Todos tomamos algunas decisiones bastante tontas en nuestra vida. Algunos han dejado atrás una gran oferta de trabajo para trabajar por una startup que ha terminado yendo a ninguna parte. Otros se han enfadado directamente con un jefe que acaba de pasar a ser consejero delegado.
Luego están todos los errores en los que interviene el dinero. Invertir en una empresa justo antes de que se declare en quiebra. Doblar las acciones tecnológicas antes de que la burbuja de las punto-com estallase…
Pero también tomamos buenas decisiones puesto que muchas cosas nos salieron bien. Por supuesto, siempre hay una cierta cantidad de aleatoriedad en la vida. Pero más que nada, en el éxito y la felicidad se trata de tomar decisiones inteligentes.
1. El éxito nunca es un accidente. Es una
elección.
Iván Bedia - Presidente del consejo
de Asesores de BusinessInFact
2. Todos tomamos algunas decisiones bastante tontas en nuestra vida. Algunos han dejado
atrás una gran oferta de trabajo para trabajar por una startup que ha terminado yendo a
ninguna parte. Otros se han enfadado directamente con un jefe que acaba de pasar a ser
consejero delegado.
Luego están todos los errores en los que interviene el dinero. Invertir en una empresa
justo antes de que se declare en quiebra. Doblar las acciones tecnológicas antes de que
la burbuja de las punto-com estallase…
Pero también tomamos buenas decisiones puesto que muchas cosas nos salieron bien.
Por supuesto, siempre hay una cierta cantidad de aleatoriedad en la vida. Pero más que
nada, en el éxito y la felicidad se trata de tomar decisiones inteligentes.
Mientras que cada ejecutivo o líder de negocio puede recitar de un tirón una cadena de
acontecimientos improbables que de alguna manera le han llevado a su éxito, si no se
conectan los puntos al azar, nada de esto habría contado para el éxito. En otras
palabras, todos tenemos que tomar un gran número de buenas decisiones para que el
azar trabaje para nosotros en el largo plazo.
El éxito nunca es un accidente. Es una elección.
3. Cada hito significante en una carrera y cada oportunidad de negocio que se ponen en
tu camino están basadas en la reputación y las relaciones profesionales que
laboriosamente has construido a lo largo de los años. Se trataba de crear y aprovechar
las oportunidades, por no hablar de una ridícula cantidad de trabajo duro. No hay nada
casual al respecto.
A la sociedad le gusta usar todo tipo de etiquetas para describir la suerte de las
personas de éxito. Algunas de ellas son positivas, como la fabricación de su propia
suerte y ser recompensado, mientras que otras se hacen para burla, como estar en el
lugar correcto en el momento adecuado o crecer con privilegios. Pero la verdad es que,
con raras excepciones, siempre se reduce a tomar buenas decisiones.
¿Qué significa eso para ti? Lamentablemente, creo que significa hacer cosas que ahora
muchos de vosotros no estáis haciendo.
Significa gastar tu tiempo en cosas que importan – centrándote en los objetivos
generales y el largo plazo en lugar de ceder a la gratificación instantánea. Significa
hacer frente a tus responsabilidades y hacerte tu mismo responsable. Significa hacer lo
correcto en lugar de seguir el camino de menor resistencia. Y significa vivir dentro de
tus medios.
El éxito nunca es un accidente. Es una elección.
4. Significa estar dispuesto a salir de tu zona de confort y afrontar a tus miedos más
oscuros. Significa tomar grandes riesgos mientras que sería mucho más fácil caer en
una red de seguridad. Sobre todo, significa no ceder a la situación actual o el
pensamiento del grupo y tener el valor de labrarte su propio camino.
La verdad es que se necesita valor para hacer todas esas cosas. La disciplina,
perseverancia y mucho trabajo duro, también. Eso es lo que molesta acerca de la
fraseología eufemística y cínica de la buena fortuna. Por supuesto, hay suerte
implicada. Pero si no tomas también decisiones inteligentes, ninguna buena suerte
saldrá de ello.
Todos los días se toman decisiones que afectan al resultado de tu vida. Tu eliges lo
que dices y no lo que no dices. Lo que se hace y no se hace. Cómo te comportas y te
portas mal. ¿Se te ha ocurrido pensar que cada día de tu vida vas a tomar decisiones
que, de manera espectacular e irrevocablemente, alteran cómo te van a salir las cosas?
El éxito nunca es un accidente. Es una elección.
5. La pregunta que debes hacerte es la siguiente: ¿Son las elecciones que estoy haciendo
hoy - en este momento – las que cambien el resultado para bien o para mal? No tomes
esa pregunta a la ligera. Mírate en el espejo cuando te preguntes. Y cuando respondas,
sé completamente honesto contigo mismo.
La verdad es que las decisiones correctas nunca son las más fáciles. Siempre son las
más duras. Pero la parte más difícil es hacer esas primeras decisiones correctas.
Después de un tiempo, ese tipo de toma de decisiones se convierte en parte de ti. Y ahí
es cuando sabes que estás en el camino correcto. Cuando se hace más fácil tomar
decisiones difíciles.
El éxito nunca es un accidente. Es una elección.
Espero que este artículo os sirva de inspiración.
Un saludo, Iván Bedia
Fuente: Entrepreneur
El éxito nunca es un accidente. Es una elección.
6. La pregunta que debes hacerte es la siguiente: ¿Son las elecciones que estoy haciendo
hoy - en este momento – las que cambien el resultado para bien o para mal? No tomes
esa pregunta a la ligera. Mírate en el espejo cuando te preguntes. Y cuando respondas,
sé completamente honesto contigo mismo.
La verdad es que las decisiones correctas nunca son las más fáciles. Siempre son las
más duras. Pero la parte más difícil es hacer esas primeras decisiones correctas.
Después de un tiempo, ese tipo de toma de decisiones se convierte en parte de ti. Y ahí
es cuando sabes que estás en el camino correcto. Cuando se hace más fácil tomar
decisiones difíciles.
El éxito nunca es un accidente. Es una elección.
Espero que este artículo os sirva de inspiración.
Un saludo, Iván Bedia
Fuente: Entrepreneur
El éxito nunca es un accidente. Es una elección.