Historias infantiles parte1[1]

Fue contada el día ..............................
Por .........................................................

Sábado 1

El día en que el león se
quedó sin comida
(Basada en la historia de Daniel capítulo 6)
(Lleve un león de peluche o una figura de León,
para contar la historia)
Como todo el mundo sabe, a los leones les
gusta comer carne. Ellos comen una gran cantidad
de alimento cada vez.
¿Démosle un nombre a nuestro león? ¿Qué nombre
ustedes piensan que sería bueno darle a nuestro
león? Leo. Leoncio, Leonino...
Leoncio, el león de nuestra historia ya
estaba un buen tiempo sin comer. El vivía dentro
de una caverna subterránea desde que fue capturado
en la selva y juntamente con él, otros leones vivían
allí. Cada vez que la puerta de la caverna se abría,
él divisaba algunas cabezas curiosas mirándolo;
miraba la luz del sol y…COMIDA. Comida que
era llevada para alimentarlos.
Pero aquel día, nadie les había dado
nada para comer, por eso Leoncio, estaba muy
hambriento, su estómago roncaba y los otros
leones con seguridad, estaban sintiendo lo mismo;
finalmente todos ellos rugían bravos unos con
otros.
Ya era de noche, hora de dormir, cuando
Leoncio escuchó un ruido, allá encima. Se detuvo
cerca de la abertura de la caverna y se quedó
escuchando. Había gente allá encima, de eso estaba
seguro. ¿Será que finalmente alguien se acordó de

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Animales de la Biblia

alimentarlos?
¡Oh…! De repente la puerta se abrió y se vieron más cabezas
que de costumbre. Su “comida” estaba siendo tirada para abajo.
Pero, ¿saben lo que sucedió? Ningún león, ni siquiera el león
de nuestra historia, se acercó al alimento aquella noche. Todos
fueron a dormir con el estómago vacío, con mucha hambre. ¿Por
qué?
Les voy a contar desde el inicio.
Hace mucho tiempo atrás, el rey de un país llamado
Babilonia, invadió la nación del pueblo de Dios y se llevó mucha
gente como prisionera. Más tarde, ellos colocaron incluso fuego
y destruyeron la nación. Entre los prisioneros, estaba un joven
llamado Daniel.
Daniel amaba a Dios y le era siempre obediente. A parte
de eso, Daniel era tan amigo de Dios que no pasaba ni un día sin
conversar con Él a través de la oración, varias veces durante el
día.
Por eso, Dios lo amaba también y cuidaba de él. Dios
le dio sabiduría especial desde que Daniel era apenas un niño.
Desde entonces, Daniel fue escogido por el rey de Babilonia
para ser uno de sus sabios. Esto significaba que todas las veces
que el rey necesitara algún consejo, pediría ayuda a Daniel.
Los años pasaron y Daniel continuaba siendo el
consejero preferido del rey. Por eso algunos hombres malos y
envidiosos resolvieron vigilar a Daniel para ver si él hacía alguna
cosa incorrecta y así ellos le acusarían ante el rey y éste dejaría
de apreciarlo.
Pero la idea no resultó, porque Daniel no hacía nada
incorrecto. Entonces ellos vigilaron y vigilaron y descubrieron
que Daniel era amigo de Dios y oraba tres veces al día. Y fue así

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que ellos tuvieron una idea. Ellos sugerirían al rey que ninguna
persona podría pedir nada a nadie, sino, sólo al rey, durante un
mes. El castigo para quien desobedeciese, sería ser llevado a la
cueva de leones. El rey aprobó la idea y firmó la ley.
Daniel supo de la ley, pero él jamás dejaría de hablar con
su amigo Jesús, aunque se lo prohibiesen. Por eso él fue tirado
en la cueva de los leones.
Y ¿saben por qué Leoncio y los otros leones no lo
comieron a pesar de estar con mucha hambre? Porque Dios
envió un ángel que cerró la boca de los leones.
Si tú eres amigo de Dios como Daniel, Dios enviará a
su ángel para cuidarte, aunque estés en dificultades como Daniel
estaba esa noche en la cueva de los leones.
¿Cuántos quieren pedir a Jesús que los ayude a ser
siempre su amigo?
Vamos a orar pidiendo eso ahora.
Ahora pueden volver a su asiento para dibujar y pintar
el león.

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ustedes mañana temprano”. Pero Dios continuaba diciéndole
que no vaya.
De mañana temprano los moabitas ya habían vuelto para
sus casas, sin Balaam.
Balaam pensó: “No puedo perder esta gran oportunidad de
hacerme rico”. Y entonces, tomó su asna y partió detrás de los
mensajeros del rey de Moab.
¿Ustedes creen que Dios quedó feliz con la desobediencia
de Balaam? ¡Claro que no! Por eso mientras Balaam seguía
pensando en cuánto dinero iba a recibir, de repente la burrita
salió del camino y corrió hacia el campo. Balaam se enojó tanto
que tomó un pedazo de palo y le pegó con mucha fuerza.
El animalito continuó andando, pero de repente se
colocó contra un muro y apretó la pierna de Balaam, que gritó
muy enojado y comenzó nuevamente a pegarle.
Ahora la pobrecita anduvo unos pocos pasos y como no
había espacio para huir, paró y se detuvo en el camino. Balaam,
sin entender lo que estaba aconteciendo, descendió de su lomo y
comenzó a pegarle otra vez.
Entonces amiguitos, sucedió algo ¡fantástico! Nuestra
asnita ¡habló!! Y dijo: ¿por qué me estás pegando por tercera
vez? A pesar de que los animales no hablan, Balaam estaba tan
enojado, pero tan enojado, que no se dio cuenta de lo que pasó y
discutió con el asna. Entonces Dios tuvo que hacer un milagro
más: abrir los ojos de Balaam.
¿Y saben que vio? A un ángel con una espada en la mano. Él
vio que Dios estaba haciendo todo lo posible para ayudarlo a
obedecer.
Niños, hoy claro está, si ustedes desobedecen, su perro o
gato no van a hablar y ustedes no podrán tampoco a ver su ángel
entristecido. Pero debes saber que Dios todavía quiere ayudarte
a no pecar. Por lo tanto, cuando estés por desobedecer, ora a
Dios, Quién enviará siempre ayuda, para que tú puedas vencer
la tentación.

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Por .........................................................

Sábado 3

¡No mientas!
(Basada en la negación de Pedro – Marcos 14: 66-
72)
(Lleve un gallo de peluche o una lámina)
¿Quién sabe imitar un gallo? ¿Cómo es
que canta?
Bien, pero yo pienso que canta así: “NO
MIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIENTAS”. ¿No es lo mismo?
Voy a probarles que es así como el gallo cantó.
Bien, el animalito de nuestra historia, ayudó a un
hombre adulto a recordar que no es bueno mentir.
Y todo comenzó mucho antes de que nuestro
personaje entrara en escena.
Mucho antes de crear nuestro mundo,
Jesús ya se había ofrecido para venir a morir por
el hombre, en caso de que surgiese el pecado algún
día. Por eso, cuando Adán y Eva desobedecieron a
Dios y pecaron, Jesús les hizo la promesa de que
vendría un día a vivir entre los hombres y morir
por ellos.
Cuando llegó el tiempo exacto, Jesús vino.
Él nació como un bebé, creció como un niño, así
como… (Nombre a algún niño del grupo), después
fue… (Nombre otro), y después fue grande
como...
Ahora ya era el tiempo de que Jesús comenzara su
misión; de hablar de Dios, de su amor y de su interés
en salvar a las personas de sus pecados. Entonces
Jesús invitó a 12 hombres para estar con Él, para

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que aprendieran y después pudieran continuar enseñando lo
que Él enseñaba. Había uno entre ellos, que parecía ser el mejor
discípulo, Pedro. Él era hablador y siempre que Jesús hacía una
pregunta, él era el primero en responder. Además siempre decía
que amaba a Jesús, más que todos los demás. Y cuando Jesús
decía que uno de ellos lo traicionaría, Pedro fue el primero en
decir: Yo no, ¡Jamás iré a traicionarlo!
Sin embargo, cuando Jesús estaba por ser preso, Él les
contó que todos huirían y lo dejarían solo. Pedro inmediatamente
dijo: aunque todos te dejen, yo jamás te dejaré.
Pedro era valiente; un día, tuvo el coraje de andar sobre las aguas
del mar en medio de la tempestad para encontrarse con Jesús.
Pero, por causa de su orgullo, acabó hundiéndose y tuvo que ser
salvado por Jesús.
Cuando Jesús estaba siendo prendido por los soldados,
él tomó una espada y quiso defenderlo cortándole la oreja a uno
de los soldados... Jesús tuvo que colocársela otra vez.
Inmediatamente los discípulos llenos de temor, huyeron,
inclusive ¿quién? PEDRO.
Arrepentido, volvió para acompañar a Jesús pero... de lejos.
Fue entonces cuando entró en la casa del sumo sacerdote
y vio como maltrataban a Jesús. El corazón de Pedro sintió dolor
por Jesús, pues él lo amaba.
Tímidamente se acercó a una fogata para calentarse.
Una empleada de aquella casa apareció y mirando a Pedro dijo:
Eres uno de los amigos de Jesús. Asustado Pedro respondió: Yo
no. No sé quién es Jesús. Otra mujer también miró a Pedro y dijo
que tenía la certeza de que él era uno de los amigos de Jesús,
pues hasta lo había visto con Él.
Otra vez Pedro se defendió diciendo no conocerlo. Por

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tercera vez un hombre repitió que Pedro sólo podía ser amigo de
Jesús, porque hablaba como Él.
Y saben niños, para probar que no era amigo de Jesús,
Pedro llegó hasta insultar y habló palabras feas y mentirosas.
Entonces el gallo de nuestra historia, entró en escena y
cantó. Y parecía que cantaba así: ¡es mentiiiiiiiiiiiiiira… es
mentiiiiiiiiiiiiiiiiiiira...!
Pedro recordó las palabras de Jesús, miró hacia donde Él
estaba y vio que el Maestro también lo estaba contemplando.
Avergonzado por sus mentiras y traición, salió corriendo de
aquel lugar y lloró amargamente.
Qué bueno que más tarde, después de la muerte y
resurrección de Cristo, Pedro pudo pedir perdón a Jesús.
Pero niños, todas las veces que sientan el deseo de mentir,
recuerden a Pedro y el canto del gallo. Pidamos a Jesús que nos
ayude a decir siempre la verdad.

