Las políticas impuestas por el Gobierno de la Nación obligan a realizar recortes al salario de los funcionarios andaluces con carácter temporal y transitorio.
Se han establecido líneas rojas, como por ejemplo, que nadie más vaya al paro desde la administración pública.
Otras de las líneas rojas supone mantener el nivel de calidad de los servicios de educación y salud, sin entrar en el terreno de las privatizaciones.