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Proceso de Movilización Congregacional

Saúl Trinidad

Plan Nacional para el Ministerio Hispano-Latino
Iglesia Metodista Unida

Diseño de la portada y del interior por Francisco Montes, Laser Art Graphics.

Todas las citas bíblicas son de la Biblia de estudio: Dios habla hoy (Nueva York: Sociedades Bíblicas
Unidas, 1994) a menos que se indique de otra manera.

Estudios Bíblicos Misionales por Saúl Trinidad, editado por Marigene Chamberlain y Alma W.
Pérez. Copyright © 2009 por la Junta General de Discipulado y el Plan Nacional para el Ministerio
Hispano-Latino. Todos los derechos están reservados. Ninguna porción de este cuadernillo puede
ser reproducida de ningún modo sin permiso escrito, excepto en caso de citas breves incluidas en
reseñas o artículos críticos. Para mayor información, dirigirse a la Oficina de Ministerios Hispanos-
Latinos, Junta General de Discipulado, P. O. Box 340003, Nashville, TN 37203-0003, USA. Impreso
en los Estados Unidos de Norte América.

Tabla de Contenido
Guía para facilitadores y facilitadoras.................................7
ESTUDIO BÍBLICO MISIONAL No. 1

Llamados/as por el clamor del pueblo............................... 14

Llamados/as por el clamor de Dios................................... 18

Llamados/as hacia la misión del reino de Dios................ 22

Llamados/as a servir en equipo........................................ 26

Llamados/as a servir con estrategia................................. 32

Llamados/as a extender el reino de Dios.......................... 38

Llamados/as a dar con generosidad.................................. 42

————— Estudios Bíblicos Misionales —————

Guía para facilitadores y facilitadoras
¿POR QUÉ SON NECESARIOS ESTOS ESTUDIOS?
• Generalmente, la mayoría de las personas miembros y asistentes de las iglesias
no participan activamente en el desarrollo de los ministerios. La tendencia es
esperar que el pastor o la pastora realice todos los ministerios. La participación
del laicado no es mucha y, generalmente, son las mismas personas. En algunos
casos participan en base a alguna remuneración. La mayoría de los miembros
y asistentes de la iglesia son participantes pasivos o espectadores. En tanto que
el apóstol Santiago nos exhorta diciendo: “Sed hacedores de la palabra, y no
tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (1:22, VRV 1995).
En verdad, hay poca conciencia, conocimiento y compromiso con la vocación
cristiana de ser llamados al sacerdocio universal.

• Las consecuencias de esta manera de ser cristiano son evidentes: congregaciones
con poco (o ningún) crecimiento, sin (o poca) presencia de servicio y
testimonio en la comunidad, alto grado de dependencia económica, carencia de
liderazgo, falta de visión misionera y en decadencia, entre otros síntomas. Las
consecuencias se pueden observar también en la situación anímica de los/las
pastores/as: desánimo, rutina, actitud de víctima, conformismo, sobrevivencia y
frustración, entre otros. (Como dice el dicho: están “quemados”). Hay mucho
esfuerzo y pocos resultados. Claro, tenemos que dar gracias a Dios por iglesias
y pastores/as (que serían las excepciones) donde sí hay signos de iglesias
saludables y pastores/as con vitalidad.

• Esta situación congregacional se debe a varios factores internos y externos.
Entre los factores internos podríamos mencionar el poco conocimiento bíblico
respecto a la naturaleza del ser discípulo/a de Jesucristo y falta de conocimiento,
conciencia y compromiso con la misión de la iglesia. Otros factores también
podrían ser el bajo nivel de autoestima (compare estos dichos: “Yo no sé”, “Yo
no puedo hacer”, “Voy a fracasar…”) , mentalidad de estar en tránsito (compare
estas excusas: “Me voy a mudar el próximo mes”, “No puedo comprometerme
porque me voy a regresar…”), alienación al consumismo y otros. Además,
podríamos añadir otros factores como la falta de capacitación, de organización,
de distribución de responsabilidades y de oportunidades para servir.

• Entre los factores externos podríamos mencionar los siguientes: Modelo
dominante de iglesia de clase media, modelo profesionalizado de la vocación

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pastoral y de la vocación del laicado, criterios y suposiciones inadecuados
en la evaluación de los ministerios, falta de acompañamiento, capacitación
inadecuada, salarios bajos, dependencia económica y tensiones culturales, entre
otros.

• Ante esta realidad eclesiológica y ministerial se hace necesario un examen y
cambio de paradigma en el desarrollo de los ministerios y una re‑educación
de la congregación respecto a la naturaleza de la vocación cristiana y visión
misional de la iglesia. Esta re-educación es extremadamente necesaria si es
que queremos ser parte de una iglesia creciente y dinámica, encarnada en su
contexto sociocultural y con un ministerio integral y profético (visión del Plan
Nacional para el Ministerio Hispano-Latino), es decir, una iglesia saludable y
por lo tanto, una iglesia misional.

Nota: Los Estudios Bíblicos Misionales no son estudios de cualquier temática
bíblica o libros de la Biblia. El enfoque y la intencionalidad de estos estudios es
concretamente misional. No hay que confundirlos con cualquier estudio basado en
la Biblia; son de perspectiva misional.

PROPÓSITOS
• Provocar una reflexión bíblico-teológica a nivel de toda la congregación,
respecto al verdadero sentido de la vocación de ser discípulos/as de Jesucristo
(llamados a ser un pueblo sacerdotal).

• Provocar una reflexión bíblico-teológica respecto al llamado pastoral (como
vocación y no tanto como profesión) y su verdadero rol o función dentro de una
congregación, a la luz de la Palabra de Dios.

• Poner a disposición de la congregación conceptos y herramientas prácticas a fin
de que puedan ejercer su función sacerdotal dentro de la vida de la iglesia.

ORGANIZACIÓN
• Intencionalidad. Si entendemos que una de las metas del Proceso de
Movilización Congregacional es motivar y capacitar a la congregación a fin de
que puedan ejercer su llamado al sacerdocio universal, es necesario implantar
esta serie de Estudios Bíblicos Misionales con debida intencionalidad. Por lo
tanto, se debe hacer todo el esfuerzo posible de buscar el tiempo y el espacio,
incluyendo si es necesario, el posponer temporalmente otros estudios.

• Lugar y hora. Lo recomendable es no añadir otro día. Es mejor utilizar los
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mismos días entre semana que ocupan para los estudios bíblicos y oración, y
los domingos en las clases de la escuela dominical. Eso permitirá involucrar
también a la niñez y la juventud. En estos casos, simplemente hay que posponer
temporalmente los materiales regulares que se están utilizando y usar los Estudios
Bíblicos Misionales. Igualmente, se puede utilizar estos estudios misionales en
las células o grupos en las casas. Si no las tienen, ésta es una buena oportunidad
para abrir grupos de estudios en las casas. El hecho fundamental es que toda la
congregación debe estar involucrada en este proceso de re-educación misional
y capacitación congregacional. Si los líderes de la iglesia consideran que es
mejor abrir otro día especial dedicado exclusivamente a estos estudios, y si hay
condiciones de asistencia, bien podría ser así. El día y la hora, desde luego, debe
ser el más adecuado para la mayoría. Sin embargo, hay que tener cuidado de no
sobrecargar con más actividades ni al pastor o pastora ni a la congregación.