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Sábado 4

Un pez indigestado

(Basado en la historia de Jonás capítulo 1)
(Lleve una figura de un pez o un pez de juguete)
¿Cuántos de ustedes viajaron en barco
alguna vez? ¿Se sintieron mareados con el balanceo
del barco? ¿Piensan ustedes que los peces se sientes
mareados o con deseos de vomitar cuando el mar
balancea sus aguas? ¡Claro que no! Pero hoy quiero
contarles la historia del día en que nuestro pez
sintió ganas de vomitar. ¿Qué nombre le daremos
al pez de nuestra historia?... La historia comienza
mucho antes, el día en que Dios le pidió a Jonás
que fuera hasta una ciudad llamada Nínive para
predicar. Debería advertirles que parasen de hacer
cosas malas y violentas pues serían destruidos.
Pero Jonás tuvo miedo. Él pensó: Si voy a hablar
con esas personas quizás me van a tratar con rabia
y hasta pueden querer matarme...
Entonces, en vez de obedecer a Dios, Jonás
resolvió desobedecer. En vez de tomar el barco que
iba a Nínive, tomó el barco que iba para Tarsis.
Dios en su misericordia siempre nos guía
y cuida; por eso cuando comenzó aquella fuerte
tempestad y el navío en que Jonás estaba, comenzó
a ser llevado de un lado para el otro, Dios tenía todo
bajo control.
Los marineros asustados comenzaron a tirar
parte de la carga al mar y cuando vieron a Jonás…
¡durmiendo! Lo despertaron y le preguntaron la

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razón de esa gran tempestad. Él explicó todo y cómo estaba
huyendo de la presencia de Dios. ¿Y ahora? Jonás dijo que
deberían tirarlo al mar y la tempestad pasaría. Los marineros
no querían que Jonás muriese ahogado, pero, finalmente como
el navío estaba casi hundiéndose, decidieron tirar al mar al
profeta.
Jonás fue hundiéndose y hundiéndose pero fue en ese
momento, cuando Dios envió un gran pez que tragó al temeroso
profeta, quien fue salvo de una muerte segura. Ya en el estómago
del pez, Jonás tuvo tres días para arrepentirse de tu testarudez y
pedir perdón.
Mientras tanto, el pobre pez pasaba muy mal. Nunca
su comida lo había hecho sentir tan indigestado. Entonces Dios
dirigió el nado del pez para la playa. Y allá, cerca de la arena el
pez abrió su boca enorme y vomitó... vomitó a Jonás…
¡HUG!! Debe ser horrible ser vomitado. Pero Jonás estaba
contento. Finalmente salió sano y salvo de dentro del pez. Y
ahora, ¿saben cuál fue la primera cosa que él hizo?
Fue a Nínive a predicar el mensaje de Dios.
Algunas veces Dios necesita hacer muchas cosas para
salvarnos de nuestros “enredos”.
Niños, ahora le vamos a pedir a Dios que nos ayude a ser
obedientes y así, no necesitaremos, como Jonás, pasar por
situaciones difíciles.

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Sábado 5

Un gusano comilón
(Basada en la historia de Jonás capítulo 3 y 4)
(Llevar una lámina de un gusano o bien uno vivo
dentro de una caja de vidrio con hojitas para
comer)
¿Ya han visto un gusano? Mucha gente lo
llama lombriz, pero el gusano es mucho más grande
que una lombriz, pudiendo llegar a medir hasta 10
cm. de largo.
El gusano tiene tres pares de patas y
pelitos por todo el cuerpo. Mora entre las plantas
porque se alimenta de ellas. Cuando es pequeño,
generalmente es negro y camina siempre del tronco
hacia las extremidades de las ramas en busca de su
alimento: las hojas.
Cuando es más grande, su color es castaño
oscuro e incluso puede ser confundido con las
ramas de los árboles por ser del mismo color que
ellas. Cuando un gusano divisa un árbol, comienza
a devorarlo de abajo hacia arriba, hasta la última
hojita.
Nuestra historia de hoy habla de un lindo
gusano. Si quieren podemos ponerle un nombre.
Un día el gusano “...” encontró una linda
calabacera, llena de hojas grandes y largas.
Como todos los gusanos, estaba con mucho
apetito. Qué bueno sería para él comer esas hojas
suculentas… Por eso, se aproximó al tallo y
comenzó a comer. Comió, comió y comió. Comió

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todo el tallo y después cada una de las hojas de la calabacera.
Pero aquella calabacera tenía dueño. El dueño era el Sr.
Jonás que ¡estaba muy enojado!
Jonás, estaba muy enojado... ¡furioso! porque el sol
le estaba dando en su cabeza y como su calabacera había sido
destruida, él no podía protegerse del sol.
Jonás se había protegido allí debajo de la calabacera,
después de haber cumplido el mandato de Dios, de predicar a los
habitantes de Nínive. Él no creía que eso podría suceder.
Así que quedó esperando que Dios destruyese la ciudad.
Eso no aconteció pues los ninivitas creyeron en el mensaje del
profeta.
Jonás esperó y esperó... pero de forma confortable pues
estaba protegido del sol, por la calabacera. Pero de la noche a la
mañana, ésta se secó y Jonás se enojó mucho...
Así que Dios habló con Jonás: ¿“Tanto te enojas Jonás
por la calabacera? No fuiste tú quien la plantó, ni quien la hizo
crecer. Por otro lado, Yo hice a cada uno de los moradores de la
ciudad de Nínive y cuido de cada uno de ellos, así como cuido
de ti y por eso los amo, así como te amo a ti. Y tú, que a nadie
conoces quieres ¿que yo los destruya?
Jonás tiene que haberse quedado avergonzado por ser
malo, envidioso y tan egoísta.
En cuanto al gusano, fue usado para ayudar a Dios a enseñarle
una gran lección al profeta malhumorado. Dios puede usar hasta
un animalito tan insignificante como un gusano, para enseñarnos
una gran lección. Debemos siempre estar atentos.

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Sábado 6

Pájaros compartieron
su comida

(Basado en la historia de Elías – 1 Reyes 17: 1- 7)
(Llevar una figura de un cuervo, o una lámina)
¿A ustedes les gustaría compartir su
merienda en la escuela? Imagínense que todos
los días ustedes tuvieran que dividir su yogurt o su
manzana, o su sándwich con alguien. ¿Les gustaría
comer solo la mitad de su porción? Les voy a
contar la historia de unos pájaros que tuvieron que
compartir su comida por varios días.
La historia comienza mucho antes, cuando
el profeta Elías le dijo al malvado rey Acab, que
Dios estaba muy triste pues ¡todo el reino de Israel
estaba adorando ídolos! Así que Dios permitió que
una gran sequía aconteciese.
Por tres años no llovió ni cayó rocío. Todo
el pasto, los árboles y las flores se secaron; toda
agua de los ríos y lagos también.
Acab, mandó a buscar a Elías por todas
partes. Él quería castigar al profeta, creyendo que
él era responsable de lo que les sucedía...
Dios protegió al profeta, guiándolo hasta un arroyo
cristalino. Así que, mientras todos estaban con
sed, Elías tenía agua fresquita. Pero sólo había
agua y nada más. Y su estómago estaba sintiendo
hambre.
De repente, vio una bandada de cuervos que
volaban por encima de su cabeza. ¿Qué tienen en el
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pico estos pájaros? Pensó Elías. La respuesta llegó enseguida:
¡comida!
¡QUÉ BIEN!, pensó Elías y agradeció a Dios. Al día siguiente y
al otro y al otro día... ¡Cada día Elías vio a los cuervos trayendo
alimento para él!
¿Por qué estos pájaros hacían eso? Porque fue Jesús
quien creó a los cuervos y es Jesús quien los usó para alimentar
al hambriento profeta Elías.
Cuando Jesús vivió aquí en la tierra, dijo que Él les
daba alimento a las aves. También dijo que es Él quien nos da el
alimento cada día. Jesús, le da salud a tu papi para que trabaje
y traiga el dinero para que mamá pueda comprar el alimento. Y,
si algún día el alimento faltase en casa, recuerden la historia de
Elías y pidan a Dios que les envíe alimento. Con toda certeza,
Jesús podrá enviar a alguna persona para ayudarlos, así como
envió a los cuervos para sustentar a Elías.

