1. INDUSTRIA TEXTIL
Industria textil es el nombre que se da al sector de la agricultura dedicado a la producción de trapos, tela,
hilo, fibra y productos relacionados. Aunque desde el punto de vista técnico es un sector diferente, en las
estadísticas económicas se suele incluir la industria del calzado como parte de la industria textil.
Los textiles son productos de consumo masivo que se venden en grandes cantidades. La industria textil
genera gran cantidad de empleos directos e indirectos, tiene un peso importante en la economía mundial. Es
uno de los sectores industriales que más controversias genera, especialmente en la definición de tratados
comerciales internacionales. Debido principalmente a su efecto sobre las tasas de empleo.
Los primeros síntomas de la Revolución Industrial y el nacimiento del régimen fabril (relativo a la fábrica),
tiene sus orígenes en la máquina textil.
El punto de partida tuvo lugar en Inglaterra, país que poseía ricos depósitos de carbón y de hierro y que
podía obtener enormes cantidades de materias primas procedentes de sus muchas colonias dispersadas en el
mundo.
Esta nación, en el siglo XVIII se había convertido en la potencia mercantil e industrial más importante del
mundo. Sus posesiones se extendían por todo el globo por lo que las flotas inglesas recorrían todos los mares
y sus comerciantes traficaban en todas las latitudes.
Dicha situación aumentó la demanda de muchos artículos, entre los que se contaban los tejidos de algodón y
que por provenir en su mayor parte de la India, se les llamaba indianas. Debido a que la industria inglesa,
basada en el simple trabajo manual de sus obreros, no alcanzaba a satisfacer las necesidades crecientes del
mundo, y porque no podía competir con el bajo costo de la obra de los hindúes, los industriales de la región de
Lancashire -vecina al pueblo de Liverpool- ofrecieron importantes premios a quienes lograsen crear nuevos
procedimientos que fuesen más eficientes que la antigua rueca y el primitivo telar. A partir de estas ofertas
surgieron las primeras máquinas para hilar, para tejer y para desmontar el algodón.
La primera máquina para hilar algodón fue lograda por James Hargreaves, carpintero-tejedor de Blackburn.
Durante los años 1764-1767, inventó un torno o maquinaria simple, movida a mano y por medio de la cual
una mujer podía hilar, al principio seis o siete, pero después hasta ocho hilos a la vez. El torno es quizás la
más importante de las máquinas-herramientas. La transformación final del torno en un instrumento metálico
de alta precisión tuvo lugar en el siglo XVIII, gracias a Maudslay en Inglaterra, que permitió elaborar tornillos
normalizados. Por otro lado, el pedal del torno dio a Watt el modelo para transformar el movimiento alternativo
en rotativo en una máquina de vapor.
En la misma época, Richard Arkwright, barbero y confeccionador de pelucas de la ciudad de Preston,
construyó en 1768 el "bastidor". Era una máquina hiladora movida por una rueda que era impulsada por
una corriente de agua y que producía un hilo más resistente que la de Hargreaves. La tercera máquina para
hilar algodón fue la de Samuel Crompton, un tejedor de Bolton.
El inventor de la primera máquina para tejer algodón fue el clérigo y poeta inglés Edmund Cartwright,
quien en 1784, diseñó un telar provisto de una lanzadera automática, movido por una energía proporcionada
por caballos, ruedas hidráulicas o bien máquinas a vapor.
Con la aparición y perfeccionamiento del hilado y el tejido del algodón aumentó la demanda de ese textil. De
ahí que la creación del norteamericano Eli Whitney se estandarizó rápidamente. Whitney logró inventar la
primera máquina desmotadora de algodón, es decir, una máquina que quitaba las semillas y las pelusas que
naturalmente se encuentra en él.
Todos estos inventos provocaron trastornos. El telar hidráulico, la hiladora mecánica y el telar mecánico se
transformaron en máquinas de gran peso y de grandes dimensiones, que no cabían en casas. De esta forma,
nació la necesidad de emplazarlas en amplios edificios y, a la vez, contratar obreros que las hicieran funcionar
bajo la vigilancia del dueño o de un administrador. Comenzó, entonces, a desarrollarse el régimen fabril
2. HISTORIA DE LA MODA
La moda (del francés, mode y éste del latín, modus, modo o medida) indica en su significado más amplio una
elección o, mejor dicho, un mecanismo regulador de elecciones, realizadas en función de criterios subjetivos
asociados al gusto colectivo.
