1. ANÁLISIS DE:
UN DETECTOR
DE HUMOS
IÓNICO.
POR: BELÉN FERNÁNDEZ ESTRADA,
MERCEDES FERREIRA BRAVO Y
MERCEDES GONZÁLEZ OÑÓS.
2. ANÁLISIS ANATÓMICO:
Es un objeto compuesto. Está integrado por una cámara hecha de
plástico: dos placas y un material radiactivo. En la primera la placa (es
radiactiva) es en la que se encuentra este material (también consta de un
rayo infrarrojo para detectar las partículas de humo) y la segunda placa
sólo tiene la función de adherir el detector al lugar donde se vaya a
colocar. La unión de sus dos piezas se consigue gracias a cuatro tornillos
colocados en la placa base, unidas a la placa radiactiva.
Es un objeto pequeño para que su colocación no nos resulte un problema
estético y de fácil instalación.
Su color es blanco porque si fuese un color oscuro, atraería más el calor y
por lo tanto se calentaría pudiendo llegar a estropearse.
ANÁLISIS FUNCIONAL:
El material radiactivo ioniza el aire que pasa entre las placas, generando
una pequeña corriente eléctrica permanente, que es medida por un
circuito electrónico conectado a las placas, esta es la condición normal
del detector.
Cuando se genera la combustión, las partículas liberadas interfieren en la
ionización que se lleva a cabo en la cámara del detector. Esto afecta a la
producción de corriente que se ve disminuida , por lo que la corriente
medida por el circuito eléctrico será menor y cuando sea inferior a un
valor predeterminado se genera la condición de alarma.
La presencia de otras partículas no ionizadas reduce la conductividad
dentro de la cámara, interrumpe el circuito, y permite que suene la
alarma.
Este objeto es una medida de seguridad.
3. Utiliza energía eléctrica.
El aparato utiliza un sensor de alta tecnología, para detectar las partículas
de humo (no ionizadas).
ANALISIS TÉCNICO:
La placa base del detector de humos esta hecho de plástico y es el
material más adecuado porque además de ser barato, aísla la
electricidad. Su interior es de material radiactivo (como partículas alfa).
La placa base se une a la placa radiactiva a través de unos tornillos con
tuercas. Utiliza energía eléctrica para su funcionamiento, en su
fabricación ha intervenido la energía mecánica para elaborar los tornillos
de acero y la energía química que es lo que ocurre en su interior
(material radiactivo) y detecta el humo.
4. Es construida por máquinas para facilitar el proceso de montaje y
abaratamiento del mismo. Detectan la presencia de humo en el aire,
emitiendo una señal acústica que avisa del peligro de incendio.
Una vez consultadas las normativas aplicables a los detectores de humos,
consideramos que el aparato cumple las normativas siempre que su
instalación se ajuste a las mismas.
ANÁLISIS ECONÓMICO:
Su valor en el mercado puede oscilar entre 10 y 50 euros.
En cuanto al precio, se adecua a la relación calidad/precio.
El aparato consta de una parte reciclable y otra no reutilizable. Por
ejemplo la parte exterior es reciclable ya que es de plástico, pero su
interior no se puede reutilizar, ya que está compuesto por materiales
radiactivos. Los centros de reciclaje son una opción para eliminar las
alarmas de forma segura.
5. ANÁLISIS SOCIOLÓGICO:
Este objeto detecta las partículas no ionizadas, es decir, el humo. No es
un objeto necesario, pero es recomendable para evitar un posible
incendio.
Lo utilizan en sitios donde hay máquinas o muchas personas (colegios,
comercios…) o en sitios en donde hay riesgos de incendio; en general se
recomienda un detector cada 60 m2.
Hasta hace relativamente poco tiempo, no existía ningún objeto que
hiciera esta función.
ANÁLISIS ESTÉTICO:
Su tamaño es pequeño, lo que permite una fácil instalación y no causar
daños estéticos en el lugar de su colocación.
Da sensación de calor, ya que el plástico representa el calor, y también al
ser un objeto blanco da sensación de limpieza. También da sensación de
seguridad, ya que es una alarma de incendios.
Este objeto es colocado en techos. Además tiene ese color blanco ya que
la mayoría de los techos son de dicho color, por lo tanto se ha tenido en
cuenta la estética al diseñarlo.