El documento describe la vida cotidiana en Buenos Aires en 1810 y rinde homenaje a los habitantes que trabajaron para formar el país y defenderlo valientemente de los invasores, lo que permitió que hoy los argentinos se sientan orgullosos de su nacionalidad. Aunque los objetos de época ya no se puedan ver, quedarán para siempre en la historia del país para que esta sea recordada y ayude a construir la patria.