfo en la derrota. Si en el judaísmo la religión permaneció limitada al propio pueblo, el cristianismo desarrolló su mensaje apostólico con una predicación de contenido universal. El Islam, por su parte, recrudeció el universalismo ofensivo –integrista– transformándolo en un modo político-militar de expansión. De este modo, la ambigüedad del concepto de “celo” no sólo supone fervor en el cumplimiento del mandato divino, como pasión violenta que induce al fanatismo, sino cuidado y atención solícita. Ira, resentimiento y desprecio del mundo son algunos de los efectos nocivos del reverdecer de los monoteísmos en este siglo. Los monoteísmos serían, entonces, vínculos de clausura –bancos de ira– donde el dios y el creyente se celan tanto que la presencia de un extraño merece, de inmediato, su asimilación o su desprecio.
Dr. Adolfo Vásquez Rocca
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Peter Sloterdijk: celo de dios, neo-‐‑expresionismo islámico y política
exterior norteamericana. 1
Dr. Adolfo Vásquez Rocca2
Universidad Andrés bello – Universidad Complutense de Madrid