• Duración. La duración de esta serie de estudios debe ser entre ocho a doce
semanas máximo. Sin embargo, la iglesia debe planear cómo hacer permanente
la re-educación y capacitación para los miembros que irán integrándose. De
esta manera la iglesia irá constituyéndose en un centro de capacitación a nivel
de la congregación de manera sostenida.

• Material de estudio. Cada participante debe traer su Biblia, papel, lápiz y
su cuadernillo de Estudios Bíblicos Misionales. Se debe pedir con suficiente
anticipación la cantidad necesaria de los cuadernillos a la siguiente dirección:

Oficina para el Ministerio Hispano/Latino
General Board of Discipleship
P.O. Box 340003
Nashville, TN 37203-0003
Teléfono: 877-899-2780, ext. 7139

• Promoción. Dada la importancia del proceso de re-educación misional, es
necesario hacer mucha promoción mediante boletines, sermones, anuncios
verbales y cartelones llamativos. Se debe buscar la manera de hacer un gran
impacto, a fin de que la congregación entienda la importancia de participar en
esta serie inicial de capacitación congregacional. Se busca una saturación de
estudios misionales.

FACILITADORES/AS DE LOS ESTUDIOS BÍBLICOS
MISIONALES
• El pastor o pastora debe seleccionar a un equipo de facilitadores/as y ofrecerles
la capacitación necesaria, utilizando los mismos cuadernillos de estudios y los
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principios metodológicos del Plan Nacional para el Ministerio Hispano-Latino.
Si requiere ayuda para esta capacitación metodológica debe comunicarse con
su asesor/a y/o con la agencia general programática que le está acompañando
en este proceso.

• Las personas que van a participar como facilitadores/as deben ser miembros
bautizados de la Iglesia Metodista Unida, dispuestas a recibir orientación y
capacitación respecto al propósito y metodología de esta serie de Estudios
Bíblicos Misionales, estar involucradas en el Proceso de Movilización
Congregacional (PMC) de su iglesia, haber participado en el taller del Módulo
I (preferiblemente) y tener actitud de trabajo en equipo.

• Es necesario entender que el término “facilitador/a” no es sinónimo de
“maestro/a”. Esta comprensión exige un cambio de actitud en la relación con las
otras personas participantes: actitud de igualdad, de respeto y empoderamiento.
El facilitador o facilitadora no es mejor ni superior que las otras personas, sino
iguales.

• El rol de los/las facilitadores/as no es “enseñar” (entendido tradicionalmente),
sino facilitar un proceso de diálogo y reflexión con amplia participación,
utilizando las preguntas que están en los respectivos estudios bíblicos semanales.
(Vea a continuación para más sugerencias.)

CUESTIONES METODOLÓGICAS
• Si los/las facilitadores/as ya han participado en los talleres de los Módulos I y II
del Programa de Capacitación para Equipos de Misioneros/as Laicos/as y Pastores/
as-Mentores/as, prácticamente ya tienen las herramientas metodológicas, y ésta
es su oportunidad para ponerlas en práctica.

• Para comprender los principios metodológicos es necesario volver a repasar, al
menos, la introducción del Módulo I.

• Estos Estudios Bíblicos Misionales son instrumentos formativos y no solamente
para aumentar conocimientos teóricos. A través de estos estudios se busca
levantar la autovaloración humana y el compromiso cristiano de cada
creyente. Personas que se consideran con poca capacidad o “inútiles” deben
ser transformadas en personas cuyas actitudes sean positivas y capaces de ser y
hacer. Deben levantar su autoestima y afirmar su identidad.

• Dentro de la perspectiva de esta metodología se supone que todas las
personas participantes tienen conocimiento, tanto formales (escuelas, colegios,
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universidades, etc.) e informales (la misma vida: hogar, iglesia y las experiencias
cotidianas). Por lo tanto, no son personas que no saben y hay que “llenarle la
cabeza con nuestro saber”. Por lo mismo hay que oírles con respeto y tomar en
serio sus opiniones y perspectivas. Además, el Espíritu Santo se revelará a cada
uno de los participantes y así comprenderemos cuál es la voluntad de Dios.

• Dios jamás expresó su Palabra en el vacío. Él dio Palabra de gracia y de juicio
frente a una situación humana concreta. Palabra y situación humana caminan
muy estrechamente unidas. Por eso hay que comenzar el diálogo-estudio con
el aquí y el ahora. Es decir, comenzamos analizando nuestra vivencia actual
(luchas, tristezas, alegrías, problemas, conocimiento, ideas, etc.) como familias y
como iglesia y la situación de nuestra comunidad (necesidades y aspiraciones).
Eso es lo que llamamos: Ver. Entonces, desde la toma de conciencia de nuestro
aquí y ahora, desde el conocimiento de nuestra situación personal, familiar y
comunitaria, abrimos nuestros oídos, ojos y corazón a la Palabra de Dios y
a Su voluntad. Nos preguntamos: ¿Qué dice Dios respecto a esta situación?
¿Cuál es su voluntad frente a esta realidad? Y así, con “temor y temblor”
buscamos discernimiento en su Palabra escrita (La Biblia) y en la enseñanza
de nuestra iglesia (como metodistas). Eso es lo que denominamos: Juzgar/
Discernir. Finalmente, inspirados/as, fortalecidos/as y capacitados/as por esa
presencia divina, regresamos a nuestro aquí y ahora (necesidades, problemas y
luchas personales, familiares, eclesiales y comunitarias) para comprometernos
en las acciones de transformación, con gran compromiso y dedicación. Eso se
denomina: Actuar. Éste es el corazón metodológico de los Estudios Bíblicos
Misionales.

SUGERENCIAS DIDÁCTICAS
• El/la facilitador/a debe familiarizarse con el contenido temático de los Estudios
Bíblicos Misionales. El contenido no es un conocimiento general, sino una
búsqueda específica del entendimiento del papel, función o responsabilidad del
cristiano, como una persona de fe. Éste es el asunto misiológico.

• Leer y meditar en los pasajes bíblicos con debida anticipación, para tener claro
su enfoque misional. No se trata de estudiar la globalidad del pasaje o texto
bíblico, sino su énfasis misional. Se trata de aprender para hacer y no solamente
aprender para saber más.

• Comprender con claridad cada una de las preguntas que busca generar el
diálogo. Si es necesario, debe adaptar las preguntas de acuerdo a las edades y
nivel educacional de la congregación, pero sin cambiar su énfasis y objetivo.

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• Debe crear oportunidades donde todas las personas participen haciendo
preguntas y ofreciendo opiniones, y deben ser respetadas y aceptadas tal cual
son.

• Evitar los preámbulos, introducciones o ilustraciones extremadamente largos.
Éste es un espacio de reflexión y de participación; no se debe convertir en otro
culto.

• Utilizar un pizarrón o papelógrafo para que todos y todas puedan ver las ideas
y los puntos claves.

• Utilizar las preguntas del cuadernillo para generar el diálogo bíblico, y la
participación de los asistentes. Tener mucho cuidado de no salirse del tema
específico.

• No se ponga nervioso/a con los silencios. Si no hay participación, repita la
pregunta, revise si la pregunta está clara, pregunte otra vez, usando otras
palabras, pero sin cambiar su énfasis.

• En cada estudio, al final de cada punto o sección, hay un pequeño comentario
dentro de un cuadro. Es un resumen de la idea principal de la pregunta. El/la
facilitador/a debe leerlo sólo después del dialogo, como conclusión.

• Siga el bosquejo del cuadernillo y si es necesario debe adecuar el tiempo,
especialmente, en las partes prácticas del estudio (p.e. entrevistas en la
comunidad, informes, etc.).