La moda son aquellas tendencias repetitivas, ya sea de ropa, accesorios, estilos de vida y maneras de
comportarse, que marcan o modifican la conducta de las personas. La moda en términos de ropa, se define
como aquellas tendencias y géneros en masa que la gente adopta o deja de usar. La moda se refiere a las
costumbres que marcan alguna época o lugar específicos, en especial aquellas relacionadas con el vestir o
adornar.
Los creadores de imagen
La moda como tal surgió en el siglo XIV, y ha ido evolucionando hasta nuestros días. Durante cientos de años
fueron los monarcas y los nobles los que marcaron las pautas de la moda.
En el siglo XVII, Luis XIII, rey de Francia, decidió ocultar su calvicie con una peluca. Al poco tiempo, los
nobles europeos comenzaron a afeitarse la cabeza y seguir su ejemplo, imponiendo un estilo que duró más de
una década. En el siglo XIX, las revistas femeninas comenzaron a promocionar las nuevas tendencias e
incluso a ofrecer patrones económicos para que las mujeres pudieran confeccionarse su propia ropa. Con la
llegada del siglo XX y la popularidad del cine y la televisión, las estrellas de la pantalla se convirtieron en
ídolos internacionales y empezaron a imponer la moda. Lo mismo sucedió con los músicos famosos, los
cuales pusieron en boga estilos radicales que la juventud no tardó en imitar. Hoy en día, la situación apenas
ha cambiado. Los anunciantes se valen eficazmente de desfiles de modelos, atractivas revistas de papel
satinado, carteleras, escaparates y anuncios televisivos para crear una demanda de prendas nuevas.
La moda, es una tendencia en la cual el individuo ya sea del sexo femenino o masculino, adopta un vestuario
apropiado a la época, implicando una forma determinada de vestir, del uso de accesorios o de la forma y/o
color del cabello. La moda hace alusión a la belleza estética, siempre y cuando guarde relación con la época
que se esté viviendo o con un contexto determinado. Se suele utilizar el término moda como sinónimo de
tendencia, haciendo referencia a lo que más se está usando en un tiempo determinado. Cada individuo busca
verse bien y para ello sigue las normas impuestas por la moda que indican lo que se debe usar de acuerdo a
la edad, sexo, altura y porte de la persona.
SIGLO XVI
El Renacimiento italiano (capa corta y sin capucha), el birrete, el sombrero con plumas y los zapatos de punta
roma y ancha. Las mujeres también llevaban sus bullones y acuchillados pero en las mangas, y su gorguera
rizada, además de las faldas y sobrefaldas, jubones y corpiños, capas o mantos rozagantes y su cofia para la
cabeza. A partir de la segunda mitad del siglo, la creciente importancia de la monarquía española, impone en
Europa el estilo de la corte del emperador Carlos I de España, un estilo de gran sobriedad, caracterizado por
el uso de colores oscuros y prendas ceñidas, sin arrugas ni pliegues y aspecto rígido, sobre todo en las
mujeres en las que se impone el uso del verdugado. En el borde superior de la camisa se usa un cordón que
dará lugar a la gorguera o lechuguilla.
SIGLO XVII
En esta época domina la moda francesa tanto en hombres como en mujeres. Se utilizaban los calzones cortos
con medias de seda, chupa y casaca que, a mediados del siglo, se vuelve más reducida y con pliegues
laterales hacia atrás y mangas estrechas. Con la caída de la dinastía francesa vuelve el traje simple y se
llevan calzones ajustados hasta media pierna, chaleco, corbata y casaca, faldones con cuello alto y vuelo,
pelucas empolvadas y rematadas por un lazo, incluso sombreros de tres o dos picos. Después de la
revolución, se deja el cabello largo y liso, sombreros de copa alta cónica o en tubo, con alas cortas y más
tarde zapatos con tacón de color al que se añaden lazos o hebillas y botas altas con vueltas. La mujer viste
con painers o verdugados anchos y aplastados en los dos frentes, corpiño acorsetado y escote con gasas o
encajes. Polonesas, batas con cuello de encaje y manga larga. En el traje francés, corpiño puntiagudo,
mangas abolladas, faldas rectas y abiertas, que luego son drapeadas con polizón y larga cola. Cuello doblado,
mangas tirantes hasta el codo con chorreras. Junto con la revolución desaparece el vuelo de la falda y se
imita a las vestiduras clásicas: talle alto, chaquetilla corta con manga larga, falda con pliegues, grandes
escotes, chales y guantes largos. En cuanto al peinado, hacia atrás con rizados que luego se hacen más altos
3. y voluminosos con tirabuzones, lazadas y plumas. Bonetes y sombreros de alas anchas. Zapatos con tacón
alto y punta estrecha, y luego de algún tiempo se pasaron a los bajos.1
SIGLO XVIII
Vestimenta del siglo XVIII en un cuadro de Goya. En el siglo XVIII se destacan como prendas masculinas las
casacas francesas y las chupas (casacas de inferior clase y algo estrechas), las chaquetillas, los calzones
ajustados hasta la rodilla, las corbatas en vez de las golillas, las pelucas y los grandes sombreros. Mientras
tanto, en las vestiduras femeninas continúa el mismo estilo que en el siglo anterior y se adopta el uso de las
mantillas para la cabeza. Se llevaban también vestidos largos, grandes sombreros y sobre todo, la mujer se
caracteriza en las altas sociedad por llevar sobre su cuerpo un corsé, el cual era una forma de demostrar su
altura, entre otras cosas de esa época se usaban anillos, y algunas veces guantes largos, collares y demás.
