Anton Bruckner (1824-1896) fue un compositor y organista austriaco conocido principalmente por sus sinfonías y música religiosa. Estudió música hasta los 40 años y enseñó armonía y contrapunto en la Universidad de Viena. Aunque sus obras dividieron a la escena musical vienesa entre wagnerianos y brahmsianos, eventualmente ganó reconocimiento público con el éxito del estreno de su Séptima Sinfonía en 1884. Compuso nueve sinfonías, misas, motetes y otras obras cor
1. Anton Bruckner
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Josef Anton Bruckner
Nacimiento
4 de septiembre de 1824
Ansfelden, Austria
Fallecimiento
11 de octubre de 1896
Viena, Austria
Ocupación Compositor, organista
Josef Anton Bruckner (Ansfelden, 4 de septiembre de 1824 - Viena, 11 de octubre de
1896) fue un compositor y organista austriaco.
Índice
1 Biografía
2 Obra
o 2.1 Sinfonías
2. o 2.2 Otras obras para orquesta
o 2.3 Música de cámara
o 2.4 Música religiosa
o 2.5 Otras obras corales
3 Notas
4 Enlaces externos
Biografía
Nació en la pequeña ciudad de Ansfelden, en el norte de Austria. Su padre, que era maestro
de escuela y tocaba el órgano de la iglesia local, imbuyó a su hijo las dos vocaciones a las
que dedicaría su actividad profesional: la enseñanza y la interpretación como organista.1
Devoto católico, sus estudios musicales se extendieron hasta la edad de 40 años, bajo la
dirección de Simon Sechter y Otto Kitzler. Éste último lo introdujo en el universo musical
de Richard Wagner, que Bruckner estudió extensivamente desde 1863. Después de terminar
sus estudios escribió su primera obra considerada de madurez: la Misa en re menor.
A partir de 1875 impartió armonía y contrapunto en la Universidad de Viena. Dentro del
círculo de sus adeptos en la Universidad se encontraban Hans Rott, Hugo Wolf y Gustav
Mahler, en ese entonces aún estudiantes.
La escena musical vienesa estaba polarizada por los partidarios del estilo musical de
Richard Wagner y los que preferían la música de Johannes Brahms. Al dedicar a Wagner su
Tercera Sinfonía, Bruckner se ubicó sin desearlo en uno de los dos bandos. El crítico
musical Eduard Hanslick, líder de la opinión culta, escogió a Bruckner como blanco de su
ira antiwagneriana al calificar esta sinfonía como "si la Novena de Beethoven y la Walkiria
de Wagner se mezclaran, y la primera acabara pisoteada por los cascos de los caballos de la
segunda".
A pesar de todo, Bruckner tenía partidarios, entre los que se contaban famosos directores de
orquesta como Arthur Nikisch y Franz Schalk, que intentaban constantemente acercar su
música al público. Con este buen propósito propusieron al maestro gran cantidad de
modificaciones a sus obras para hacer su música más aceptable al público. El carácter
retraído de Bruckner hizo que consintiera en realizar algunos cambios, aunque se cercioró
de conservar sus manuscritos originales, seguro de su validez. Éstos fueron posteriormente
legados a la Biblioteca Nacional de Viena.
Otra prueba de la confianza de Bruckner en su capacidad artística es el hecho que él a
menudo comenzaba el trabajo en una nueva sinfonía pocos días después de acabar la
anterior. Además de sus sinfonías, Bruckner escribió misas, motetes, y otras obras corales
sacras.
Aunque Bruckner era un organista renombrado en su tiempo, impresionando a audiencias
en Francia e Inglaterra con sus improvisaciones, no compuso ninguna obra importante para
este instrumento (aunque sí compuso varias obras menores y escribió algunas
3. transcripciones al órgano de sus sinfonías). Sus sesiones de improvisación le
proporcionaron a veces ideas que desarrollaría posteriormente en sus sinfonías.