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Sábado 7

El día en que el caballo
derribó su jinete.
(Basada en la historia de Pablo – Hechos capítulo
9)
(Lleve una figura de un caballo o un caballo de
madera, plástico, etc.)

¿Cuántos de ustedes ya anduvieron a
caballo? ¿Se han dado cuenta que caminan de una
forma muy elegante? Ellos pueden andar, trotar y
hasta correr con sus jinetes. Los caballos son muy
útiles, pues además de transportar a los hombres,
pueden transportar cargas en carretas y personas
en carruajes.
En los tiempos bíblicos, los caballos iban
a la guerra. Los hombres podían ir montados o
podían dirigir una pequeña carroza donde, ellos
iban de pie.
¿Qué nombre le podríamos dar al caballo
de nuestra historia? (Espere respuestas) Bien,
el hecho es que un día, un fogoso y adiestrado
animal, perdió a su jinete en medio del camino.
La historia comienza antes. Saulo era
un hombre muy fiel a Dios. Su familia también
era fiel y desde pequeño fue enseñado por
profesores que amaban a Dios, a hacer siempre
su divina voluntad. Y ese era el deseo de Saulo.
A medida que Saulo crecía, buscaba estudiar más
las Escrituras hasta que se volvió el joven más
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entendido en la Biblia.
Nadie sabía tanto como él. Cuando alguien pensaba
diferente, Saulo discutía hasta vencer. Nadie conseguía
ganarle.
Como Saulo fue haciéndose famoso, se volvió muy
orgulloso, tanto, que comenzó a capturar, maltratar y hasta
matar a aquellas personas que pensaban diferente que él.
Un día Saulo fue llamado para discutir con un cristiano
llamado Esteban y por primera vez Saulo no consiguió ganarle.
Saulo quedó tan enojado, que concordó con sus amigos, que
maten a Esteban a pedradas. Pero mientras Esteban desfallecía,
Saulo vio una luz brillando en el rostro de aquel fiel cristiano.
Eso lo impresionó mucho. ¿Cómo Esteban podía tener
brillo del cielo en su rostro y estar equivocado, a punto de
merecer la muerte? Saulo no sabía responder, y para olvidarse
de Esteban, fue para una ciudad llamada Damasco con
autorización para prender y matar otros cristianos.
Fue montado en su bello caballo, todo vanidoso en
medio de sus amigos. ¿Qué podía Dios hacer para mostrarle
a Saulo que estaba equivocado? ¿Qué podía hacer Dios para
mostrarle a Saulo que los cristianos estaban en lo correcto?
Dios quería mostrar a Saulo, que estaba entendiendo mal, lo
que estudiaba en las Escrituras.
Entonces, cuando Saulo, muy ostentoso, estaba yendo
en dirección a Damasco, Dios habló con él. Habló con una voz
clara, dándole un mensaje que Saulo recordaría por siempre.
Esta escena fue iluminada con una luz celestial. Saulo cayó de
su bello caballo y miró el brillo de Dios quedando ciego.
Fue cuando Saulo oyó a Dios decir: “Saulo, estás persiguiéndome
a mi al perseguir y matar a los cristianos”.

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Saulo quedó muy sorprendido. ¡No lo podía creer!
Él pensaba que estaba agradando a Dios, pero en realidad, el
Señor estaba triste.
Desde aquel día en adelante, Saulo se volvió una nueva
persona. Comenzó a enseñar las Escrituras con mucho amor a
las personas y a contarles que Jesús murió para salvarnos.
Saben niños, Dios nos ama y quiere salvar a cada uno de
nosotros. Pero algunas veces somos tan obstinados y pensamos
que nuestra opinión es la verdadera y que todos los demás están
equivocados. Cuidado. Acudan siempre a la Biblia para saber
cuál es la opinión de Dios. Si no, un día, como sucedió con
Saulo, podríamos acabar “cayendo del caballo”. Dios quiere
que siempre, respondamos con un “escrito está” como lo hizo
Jesús.

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Sábado 8

Un burro ayuda a Jesús

(Basada en la Entrada triunfal de Jesús – Marcos
11:1-11)
(Llevar la figura de un burro. Puede ser de plástico
o madera)
¿Conocen este animal? Si, es un burro.
Los burros son animales dóciles. Son muy fuertes
y pueden llevar cargas muy pesadas. Algunas
veces, pueden ser miedosos. Pero, no el burrito de
nuestra historia.
Este burrito estaba creciendo todavía.
Hasta entonces, él vivía siempre cerca de su mamá.
Su mamá lo cuidaba, como todas las mamás cuidan
a sus hijos... él crecía sano y fuerte.
Un día, cuando él y su mamá pastaban en
frente de su casa, llegaron dos hombres extraños.
Ellos le pasaron las manos por su pelo mientras lo
desprendían de la cerca donde estaba amarrado.
Su madre debe haber quedado bien
intranquila, ¿sería que estaban secuestrando a su
borriquito? Fue entonces que algunos de los que
estaban allí preguntaron, qué estaba sucediendo.
Los discípulos entonces explicaron, como Jesús
les indicara hacer: “Él Señor lo necesita y luego
lo devolverá”.
Cuando el burrito vio a Jesús, quedó muy
feliz por estar tan cerca de Él. Jesús era muy
bondadoso con los animalitos. Fue entonces que
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los amigos de Jesús colocaron algunos paños sobre el burrito y
Jesús montó sobre él.
Ahora, a pasos seguros y rítmicos, el burrito comenzó
a trotar. De repente vio una gran multitud que se aproximaba.
¿Qué estaba pasando? Sólo entonces el burrito de nuestra
historia, notó que todas aquellas personas estaban allí para
honrar a Jesús.
Los niños agitaban ramas de palmera y cantaban
a Jesús: “Hosanna, hosanna al Hijo de David”. Los adultos
extendían sus túnicas en el piso, como una alfombra, para pisar
mientras todos cantaban.
Aquel día, el burrito fue devuelto a su casa, donde su
madre lo esperaba.
El borriquito ayudó a transportar a Jesús como se
acostumbraba hacer con los reyes en aquella época. Jesús
quiere ser el Rey de tu vida. Tú también puedes alabarlo y darlo
a conocer a otros.
También puedes hablar de Jesús a tus amigos que aún
no son amigos de Él y enseñarles a orar. ¿Te gustaría servir a
Jesús, como el burrito de nuestra historia?

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Sábado 9

La mamá gallina y sus
pollitos.
(Basado en el relato del lamento de Jesús sobre
Jerusalén – Mateo 23: 37 al 39)
(Tratar de llevar un pollito o una gallina con sus
pollos, o figuras)
¿Ya tomaron una gallina en su mano? ¿O
algún pollito en sus manos? ¿Vieron cómo los
pollitos están siempre cerca de la mamá gallina?
Podríamos llamarla “Cariyó”. Ella era una
grande, elegante y bonita gallina roja. Ella puso
varios huevos en su blando nido de paja. Ahora,
ya hacía días que sólo dejaba el nido por pocos
minutos y eso sólo acontecía cuando ella iba a
comer su ración de maíz y beber agua.
Después de veintiún días, sólo cuidando
de sus huevos, la gallinita Cariyó, quedó muy
feliz cuando vio sus huevitos quebrándose de
dentro para afuera. Eran sus pollitos que estaban
saliendo de los huevos.
Cuando el último pollito nació, Cariyó, los
llevó bien cerca de sí a un lugar seco del gallinero,
donde había mucha paja y residuo de maíz donde
ella resolvió hacer su casa.
Durante el día, la mamá gallina, andaba
lentamente por la quinta en busca de maíz
quebrado y lombrices para sus hijitos. A la noche,
ella los colocaba debajo de sí, para que pudiesen
calentarse y dormir.
Cuando llovía o ella presentía algún

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peligro, con sus patas empujaba a sus pollitos para ponerlos
debajo de sus alas. Jesús siempre observaba como esta gallinita
cuidaba muy bien de sus pollitos y nunca se olvidó de eso.
¿Recuerdan que la semana pasada escucharon la
historia del día en que Jesús fue aclamado como Rey por una
gran multitud? Mientras todos estaban felices imaginando
como sería bueno tener a Jesús como rey para cuidar de ellos,
Jesús comenzó a llorar… y llorar…
Entonces los hombres y las mujeres, y hasta los mismos
niños pararon de cantar y caminar y se aproximaron a Jesús
para saber lo que estaba sucediendo.
Ellos vieron que Jesús miraba la gran ciudad de
Jerusalén, la capital del país y lloraba. El dijo: “Jerusalén,
Jerusalén… Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la
gallina junta a sus pollos bajo sus alas… ¡Y no quisiste!
Ahora las personas entendieron por qué Jesús estaba
llorando. Muchos recordaron que cuando una cobra o un zorro
atacan un gallinero, las mamás gallinas, colocan rápidamente a
sus hijitos entre sus patas y abren bien sus alas para protegerlos
de los animales. Pero a veces, algún pollito puede rechazar
quedar bajo su abrigo. Otras veces uno o más pollitos huyen de
la protección de las de la mamá y terminan siendo devorados.
Jesús estaba triste porque sabía que muchos moradores
de la ciudad de Jerusalén iban a gritar exigiendo su muerte. Él
quería salvarlos del enemigo, Satanás, pero ellos escogerían
estar lejos de los cuidados de Dios.
La próxima vez que vean una gallina y sus pollitos,
recuerden que sólo estamos seguros del enemigo, cerquita de
Jesús.
Vamos a orar pidiendo a Jesús que haga que sintamos
el deseo de estar siempre junto a Él, a fin de que no pasemos
ningún peligro.