SIGLO XIX
Durante este siglo fueron propios el frac, la levita y el pantalón para los caballeros, y la mantilla de seda y las
peinetas para las señoras españolas. Además fue el apogeo de los grandes faldones que llegaron a utilizar
hasta 14 metros de tela durante 1860, causando que las mujeres no pudieran caminar del brazo con un
hombre.
Siglo XX
AÑOS 1900
La moda comienza en el año 1900 con la llamada silueta S, debido al corsé que empujaba los pechos hacia
arriba, estrechando la cintura y sus faldas ajustadas a la cadera ensanchándolas en forma de campana al
llegar al suelo. En el mundo laboral se empieza a incorporar los trajes sastre y el corte con influencia
masculina para las mujeres. Los vestidos eran largos, cubrían los zapatos, las plumas y los encajes hacían
furor, destacando los grandes sombreros con infinidad de adornos y ornamentos. La moda prácticamente solo
fue seguida por las clases altas alemanas. En 1908, la silueta fue mucho más recta, sin marcar tanto la cintura
y se produjo una oleada de orientalismo debido a los diseños de Paul Poiret y los ballets rusos.
DÉCADA DE 1910
En esta década se distinguen dos periodos:
El primero hasta comienzos de la Primera Guerra Mundial se caracteriza por ser el apéndice de la
moda recargada propia de la Belle Époque, así como por la aparición de una silueta que tiende hacia
la verticalidad en la mujer (se ponen de moda los corsés rectos y largos y las faldas con poco vuelo y
acompañadas de una sobrefalda) y al orientalismo.
El segundo abarca todo el conflicto antes citado y se caracteriza por la aparición de modas mucho más
cómodas para la mujer (faldas con vuelo que se acortan hasta casi media pantorrilla y cuerpos mucho
más amplios), debido al hecho de que éstas tenían que suplir la falta de mano de obra masculina en
los puestos que estos antes ocupaban. Como causa de esta comodidad en el vestir, tenemos la moda
andrógina propia de los años veinte.
En esta época la moda fue muy importante e influyente ya que marco la división de clases, ya que solo las
clases sociales muy altas, eran las únicas capaces de poder importar sus vestidos o las telas de Francia.
DÉCADA DE 1920
En 1920, la ropa comenzaba a ser mucho más práctica. Nuevamente vuelve a cambiar la silueta,
descendiendo la cintura a su posición anatómica, marcando el talle y ensanchando los hombros. Se
popularizaba el traje de chaqueta para calle y para las fiestas se elegían los vestidos con grandes escotes en
la espalda así como abrigos largos con pieles. En esta década se destacan las faldas cortas. Desaparecen los
sombreros y se vuelven a dejar crecer el pelo.
En esta década las mujeres cambiaron su aspecto blanco por la apariencia natural del polvo facial rosado,
creado por la cosmetóloga polaca Helena Rubinstein. Los años 20 fue una de las más revolucionarias del
siglo xx. Las mujeres se destaparon y comenzaron a beber y a fumar en público como una provocación al
rígido estatus que reinaba a principios del año 1990. Las mujeres lucían fatales de boca roja, cabello corto y
ojos pintados con sombras oscuras, y bailando jazz hasta el amanecer. Esta fue, probablemente, la década
más atrevida y transgresora. Fue una época de cambio radical que afectó todos los aspectos culturales y que
repercutió con fuerza en la moda.
