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Año 1 Semana 21 Día 1

Un siervo genuino
Lee
La muerte de Abraham. Génesis 25.1-18

Medita
Abraham fue un admirable siervo de Dios, padre de todos aquellos que creen en Dios por medio de su Hijo Jesucristo (Ro. 4.16). No
fue perfecto, sin embargo los soberanos planes de Dios no se vieron truncados pese a sus flaquezas y debilidades.

Su muerte terminó una etapa en el plan de Dios. Ninguno de nosotros es imprescindible en la obra del Señor. A nuestra muerte,
alguien tomará la posta y la obra continuará. Abraham, al estar cercano a la muerte, se desprende todo (5, 6), es decir no atesoró
nada que fuese necesario retener y distribuyó sus bienes mostrando orden en su forma de actuar. Demostró que él no vivió para
acumular posesiones terrenas. En cambio, el mundo de hoy está viviendo en la era en la que el dinero y las posesiones materiales lo
son todo, y esto provoca conflictos y divisiones aún en el mismo seno familiar. La tendencia a trabajar mucho para tener más y más
como si a la hora de la muerte se pudiese llevar algo consigo.

Otro aspecto a considerar en Abraham es la calidad de su vejez. Dice la Escritura, “tuvo una vejez digna”, algo que muchos de
nuestros ancianos en este tiempo no tienen. Finalmente, se aprecia como la bendición de Dios alcanzará a toda la descendencia del
anciano siervo (11). Que dicha más grande para un hombre saber que aunque él no pueda estar presente para ver crecer y
prosperar a sus generaciones, el Dios Todopoderoso y fiel velará en persona por cada una de ellas y cumplirá todas sus promesas
sin que falte alguna.

Aplica
¿Dónde están tus prioridades, en lo espiritual o en lo material? ¿Llevas una vida disciplinada y de fe como Abraham? ¿De qué
manera aseguras la bendición de Dios para tus futuras generaciones?

Ora
Amado Dios, que mis generaciones puedan seguir las huellas de mi diario caminar haciendo tu voluntad. 1

1Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda.
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Sin distinción
Lee
La familia de Isaac atraviesa conflictos. Génesis 25.19-34

Medita
El sucesor de Abraham (19.23). Abraham tuvo otros hijos, pero Isaac fue escogido por Dios para liderar a su pueblo, aunque no por
meritos propios, como veremos más adelante. Todos los que verdaderamente pertenecemos a Dios por medio de su Hijo Jesús,
somos escogidos para ser sus hijos, pero ninguno de nosotros lo merece. Afecto dividido (28). Es natural para los padres tener
favoritos entre sus hijos. La historia de Jacob y Esaú nos muestra que tal favoritismo no es correcto. Las cosas que vienen en forma
natural no siempre son correctas, y como hijos de Dios debemos aprender a controlar nuestros sentimientos y considerar que es lo
mejor para los demás. (Mt. 12.25)

Una actitud desastrosa (32). La primogenitura en el pueblo israelita representaba una posición privilegiada. Recibía el doble de lo
que heredaba cada uno de los otros hermanos. Entre otras cosas, la primogenitura se podía comprar o vender como en este pasaje.
En el caso de Esaú no era sólo cuestión de bienes o propiedades, sino que se trataba de algo más importante. Todas las personas
que Isaac había heredado de su padre Abraham debían también ser heredadas por Esaú (Compara Génesis 22.16, 18 con 26.3, 4).

Esaú fue un hombre que quería las cosas ahora y no mañana. Hoy en día este incidente se repite una vez tras otra. Si vivimos por fe
en Dios tenemos el desafío de vivir permanentemente con la mirada hacia delante, con esperanza. Hay muchas formas de
despreciar nuestra primogenitura como hijos de Dios. Piensa en algunas de ellas.

Aplica
¿Cuál era el problema de Rebeca, y qué hizo Isaac al respecto (21)? ¿Cuál tiende a ser tu reacción frente a algún problema?
¿Cuáles son los resultados del favoritismo con algunos de los hijos?

Ora
Señor ayúdame a pensar que no soy insustituible en tu obra, y a no menospreciar la herencia que tengo en ti. 2



Prueba de fe
Lee
Este pasaje nos previene de confiar en nuestras capacidades humanas. Génesis 26.1-11

Medita
Aunque hombres como Abraham, Isaac y Jacob fueron escogidos por Dios para llevar a cabo sus propósitos, ninguno de ellos fue
perfecto. La Biblia es un libro honesto que no nos oculta la verdad por muy poco placentera o incómoda que sea. Muestra las vidas
de los hombres tal cual Dios las ve, tal como es el hombre. Dios nos escoge para que hagamos buenas obras, y no porque ya las
hayamos hecho. La fe de Isaac (1-5). Al igual que su padre, Isaac da pruebas contundentes de su fe. Obedece la orden de Dios de
habitar la tierra que le será dada por heredad. Se renueva el pacto. Isaac recibe las mismas promesas que Dios había hecho a
Abraham, su familia sería bendecida y traería bendición a otros. Isaac tuvo la fe necesaria para obedecer las instrucciones de Dios.