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Por .........................................................

Sábado 10

Un desfile diferente
(Basado en la Historia del Arca de Noé - 1 en
Génesis 6 y 7)
(Lleve animales pequeños o máscaras de
animales, para mostrar a los niños en el momento
oportuno)
¿Cuántos de ustedes vieron un desfile?
¿Cuántos de ustedes ya participaron de un desfile?
Los que realmente desfilan son los soldados, los
alumnos de las escuelas, scout, los conquistadores,
bomberos y hasta los aventureros.
Hoy quiero contarles la historia de un
desfile muy diferente.
Dios estaba triste porque las personas que vivían
en nuestro mundo, eran muy malas. Ellas se
mataban unas a otras, peleaban, se maltrataban,
insultaban, maltrataban a los animales y todavía
adoraban estatuas. Casi nadie, adoraba a Dios.
Entonces Dios resolvió destruir el mundo
y a todas las personas. Dios vio que sólo había un
único hombre bueno en toda la tierra: ¡NOÉ! Dios
habló a Noé diciendo que como Él, iba a destruir
el mundo, era necesario construir un arca enorme
para que todos los que quisiesen, pudiesen entrar
en ella y así ser salvos.
Entonces Noé comenzó a construir el arca.
Él cortó árboles, preparó la madera y comenzó a
construir. Para que mucha gente pudiese ser salva,
el arca tenía que ser muy grande. Y para hacer un
arca así de grande, Noé demoró ¡120 años!!

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Finalmente, cuando el arca quedó lista, Noé invitó a
todos los habitantes del mundo a entrar en ella para que no
muriesen ahogados. Y ¿saben lo que aconteció? Nadie quiso
entrar en el arca.
Noé debe haber quedado muy desanimado después de
tanto trabajo. Entonces aconteció una cosa extraña y graciosa.
De todos los lados fueron apareciendo animales, como un gran
desfile; alineados de dos en dos, ellos fueron entrando al arca.
Las personas quedaron primeramente asombradas.
Pero después, se reían a carcajadas pensando que Noé quería
hacer un zoológico en el arca. Pero Noé sabía que era en
obediencia a Dios, que estos animales estaban yendo al arca.
Ellos preferían obedecer.
Imagina, jirafas, elefantes, leones, tigres, rinocerontes,
hipopótamos, monos, cobras, venados, ovejas, lobos, vacas,
bueyes, camellos, perros, gatos y tantos otros…
Después que los animales entraron, Dios cerró la
puerta del Arca. Ahora nadie más podría entrar. Continuaron
burlándose de Noé y de los animales por una semana. Después
comenzó un viento, un relámpago, truenos, y la lluvia comenzó
a caer. Las aguas inundaron y cubrieron toda la tierra.
Sólo se salvaron los que estaban dentro del arca.
Aquellos que escogieron obedecer a Dios: Noé, su esposa, sus
tres hijos con sus esposas, y…los animales.
¿Vieron cómo hasta los animales obedecen a Dios?
Vale la pena obedecer.
¿Vamos a ser obedientes como Noé, su familia y
los animales? Entonces ahora vamos a cantar el canto del
diluvio.
(Cantar Pam, pam, pam. La segunda vez ellos deben ir
“marchando” para sus lugares imitando los animales con las
máscaras en sus rostros).

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Por .........................................................

Sábado 11

Una paloma muy experta
(Basada en la Historia del Arca de Noé- 2 en
Génesis 8:1-19)
(Trate de llevar una paloma de verdad)
El sábado pasado escuchamos la historia
de los animales que fueron obedientes como Noé
y su familia y por eso entraron en el arca y se
salvaron de morir en las aguas del diluvio.
Pero no sólo fueron los grandes y
pequeños animales que entraron en el arca. Las
aves también obedecieron y quedaron presas,
encerradas dentro del arca por un año y diez días.
¡375 días! ¿Pensaron niños en quedar todo ese
tiempo sin poder correr, nadar o volar? Tiene que
haber sido difícil para los animales. Yo creo que
todos no veían la hora de poder salir del arca y
obtener la libertad de nuevo.
Noé también quería salir. Por eso, después
que acabó la lluvia, él esperó hasta que toda el
agua fuese bajando hasta desaparecer de sobre la
tierra y entonces, resolvió mandar un animal para
ver si ya podían dejar el arca.
¿Saben que animal Noé mandó para hacer
este trabajo de reconocimiento? Un cuervo. Pero
el cuervo voló, voló y voló, llegando de vuelta al
arca. Si él hubiese sabido hablar, le habría dicho
a Noé: “Todavía queda mucha agua; no hay ni
siquiera un árbol”
Noé esperó un poco tiempo más y ahora
resolvió soltar una paloma y ¿saben por qué una

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paloma? Porque la paloma es un ave muy experta. Ella sabe
volar lejos y encontrar el camino de vuelta para casa. Es por
eso que hubo una época en que se usaban las palomas como
carteros. Eran llamadas, palomas mensajeras.
Quizás Noé pensó así: “tal vez, lejos del arca haya
tierra seca, donde podamos vivir”. Pero la paloma voló, voló y
volvió. Si ella hubiese podido hablar, quizás le dijese a Noé:
“Todavía no. No conseguí todavía un lugar donde poner mis
patitas”.
Noé esperó otros 7 días y la mandó de vuelta para ver si
la tierra estaba seca. Y ahora esa paloma voló, voló y voló bien
lejos. Cómo era bueno poder estirar las alas. Cómo era bueno
salir del cuarto del arca y volar en dirección al sol. Cómo era
bueno sentir el viento, beber el agua pura de los lagos y comer
de los árboles. Todo eso era bueno, pero Noé, su familia y los
otros animales, también querrían salir del arca para aprovechar
el sol, el agua y las plantas.
Entonces, al final del día la paloma tomó una hoja de
olivo nuevita en su pico y voló hasta el arca, y tal vez se posó
en el dedo de Noé.
Noé tiene que haber acariciado su cabecita agradeciéndole por
haberle mostrado que ahora ya era seguro dejar el arca.
Noé todavía esperó una semana más y soltó a la
palomita experta otra vez. Pero ahora ella ya no volvió. Ella
había encontrado un árbol y tal vez, hecho su nido. Con eso ella
estaba diciéndole a Noé: tú también puedes morar de nuevo
fuera del arca.
Así como la palomita experta ayudó a Noé, su familia y a los
animales, hoy las aves nos enseñan a ser agradecidos a Dios.
¿Ustedes niños sabían que las aves cantan alabando
a Jesús todas las mañanas y las tardes? ¿Vamos a aprender
como los pájaros a ser agradecidos a Dios? ¡Cantemos más y
alabemos a Jesús!

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Sábado 12

Un almuerzo diferente
(Basado en la historia del impuesto de Pedro en
Mateo 22:15-22)
(Lleve un pez de goma o una figura de un pez y
una moneda de valor)
¿Sucedió con ustedes que alguna vez, sin
querer, se tragaron una cosa diferente? Por ejemplo:
estabas jugando con un chicle o un caramelo en la
boca y sin querer acabaste ¿tragándolo enterito?
Algunos niños pequeños tragan botones,
ganchos de alfiler y hasta algunas monedas
pequeñas.
Cierta vez, el pez de nuestra historia,
mientras nadaba por el mar, yendo de un lugar a
otro siguiendo a otros peces, paseando por entre las
plantas marinas, de repente vio una cosa brillante
bien en el fondo sobre la arena. El pececito glotón
nunca había visto nada tan brillante. Un rayo de
sol estaba exactamente iluminando sobre aquella
cosa, lo que la hacía más brillante todavía. Por
eso, el pez se fue aproximando, cada vez más y
más. Él necesitaba saber ¡qué cosa brillante era
aquella!
Tocó con su boca aquella cosa y sintió
que era diferente de todo lo que ya había visto.
Era algo helado. Una sensación extraña.
Y tal vez sólo por sentir qué sabor tenía, él la
colocó en su boca, y acabó tragando aquel extraño
objeto brillante. Fue la comida más extraña que
un pez ya había comido.

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Después de eso, el pececito estaba nadando
distraídamente cuando vio otra cosa extraña. Era algo como
largo y que se mecía de un lado para el otro. Y como ustedes
saben el pececito era muy curioso; fue aproximándose y
aproximándose. Él necesitaba saber lo que era aquello. Era
algo blando y parecía apetitoso; abrió la boca y glup!... lo tragó.
Casi tragó… pero… había un anzuelo escondido detrás de la
blanda lombriz y preso por el anzuelo, el pez fue finalmente
atrapado.
Allá encima, en la superficie, un hombre lo agarró,
abrió su boca y ¿saben lo que él vio bien allá al fondo? Una
moneda. (Mostrar)
Pedro, el pescador de nuestro pez, sacó rápidamente a
moneda y corrió hasta el edificio donde se pagaban impuestos
y pagó el suyo y el de Jesús.
Pedro estaba feliz, Jesús le había dicho que fuese
a pescar y que al hacerlo, él encontraría dentro del pez, una
moneda de mucho valor, de tal forma que pudiese pagar ambos
impuestos… y quién sabe, tal vez hasta sobró…
Ahora ustedes ya saben lo que nuestro pececito había
tragado. Eso mismo; una moneda. Una moneda para pagar el
impuesto de Jesús y el de Pedro.
Jesús sabía dónde Pedro encontraría la moneda que
necesitaba. Él sabía que el pececito la había tragado. Jesús
sabe todas las cosas. Por eso niños, siempre que necesitemos
de ayuda, no olvidemos de pedírsela a Jesús. Así como Él
ayudó a Pedro, estará muy feliz en poder ayudarlos a ustedes
también.
Si papá o alguien estuviese desempleado, pídanle a
Jesús que les muestre dónde está el empleo que necesita, y así
como Jesús orientó a Pedro, los conducirá a ellos también.