• Es posible que alguno de los estudios requieren más de una semana.

• Limítese a una hora y media (máximo) de reflexión para cada lección. Procure
seguir el orden en cada uno de los estudios, haciéndolo atractivo con creatividad
pero sin extenderse demasiado.

• Será necesario nombrar una persona responsable para llevar el control de
asistencia de los/las participantes.

• En estos estudios estamos utilizando la versión: La Biblia de estudio. Dios habla
hoy, Nueva York: Sociedades Bíblicas Unidas, 1994. Recomendamos que los
facilitadores/as utilicen esta versión.

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Llamados/as por el

clamor del pueblo



Llamados/as por el clamor del pueblo
SALUDOS DE BIENVENIDA

CÁNTICOS DE APERTURA

ORACIÓN DE APERTURA O UN SALMO

LECTURA DEL PASAJE BÍBLICO: Mateo 9:35-38

REFLEXIÓN BÍBLICA COMUNITARIA

Texto clave: Mateo 9:36: “Y al VER a la gente, [ Jesús] sintió compasión
de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen
pastor”.

1 Vayamos, pues, a la época de Jesús y procuremos VER, lo que Él vio.
1.1 ¿Quién era aquella “gente” a la que Jesús se refiere en este pasaje?
- Hagamos una lista de estas personas.
- Según el Salmo 146:9, ¿qué grupos o sectores de la sociedad,
generalmente, estaban abandonados por los cuales Dios siempre
abogaba?
1.2 Según este pasaje bíblico, Jesús VIO a estos sectores sociales (“gente”) que
estaban “cansados y abatidos”.
- ¿Qué entendemos por “cansados y abatidos”?
- ¿Cuáles serían las situaciones o razones por las que estaban “cansados
y abatidos”?

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El Antiguo Testamento nos relata que las viudas, los huérfanos, los extranjeros,
los débiles y los pobres siempre fueron los menos favorecidos y vivían, también,
“cansados y abatidos” debido a la marginación sociocultural, religiosa y económica
de esa época. (Véase Salmo 68:5; Isaías 11:4; Amos 8:4.) Dios siempre se manifestó
como el defensor y justiciero de la vida de ellos. En la época de Jesús, además de
estos sectores sociales, también las mujeres, los niños (Mateo 14:21) y los sectores
considerados como inmundos (Levítico 12-14) vivían “cansados y abatidos”. Es más,
la mayoría del pueblo de Israel había sido empobrecido debido a la dominación
y explotación del imperio dominante de esa época. Sus pastores de entonces, los
levitas, los sacerdotes, los fariseos y otros, lejos de buscar la justicia y guiarles por
el camino de la salvación se habían aliado con las fuerzas dominantes. Es más,
habían hecho de la espiritualidad una carga pesada, razones por las que andaban
“cansados y abatidos”.

2 Vayamos ahora a la comunidad que nos rodea, a nuestro barrio y VEAMOS
con los ojos de Dios.
2.1 ¿Quién sería HOY la “gente” (sectores sociales) que está “cansada y abatida
y anda como ovejas que no tienen pastor”? Identifiquemos y hagamos una
lista.
2.2 ¿Cuáles serían las razones o causas de por qué están “cansados y abatidos”?
(“desamparadas y dispersas” – Nueva Versión Internacional)
- Hagamos una lista de esas causas. (Pueden ser causas sociales,
económicas, políticas, espirituales, culturales, etc.)
2.3 ¿Cómo expresan o manifiestan su cansancio y abatimiento?

Efectivamente, en nuestra comunidad, no todas las personas están cansadas
y abatidas; como tampoco no todos/as tienen las mismas oportunidades ni
los mismos privilegios. En nuestra sociedad hay sectores de la población que
no confrontan necesidades materiales de ninguna clase; mientras que otros
sectores empobrecidos de la población, particularmente aquellas comunidades
denominados “etnias minoritarias”, sí enfrentan estas necesidades. A estos sectores
sociales hay que añadir también, a los inmigrantes indocumentado/as y mujeres,
niñas/os que sufren violencia doméstica. La mayoría de estas personas sufren
situaciones de racismo y discriminación sociocultural e injusticias económicas.
Esta gente (adultos, jóvenes y niños) no tiene las mismas oportunidades ni
facilidades de acceso a la educación, especialmente a la educación superior ni a
los sistemas de cuidado de la salud. Estas situaciones y otras, en efecto, les provoca
“abatimiento”, “cansancio”, desesperanza, frustración y mayor empobrecimiento.

3 Volvamos al texto bíblico. Jesús también ve que esa gente andaba “como ovejas
sin pastor”.

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3.1 ¿Quiénes eran los “pastores” en aquella época? ¿Cuál era el rol o papel de
ellos y qué no estaban haciendo?
(Ser guía, orientador, sustentador y defensor de sus vidas.)
3.2 ¿Quién es el/la pastor/a de la comunidad que nos rodea?
3.3 Obviamente nosotros, como iglesia, somos los/las pastores/as de la
comunidad que nos rodea.
- En verdad, ¿nos ve la comunidad como sus pastores?
- ¿Acaso nos habríamos olvidado o aislado de ella?
- ¿Qué deberíamos estar haciendo o cómo debemos ejercer nuestro rol
de pastor o pastora de la comunidad?

HIMNO O CÁNTICO DE INVITACIÓN AL DISCIPULADO

ENVÍO

Salgamos de aquí investidos/as por el poder del Espíritu Santo. Y así como Jesús
caminó por los campos y las ciudades, nosotros también, en los días de esta semana,
visitaremos a familiares, amigos y conocidos. Caminaremos por los mercados
y las calles y observaremos la vida de nuestra comunidad y procuremos ver sus
situaciones y oír sus necesidades. ¿De qué manera están cansados y abatidos?
Veamos también la situación de la niñez, de la juventud, de los adultos y personas
mayores. Veamos sus condiciones familiares, económicas, culturales y espirituales.
No olvidemos que Jesucristo ve y escucha el clamor del pueblo y, con profunda
compasión, dice: “¿A quién enviaré?” Tú tienes la respuesta. Prepárate para decir:
“Heme aquí, envíame a mi”. Id en paz.

TAREA PARA LA SEMANA

No se olviden: observen y recojan datos respecto a la realidad de nuestra comunidad
hispana-latina (datos en cuanto a la salud, la educación, salarios, violencia, situación
de los inmigrantes, y otros) y tráiganlos para la próxima semana. Estos datos serán
muy necesarios para los siguientes pasos de la renovación de la congregación.

ORACIÓN DE DESPEDIDA

TIEMPO DE FRATERNIDAD

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clamor de Dios
Llamados/as por el



Llamados/as por el clamor de Dios
MOMENTOS DE SALUDOS Y BIENVENIDA


LECTURA DEL PASAJE BÍBLICO: Mateo 9:35-38

ORACIÓN DE ILUMINACIÓN

REFLEXIÓN BÍBLICA COMUNITARIA

Texto clave: Mateo 9:35-36a: “Jesús RECORRÍA TODOS LOS
PUEBLOS Y ALDEAS, enseñando en las sinagogas de cada lugar.
Anunciaba la buena noticia del reino de Dios, y curaba toda clase de
enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, SINTIÓ COMPASIÓN DE
ELLOS, …”.