El gran éxito del estreno de su Séptima Sinfonía en Leipzig en 1884 proporcionó finalmente
a Bruckner el reconocimiento público que se le había negado hasta entonces. Según el
propio Bruckner, encontró la inspiración para componer el tema principal del Adagio al
saber que Wagner, su amado maestro, estaba agonizando, e incluyó por primera vez en su
orquestación unas tubas wagnerianas para entonar el lamento fúnebre con el que concluye
la pieza.2
No obstante, Bruckner vuelve a tener un serio contratiempo al preparar el estreno de su
Octava Sinfonía, cuando el director de la orquesta, Hermann Levi, le devuelve la partitura
con numerosas correcciones y críticas. Apesadumbrado, el maestro emprende una revisión
general de la obra, que es finalmente estrenada, en esta segunda versión, por Hans Richter
en Viena en 1892, con un éxito notable. Posiblemente afectado por el rechazo de la primera
versión, Bruckner lleva a cabo una revisión exhaustiva de otras sinfonías anteriores, al
tiempo que avanza lentamente en la composición de su Novena Sinfonía, que quedará
finalmente inacabada.
Al final de su vida, Bruckner recibió diversos reconocimientos oficiales, entre los que
destacan la condecoración con la Orden de Francisco José en 1886 y su nombramiento
como doctor honoris causa por la Universidad de Viena en 1891.
La vida del maestro se apaga en Viena el 11 de octubre de 1896. Sus restos reposan en la
entrada de la iglesia de San Florián, justo debajo del gran órgano.
Obra
4. Anton Bruckner (Retrato por Josef Büche).
La obra de Anton Bruckner se concentra primordialmente en obras sinfónicas y música
religiosa. Durante su vida también destacó en sus interpretaciones e improvisaciones con
órgano, la mayoría de las cuales no fueron transcritas y, por tanto, no se han conservado. Su
música, imbuida de una intensa religiosidad, busca la perfección formal al tiempo que
quiere ser un gran himno de alabanza al Dios en el que creía fervientemente (y a quien
dedicó incluso su última obra, la Novena sinfonía). En los países latinos su obra es
relativamente poco conocida, aunque es programada de forma cada vez más frecuente, pero
en los países germánicos goza de un gran reconocimiento y se le considera como uno de los
mayores compositores de la Historia.
Sinfonías
SINFONÍAS
Título Sobrenombre Tonalidad
Composición,
Revisión
Duración
Sinfonía de
estudio
« 00 » fa menor 1863
40-45
minutos
Sinfonía n° 1 do menor 1866, 1877, 1891
45-55
minutos
Sinfonía n° 0 «Nullte» re menor 1869
45-55
minutos
Sinfonía n° 2 do menor 1872, 1876, 1892 65-75
5. minutos
Sinfonía n° 3 « Wagneriana » re menor 1873, 1876, 1877, 1889
70-80
minutos
Sinfonía n° 4 « Romántica »
mi bemol
mayor
1874, 1878, 1880, 1888
65-80
minutos
Sinfonía nº 5 si bemol mayor 1876
65-80
minutos
Sinfonía nº 6 la mayor 1881
55-65
minutos
Sinfonía n° 7 mi mayor 1883
60-75
minutos
Sinfonía n° 8 do menor 1887, 1890
75-90
minutos
Sinfonía n° 9 (inacabada) re menor 1896
55-65
minutos
Otras obras para orquesta
Tres piezas para orquesta (1862)
Marcha en re menor (1862)
Obertura en sol menor (1862, revisión en 1863)
Música de cámara
Cuarteto en do menor (obra de juventud, 1862)
Quinteto para cuerdas en fa mayor (1881)
Música religiosa
Varias misas, de las que 3 están numeradas y suelen interpretarse en forma de
concierto: la Primera en re menor (1864), la Segunda en mi mayor (1866) y la
Tercera en fa mayor (1867)
Te Deum para coro y orquesta (1885)
Salmo 150, para coro y gran orquesta (1892)
Más de 30 motetes, entre ellos, Locus Iste y Ave Maria
Otras obras corales
Helgoland, para coro de hombres y gran orquesta (1893)
Notas
1. Jump up ↑ Eduardo Storni, Bruckner, Espasa-Calpe, Madrid, 1977, págs. 19-22.
6. 2. Jump up ↑ Storni, op.cit., pág. 86.
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Anton Bruckner.
«Anton Bruckner» en el Proyecto Biblioteca Internacional de Partituras Musicales
(IMSLP).
«Anton Bruckner» en la Biblioteca Coral de Dominio Público (CPDL)