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Sábado 13

¡Peces Capturados!
(Basado en la historia de la pesca milagrosa en
Lucas 5:1-11)
(Llevar una red con peces de papel o de goma)
Nuestra historia de hoy habla otra vez
de peces. Los peces son animales que viven en
ríos, lagos o mares. Algunas especies andan en
grupo, los que son llamados cardúmenes. Los
cardúmenes nadan juntos de un lado para otro, y
generalmente son peces menores. Por eso andan
en grupo, pues así, les es más fácil defenderse y
escapar cuando los peces grandes quieren hacer
de ellos su comida.
Mientras las ballenas son cazadas con
arpones, porque son mucho más grandes y pesadas,
los peces son atrapados con anzuelos o redes.
Mientras los arpones y anzuelos pescan
un pez por vez, las redes pescan muchos peces,
decenas de ellos cada vez. Pero no pienses que es
fácil pescar peces. Los peces son expertos y por
eso, la mayoría al ver una lombriz balanceando en
el agua huye bien lejos. Sólo algunos más curiosos,
se aproximan y cuando muerden, quedan con la
boca presa en el anzuelo y así son pescados.
Los peces también evitan las redes. Al ver
una de ellas, ellos nadan para otro lado, por eso,
los pescadores pescan con red en la noche, cuando
los peces no divisan la red y acaban cayendo en
ella.
Pero una noche, los discípulos de Jesús

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habían intentado pescar la noche entera y nada. Parecía que
los peces estaban muy expertos aquella noche. Entonces, en
la mañana, desanimados, ellos estaban saliendo del barco para
volver a casa, sin alimento para su familia y sin ningún pez
para poder vender y ganar algún dinero.
Jesús sabía lo que estaba sucediendo y por eso les
ordenó: “Echen las redes para el lado derecho del barco”.
Los discípulos habían tirado varias veces la red para el lado
derecho, y para el izquierdo, y para el frente y para atrás, pero
si Jesús les estaba ordenando, ellos obedecerían.
Durante toda la noche mientras estaba oscuro, habían
intentado pescar y ahora ya había sol; los peces verían la red
y ciertamente la evitarían; pero, pensaron ellos: si Jesús está
mandando, es mejor obedecer.
¿Y saben lo que sucedió? ¡Parecía que los peces querían
ser atrapados! Todos se tiraron dentro de la red y fueron tantos,
tantos, que se necesitaron dos barcos para arrastrar la red. Los
barcos y las redes estaban llenos, tan llenos que la red casi se
rompió y los barcos se hundieron.
¿Por qué pasó eso? Porque los discípulos obedecieron
a Jesús. Saben niños, todo lo que Jesús nos pide, debemos
hacerlo. Y si obedecemos, todo saldrá bien, como aconteció
aquella mañana en el lago. ¿Vamos a contar esa historia
cantando?
(Cante con ellos Pedro, Andrés y Jacobo en un barquito).

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Sábado 14

Ranas obedientes
(Basada en las plagas de Egipto – I en Éxodo 8:1-
15)
(Lleve una imagen de sapos o ranas de goma o
plástico)
¿Cuántos de ustedes han visto un sapo
bien de cerca? Normalmente las mujeres tienen
mucho miedo de los sapos y, principalmente de
las ranas, porque ellas son heladas y nunca se sabe
para dónde van a saltar; especialmente un tipo de
ranas que a pesar de ser bien pequeñas hacen un
ruido grave y fuerte.
Es en la primavera que las ranas ponen
sus huevos envueltos en una especie de espuma
encima del agua. Con el pasar del tiempo, de los
huevos salen unas minúsculas larvas y con el pasar
del tiempo, se transforman en sapos. Pero en la
historia de hoy, millones de sapos se desarrollaron
y aparecieron repentinamente.
Todo comenzó cuando Dios se le apareció
a Moisés mientras cuidaba del rebaño de su suegro
y lo envió a Egipto con el fin de liberar a su pueblo,
el pueblo de Israel que era esclavo allí.
Moisés fue a hablar con el faraón
diciéndole que Dios había ordenado que su
pueblo, los hebreos, salieran de Egipto. Faraón no
le prestó atención a Moisés, todo lo contrario, le
dijo que no sabía quién era Dios y que no dejaría
salir al pueblo.
Los esclavos eran muchos, unos seiscientos
mil hombres y todos ellos con sus esposas,
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trabajaban mucho haciendo ladrillos, construyendo pirámides,
plantando y cosechando, cuidando del ganado y otros servicios
más. Faraón no quería perder esos empleados que trabajaban
gratis para él. Por eso no quiso obedecer a Dios.
Al día siguiente cuando faraón fue al río para tomar
su baño, se encontró con Moisés que al golpear en el agua,
ésta quedó roja como la sangre. Ahora faraón no sólo no podía
tomarse un baño, sino que tampoco tendría agua para beber.
Toda el agua de cada río, lago y hasta la de los depósitos de
agua, estaban como sangre.
Una semana después Moisés fue nuevamente a hablar
con el faraón. Le dijo que Dios quería que deje a su pueblo,
libre de Egipto. Faraón otra vez no quiso obedecer. Y entonces
niños, vinieron las ranas. Eran tantas, que había en las camas,
en las sillas, en el cuarto, en la sala, en la cocina, hasta encima
de los panes y de las ollas de la cocina.
Me imagino, que sólo se oían gritos de las mujeres,
con miedo de las ranas. ¿Ustedes pueden imaginar qué cosas
extrañas estaban sucediendo en Egipto? El faraón no quería
obedecer a Dios, pero por otro lado las expertas ranas sí, fueron
obedientes.
¿Saben? Todos los animales son obedientes a Dios.
Además, los ríos, los mares, los árboles y las plantas, también
obedecen a Dios. Sólo los seres humanos tienen la tendencia a
desobedecer.
Pero ustedes son expertos y saben que vale la pena
obedecer siempre, ¿verdad? Si faraón hubiese obedecido no se
habría quedado sin agua, ni habría sido visitado por la plaga de
las ranas.
Si ustedes son obedientes no necesitarán castigo o
perder algún privilegio. Es mejor obedecer. Y ¡Dios espera
que ustedes obedezcan siempre!

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Sábado 15

Piojos... ¡Qué picazón!

(Basada en las plagas de Egipto-II en Éxodo 8:16-
19)
(Llevar una figura de un piojo. Tenga también un
pedazo de velcro y un peine fino)
¿Alguno de ustedes ya tuvo piojos?
¿Sabían que la gente solamente se pega los piojos
de otra persona que los tenga? Es por eso que
muchas veces, las profesoras en la escuela les
piden a los padres que miren las cabezas de sus
hijos. Si hubiera piojos en los cabellos, sería
necesario eliminarlos. Ellos son muy pequeñitos,
miden menos que 5 mm (mostrar cuánto es 5
mm a través de una pintura oscura en un papel
blanco) y tiene el cuerpo aplastado y garras que
se toman firmemente de los cabellos, así como en
este velcro. (mostrar)
Es por eso que las mamás usan un shampoo
especial para dejar a los piojos muertos y después
pasan una peineta con dientes bien juntos, para
poder arrancarlos de los cabellos.
Esos shampoos secan los huevos de los
piojos que son llamados liendres. Las liendres
son blancas. Y también quedan pegadas a los
cabellos.
La historia bíblica de hoy habla de un
día en que todas las personas de un país entero,
tuvieron piojos.
Los piojos estaban durmiendo

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tranquilamente cuando Moisés golpeó su bastón en el suelo y
¿saben lo que pasó? Todos los piojos despertaron y lo hicieron
con mucha hambre. Ellos entonces comenzaron a saltar y
fueron subiendo por las piernas peludas de los hombres, hasta
sus barbas y cabellos. Después de los cabellos de los hombres
saltaron para los de las mujeres. Algunos piojos se escondieron
en el pelo de los animales: de vacas, de bueyes, de cabras, de
perros y gatos, camellos y burros.
¡Los piojos debían estar felices, pues ellos nunca habían
tenido tantos lugares para hospedarse. Aparte de eso, allí ellos
tenían mucho alimento, porque finalmente eran personas y
animales que no se acababan más en todo Egipto. Los piojos
saltaban y caminaban y cuando eso pasaba, las personas se
rascaban y rascaban tanto su cabeza y barbas, que terminaron
dejando el cuero cabelludo todo arañado.
Los animales se rascaban unos a otros, en los postes
que sustentaban sus cercos y también en las paredes de las
casas, mientras los piojos hacían una fiesta…
Fue entonces que los magos de Egipto rascándose,
buscaron a Moisés y le dijeron: “esos piojos no son de verdad.
Nosotros también podemos hacer una magia y más piojos van
a aparecer”.
¡Imagínense! todo el mundo ya estaba cansado de los
piojos, nadie quería más; pero los magos insistieron en hacer
más piojos con sus magias. Y ¿saben por qué? Porque ellos
querían demostrar que el Dios de Moisés que había enviado
todos aquellos piojos a Egipto, no era un Dios tan poderoso.
Pero ¿saben lo que aconteció? Nada. Ellos no
consiguieron hacer ningún piojo con sus magias. Ni un piojo de
verdad y ni un piojo de mentira. Los de Moisés eran de verdad

