2. La Adrada es una
villa y municipio de
España perteneciente
a la provincia de
Ávila, en la
comunidad
autónoma de Castilla
y León. En 2013
contaba con una
población de 2705
habitantes.
3. El 14 de octubre de 1393 Enrique III concedió en Madrid el privilegio de
villazgo a la aldea de La Adrada. Fue Ruy López Dávalos quien logró dicha
secesión de Ávila, convirtiéndola en villa núcleo de un señorío que
comprendía también las aldeas de Sotillo De La Adrada, La Iglesuela,
Piedralaves, Casavieja, Fresnedilla y Casillas. Estas posesiones, por causa
de la caída de favor de López Dávalos, fueron enajenadas por Juan II en
1422, y un año más tarde, en 1423, se concedió el señorío a Álvaro De
Luna. En este periodo las tierras de la Adrada fueron repobladas al
parecer por gentes oriundas de La Estrada (Galicia) y Cinco Villas
(Navarra). En el siglo XV, tras un corto periodo en manos de Álvaro De
Luna y posteriormente de su esposa Juana de Pimentel tras su caída en
desgracia, el señorío pasaría a manos de Mencía De Mendoza, esposa de
Beltrán De La Cueva; el 25 de agosto de 1465 el rey, que había confiscado
la villa a Juana de Pimentel y a Juan de Luna, se la concedió a esta
última. El hijo de Beltrán de la Cueva, Antonio de la Cueva se convertiría
en el origen del marquesado de La Adrada. El V marqués de la Adrada,
Juan Francisco de Leyva y de la Cerda (1604- 77) llegaría en el futuro a
convertirse en virrey de Nueva España. Con la obtención del título de villa,
La Adrada obtiene la facultad de celebrar un mercado semanal y la feria
anual de Todos los Santos (en los primeros quince días de noviembre). En
esta, según testimonios de la época, se traficaba, entre otros géneros,
con tejidos, ganados, armas, vinos, pieles, esclavos, etc.
4. Su monumento más importante es el Castillo de La Adrada, del siglo XIV
y recientemente restaurado, que alberga el Centro de Interpretación
Histórica del Valle del Tiétar. Este castillo perteneció a Álvaro de Luna,
valido del rey Juan II de Castilla.
El pueblo también cuenta con una iglesia y una ermita de la época del
castillo. Otro monumento destacable es la Iglesia parroquial, que data del
siglo XVI, y también merece la pena visitar la Plaza de la Villa y sus
alrededores.