Este documento describe las bendiciones que acompañan a la obediencia según el libro de Levítico 26. Resume que aquellos que son obedientes rechazan los ídolos, reverencian las ordenanzas de Dios y se deleitan en hacer su voluntad. Explica que el camino de la obediencia conduce al fruto abundante, una sociedad pacífica, liberación de lo malo, poder para vencer, manifestación de la gracia de Dios y provisión abundante, culminando en comunión divina.