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y para mostrar eso picaron con más fuerza a esos magos, que
ahora parecían monos rascándose sin parar.
Fue entonces que Moisés oró y los piojos, tuvieron que
obedecer a Dios y apartarse de las personas y de los animales
de Egipto. Esa fue la tercera plaga de Egipto.
¡Los piojos son animalitos tan pequeños, pero cómo
incomodan!
¿Qué los incomoda a ustedes? Pueden ser cosas
pequeñas como un sobrenombre, puede ser su altura, si eres
bajito o muy grande. Puede ser que necesites usar lentes,
plantillas en los zapatos o frenillos en los dientes. ¿Piensas
que a Dios no le importa? Claro que sí. Y es así como a Dios
le importó en ayudar a los egipcios a librarse de los pequeños
piojos cuando reconocieron que Dios era poderoso. Dios está
dispuesto a ayudarte cuando te acuerdas de llevar a Él tus
problemas, aún si estos son problemas pequeños.
¡Vamos a agradecer a Dios por querer ayudarnos
siempre!

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sábado 16

Nubes de Moscas

(Basada en la historia de las Plagas de Egipto-III
en Éxodo 8:20-32)
(Lleve una caja de vidrio con moscas, o entonces
un cartón con moscas pegadas en él, un dibujo o
láminas)
¿Vieron un enjambre de moscas?
Generalmente cuando la mamá está friendo alguna
cosa sabrosa aparecen una o más moscas. Ellas
también rondan en la mesa en busca de alimentos
o de azúcar. Existen aquellos mosquitos pequeños
que siempre están cerca de las frutas y de la basura.
Es por eso que ellos transmiten enfermedades.
La Biblia cuenta la historia de un gran
enjambre de moscas.
Un día muchas moscas, andaban volando
cuando vieron una cantidad de casas abiertas y
decidimos entrar. Ellas son millones y millones
en todo el mundo, pero ese día, Parecía que todas
se habían juntado en aquellas casas abiertas, en el
país llamado Egipto.
Las mujeres comenzaron a reclamar y
a echar a las moscas de sus casas, pero ellas no
querían salir porque al fin, había ¡tantas cosas

buenas para comer allí!
Vimos que los hombres egipcios estaban
muy enojados porque Moisés había dicho que
Dios había enviado aquel enjambre de moscas
hasta la casa de ellos.

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Ellas comenzaron a nadar en las sopas, en los jugos y
en las leches. Las moscas decidieron caer dentro de las ollas y
los platos.
Así fue que las moscas irritaron tanto a las personas,
que el propio faraón le pidió a Moisés que orase para que se
fueran.
Cuando Moisés oró, las moscas abandonaron Egipto y
atravesaron el desierto.
Como esos insectos sólo viven entre 20 y 35 días,
algunas murieron de hambre antes de llegar a otras casas,
porque no encontraron nada para comer.
Las moscas, fueron la cuarta plaga enviada por Dios a
Egipto, porque faraón no quería obedecer a Dios, ni dejar libre
a su pueblo hebreo.
¿Sabían ustedes que existen 120 mil especies diferentes
de moscas? Ninguna de ellas sobrevive ni en el polo sur ni en
el polo norte, por causa del frío.
Si eres frío e indiferente con el pecado, si no usas
palabras feas y no guardas pensamientos malos, las moscas del
pecado no encontrarán lugar para posarse en tu corazón.
Vamos a pedirle a Dios que nos ayude a espantar las
moscas del pecado de nuestra vida.

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Sábado 17

Animales enfermos

(Basado en la Historia de plagas de Egipto- IV en
Éxodo 9: 1-7)
(Llevar una caja de primeros auxilios. Abra
y muestre a los niños su contenido; remedios,
jeringas descartables, parches, termómetro, etc.)
¿A quién le gusta estar enfermo? A mí
tampoco me gusta.
¿Sabían que muchas enfermedades existen porque
no cuidamos bien de nosotros mismos? Es verdad.
Si comemos mucho dulce, tortas, bombones,
galletas y bebemos muchas bebidas, podríamos
por ejemplo, tener caries, resfriados, gripes, dolor
de cabeza o de garganta.
Cuando dormimos poco o dormimos
tarde, también podemos enfermarnos. Lo mismo
sucede cuando nos olvidamos de beber 8 vasos de
agua por día.
Pero no somos solamente nosotros, quienes
podemos enfermarnos, nuestros animales también
pueden enfermarse, si olvidamos vacunarlos o si
no le damos raciones de alimentos saludables.
La historia bíblica de hoy, habla del
día en que tanto las personas como los animales
quedaron enfermos.
Era la sexta vez que Moisés iba hasta el
palacio para hacer el mismo pedido a faraón. Él
decía: “deja a los israelitas salir de Egipto para
adorar a Dios”. Pero el faraón respondía: “yo no

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conozco a tu Dios, ni sé si Él existe, por lo tanto no voy a dejar
salir a ningún esclavo para ningún lugar”.
Aquel día Dios mandó que Moisés fuese hasta el fuego, tomase
mucha ceniza en sus manos y las tirase para arriba. ¿Sabes lo
que parecía? Una lluvia de cenizas y aquel polvo se desparramó
hasta bien lejos.
Fue entonces que las vacas comenzaron a sentirse mal.
Todos los días ellas daban 30 litros de leche cada una, para su
dueño. Pero aquel día, después que Moisés tiró la ceniza, ellas
comenzaron a sentirse con mucha fiebre.
Las vaquitas se acostaron en el pasto y comenzaron a
mirar para el campo y pedir ayuda. Fue entonces que vieron
otros bueyes y terneros, que también enfermos. Ella miró
hacia el otro lado del campo y vieron que los cabritos también
estaban enfermos. Cerca de la casa de su dueño estaba el
gallinero, pero ellas vieron al gallo que siempre andaba bien
erguido y cantando, ahora con la cabeza baja, lo mismo las
gallinas y los pollitos. ¡Todos estaban enfermos!
La última esperanza de ayuda era el estanciero egipcio,
su dueño. La puerta de la casa de la hacienda se abrió y
ellas mugieron: “Muuuuuuuuuuuu”- pidiendo socorro. Pero
entonces ellas percibieron que el estanciero, su esposa y los
hijos estaban todos saliendo para ir al médico, porque también
estaban enfermos.
Y para peor, más tarde, hasta los magos, que eran
médicos, también se habían enfermado.
- ¿Y ahora? ¿Quién iba a cuidar de todos ellos?
Unos pocos días después ya nadie más, se sintió enfermo.
Todos los animales y personas estaban bien. Una tarde se oyó
esta conversación:

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-“Fue Moisés hijo, quien nos curó. Él oró a su Dios y su oración
fue respondida. Sanó a cada persona de Egipto y también a
nuestros animales”.
Ahora todos sabían que los animales y las personas, habían
estado enfermos por causa de la obstinación y desobediencia
del faraón.
Mucha gente hoy también es obstinada. En su obstinación
no cuidan de sus animales y resultan enfermos. Dios quiere que
cuidemos sus criaturas, hasta las más pequeñas.
Por lo tanto, si ustedes encuentran algún animalito
enfermo, no dejen de cuidar de él. Y cuídenlo con cariño.
Como hizo con Moisés, Dios quiere ayudarlos a cuidar de los
animales. Oremos a Dios pidiéndole que seamos buenos con
los animales.

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sábado 18

laNgostas eNtroMetidas

(Basada en la Historia de las plagas de Egipto – V
en Éxodo 10:1-20)
(Lleve una langosta de verdad o de goma o
juguete)
¿Vieron una langosta de cerca? Creo que
no. ¿Sabían que las langostas son consideradas
en la agricultura una de las peores plagas? ¿Y
saben por qué? Porque cuando una bandada de
langostas llegan a una plantación, pueden causar
mucho daño en áreas muy grandes.
Primero, porque andan en bandadas y
después porque cada langosta come cada día
la misma cantidad que su peso. Ellas devoran
plantaciones, pastos, ropas y muebles.
La historia bíblica de hoy cuenta sobre
nubes de langostas.
Posiblemente ellas estaban volando
cuando fueron tomadas por un fuerte viento que
las empujó durante un día y una noche. Cuando
el viento paró, ellas estaban en Egipto. Había
muchas plantaciones allí y pararon su vuelo para
deleitarse comiendo y comiendo todo lo verde que
había en aquel lugar. Después entraron también a
las casas de los egipcios y comenzamos a comer
sus ropas y sus muebles.
Las mujeres, los hombres y hasta los niños
intentaron sacarlas, pero ellas se cansaban porque
parecía que cada vez había más langostas.