Dice el pasaje que “Jesús recorría todos los pueblos…”. Nosotros también, la
semana pasada, nos dimos la tarea de recorrer las calles y los lugares de nuestra
comunidad. ¿Lo hicimos? Pues, vamos a compartir lo que hemos visto y oído
durante nuestro recorrido por las calles de nuestra comunidad:
-¿Quiénes son esas personas o familias que andan “cansadas y abatidas”?
-¿Por qué andan “cansadas y abatidas”?

1 Bien, volvamos al pasaje bíblico y VEAMOS: El texto clave dice que “Jesús
recorría todo los pueblos y aldeas,…” (vs. 35). ¿Podríamos mencionar algunos
de esos “pueblos y aldeas” que Jesús recorrió? ¿Cuáles son?
1.2 ¿Por qué Jesús no se quedó enseñando solamente en el templo de
Jerusalén?
1.3 Se supone que nosotros, como iglesia, debemos seguir el ejemplo de
Jesús. Por consiguiente, ¿dónde debemos concentrar nuestro servicio y
testimonio?

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Jesús podría haberse quedado, muy cómodo, enseñando en el gran templo de
Jerusalén o en alguna de las sinagogas. Él, como Rabí (maestro) podría haberse
quedado en un solo lugar, esperando a que Sus discípulos lo buscaran. Pero no
se quedó encerrado en un solo lugar, ni en el templo ni en una sinagoga. Muy por
el contrario, recorría pueblos y ciudades. Eso dice que la misión de la iglesia no es
la misma iglesia, sino que la misión se hace afuera. Es decir, no podemos seguir
haciendo actividades sólo para nosotros. Nos dice que debemos salir a los pueblos
y aldeas, debemos salir a las calles y los barrios, anunciando el reino de Dios y
sanando toda clase de dolencias.

2 Hagamos un pequeño examen de la vida de nuestra iglesia.
2.1 ¿Qué ministerios o programas tenemos para la comunidad de afuera?
2.2 ¿Estamos testificando del amor de Dios a las personas o grupos de afuera?
2.3 ¿Qué estamos haciendo en los pueblos cercanos donde no hay iglesia?

3 Según el versículo 36a, al ver a la “gente cansada y abatida”, ¿cuál fue la reacción
de Jesús?
3.1 Sí, efectivamente reaccionó con compasión. ¿Qué entendemos por
“compasión”?
3.2 En Juan 11:33 leemos que “Jesús, al ver llorar a María…, se conmovió
profundamente y se estremeció”, y en el vs. 35 dice: “…y Jesús lloró”. De
acuerdo a estos pasajes, ¿qué es compasión para Jesús?

Por compasión, generalmente, entendemos tener lástima de alguien que sufre
alguna necesidad y algunos (no todos) respondemos con algún acto de caridad.
Pero la compasión que sintió Jesús es mucho más profunda. El significado del
término bíblico nos dice que Él experimentó un sentimiento y dolor en sus entrañas
al ver el sufrimiento y necesidad del otro. Jesús “se conmovió profundamente y
se estremeció” en sus entrañas. Jesús experimentó ese dolor (compasión) en sus
entrañas por los enfermos, ciegos, por las víctimas de dominación demoniaca,
por los hambrientos, por los marginados del templo y la ciudad. La verdadera
compasión nos debe conmover y estremecer hasta lo más profundo de nuestro
ser. Esta compasión despierta una identificación con la situación y dolor del otro
(Cp. Filipenses 2:6-11). Despierta un compromiso de hacer algo (Cp. vs. 35) para
transformar esa situación de sufrimiento. Desde esta compasión, Jesús les llamó a
los doce y les invitó a experimentar esta compasión (Cp. Mateo 9:37-38 y 10:1-4).
Dios nos llama desde la compasión divina a experimentar el sufrimiento de la otra
persona.

3.3 La semana pasada, cuando recorriste las calles y mercados de nuestra
ciudad, y viste y sentiste el cansancio y abatimiento del pueblo, ¿cómo

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reaccionaste frente a esa realidad? ¿Sentiste lástima o compasión?

CÁNTICO DE INVITACIÓN AL DISCIPULADO

ENVÍO

Frente a la multitud “dispersa”, “desamparada” y “sin pastor”, Jesús respondió
con profunda compasión y compromiso: les dio esperanza del reinado de Dios,
por medio de acciones concretas de enseñanza, de testimonio y sanación. Jesús
vino para “darles vida, pero vida en abundancia”. Ésta es la visión de Dios. Su
propósito es “dar vida en plenitud” a toda su creación, especialmente a sus criaturas
desamparadas. Dios está ocupado en esta tarea. Para ello Dios ha invitado a
hombres y mujeres. Hoy también, Dios te invita a que participes en los propósitos
de Dios, saliendo hacia fuera, hacia la comunidad y no solamente dentro de
las cuatro paredes del templo. ¿Lo haremos? Durante la semana acércate a tu
vecindad, mira su situación y responde con acciones de misericordia. Quizás con
un vaso de agua, o visitándole para darle esperanza, compartiendo lo que Dios
hace en tu vida. Hagamos actos de buenas nuevas. Ésta es la visión de Dios para la
humanidad y toda su creación. Por lo tanto la visión de la iglesia debe ser lo mismo:
ser proclamadores e instrumento de “vida en abundancia”, vida en plenitud, vida
eterna. Éste es el camino de salvación-liberación.



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Llamados/as hacia la
misión del Dios
reino de



Llamados/as hacia la misión del reino de Dios

ORACIÓN PIDIENDO ILUMINACIÓN

LECTURA BÍBLICA: Mateo 9:35-38

REFLEXIÓN COMUNITARIA

Texto clave: Mateo 9:35: “Jesús recorría…ENSEÑANDO…,
ANUNCIANDO la buena noticia del reino y SANANDO toda clase de
enfermedades y dolencias”.

¿Qué es lo que aprendimos en las dos reflexiones bíblicas pasadas?

Así es. Hemos visto que Jesús, en su recorrido, no sólo vio seres humanos en
general. Su mirada fue tan analítica (discernimiento) que vio la condición
social, económica, familiar y religiosa en que se encontraban. Les vio “cansados
y abatidos”, perdidos y sin rumbo “como ovejas sin pastor”. Esa situación de su
pueblo no sólo le llevo a tener lástima, sino que se “conmovió profundamente y
se estremeció” en sus entrañas. “Sintió compasión”. Esta experiencia conmovedora
(toma de conciencia, conversión) le llevó a realizar acciones concretas de
transformación. La compasión no se quedó en el nivel del sentimentalismo ni en el
nivel de las acciones caritativas. La compasión se manifestó en acciones concretas
de transformación en la vida integral del ser humano. Es decir, Sus acciones se
enfocaron en la vida total: cuerpo, alma y espíritu. Veamos estas acciones en más
detalle.

1 De la compasión a la identificación y compromiso con el pueblo sufriente.
1.1 Leamos Mateo 25:44-45. ¿De qué manera se identificó Jesús con ese
pueblo cansado y abatido? ¿Qué entendemos por identificarse?
1.2 Nosotros, como iglesia, ¿podemos decir que estamos identificados con
nuestra comunidad? ¿En verdad sentimos el dolor de quienes experimentan
cansancio y abatimiento?

