1. DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER, MARZO 2012
HOMENAJE A CARMEN TERESA ALBANEZ
Acción Democrática - Orden Evangelina Carrizo
Palabras por Adriana Vigilanza García
Queremos aprovechar la ocasión del día internacional de la mujer para hacer un sencillo
homenaje a una de ellas, quien ha cumplido un rol extremadamente difícil de cumplir con
éxito, en casi cualquier circunstancia, pero mucho más en los tiempos que vivimos en
Venezuela, donde, desafortunadamente, aceptar un rol protagónico en un proceso en el cual
se determinaría la identidad del contrincante a la Presidencia de la República, significaba
correr riesgos personales de consideración, como de hecho y muy desafortunadamente, ya
ocurrió.
Nos estamos refiriendo a la abogada Carmen Teresa Albanez Barnola, quien fue la
Presidenta de la Comisión Electoral de la MUD, órgano rector e instancia superior de la
administración del proceso de las elecciones Primarias que recientemente culminó, CON
INOBJETABLE ÉXITO, este pasado 12 de febrero, del cual resultaron electos varios
futuros candidatos a Alcaldías, Gobernaciones y Presidencia de la República, por parte de
las fuerzas democráticas del país que reivindican el Estado pluralista, de Derecho y de
Justicia, descentralizado y de mandatos revocables y alternativos, que diseña nuestra
Constitución vigente.
Teresa Albanez es abogada egresada de la Universidad Católica Andrés Bello, con estudios
de postgrado en la Universidad de Central de Venezuela y en Desarrollo Social en el
Wellesley College, EEUU. Se desempeñó como Presidenta del Consejo Venezolano del
Niño, INAM (1975-1979) y fue ministra de Familia durante el segundo mandato de Carlos
Andrés Pérez.
Así mismo, trabajó como directora regional de Unicef para América Latina y El Caribe,
durante una década. Tras culminar su participación en el Ejecutivo Nacional durante el
segundo mandato de CAP, viajó a Nueva York (EEUU) para ocuparse como asesora del
director ejecutivo de Unicef entre 1994 -1997.
Las mujeres que creemos en la mística del trabajo, en el compromiso asumido, en el
cumplimiento de la palabra empeñada, es decir, las mujeres que fuimos formadas en los
valores que caracterizaban a los venezolanos de antaño, en quienes predominaban la
seriedad, el cumplimiento de la ley y muy especialmente, el amor a la patria, valores que
soñamos con rescatar, sentimos una gran alegría por el éxito de Teresa y de su equipo, en la
Comisión Electoral de la MUD. En ese equipo, vale la pena la acotación, también
participaron otras valiosas mujeres, a quienes queremos saludar especialmente, no porque
sus compañeros hombres no nos merezcan todos idéntico respeto, sino porque hoy es un día
para dar reconocimiento a la mujer. Ellas son María de Oteyza, Nancy Hernández y
Angélica Machado.
2. Sin duda, Teresa, como todas las mujeres que aquí la acompañamos y los millones que la
reconocen y recordarán como ejemplo de ciudadana activa y comprometida, sabe bien que
en el cumplimiento de la Constitución es donde residen la paz y el bienestar de una
sociedad. Por eso, no nos extrañó -pero igual, se lo agradecemos encarecidamente- el valor
con el cual cumplió con su deber de hacer respetar las normas relacionadas con la
destrucción de todo el material utilizado en ese proceso electoral de las Primarias, lo cual le
valió una sanción injusta, porque esa obligación que ella había asumido frente a todos
nosotros ya había sido reconocida por el Consejo Nacional Electoral y era condición sine
qua non para el éxito de las Primarias (y de la democracia), pues, como todos sabemos, sin
esa condición muchos venezolanos se habrían abstenido en participar en las Primarias, dado
el nefasto precedente de la llamada “Lista Tascón”.
Pero hoy no es día de recordar estos inmerecidos efectos que surgen en este momento en
Venezuela, como consecuencia del mero ejercicio de un derecho Constitucional, como lo es
el de la libre participación en asuntos públicos, sino que es un día para recordar la
persistencia y ferocidad con que las mujeres han sabido luchar por su dignidad humana, lo
cual les hizo alcanzar derechos fundamentales, principalmente políticos y laborales, de los
que hoy disfrutamos, en mayor o menor medida, gran parte de las mujeres del mundo, sobre
todo las que habitamos el hemisferio occidental del planeta Tierra, por cuanto las mujeres
bajo regímenes islámicos, como el de Irán o en países como China, donde existe un
machismo estructural que ha hecho popular un refrán que reza “es mejor criar cisnes que
tener hijas”, tristemente aún no alcanzan estos mismos logros.
Se dice que el año pasado se cumplieron los primeros 100 años del día Internacional de la
Mujer. Y que esta celebración tuvo como objetivos principales exigir para las mujeres el
derecho al voto, el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo y a la formación
profesional y a la no discriminación laboral.
Clara Zetkin es considerada la autora de la idea de celebrar el día internacional de la mujer
y de paso, lo propuso siendo una mujer madura, en sus 50 años. En memoria de Clara
Zetkin, de nuestras próceres de la independencia como Luisa Cáceres Díaz de Arsimendi,
quien destacó por su amor a la patria, al igual que Josefa Camejo y Ana María Campos,
aristocrática zuliana que fue flagelada públicamente para obligarla a disculparse ante el
realista Morales por haber hecho popular una frase que lo ridiculizaba ( “Capitula o
monda”); de luchadoras políticas o sociales como Teresa Carreño, quien impactó al mundo
con su destreza profesional al tocar el piano -y sus cuatro matrimonios; la Madre María de
San José, nuestra primera beata venezolana, Lya Imber de Coronil, primera mujer médico
de Venezuela, fundadora de la Liga Venezolana de Higiene Mental -que tan útil nos sería
en estos tiempos- y con admiración y agradecimiento a mujeres con quienes convivimos
hoy, como Teresa Albanez, Evangelina Carrizo, Elena de Brito, Ángela Brito, María
Afiuni, Elinor Montes, María Corina Machado, Cecilia García Arocha y tantas más que
nos es imposible nombrarlas a todas, vivas representantes todas ellas de la dignidad y de la
valentía del venezolano, va este gran y merecidísimo aplauso !.