4. Director / Miguel A. De Marzio
Editores / Marisa Mangone
Comercialziación / Hugo Pascassi
Diseñador / Alejandro Weisse
Editora Periodística / Fiorella De Marzio
Redacción y Online / Jhimena Bomben
Colaboradores en este número
/ Sebastian Dell Aquila, Luciana
Torres, Martín Sans, Mariano
Valarello, Jessica Jaen Lara
Escudero, Gustavo Escudero,
Manuela Herrera, DAGVA
Flexografía, Gráfica Pinter,
Plásticos De Marzio, Escuela de
Artes Multimediales Da Vinci,
UAI. Netflix Argentina, Sony
Televisión, Cablevisión Argentina,
Movistar, La Cosa, Television Federal
S.A., Artear, AVH, Plus Video,
Warner y Columbia.
Corrección / Javier Pipa Manta
Propietario / Alejandro Weisse
Edita Ediciones De Marzio S.R.L.,
Paroissien N° 2548, 6° piso,
Oficina “D”, (1429) C.A.B.A.
R.P.I. N° 523.30 > ISSN 0329-53311 >
El Devorador Serial es marca registrada.
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esta edición son Copyright de sus
propietarios y sólo se reproducen
con fines informativos.
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Las colaboraciones no
representan necesariamente la
opinión de los editores.
Impreso en Gráfica PINTER S.A.
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Distribuída en Ciudad Aut. de
Bs. As. por Vaccaro, Sanchez y
Cía., Moreno N° 794, 9° piso,
C.A.B.A. Tel. 4334-8423.
STAFF
4
5. EDITORIAL
El Devorador Serial es una revista en la que pueden
encontrarse todas las noticias e información precisa
delmundodelaTelevisiónyelCine,ademásdetemas
como Libros, Apps, Música, Recitales
Entre sus secciones, podremos encontrar Entrevistas,
Cine, Autos de películas y series, Animales famosos,
Recuerdo de series clásicas, Personajes inolvidables,
Grillas de programación, Spoiler Alert y mucho más.
La estructura de la revista se compone de cuatro co-
lumnas. