Cuento Infantil

2. ¡Pues señor!, resulta que un buen día, se escapó un poco de magia del bosque de los duendes y el viento del norte la llevó por los aires hasta la ciudad, cambiando por el camino el color blanco de las nubes volviéndolas rosas violetas, amarillas... ¡Hoy tendremos tormenta!... Dijo el señor Basilio mientras abría la puerta de su tienda: una papelería. La papelería de Don Basilio era pequeña, poco mas que un kiosko. Sus bien ordenados estantes y baldas estaban llenos de cuadernos, libretas, cartulinas, papel de regalo, papel charol, papel pinocho, papel de seda... ¡Aquí podrá encontrar usted todo tipo de papel!... Decía muy orgulloso Don Basilio a sus clientes...¡por raro que sea su nombre! ...¡Bueno!..., ¡Todo el papel que usted quiera...menos!... ¡el papel que sirve para limpiar!...¡claro!..¡no! ¡De ese no tengo nada de nada!... A Don Basilio se le cayeron las llaves al suelo, y la curiosa magia el bosque, con el último soplido del viento del norte, se coló por la puerta de la tienda. ¡Huy, que corriente!... ¡Que se desordenan mis papeles...! ¡Uf...menos mal! El señor Basilio cerró la puerta y pensó mas tranquilo, que nada malo había pasado. No se daba cuenta, de que a su espalda, una cartulina blanca y grande, mecida por aquél viento mágico... ¡estaba despertando a la vida!.