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Fue entonces que se oyó a las personas decir que estas
langostas estaban allí, porque Moisés había orado y Dios
mandó un viento. Las langostas eran la octava plaga que
estaba destruyendo Egipto. Y realmente hicieron muy bien su
parte. No sobró nada verde en todo el campo. No había más
plantaciones de trigo, de maíz o cualquier otro alimento; no
dejaron ni pasto… por eso no había comida para el ganado.
Entonces faraón resolvió dejar de ser obstinado. Él le
pidió perdón a Dios y prometió dejar al pueblo salir de Egipto.
Moisés entonces oró otra vez y cuando Moisés comenzó a orar,
todas las langostas se prepararon para otro viaje.
Queridos niños, cuando ustedes se arrepienten de las
cosas erradas que hacen, Dios puede hacer milagros para
que sus oraciones sean atendidas. Así como Dios mandó un
fuerte viento para librar a los egipcios de las langostas porque
el faraón se arrepintió, Dios puede ayudarlos también, cuando
ustedes se arrepientan.
¿Quieren arrodillarse ahora conmigo para pedir perdón
a Dios y presentar nuestros pedidos a Él también?

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Sábado 19

La ovejita amada
(Basada en la parábola de la oveja perdida)
(Lleve una oveja de peluche o un dedil y una
ramita seca donde la ovejita esté atrapada)
(Haga el sonido del balido de una oveja…
bee… bee!)
Su nombre era Copito de Nieve y era una
pequeña ovejita. Donde ella vivía, moraba su
familia… mamá oveja y tal vez sus hermanos y
muchos otros amigos y parientes ovejas.
Pero donde copo de nieve vivía, era una
región desierta. No había agua, ni pasto, sólo
arena. Por eso, luego que el sol aparecía en el
horizonte, el pastor abría la puerta y llamaba a sus
ovejas. Ellas iban saliendo una a una y hacían una
fila detrás del pastor.
Entonces ellos caminaban mucho tiempo.
Subían y descendían cerros; atravesaban senderos
y caminos y finalmente cuando Copo de Nieve
no aguantaba más el hambre, llegaban a un prado
verde. El pastor paraba y se sentaba en el pasto,
mientras sus ovejitas comían mucho pasto y sus
estómagos quedaban llenitos. De ahí ellos se
acostaban en el blando pasto y dormían contentos
al sol.
Más tarde cuando despertaban, Copo de
Nieve y otros corderitos quedaban saltando cerca
de la sombra de un enorme árbol. Después comían
bastante otra vez, y, al final de la tarde el pastor
las llamaba de nuevo. Ellos eran llevados ahora

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a un riachuelo donde todos bebían mucha agua fresquita y de
ahí, volvían a casa. Casi siempre llegaban cuando ya estaba
oscureciendo, para dormir en el corral.
Un día, mientras las ovejitas bebían agua para volver
a casa, Copo de Nieve quiso conocer mejor aquel lugar, quiso
apartarse sólo un poquito del rebaño y vio un monte. Subió
corriendo a la cima y vio el cielo azul, las montañas del otro
lado, vio algunos prados y un camino. Se quedó solo un poquito
ahí y cuando iba bajando, no se recordaba cuál era el camino.
Comenzó a balar ( beeeee, beee ) pero nadie la escuchaba.
Rápidamente oscureció y un viento fuerte y helado
comenzó a soplar. Copo de Nieve estaba con miedo y procuraba
un lugar para abrigarse; fue cuando resbaló y cayó. Cayó hasta
quedar presa en una rama que la hería. Tenía miedo de soltarse
y caer más y más… ¡estaba adolorida!
Pobre Copo de Nieve. Estaba perdida, con frío, con
miedo y no sabía volver para casa. Comenzó a balar, y balar
hasta quedar ronca. Pero nadie la escuchaba. ¿O había alguien?
De repente, en medio de lo oscuro de la noche, vio una leve
luz proveniente de una lamparita que se aproximaba. Sintió dos
manos tirándola para arriba y alisando su pelo, abrazándola y
apretándola contra el pecho mientras le hablaba mansamente.
¿Saben quién? Eso mismo. El pastor. Al guardar sus
ovejitas aquella tardecita, él sintió falta de Copo de Nieve.
Cerró muy bien la puerta del corral y corrió de vuelta buscando
su pequeña ovejita.
Jesús contó esta historia y dijo que Él, es el Buen
Pastor. Por eso, cuando ustedes se sientan perdidos, cuando
desobedezcan, recuerden que Jesús es el Buen Pastor, y que los
ama mucho y los quiere de vuelta, muy cerquita de Él.
Ahora, le vamos a agradecer porque se interesa por
nosotros.

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Sábado 20

El almuerzo de las Osas
(Basada en la historia de Eliseo en 2 Reyes 2)
(Llevar una lámina de un oso, un peluche o un
dedil)
¿Cuántos de ustedes ya vieron un dibujo
de un oso? Los osos son animales enormes. Ellos
pueden caminar en sus cuatro patas como también
en dos. Cuando un oso está de pié, en sus dos
patas, ellos pueden ser mucho más grandes que
un hombre.
Normalmente los osos no atacan a las
personas; solamente si ellos se sienten amenazados;
pero no se puede decir que ellos son amigos de los
hombres ya que son animales feroces. Los osos se
alimentan de plantas, de miel y de carne.
¿Sabían que la Biblia cuanta una historia
muy triste sobre dos osas? Todo comenzó cuando
Eliseo era todavía ayudante del famoso profeta
Elías. Un día Elías llamó a Eliseo y le dijo que se
quedara en casa mientras él iba a otra ciudad. Pero
Eliseo no quiso quedarse solo y acompañó a Elías
hasta la ciudad. Llegando allá, Elías le dice que lo
espere allí, mientras él iba para otra ciudad.
Pero Eliseo nuevamente acompañó a
Elías. Entonces el profeta salió de la ciudad y
mientras iban caminando, súbitamente, un carruaje
brillante como el fuego pasó por donde estaban
ellos y llevó a Elías para el cielo.
Ahora Eliseo quedó solo. Tomó la capa
de Elías, que cayó mientras él subía y volvió para

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la casa. A todos los que le preguntaban por Elías, Eliseo les
contaba lo que había sucedido.
Unos días después, mientras Eliseo estaba viajando
por un camino, se encontró con un grupo de jóvenes y
adolescentes.
Cuando vieron pasar a Eliseo, comenzaron a reírse del
profeta y a burlarse de él y de su historia. Eliseo era calvo, y
los jóvenes comenzaron a decirle: “sube, calvo, sube”
Niños, qué cosa más fea estaban haciendo aquellos
muchachos. Ellos estaban dudando de la palabra de Eliseo, el
profeta de Dios, diciendo que no creían que Elías hubiese ido al
cielo. Y todavía más, se burlaban del pastor Eliseo, llamándolo
“calvo”.
Dios se entristece cuando somos irreverentes, cuando
nos burlamos de las cosas sagradas. No podemos burlarnos de
la Biblia, ni correr, hablar o jugar dentro de la iglesia.
Dios tampoco se alegra cuando nos burlamos de las
personas de más edad que nosotros. Y mucho menos cuando
nos burlamos, criticamos y hablamos del pastor de nuestra
iglesia.
Al ser irreverentes y mal educados, Dios se aparta de
aquel lugar. Sin la protección de Dios, aparecieron dos osas
detrás de los árboles, que obedeciendo a Dios, castigaron a
aquellos 42 jóvenes burladores e irreverentes. No vale la pena
ser irreverentes, no vale la pena burlarse; cuando hacemos eso,
como aconteció aquel día con aquellos muchachos, perdemos
la protección y el cuidado de Dios.
Vamos a orar pidiéndole a Jesús que nos haga siempre
reverentes en la iglesia, en las cosas de Dios y respetuosos para
con las personas adultas y aún con nuestros compañeros…

47

Por .........................................................

Sábado 21

Cabritos y ovejitas

(Basada en la escena de la Venida de Jesús en
Mateo 25:31-46)
(Mostrar figuras de cabritos y ovejas)
¿Vieron algún cabrito de verdad? El
cabrito bala igual a la oveja, y come hierba
también. Los cabritos que moraban donde Jesús
vivía eran barbudos y algunos tenían pelo corto y
suave, mientras otros tenían pelo áspero. Todos
los cabritos tienen cuernos curvos en forma de
espiral, y por dentro es afilado y puede hasta herir,
a quien él ataque.
¿Vieron una oveja de verdad? La oveja es
un animalito muy dócil y tímido. Ella no sabe
defenderse, por lo tanto depende enteramente de la
ayuda del pastor que la lleva para comer (pastar) y
para beber. El pastor también es quien la defiende
de sus enemigos, animales hambrientos y feroces,
tales como el lobo, el león, el leopardo, etc.
Cuando una oveja está herida, muriendo,
ella simplemente se encoje, no intenta salvarse o
huir, tampoco bala, sólo llora.
La Biblia cuenta una historia interesante
sobre las ovejas y los cabritos.
Un día los cabritos estaban saltando libres
por las colinas, pastando al sol. Algunos de ellos
estaban peleando entre sí por causa de una linda
cabra o porque querían ocupar el mismo espacio.
Mientras tanto, las ovejas estaban todas juntitas,