2 De la compasión divina a la misión integral.
Según nuestro texto clave (vs. 35), la compasión de Jesús se convirtió en
————— 22 —————

acciones concretas. ¿Cuáles son esas acciones? Hagamos una lista de esas
acciones concretas.
2.1 Estudiemos brevemente la “enseñanza”.
- ¿Qué significa “enseñar” desde la perspectiva del reino de Dios?
- ¿De qué manera nosotros estamos enseñando las enseñanzas del reino
de Dios?
2.2 Estudiemos brevemente ahora también el “anuncio de las buenas noticias
del reino”.
- ¿Qué entendemos por anunciar las buenas noticias del reino?
- ¿De qué maneras nosotros estamos anunciando las buenas noticias del
reino de Dios?
2.3 Vamos a reflexionar también respecto a la “sanación” desde la perspectiva
del reino de Dios.
- ¿Qué entendemos por “sanación”? ¿Hay alguna diferencia entre
“sanación” y curación?
- ¿Qué acciones de sanación de las dolencias del pueblo estamos
haciendo como iglesia?

La compasión que Jesús experimentó no se quedó en el lamento ni en la
sentimentalismo. Para responder a la situación de cansancio, abatimiento y
desorientación de su pueblo, Jesús estableció una estrategia de acción: la
enseñanza, el anuncio y la sanación. Esto se constituyó en la misión estratégica
de la manifestación concreta del reino de Dios. Básicamente esto mismo se
constituyó en la misión de la iglesia. Y esto no es desconocido para nosotros. De
alguna manera lo estamos haciendo. La diferencia está en que, quizás, nosotros
hemos espiritualizado estas acciones. Las hemos orientado sólo al alma o lo que
llamamos espiritual e individual. Estas acciones, desde la perspectiva del reino de
Dios, abarcan la totalidad del ser humano y la creación: lo personal y lo social,
lo espiritual y lo corporal, lo particular y lo general, lo nacional y lo mundial, la
coyuntura y el sistema. De esta manera la iglesia no sólo debe producir creyentes
sino una nueva humanidad: hombres y mujeres nuevos, como dice San Pablo;
cielos nuevos y tierra nueva como leemos en Apocalipsis. La realización de todas
estas acciones es lo que denominamos evangelización. Ésta es la misión de la
iglesia.

3 Llamados/as a ser una iglesia como señal del reino de Dios.
3.1 ¿Hay algo que debemos cambiar en nuestro entendimiento de la misión
de la iglesia?
3.2 ¿Qué cambios debemos hacer para que la estructura programática de
nuestra iglesia represente la totalidad del reino de Dios?

CÁNTICO DE INVITACIÓN AL DISCILUPADO
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ENVÍO

Hoy hemos sido desafiados/as a seguir con fidelidad el propósito de Dios: enseñar,
anunciar la buena noticia que Jesucristo vino para dar “vida…en abundancia”
(plenitud) ( Juan 10:10), y dar sanidad integral. Aquí en nuestra comunidad, como
individuos y como iglesia, hemos sido llamado/as para esa tarea: ser trabajadores
del reino de Dios. Eso es ser discípulos. La iglesia no tiene otra misión que la de
realizar la misión de Dios. Esa es nuestra razón de ser. Estamos aquí porque Dios
nos llamó para hacer visible su propósito, anunciar la vida, tanto en palabras como
en acción. Vayamos y seamos signos de esperanza. Amén.



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Llamados/as a
servir en equipo



Llamados/as a servir en equipo


BREVES TESTIMONIOS

LECTURA BÍBLICA: Mateo 9:35-38


Texto clave: Mateo 9:37-38: “Dijo entonces a sus discípulos:
–Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos.
Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a
recogerla”.

¿Cuál fue la idea central del estudio de la semana pasada?

Ciertamente fuimos recordados/as y desafiados/as a no quedarnos encerrados en
nuestros templos, sino a salir en misión, afuera, salir a otros pueblos y ciudades
anunciando y enseñando las buenas nuevas del Evangelio y practicando la sanidad
de todas las dolencias de nuestro pueblo. El propósito final de Dios es que toda
la humanidad tenga “vida…en abundancia” (Juan 10:10). “Vida en abundancia”
es entendida como la vida íntegra: vida espiritual, moral, social, económica; vida
personal, familiar y comunitaria. “Vida en abundancia” es entendida también como
vida en plenitud, vida en intensidad cualitativa y cuantitativa, vida eterna. (Ver La
Biblia: Edición española.)

1 Llamados/as a ser “trabajadores” del reino.
1.1 El versículo 37 dice: “…ciertamente la cosecha es mucha y los trabajadores
pocos”. ¿Qué entendemos por estas afirmaciones?
1.2 Leer Mateo 10:1 y Lucas 10:1. ¿Cómo enfrentó el “dueño de la cosecha”
la falta de trabajadores? ¿Qué enseñanza tenemos aquí?

————— 26 —————


Sin duda alguna la frase “la cosecha es mucha”, se refiere a la densidad de la
necesidad humana. El sufrimiento de su pueblo marginado y empobrecido es
grave y requiere una atención de urgencia. Indica también que ese pueblo, que
para los fariseos requería castigo, para Jesús significaba una preciosa “cosecha”,
una valoración de la humanidad. Asimismo la frase “y los trabajadores son
pocos” indica, ciertamente, que son pocas las personas que están ocupadas
respondiendo a esta urgencia. Jesús, en Su momento, hace un llamado, primero
a los doce y posteriormente a los setenta y dos. Esto indica que Su misión debe
tener continuidad y extensión. Él hace de Sus seguidores/as compañeros/as y co-
partícipes del desarrollo del reinado de Dios. Esto nos enseña que quienes siguen
a Jesús son trabajadores del reino. Ninguno es espectador/a. El reinado de Dios es
aquí y ahora, y no sólo en la eternidad o más allá de esta historia.

1.3 Observemos estos dibujos y dialoguemos: ¿Qué observamos? ¿Con cuál
estilo de trabajo se identificaría nuestra iglesia?

2 Todos somos trabajadores/as en el reinado de Dios.
2.1 Leamos Efesios 4:12. Según este pasaje, ¿quiénes son las personas
responsables de hacer el trabajo de la “edificación del cuerpo de Cristo”?
(“Cuerpo de Cristo” es otra manera de referirse al reinado de Dios.)
2.2 Leamos también 1 Pedro 2:9. Según este pasaje, ¿para qué Dios nos ha
hecho “una familia escogida… y pueblo adquirido por Dios”?
2.3 ¿De qué manera Dios capacita a Su pueblo para la tarea de “anunciar el
reino de Dios” o “edificar el cuerpo de Cristo”? Léanse Efesios 4:7 y 1
Corintios 12:7-11.

3 Llamados/as a trabajar en equipo. 27 —————
—————

3.1 Hasta el momento hemos hablado de la función de todas las personas
llamadas. ¿Cuál es la función de los/las pastores/as según nuestro
entendimiento y práctica hoy?
3.2 Volvamos a leer Efesios 4:11-12a. Según este pasaje ¿cuál sería la función
básica del/la pastor/a (ministro/a ordenado/a)?

