El fiscal cometió un error al preguntarle a una testigo si lo conocía sin saber cuál sería su respuesta. La testigo procedió a criticar duramente al fiscal por sus mentiras y engaños. Cuando el fiscal le preguntó si conocía también al abogado defensor, la testigo lo criticó de manera similar. El juez advirtió a ambos abogados que no debían preguntarle a la testigo si lo conocía a él.
6. Ella respondió: Por supuesto que te conozco. Te conozco desde que eras niño y, francamente me has desilusionado.
7. Tú mientes, engañas a tu esposa, manipulas a las personas y hablas mal de ellas a sus espaldas. Te crees una gran persona cuando no tienes la inteligencia suficiente ni para ser un barrendero. Si, por supuesto que te conozco.
8. El abogado quedó pasmado sin saber que hacer. Después de pensar un poco señalo al otro extremo de la sala y preguntó:
10. Ella contestó: Por supuesto que sí. También conozco al abogado defensor desde que era un niño.
11. Es flojo, tiene problemas con la bebida, no puede tener una relación normal con nadie y como abogado no sirve. Ah, además engaña a su esposa con tres diferentes mujeres, una de las cuales es su esposa, Sr. Fiscal. Claro que lo conozco.