El miedo de Isaac (6-11). Sin embargo Isaac cae en la tentación, la misma que había sido motivo de desasosiego de su padre
(compara Génesis 12.10-20 con 20.1-17). Isaac pudo creer que Dios era capaz de alimentarle a él y a su familia, pero su fe no
alcanzó a aceptar que Dios protegería a su esposa. En la actualidad, el mismo temor de Isaac nos asalta a los cristianos. Debemos
pensar que a causa del miedo podemos fracasar en nuestra vida cristiana. Los fracasos de Isaac no condicionaron el amor de
Jehová por él. Como lo vemos al final del pasaje, Dios le siguió amando y prosperando porque su amor es incondicional y eterno.

Aplica
¿Cuáles son las promesas que Dios renueva a Isaac (3, 4)? A pesar de las promesas, Isaac desconfió. ¿Qué temores tuyos te hacen
desconfiar de las promesas de Dios?

Ora
Señor, que mi fe no desfallezca en ningún momento, ni frente a la prosperidad ni frente a la adversidad. 3



Pozos y altares
Lee
“Porque ahora Jehová nos ha prosperado y fructificaremos en la tierra”. Génesis 26.17-35

Medita
La fe de Isaac en que Dios proveería sus necesidades fue premiada: sembró y cosechó abundantemente, y su ganado desarrolló en
igual forma, pero todo esto le causó otros problemas. Tuvieron envidia de su prosperidad y luego fue expulsado del lugar. Al igual
que su padre, Isaac fue llamado a vivir por fe, poniendo a Dios sobre todas las cosas. Podía haber reclamado su derecho sobre los
pozos, sin embargo, imitó a su padre y actuó como un gran pacificador (Gé. 13.7-18). El éxito también causa problemas y debe
hacerle a uno más dependiente de Dios.

Perforando pozos (25). Ya en el valle de Gerar, Isaac necesitaba agua para su rebaño y fue al lugar donde su padre Abraham había
excavado pozos. Pero también allí tuvo problemas con los habitantes del lugar. Nuestra fe se hace más fuerte a medida que
peleamos contra las dificultades.

Edificando el altar (25). Dios sabe que necesitamos incentivos, y éstos se presentan en el momento oportuno como premio a nuestra
fe. Dio a Isaac el pozo de Rehoboth para suplir sus necesidades físicas y en Beerseba le promete bendiciones espirituales. Isaac
responde con adoración y oración, actitud que debe ser imitada por todo creyente. Al poner su confianza en Dios y procurar la paz,
sus enemigos reconocieron la bendición divina sobre él (26-33). El Señor siempre actuará a favor de aquel que pone su confianza en
él y actúa con rectitud. (Prov. 15.7)

Aplica
¿Cuál fue la razón por la que Abimelec pidió a Isaac que se retirara del lugar (13, 14)? ¿Qué parte tiene en tu vida el trabajo arduo y
la adoración a Dios? ¿Sueles aferrarte a lo que “te pertenece”?

Ora
Señor, gracias por suplir mis necesidades y por socorrerme en el momento preciso. . 4



¡Culpables!
Lee
La bendición del Señor es la que enriquece y no añade tristeza...”. Génesis 27.1-29

Medita
En este pasaje sucede una serie de errores, siendo culpables todos sus protagonistas. Isaac. A sabiendas de la voluntad de Dios
respecto a Jacob (25.23), y contrariamente a lo que se podía esperar de un hombre como Isaac, contradice la orden de Dios y trata
de cambiar su voluntad, dando una bendición especial a su hijo Esaú. Esaú. Habiendo hecho una solemne promesa a su hermano
Jacob, como vimos en 25.33, ahora trata de retractarse.

Rebeca. A su modo de ver, estaba haciendo las cosas correctamente. Quería asegurarse que su hijo favorito recibiese lo que Dios
había dispuesto para él, y al mismo tiempo lo que Esaú había prometido. Sin embargo ella no estaba consciente de la confianza que
debía tener en Dios, y que podía pedirlo en oración. Rebeca estaba confiando en la habilidad humana, en una forma puramente
mundana.