Efectivamente, según los pasajes bíblicos que hemos estudiado, todas las personas
seguidoras son llamadas a ser servidoras, trabajadoras del reino de Dios. Dios nos
ha hecho un pueblo escogido, un pueblo de sacerdotes y sacerdotisas, un pueblo
santo mediante Cristo Jesús, para “que anunciemos las verdades de Aquel que nos
llamó de las tinieblas a su luz admirable”, el reinado de Dios, lo cual es un llamado
a la transformación a nueva vida. Asimismo, de ese pueblo santo y escogido, llamó
a los doce. En nuestro tiempo eso equivale a los ministros ordenados, pastores/as,
cuya función básica es equipar, capacitar, dar herramientas al pueblo de Dios a fin
de que juntos, en un trabajo de equipo participemos en la “edificación del cuerpo
de Cristo”, es decir el reinado de Dios. De esta manera, la iglesia es un brazo de
extensión y crecimiento del reinado de Dios. Lastimosamente, hoy las personas
que participan en los quehaceres de la iglesia son muy pocas; en la mayoría de
los casos sólo la familia del pastor/a. El resto de los miembros de la iglesia son
participantes pasivos, salvo su apoyo económico, pero muy poco o nada en cuanto
servicio y testimonio.

3.3 Aquí en nuestra iglesia, ¿participamos todos/as activamente en el
anuncio del reino de Dios? ¿Hay algo que debemos cambiar para ser
verdaderamente una iglesia del reino?


ENVÍO

Obviamente no podemos esperar que el pastor o la pastora haga todas las cosas,
mucho menos que realice todos los ministerios. Tampoco podemos esperar que
sólo unos cuantos sigan haciendo la tarea. Hemos aprendido que la tarea es
responsabilidad de todos. Hoy sabemos que la tarea de los líderes es enseñar, guiar,
capacitar y fortalecer a cada miembro a fin de que cada cual cumplamos con nuestro
trabajo, en función de los dones que el Espíritu Santo nos ha dado. El pastor o la
pastora está para guiarnos, capacitarnos en cada tarea, en cada ministerio. Somos
nosotros las personas llamadas a trabajar. Cada creyente debe saber que si no lleva
frutos, no está contribuyendo en la difusión del Evangelio.

Dramaticemos la forma de cómo crecer si todos participamos. Imaginemos que
comiences por visitar a una persona y hacerle conocer la verdad del Evangelio:
————— 28 —————

servir a Dios y al prójimo. Supongamos que en tres meses logres traer a esa persona
a la congregación. Ahora serían dos personas que en otros tres meses traerán una
persona cada una. Serían cuatro. Y supongamos que estas cuatro, en otros tres
meses, traigan una cada una. Serían ocho. Y si estos ocho, en otros tres meses
trajeran uno cada uno, serían dieciséis. ¡Dieciséis personas en un año! Imagínate si
todos traemos una persona en tres meses. ¿Te imaginas?



————— 29 —————

Llamados/as a
servir con estrategia



Llamados/as a servir con estrategia
Este estudio pudiera necesitar hacerse en dos partes (sesiones), especialmente la
orientación práctica de la visitación.


LECTURA ANTIFONAL: Salmo No. 111

CÁNTICO U ORACIÓN DE ILUMINACIÓN

LECTURA BÍBLICA: Lucas 10:1-12


Texto clave: Lucas 10:1: “Después de esto, el Señor escogió también a
otros setenta y dos, y los mandó de dos en dos delante de él, a todos los
pueblos y lugares ...”

Hasta el momento los estudios bíblicos nos han mostrado con claridad que
quienes seguimos a Jesús somos llamados/as por Dios para servir al pueblo que
anda “cansado y abatido”, enseñándoles, anunciándoles que el reino de Dios se
ha acercado y sanando toda clase de enfermedades. Para realizar esta gran tarea
Dios nos ha hecho ministros/as (sacerdotes y sacerdotisas) de Su gracia a todos/
as, pastores/as y laicos/as, sirviendo en compañerismo. Hasta aquí tenemos la
comisión, el contenido y el liderazgo. Veamos qué más tenemos de acuerdo al
pasaje bíblico que hemos leído.

1 En primer lugar, tenemos una estrategia para involucrarnos en la tarea. Dice
el pasaje: “El Señor escogió, también, a otros setenta y dos, y los mando ...”
(vs.1a).
1.1 ¿Quiénes habrían sido incorporados en este grupo de setenta y dos
personas? Por supuesto, no fueron los doce apóstoles.
1.2 ¿Qué significado tenía el número “setenta y dos”?

————— 32 —————


(Si alguien tiene una Biblia de Estudio, podría leer la nota de pie de página.) Los
datos históricos nos dicen que el número “setenta y dos”, o “setenta” en algunas
traducciones, simbolizaba, en primer lugar, a los ancianos elegidos para ayudar
a Moisés en la tarea de guiar a su pueblo en la conquista de la tierra prometida
(Cp. Números 11:16, 17, 24). También simbolizaba el número de países paganos
existentes en aquella época y qué imperioso era, en la perspectiva universal
del reino de Dios, anunciarles la buena noticia. Es decir, simboliza la misión
evangelizadora.

1.3 ¿Quiénes son hoy esas “setenta y dos” personas? ¿Cuál es su misión?

2 Veamos otro punto. Ahora tenemos una estrategia de acción. El pasaje dice: “El
Señor... los mandó de dos en dos...”.
2.1 Programáticamente, ¿qué es o cómo le llamaríamos a esta estrategia de
acción (salir de dos en dos)? Obviamente es el envío a la tarea de visitación.
2.2 ¿Por qué el Señor envió de “dos en dos”? ¿Cuáles serían las ventajas?

Ésta es una misión de los seguidores de Jesús. En la misión, Jesús les envía de
dos en dos para que su palabra no sea la de una persona aislada, sino que sea
expresión de una comunidad de fe, un pueblo unido en un solo proyecto del reino
de Dios. El testimonio debe tener, también, un valor jurídico (Cp. Deuteronomio
17:6). La proclamación de la verdad requiere de testigos. Así, pues, Jesús establece
la misión de Sus seguidores. Primero, la responsabilidad no sólo es de los doce
sino de todos/as. Segundo, la proclamación y testimonio del Evangelio no
deben ser impersonal y propagandísticos. Por lo tanto, hay que salir a visitar las
casas y establecer un testimonio de relación y comunión (ofrecer la paz, vs. 5).
Y por supuesto hay también ventajas prácticas: compañerismo, apoyo mutuo
y fortalecimiento en el cumplimiento de la misión. Finalmente, esta estrategia
programática no es una actividad esporádica y/o ocasional. Debe ser un estilo o
una manera permanente, en la vida de la iglesia, para contribuir en el crecimiento
del reino de Dios.

2.3 Ventajas y desafíos de hacer visitación de dos en dos.
- ¿Quiénes tienen experiencia en la visitación? Compartan su experiencia.
- Hagamos una lista de las formas positivas de apoyarse y los desafíos
que requiere trabajar en equipo.

Nota: La primera parte de este estudio termina aquí. Puede seguir, más abajo,
con el cierre del programa para retomar el estudio en la próxima sesión. De lo
contrario puede continuar.

————— 33 —————


Dentro del Proceso de Movilización Congregacional en que estamos participando
como iglesia, nos corresponde salir a visitar. Ustedes y yo (como pastor/a o líder)
somos comisionados a participar activamente en la misión. La visitación tiene
distintos objetivos. Nuestra primera experiencia (para algunos de nosotros) será
visitar a las personas miembros de esta congregación pero que actualmente,
por alguna razón, no están activas o están alejadas. Al igual que aquellos setenta
comisionados, nosotros también somos comisionados a hacer volver a aquellos
hermanos y hermanas. Ser comisionado/a es una bendición y un privilegio. La
meta de cada equipo, por ahora, es visitar a una persona o familia, o quizás
dos. A continuación tendremos una orientación práctica.