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quietitas, comiendo, bebiendo y tomando sol.
Fue cuando llegó el pastor. Él llamó tiernamente a sus
ovejas y todas se levantaron y comenzaron a seguirlo. Ellas
sabían que el pastor las amaba y que cuidaría bien de ellas.
Los cabritos necesitaban ser tocados para seguir y
obedecer al pastor. Entonces el pastor le dijo a sus ovejitas:
“Vengan mis queridas, vamos para casa. Yo preparé una
casa bien bonita y nueva para ustedes, para que puedan vivir
bien cerquita de mí”. “En este nuevo hogar, ustedes vivirán
tranquilas y seguras”.
Pero después el pastor se volvió hacia los cabritos y
percibió que éstos continuaban saltando, comiendo, jugando y
no le daban atención.
Entonces el pastor les dijo: “Como ustedes son
desobedientes y no escuchan mis órdenes, pueden quedar ahí
mismo” Al terminar de decir esto, se fue con sus ovejas.
¿Sabían que el pastor de esta historia es Jesús? ¿Sabían
que cada uno de ustedes puede ser cabrito u oveja?
Jesús contó esta historia para enseñarnos que cuando
Él vuelva, solamente va a llevar a vivir con Él al Cielo, a
aquellas personas que son obedientes como las ovejas. Y a
los peleadores, aquellos que no obedecer, no vivirán con Él
para siempre. Yo quiero ser como una ovejita obediente. ¿Y
ustedes?
Vamos a orar para que Dios nos haga tener un corazón
bondadoso, como el de las ovejas, para que podamos vivir en
el cielo, un lugar donde sólo los que acepten la invitación de
Jesús podrán ir.

49

Por .........................................................

Sábado 22

Vacas hambrientas

(Basada en la historia del sueño del faraón en
Génesis 41)
(Lleve una vaca de peluche o una figura de ella…
puede también imitar el mugido).
¿Qué animal es este? (mostrar) ¿Sabían
que las vacas son animales muy útiles para
nosotros, los seres humanos?
Las vacas nos dan la leche, y con ella
podemos hacer yogurt, queso y manteca. Las
vacas nos dan la carne, con su piel se hacen
alfombras y con su cuero se hacen zapatos,
carteras y cinturones. Y las vacas también ayudan
a arar la tierra y a tirar carretas.
¿Ven cuántas cosas buenas las vacas hacen
por nosotros?
La historia bíblica de hoy nos va a hablar
de una vaca y sus compañeras. La vaca de
nuestra historia, que podemos llamar… (Espere
sugerencias) vivía en el país de Egipto. En Egipto
hay muchos desiertos. Éstos son lugares muy
calientes donde sólo hay arena, y como saben en
la arena no crecen plantas. Por eso era mucho más
difícil para un estanciero que viviese en el desierto,
criar sus vacas, porque era difícil encontrar
alimento para sus animales. El alimento tenía que
venir de afuera. Sus vacas casi siempre estaban
flacas y hambrientas.
Pero las vacas de nuestra historia, no

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vivían en el desierto de Egipto; ellas vivían en las orillas del
Río Nilo. El río Nilo es el río más largo del mundo y por donde
él pasaba en Egipto, existía alegría…
Alegría porque los niños jugaban en sus orillas, las
mujeres lavaban sus ropas en él, los hombres iban para pescar
y cazar cocodrilos. Además de eso, las personas (hasta la
princesa de Egipto) tomaban baño en las aguas del río Nilo.
Los hombres plantaban sus cereales y frutas en los
márgenes del río, por eso había mucho alimento allí, ya que las
plantas crecían bonitas y fuertes.
Las vacas de nuestra historia también amaban el río
Nilo, porque podían beber agua en él y había mucho pasto
bueno a su alrededor.
Pero un día, las siete bonitas vacas que estaban pastando
vieron aproximándose a otras siete vacas que eran feas y flacas.
Cualquiera podría pensar que ellas debían vivir en el desierto
pues se veían muy pero muy flacas y feas.
¿Y saben lo que sucedió inmediatamente? ¡Una cosa
horrible! Las siete vacas flacas estaban con tanta hambre,
que en vez de comer pasto, ellas se comieron a las vaquitas
bonitas.
Es lógico que eso no ocurrió de verdad. ¡No! Eso fue
sólo un sueño. Un sueño que el faraón, soñó. En ese sueño,
el faraón vio que aunque las vacas flacas comían a las gordas,
aún seguían flacas.
El faraón despertó asustado y quería saber lo que
significaba el sueño, pero ninguno de sus sabios podía ayudarlo.
Entonces José, que estaba preso en la cárcel, fue llevado al
palacio y Dios le ayudó a interpretar ese sueño. José le dijo
que habría siete años de mucha abundancia, pero después

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vendrían siete años de hambre. Y el hambre sería tanta, que
nadie recordaría cuánto alimento habían tenido antes.
José estaba en la prisión de Egipto, porque sus hermanos
envidiosos lo habían vendido como esclavo. ¿Envidiosos
por qué? Porque su padre Jacob lo amaba tanto que le había
regalado una ropa muy especial, de muchos colores tal como la
que usaban los príncipes de esa época.
Pero ahora porque José supo explicar el sueño de faraón,
él fue hecho gobernador de Egipto. Y fue así que cuando vino
el tiempo del hambre, José pudo salvar a su familia, dándoles
del alimento de Egipto que él mismo había mandado a guardar
para cuando viniese el tiempo del hambre. Así como las vacas
ayudan a los hombres dándoles alimento, José también ayudó
a su familia dándoles alimento. Pero José sólo pudo guardar
el alimento porque Dios, que hizo el sol y la lluvia proveyó
cereales en abundancia para el momento de necesidad.
¿Quieren agradecer a Jesús porque todavía manda el
sol y la lluvia para que tengamos alimentos deliciosos cada
día?

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Por .........................................................

Sábado 23

La serpiente mentirosa
(Basada en la tentación de Eva en Génesis 3)
(Lleve la figura de una serpiente)
¿Han visto una serpiente de verdad, bien
de cerca? ¿Sabían que una serpiente puede vivir 20
años? Una serpiente nace con más o menos 30 cm
(mostrar algo de ese tamaño) y algunas, como la
boa, pueden alcanzar hasta 4 metros de longitud
(mostrar una cuerda de ese tamaño). Pero existe
otra víbora, la pitón que puede llegar hasta 6 metros
(estire otra cuerda de ese tamaño).
Las serpientes cambian la piel dos veces
al año, y su piel puede ser bien colorida y brillante.
Ella es fría y escurridiza. Pero el mayor problema
de la serpiente, es su veneno. Un gramo de veneno
(mostrar cuánto es eso a través de un color vivo
en una hoja blanca) de la serpiente llamada cobra,
puede matar ¡a 150 personas!
La historia bíblica de hoy, es de una
serpiente que tenía un veneno más poderoso que el
veneno de la cobra.
¿Qué nombre le vamos a dar a nuestra
serpiente? (Espere sugerencias) Esta serpiente
era muy linda. Ella tenía una apariencia brillante,
parecida al oro pulido. Diferente a las serpientes
que conocemos hoy en día, ella no comía sapos,
ratones, peces u otros animales. A ella le gustaba
comer frutos. Por eso ella estaba siempre pasando
de un árbol frutero a otro saboreando las más
deliciosas frutas.
Pero un día esta linda serpiente hizo algo
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muy malo. Ella se aproximó a una encantadora mujer y comenzó
a conversar con ella.
¡Oh...! ¿Hablan las serpientes? No, no hablan, pero aquel día
esa serpiente habló. Es que fue Satanás quien habló a través de
ella. ¿Y saben con quién esta serpiente estaba hablando? ¿Saben
quién era aquella linda mujer? ERA EVA.
Aquello que la serpiente habló a Eva era mucho más
peligroso que el veneno de la serpiente. Ella dijo que si Eva
comía del fruto de aquel árbol donde ella estaba, sería mucho
más inteligente de lo que era, llegaría a ser igual a Dios.
Eva fue muy tentada con las palabras de la serpiente.
Eva nunca había visto hablar a una serpiente y por eso pensó que
realmente era la serpiente que estaba hablando. Eva pensó que
el fruto debería ser muy especial. Nuestra linda serpiente dio una
fruta a Eva y ella comió. Después le llevó ese fruto a su esposo
Adán y él también lo comió.
Saben niños, el veneno de la serpiente de nuestra historia era
tan poderoso, que no sólo Eva y Adán murieron, sino que cada
persona que nace en este mundo, también muere.
¿Saben qué veneno era el de nuestra serpiente? La
mentira. Ella le dijo a Eva que podía desobedecer a Dios y que
eso no era ningún problema. Pero Dios le había dicho: “si ustedes
comen de este árbol, ciertamente morirán” Y la serpiente le dijo:
“ustedes no van a morir”. ¿Quién decía la verdad?
Niños, el mismo veneno que Satanás colocó en la boca
de la serpiente de nuestra historia, la mentira, puede estar en la
boca de cualquier persona. Cuando ustedes no dicen la verdad,
cuando mienten o engañan a las personas, es veneno de serpiente
que tienen en su boca.
¿Y saben una cosa? Quien miente, no podrá vivir con
Jesús, porque Él odia la mentira que causó la muerte de sus
hijos. Yo quiero sólo decir la verdad, y ¿ustedes?
Vamos a orar a Dios pidiéndole que nos ayude a decir siempre,
¡solamente la verdad!

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