Jacob. Al igual que Rebeca pensaba estar en la razón. Sin embargo estaba cumpliendo simplemente los planes de su madre,
uniéndose a su engaño. Nuestros objetivos pueden ser buenos, pero ello no significa que debemos conseguirlos por medios
equivocados. ¿No te parece curioso que una bendición obtenida por medio del engaño no pudiera ser revocada? El Nuevo
Testamento explica la razón (He. 12.16, 17). A través de una historia de desobediencia y engaño, Dios estaba llevando a cabo sus
propósitos, los cuales no serán frustrados por actitudes de incredulidad o caprichos humanos.

Aplica
¿Cuál fue el propósito de Rebeca en escuchar la conversación de Isaac con su hijo Esaú (6-10)? ¿Anhelas la bendición de Dios?
¿Cómo la procuras? ¿En qué ocasiones has usado medios incorrectos para lograr un propósito correcto?

Ora
Señor, ayúdame a depender de tu voluntad. No quiero contrariarte. 5



Una segunda oportunidad
Lee
“¿No tienes ni siquiera una bendición para mí, padre mío? Bendíceme...” Génesis 27.30-45

Medita
Muchas veces hemos deseado volver al pasado y hacer las cosas de nuevo y en la forma correcta. A menudo exclamamos con
inquietud: ¡Sí tan sólo tuviera otra oportunidad! Esaú se sintió de la misa manera cuando se dio cuenta de la importancia de su
primogenitura. Él mismo la había vendido por un plato de comida, y ahora su padre había confirmado esta penosa transacción
también por un plato de comida. En He. 12.17 tenemos el veredicto final sobre Esaú. Al tomar decisiones debemos considerar las
siguientes verdades encontradas en este pasaje:

Si hacemos planes de corto alcance, también tendremos ganancias pequeñas. Esaú prefirió una comida sabrosa antes que la
heredad de las promesas de Dios; gustó de la comida y perdió un feliz y seguro futuro. No es excusa decir que Dios lo quiso así, y
que no tuvimos participación. Esaú escogió libremente. Isaac pudo decir que Jacob lo engañó, pero aún así es culpa de él haberse
dejado llevar tan fácilmente a dicho engaño.

Dios nos da aquello que nosotros escogemos. A fin de cuentas, Dios da a Esaú lo que él había deseado, la libertad de vivir una vida
salvaje y sin la bendición de Dios. ¡Qué caro pagan Isaac y Rebeca la mala decisión de tener favoritos en la familia! En los
momentos cuando más los necesitan (pues ya son ancianos) se ven privados de la presencia y ayuda de los hijos. Así que, por
muchos años viven sin el amor, la ayuda y la familia.

Aplica
¿Cuál fue la reacción de Esaú cando supo del engaño de su hermano Jacob (34, 36, 38)? ¿En qué situaciones desprecias la
bendición de Dios por un placer momentáneo? ¿Hay favoritos en tu familia?

Ora
Señor, enséñame a hacer planes y decisiones dignas de ti. 6



Fuente de bendición
Lee
Un encuentro personal con dios es el secreto de toda bendición. Génesis 27.46-28.22

Medita
A causa de sus “maniobras inteligentes”, Jacob tiene que salir de la comodidad y calor de su casa paterna. Durante su viaje se
enfrenta a situaciones no habituales para él: la soledad del camino, lo desconocido, el choque cultural y mucho más. En Betel, unos
60 km. al norte de Beerseba, se detuvo para dormir. Por medio del sueño de este viajero, el Señor le anuncia:

1. Dios está contigo en todo momento “por amor de su nombre.” (15-17)

2. Aunque el hombre sea infiel, el Señor es fiel a sus promesas. (13-15)

3. Las bendiciones no son producto de tu capacidad o destreza sino de la fidelidad y misericordia divinas. (14, 15)

4. El servicio al Omnipotente debe ser incondicional, pero la gratitud debe comprometerte a “dar a Dios lo que es de Dios” (20-22).
Condicionar el servicio a Dios a su provisión para la vida del hombre (alimento, techo, seguridad y abrigo), no es la forma de
comprometerse.

Jacob conocía su deber de “dar a Dios.” ¿Quién le enseñó a dar el diezmo? Probablemente lo aprendió de su abuelo (Gé. 14.18-20).
Ahora nace de su propio corazón .

Aplica
¿Eres consciente y disfrutas de la presencia del Omnipotente a cada momento de tu vida? ¿Cómo es tu dar para Dios? ¿Das tu
diezmo o te quedas contento con dar según propones en tu corazón, pero con mezquindad y desobediencia?

Ora
Ayúdame, Padre, para cultivar un corazón agradecido y obediente. Que pueda dar mi diezmo de todo lo que me des, por amor. 7


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