3 Orientación para visitación
3.1 Preparación para salir a visitar.
a. Dile a Dios, en oración, que Él te dé la valentía y la sabiduría necesarias
para visitar. Pídale que el poder de Su Espíritu te acompañe es este
servicio que quieres emprender. ¿Crees que lo hará?
b. Haz rogativas, en oración, por la persona o familia (mencione su
nombre) que te toca visitar. No te olvides, estamos en los negocios de
Dios y sólo Él puede hacerlo bien.
c. Prepara dos o tres meditaciones cortas para usar durante tus visitaciones.
En primer lugar comparte el pasaje bíblico que más te ha ayudado a ser
fiel a Dios. Comparte tu propia experiencia de la práctica de tu fe.
d. Otros pasajes bíblicos podrían ser Isaías 55:1-7 y cualquiera de los tres
eventos que aparecen en Lucas, capítulo 15.
e. Ponte de acuerdo con tu compañero/a de visitación respecto a todos los
detalles: día, hora y otros detalles.

3.2 Sugerencias prácticas.
a. Sigue las indicaciones y la guía del/la pastor/a o del Equipo de Visitación.
Ellos organizarán una reunión de capacitación. No faltes a esa reunión.
b. Asegúrate bien de obtener la dirección y el número de teléfono de la
persona a quien van a visitar.
c. Establece una comunicación por teléfono: Identifícate (tu nombre y
relación con la iglesia), salúdala y dile que quisieras visitarle. Establece
una fecha. Si tienes confianza con la persona o familia, entonces,
visítala sin mucho preámbulo.
d. Llega puntual a la cita, en la fecha y hora establecida. Salúdale a nombre
de la iglesia y dile que están en este esfuerzo especial de visitación que
la iglesia ha organizado.
e. Hazle sentir que su presencia hace falta. Comparte, brevemente,
la Palabra de Dios. No te quedes más del tiempo prudente. Al salir

————— 34 —————

establece la siguiente visita.
f. Invítale a tu casa a un tiempo de compañerismo. Recuerda, tu meta es
hacerle volver a la comunión. Necesitas orar y trabajar mucho.

ORACIÓN POR TODO LOS COMISIONADOS

CÁNTICO DE ESPERANZA


————— 35 —————

Llamados/as a
extender el Dios
reino de



Llamados/as a extender el reino de Dios


LECTURA BÍBLICA: Juan 15:1-8, 16


Texto clave: Juan 15:16: “Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los
he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y
que ese fruto permanezca”.

1 Hagamos un breve resumen de los estudios pasados.
1.1 Pedir a seis personas que hagan un resumen brevísimo de cada uno de los
seis estudios realizados hasta este momento, recordando que el No. 5 se
hizo en dos partes.

Durante las semanas pasadas, hemos sido desafiados/as a renovar nuestros
pensamientos, comportamientos y maneras de ser cristianos, como seguidores/as
de Jesucristo y edificadores/as del reino de Dios. Desde el clamor de sufrimiento
del pueblo, Dios nos llama a tener una profunda compasión que nos lleva a
identificarnos y comprometernos con acciones concretas de transformación:
anunciándoles que el reino de Dios se ha acercado, enseñándoles que debemos
dejar que el Espíritu de Dios transforme nuestras vidas, y siendo instrumentos
de sanidad personal y social, sanidad espiritual y humana. De la misma manera,
hemos sido recordados/as que todos (hombres y mujeres, niños y jóvenes,
pastores y laicos) somos llamados a ser trabajadores en el desarrollo de la misión
de Dios. Somos llamados/as a trabajar en equipo con nuestros/as pastores/as.
Nadie debe ser un observador o simplemente asistente. Todos somos sacerdotes y
sacerdotisas y tenemos la responsabilidad de la evangelización. Asimismo, somos
llamados/as a salir a otros pueblos y ciudades, anunciando el reino de Dios y no
quedarnos encerrados/as en las cuatro paredes de nuestro templo. También se
nos recordó que la iglesia no tiene otra función sino que seguir el propósito, el
sueño y visión de Dios. Hacer visible y concreto la visión de Dios es la misión de la
iglesia.

————— 38 —————

2 Volvamos ahora al texto clave del estudio. La Palabra de Dios dice que Dios
nos ha elegido para que “llevemos mucho fruto” (Cp. el vs. 8).
2.1 ¿Qué significa “frutos” según Mateo 10:6-8?
2.2 ¿Cuáles son los frutos según Isaías 65:20-23?
2.3 ¿Cuáles son los frutos que, como iglesia, estamos produciendo hoy?

3 Miremos nuevamente el texto clave (vs. 16). ¿Por qué debemos dar frutos?
3.1 ¿Por qué fuimos encargados/as (encomendados/as) a dar frutos? (Cp. vs.
16 y 1 Pedro 2:9.)
3.2 Los frutos manifiestan nuestra comunión con Dios (vs. 5).
3.3 Leamos Hechos 1:8. ¿Qué significa la enseñanza aquí respecto al
crecimiento? ¿Quiénes deben hacer este trabajo? ¿Quisieras decir hoy:
“Heme aquí. Envíame a mí.”?

Casi todas las parábolas en el Nuevo Testamento nos enseñan que el reino de Dios
tiene que crecer. Por eso, Jesucristo envió a sus seguidores/as, “de dos en dos”, por
todas las aldeas y pueblos, hasta alcanzar a todo el mundo conocido de aquel
entonces. Luego en Hechos 1:8 se nos pide a nosotros, por el poder del Espíritu
de Dios, a seguir extendiendo el reino de Dios. Eso nos enseña que la iglesia debe
reproducirse cada día, cada semana, cada mes en todos los tiempos. Si hoy no hay
crecimiento es porque los/as seguidores/as de Jesús no estamos cumpliendo con
nuestra responsabilidad de ser anunciadores del reino. Ésta no es sólo tarea de
los pastores/as. Ellos/as nos deben animar, capacitar y orientar precisamente para
que todos practiquemos el sacerdocio que Dios nos ha encomendado. La iglesia
tiene que ser misional, tiene que salir para alcanzar a quienes están afuera, y no
quedarse algo así como un club cristiano encerrado donde sólo los miembros son
bien atendidos. La iglesia del reino no es iglesia de membresía, sino una iglesia o
asamblea de discípulos/as, hacedores y edificadores de comunidades, iglesias que
sean señales visibles del reinado de Dios.

4 Gracias por los frutos de nuestros antepasados, la iglesia sigue caminando.
¿Recuerdas algunos ejemplos?
4.1 ¿Recuerdas cómo se inició esta congregación? ¿Quién ha traído a quien?
4.2 Juan Wesley ganó muchas personas para crear un movimiento de fe.
4.3 Eduardo Kimball ganó a Moody, un instrumento evangelizador.
4.4 ¿Qué frutos has cosechado durante los últimos tres meses?

CÁNTICOS DE INVITACIÓN AL DISCIPULADO

ENVÍO

Tú y yo somos responsables por hacer visible y concreto el propósito de Dios.
————— 39 —————

Nuestra comunidad está con “hambre y sed” de la palabra de Dios, palabra de vida,
palabra de esperanza, palabra de liberación. Tú y yo somos la presencia extendida
de Dios.

