2. PRADERA
• Las características biogeográficas de estos pastos
muestran dos estratos vegetales: las gramíneas y
leguminosas de alto valor forrajero, en la parte
inferior del manto; las gramíneas más altas y otras
plantas duras (arbustos, como la chirca) en la parte
superior, con escaso valor como alimento ganadero.
• Esta particularidad de la pradera uruguaya es posible
por la localización del país en la zona templada del
hemisferio austral. El clima templado, subtropical y
lluvioso ha favorecido la extensión del manto de
pasturas casi continuo, que solo desaparece en las
zonas más elevadas (sierras, y en el litoral fluvial y
costero), donde es sustituido por otras comunidades
vegetales.
• Pero existen factores que inciden negativamente
sobre la pradera original. Por ejemplo la baja
efectividad de las lluvias (Balance Hídrico Negativo)
-dado que períodos de abundancia alternan con
otros de sequía- afecta en especial a las pasturas.
También la evaporación, elevada en la estación
estival, perjudica el desarrollo de la pradera.
3. MONTE RIBEREÑO
• Se denomina monte ribereño o galería -incluso
selva fluvial- a la comunidad vegetal densa de
árboles y arbustos que crece en las márgenes
de los cursos de agua. Las diferentes especies
de árboles y arbustos se agrupan
conformando varios estratos.
• Se distinguen dos tipos de montes ribereños
-o selvas fluviales. El que crece a lo largo de la
mayoría de los cursos de agua, y el que se
desarrolla en las márgenes del río Uruguay.
Este presenta ejemplares de mayor porte,
propios de la llamada selva misionera.
• Este bosque, al igual que el que se desarrolla
en los principales afluentes del río Uruguay, ha
sufrido la extinción de sus mejores ejemplares.
4. MONTE SERRANO
• Es la vegetación arbórea y arbustiva que crece en las
serranías y cerros aislados. Su composición
botánica varía de sur a norte del país. Mientras que
en el sur es más común el canelón, coronilla y
aruera, en el norte se destacan el guayabo y la multa.
En el sotobosque (parte baja o suelo del bosque)
crecen helechos y culandrillos. Además de estas
especies, asociadas a los matorrales serranos,
aparecen el chircal, espina de la cruz, molle rastrero,
romerillo y tunas. La vegetación de este tipo de
bosque está adaptada a la escasez de agua y al
viento, es por ello que la vegetación es de bajo porte.
• Como el monte serrano se sitúa en áreas de altas
cuencas, su explotación ha provocado serios
problemas al ecosistema, pues regula el régimen
hídrico de los cursos de agua. La vegetación es un
elemento fundamental en la regulación de crecidas y
estiajes.
• Tanto el monte ribereño como el serrano constituyen
el hábitat de numerosas especies de animales:
insectos (hormigas), aves, batracios, reptiles
(algunos ponzoñosos), mamíferos (coendús,
comadrejas, coatíes y ratones), ciervos indígenas
(guazubirás).
5. PALMARES
• Los agrupamientos más extensos de palmares
están compuestos por dos especies: la butiá
en el departamento de Rocha -en la planicie
atlántica lagunar- y la yatay, en el litoral del río
Uruguay (Paysandú y Río Negro). En esta área
del país también crece la palmera caranday,
asociada al monte de algarrobos. Es de menor
porte que las especies citadas anteriormente, y
presenta sus hojas en abanico. Los palmares
ocupan unos 710 km2.
• En las serranías del sur, sureste y en el norte
-e incluso en márgenes de cursos de agua-
crece la palma chirivá o pindó, utilizada en
parques, plazas, paseos y avenidas de muchas
de nuestras ciudades.
• La actual explotación de los campos, por la
cría de ganado y por la extensión del área
arrocera en el este, ha determinado un
retroceso importante de estas comunidades
vegetales. La conservación de estos palmares
se impone como una necesidad ambiental.
6. VEGETACION DE ARENALES
• Las hierbas y arbustos costeros se disponen
dispersos y separados y deben adaptarse a un suelo
arenoso, con escasa retención de agua y fuerte
calentamiento (plantas psamófilas); la vegetación
costera del arenal es por ello pobre en especies.
• En el litoral platense, al oeste del departamento de
Montevideo, las arenas son fijadas por vegetación
compuesta por laurel criollo, chirca de monte y arazá
rastrero.
• En la desembocadura del río Santa Lucía, en
Carrasco y en arroyos como el Tropa Vieja, Pando y
Solís Grande, se encuentra vegetación de adaptación
hidrófila.
• La forestación con pinos y eucaliptos ha
determinado cambios en el paisaje costero que no
siempre han beneficiado a este ecosistema, ya que
producen erosión de los suelos. El eucalipto es
responsable del desgaste de la tierra y ha sido
plantado por motivos puramente económicos, por su
rápido crecimiento y fácil aprovechamiento y en
zonas urbanas y costeras para generar parques con
sombra para el esparcimiento humano. Ejemplos:
Parque Roosevelt, Punta Espinillo.
7. VEGETACION DE HUMEDALES
• Los humedales son áreas bajas, con relieve
extremadamente plana y escasa pendiente, con
suelos arcillosos. El agua de las lluvias se
acumula, encontrándose al ras de la superficie
durante todo el año, o parte de él.
• La principal área de humedales se encuentra al
este del país, en la planicie atlántica-lagunar.
Comúnmente se les llama "bañados", haciendo
referencia a la inundación periódica o
permanente de esos terrenos bajos.
• La composición florística de este ecosistema es
muy variada. En los sitios anegados, hay
especies flotantes como el camalote, acordeón,
repollito y helechito de agua; también es
posible encontrar juncales, totorales y
espadañales.
• En ambientes salinos o estuáricos se desarrolla
una vegetación halófita, entre la que podemos
reconocer juncos (acutus y marítimus),
espartillo y guaycurú.
• Los humedales del este -los más extensos del
país- están siendo afectados por la expansión
de los cultivos de arroz, las canalizaciones y el
uso de agroquímicos.