El documento pide al Señor que calme sus pasos y ritmo apresurado para poder apreciar los pequeños momentos de la vida y escuchar su voz en medio del ajetreo diario, enseñándole a tomar descansos para contemplar la naturaleza, charlar con otros o leer poemas. Agradece al Señor por el día, su familia y su presencia constante.