DÉCADA DE 1930
1930 fue una década de guerra y eso perjudicó a la moda. El 'look' se militarizó y los tejidos se volvieron
pobres. Debido a esto las chicas se vestían con uniforme de ciudad, es decir, trajes de chaqueta. El largo se
elevaba por debajo de las rodillas popularizando los pantys, aunque fueron escasos. Usaban los zapatos
topolino, de corcho y los gorritos diminutos que eran muy sencillos o simplemente pañuelos a la cabeza.
4. DÉCADA DE 1940
En 1943 volvió el esplendor, triunfó el nuevo 'look' de Cristian Dior. Otra vez se vuelve a forzar la silueta con
una cintura estrecha y tomaron volúmenes sus hombros y pechos. Se aumentó el vuelo de sus faldas pero se
mantenían por debajo de sus rodillas. Comenzó el culto por la belleza porque las mujeres estaban hartas del
estilo sobrio y cómodo; las curvas eran el nuevo símbolo de la belleza femenina. Los zapatos se estilizaron
haciéndolos más puntiagudos, usaban abrigos de paño, bolsitos al codo y los más elegantes sombreros.
DÉCADA DE 1950
Esta década se destaca por la revolución. Se utilizaba ropa cómoda dando lugar a la ropa juvenil, dejando
atrás el lujo burgués. Se había puesto de moda la ropa extravagante. Los estampados eran de mariposas y de
flores. Las siluetas volvieron a ser más lisas y se comenzaron a imponer rápidamente por todo el mundo las
minifaldas.
DÉCADA DE 1960
En 1960, los adolescentes se pudieron expresar libremente. Aquí surgió el concepto de la ropa diferente,
original, divertida y extravagante. El cabello se usaba corto y con cortes geométricos. Tanto los hombres como
las mujeres comenzaron a usar pantalones de campana y se impusieron las blusas de algodón,remeras,etc.
DÉCADA DE 1970
1970 fue una década muy diversa, aquí se produjo un furor hacia lo retro. Las flores fueron el principal
símbolo no sólo en la ropa sino que también el pelo, y representaban la ideología ilusoria que los guiaban a la
llamada revolución de las flores. Resaltaban los trajes y vestidos, que se lucieron con ajustados pantalones. El
algodón fue remplazado por la lycra, usaban botas o zapatones de taco, tipo suecos.
DÉCADA DE 1980
En 1980, la moda trajo consigo considerables cambios. El nuevo estilo se caracterizaba por el uso de ropa
interior visible, ya sea sobre una remera, debajo de una remera translúcida o tirantes de encaje visibles. Esta
nueva moda fue altamente controvertido volviéndose un sinónimo de liberación para las mujeres, ya que
antiguamente usar la ropa interior así les daba aspecto de una mujer desarreglada. Gracias a esta tendencia,
las mujeres de hoy pueden vestir remeras cómodas sin tener que preocuparse por las transparencias o los
tirantes de los corpiños.
DÉCADA DE 1990
Esta época se basaba en la variedad y no en una tendencia específica y duradera. La gente trataban de
ponerse lo que le hiciera sentirse más cómoda, sin darle mucha importancia a la opinión de los demás o a las
tendencias, porque se había llegado a la conclusión de que no había una verdadera libertad. Las remeras de
grupos musicales se volvieron populares así como el cabello suelto. La gran innovación fue la aparición de los
piercings, tatuajes y pinturas de pelo.
SIGLO XXI
DÉCADA DE 2000
En el 2000 la moda se fue asociando y cambiando según las distintas tribus urbanas, que constituyeron un
modo de vivir, una determinada actitud frente a la vida y que generalmente hacen referencia a la juventud. La
pertenencia a uno de estos grupos se hace evidente en la ideología, la música, el modo de vida y también en
la apariencia, siendo el consumo de determinadas marcas de ropa, el uso de ciertas prendas o colores,
distintivos propios de las distintas tribus. Los hombres tanto como las mujeres adoptan el chándal para todo
tipo de trabajo u ocasión. Las mujeres usan borcegos, zuecos o sandalias. Se reincorporan prendas de los
años 1980, regresando el estampado floreado. Se usan los shorts, polleras, y pantalones tiro alto y las
minifaldas.
