1. Diez reglas básicas para tener una
mascota sin peligros
Marzo de 2013.
Jesús Nieto.
2. Nro. 1
Estar informados sobre el animal que se va
adquirir, sus necesidades, sus características y su
comportamiento.
3. Nro. 2
Elegir un animal adecuado según las
circunstancias personales de los individuos
que van a convivir con el animal (edad,
disponibilidad de espacio y de tiempo,
economía, alergias, estatus inmunitario,
carácter, etc.).
4. Nro 3
Elegir animales sanos, con un origen de confianza. Si
son especies que lo requieran, como las exóticas, que
tengan su CITES (número de permiso de
exportación/importación concedido para la
comercialización de animales protegidos por el
Convenio Internacional de Especies Amenazadas de
Fauna y Flora Silvestres).
5. Nro. 4
Tener en cuenta que es una inversión a largo
plazo y una gran responsabilidad, que va a
requerir del propietario tiempo, atenciones y
dinero.
6. Nro. 5
Control sanitario del animal. Visitas periódicas al
veterinario: vacunaciones y desparasitaciones
(interna y externa) en regla, exploraciones
periódicas...
7. Nro. 6
Medidas higiénico-sanitarias en el hogar:
limpieza periódica del animal (baño, corte de
uñas, limpieza de oídos, dientes, etc.) y sus
utensilios (comederos, juguetes, camas, terrario,
etc.).
8. Nro. 7
Realización en casa de exploraciones periódicas del animal y en
cuanto se observe algún síntoma extraño (aparición de heridas,
bultos, toses, mocos, heces diarreicas, envolado en aves –cuando
parecen estar hinchadas–, postración, cambio de color en reptiles
y anfibios, pérdida de pelo, falta de apetito, aumento o pérdida de
peso rápido, etc.) acudir al veterinario.
9. Nro. 8
Proporcionar al animal todas sus necesidades
tanto de alimentación, temperatura, agua,
estimulación psicológica y motriz, cariño, etc.
conforme a las características de la especie.
10. Nro. 9
Siempre que sea posible, identificar al animal
mediante microchip para poder localizarlo si se
pierde o es robado.
11. Nro. 10
Tener en cuenta que una mascota es un miembro
más de la familia y por lo tanto se le debe
proporcionar todo aquello que sea necesario para
su bienestar teniendo siempre en cuenta que es
una animal, no un ser humano.