Para eso Dios nos ha llamado, nos ha escogido. Es nuestra responsabilidad ser
fiel a nuestro llamado. No tenemos otra alternativa, sino obedecer. Recordemos la
exhortación de Santiago: “Pero no basta con oír el mensaje; hay que ponerlo en
práctica, pues de lo contrario se estarían engañando ustedes mismos” (Santiago
1:22). El llamado viene también con promesas: “Por lo tanto, mis queridos
hermanos, sigan firmes y constantes, trabajando siempre más y más en la obra del
Señor; porque ustedes saben que no es en vano el trabajo que hacen en unión al
Señor” (I Corintios 15:58). Pues si sentimos compasión por nuestro pueblo y amor
a nuestro Dios, el deseo de proclamar y servir será algo que no podemos contener
( Jeremías 20:9). Pues, dejemos de ser creyentes de banca y de brazos cruzados y
comencemos a ser discípulos y discípulas.



————— 40 —————

Llamados/as a
dar con generosidad



Llamados/as a dar con generosidad

SALMO No. 113 (antifonalmente)

CÁNTICO DE ILUMINACIÓN

LECTURA BÍBLICA: Marcos 12:41-44

CÁNTICO


Texto clave: Marcos 12:42-44: “En esto llegó una viuda pobre, y echó en
uno de los cofres dos moneditas de cobre, de muy poco valor. Entonces
Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo: — Les aseguro que esta viuda pobre
ha dado más que todos los otros…, pero ella, en su pobreza, ha dado todo
lo que tenía para vivir”.

El crecimiento en la fidelidad y obediencia a Dios no sólo se revela en la práctica
del anuncio de la buena noticia, la enseñanza y los servicios de sanidad. También
se revela en la capacidad de dar ofrendas con generosidad.

1 Veamos. Aquí en nuestra iglesia, ¿cómo podemos medir los frutos de nuestra
generosidad?
1.1 ¿Cómo calificaría a esta congregación?
100% de autosostenimiento financiero
1.2 Si la congregación no es 100% de autosostenimiento financiero, ¿cuáles
pueden ser las razones? Hagamos una lista de las razones.
1.3 ¿Qué debemos hacer para mejorar la generosidad de la congregación?

————— 42 —————


Claro, el nivel de autosostenimiento depende de varios factores: el tamaño
de la congregación, el nivel económico de sus congregantes, la edad de sus
componentes (miembros) y otros factores. Sin embargo, si la mezquindad o
la actitud de dependencia forman parte del estilo de ser iglesia, entonces esto
indica que no somos generosos y quizás no sabemos el privilegio de la buena
mayordomía con los bienes de Dios. Ofrendar con generosidad es una medida de
la madurez de nuestra fe y fidelidad a Dios.

2 Veamos qué nos dicen algunos pasajes en el Nuevo Testamento.
2.1 Leamos Mateo 10:8 y Marcos 12:44.
- Según estos pasajes, ¿cuál sería el criterio de la actitud de dar u ofrendar
con generosidad?
- ¿Cuál habría sido la motivación de la viuda pobre para ofrendar todo
lo que tenía para vivir?
2.2 Leamos 2 Corintios 8:1-5, 12.
- ¿Cuál era la situación económica de los miembros de la iglesia de
Corinto?
- Sin embargo sus ofrendas “fueron tan generosas como si fueran ricos”.
¿Cuál fue la motivación de esta generosidad?
2.3 Leamos también 2 Corintios 9:6-9,13 y Romanos 12:1-2.
- De acuerdo a estos pasajes, ¿cuál debe ser la base de una ofrenda
generosa?
- ¿Por qué Jesús consideró que la ofrenda de la viuda pobre fue mucho
más que la ofrenda de los ricos? Según Pablo, ¿qué produce la ofrenda
generosa? (1 Cor. 9:13)

3 Veamos qué nos dice el Antiguo Testamento.
3.1 Leamos Deuteronomio 16:16-17. ¿Cuál era la medida o criterio para
venir con “las manos llenas” al altar?
3.2 Leamos también Malaquías 3:6-12. ¿En qué consistía el pacto de los
diezmos?

————— 43 —————


¿Por qué y cuánto debo ofrendar? La razón no es ninguna regla u obligación
divina ni humana. Según los pasajes estudiados, el pueblo cristiano da su
ofrenda espontáneamente en respuesta a la gracia abundante de Dios que
disfrutamos. La ofrenda es una expresión de fidelidad, gratitud y alabanza a
Dios. Es una ley del corazón agradecido. La cantidad de la ofrenda se mide
por las bendiciones que recibimos sin merecerlas. Sólo así la ofrenda deja
de ser mezquina y resulta generosa. Ni siquiera el diezmo es la medida de la
generosidad. Recordemos que la ley del diezmo se dio como obligación por causa
de la mezquindad, rebeldía y desobediencia del pueblo y no necesariamente
como una medida de gratitud por las bondades de Dios. El profeta Malaquías
revela que la tacañería del pueblo con Dios se manifestó con el regateo de los
diezmos. En tiempo de escasez y miseria pensaron que lo mejor era defraudar
para retener algo. Pero quién tacañamente siembra tacañamente recoge. O, ¿es
que ha olvidado el pueblo que es Dios quien derrama bendiciones sin cuenta?
Así exhorta el profeta. La ofrenda del corazón agradecido sobrepasa al diezmo.

Jesucristo dijo: “De gracias recibisteis y dad de gracia” (RVR, 1995). Por eso la viuda
pobre DIO TODO LO QUE TENÍA PARA VIVIR, y los cristianos de Corinto, SIENDO
POBRES, DIERON COMO SI FUERAN RICOS. Seamos, pues, un pueblo obediente,
fiel y agradecido a Dios. Entonces ofrendaremos con generosidad.

3.3 Veamos algo más. ¿Cuáles deben ser las actitudes de quien ofrenda?
- Según 2 Corintios 9:7, ¿cuáles deben ser las actitudes de quien ofrenda?
- Según los versos 8,12 y 13 de 2 Corintios 9, ¿cuáles son los resultados
de una ofrenda con generosidad?

Dios bendice a su pueblo en términos materiales y espirituales, con gran
generosidad. Ofrendó a su propio Hijo, nuestro Señor Jesucristo, por puro amor
(Juan 3:16). En efecto, un corazón agradecido a Dios viene ante Él con las manos
llenas, no por fuerza, no con tristeza, no por recompensa, no porque le sobra;
mucho menos en mezquindad o por obligación. Trae sus ofrendas por pura
voluntad, porque se propuso, con agradecimiento, con alegría y celebración. Por
otra parte, dice el testimonio sagrado que con “vuestras ofrendas se suplieron la
necesidades de los otros y esto produjo muchas acciones de gracias, de adoración
y honra a Dios”. (2 Corintios 9:12, Edición Española) Se ve el poder testimonial
(evangelizadora) de nuestras ofrendas. Esto nos debe impulsar a ser buenos
mayordomos con las bendiciones de Dios.


ORACIÓN COMUNITARIA (Al unísono)

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Padre amoroso, Creador y Sustentador de todo cuanto existe, Te damos toda honra
y Te adoramos de corazón. Perdónanos, Padre, por nuestra falta de generosidad.
Todos los días disfrutamos de Tus bendiciones materiales y espirituales; sin embargo
somos mezquinos en compartir con Tu causa, y hasta nos hemos dejado dominar
por la avaricia. Nos dolemos muchísimo y Te suplicamos nos perdones. Ahora
pues, Oh Dios, vendremos a Ti con nuestras vidas y manos llenas de ofrenda. A Ti
venimos con alegría y con amor. De este modo, Padre santo, participaremos más
activamente en Tu causa liberadora. Concédenos el poder para hacerlo. Amén.

CÁNTICO DE CELEBRACIÓN


————— 45 —————

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