La Unión Europea ha adoptado nuevas medidas para combatir el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030 en comparación con los niveles de 1990. Estas medidas incluyen la prohibición de la venta de nuevos automóviles de gasolina y diésel para 2035, la expansión de las energías renovables y la captura de carbono. El objetivo es lograr la neutralidad climática de la UE para 2050 y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.