DÉCADA DE 2010
Los hombres implementan el escote en V junto con pantalones chupines y zapatillas de marca. Los
pantalones blancos en los hombres son sensación, en cambio, los pantalones oscuros aportan una gran
elegancia, tanto como las camisas abiertas con una remeras o camisetas debajo y arremangadas. Las
mujeres prefieren moda fresca pero con un toque moderno, poco maquillaje, cabello natural pero con
peinados estructurados combinando un poco de moda de los año 1960. El vintage tiene fuerte presencia en el
guardarropa femenino. En cambio en el vestir masculino empieza a crecer una moda alternativa que busca
identidad, donde influyen las tendencias y estilos propios, siendo un poco más arriesgado y divertido. pero con
concuidado
5. Concepto de innovación tecnológica
Existen varios autores que han definido la innovación como:
"Una idea transformada en algo vendido o usado" André Piater
"Es el proceso en el cual a partir de una idea invención o reconocimiento de necesidad se desarrolla un
producto, técnica o servicio útil hasta que se ha aceptado comercialmente" Sherman Gee
"El conjunto de actividades inscritas en un determinado periodo tiempo y lugar que conducen a la
introducción con éxito en el mercado, por primera vez, de una idea en forma de nuevos o mejores
productos, servicios o técnicas de gestión y organización" Pavón y Goodman
"Un cambio que requiere un considerable grado de imaginación y constituye una rotura relativamente
profunda con la forma establecida de hacer las cosas y con ello crea fundamentalmente nueva capacidad"
Nelson
Según Fernando Machado, la innovación tecnológica es el acto frecuentemente repetido de aplicar
cambios técnicos nuevos a la empresa, para lograr beneficios mayores, crecimientos, sostenibilidad y
competitividad.
Según Pavón e Hidalgo (1997), el proceso de innovación tecnológica se define como el conjunto de las
etapas técnicas, industriales y comerciales que conducen al lanzamiento con éxito en el mercado de
productos manufacturados, o la utilización comercial de nuevos procesos técnicos. Según esta definición,
las funciones que configuran el proceso de innovación son múltiples y constituyen una fuerza motriz que
impulsa la empresa hacia objetivos a largo plazo, conduciendo en el marco macroeconómico a la
renovación de las estructuras industriales y a la aparición de nuevos sectores de actividad económica.
De una forma esquemática la innovación se traduce en los siguientes hechos:
Renovación y ampliación de la gama de productos y servicios,
Renovación y ampliación de los procesos productivos,
Cambios en la organización y en la gestión,
Cambios en las cualificaciones de los profesionales.
Las Innovaciones tecnológicas pueden clasificarse atendiendo a su originalidad en:
Radicales, se refieren a aplicaciones fundamentalmente nuevas de una tecnología, o combinación original
de tecnologías conocidas que dan lugar a productos o procesos completamente nuevos.
Incrementales, son aquellas que se refieren a mejoras que se realizan dentro de la estructura existente y
que no modifican sustancialmente la capacidad competitiva de la empresa a largo plazo.
La innovación tecnológica puede ser de:
Producto, se considera como la capacidad de mejora del propio producto o el desarrollo de nuevos
productos mediante la incorporación de los nuevos avances tecnológicos que le sean de aplicación o a
través de una adaptación tecnológica de los procesos existentes. Esta mejora puede ser directa o
indirecta, directa si añade nuevas cualidades funcionales al producto para hacerlo más útil, indirecta, esta
relacionada con la reducción del coste del producto a través de cambios o mejoras en los procesos u otras
actividades empresariales con el fin de hacerlas más eficientes.
Proceso, consiste en la introducción de nuevos procesos de producción o la modificación de los existentes
mediante la incorporación de nuevas tecnologías. Su objeto fundamental es la reducción de costes, pues
además de tener una repercusión especifica en las características de los productos, constituye una
respuesta de la empresa a la creciente presión competitiva en los mercados.
Tres características de la innovación:
La innovación no está restringida a la creación de nuevos productos: una innovación puede también
referirse a un nuevo servicio (banca telefónica) o a cómo se vende o distribuye un producto (Ikea o Pizza
Hut).
La innovación no está restringida a desarrollos tecnológicos: Una innovación puede también obtenerse a
través de diferentes estructuras organizativas (Benetton), de la paquetización de la oferta actual (Virgin
Airlines) o de una combinación de tecnología y marketing (Swatch).
La innovación no está restringida a ideas revolucionarias: muchas empresas sufren a menudo del
complejo de "o soy Thomas Edison o no soy nada". Sin embargo, desde la perspectiva del accionista, una
serie de pequeñas innovaciones "incrementales" son tan deseables como un (potencial) gran cambio que
tenga lugar cada diez años