La Unión Europea está considerando nuevas regulaciones para reducir las emisiones de carbono de los automóviles. Estas regulaciones requerirían que los automóviles nuevos vendidos a partir de 2035 no emitan gases de efecto invernadero. El objetivo es que todos los vehículos nuevos sean de cero emisiones para esa fecha como parte de los esfuerzos de la UE para lograr la neutralidad de carbono en 2050 y mitigar el cambio climático.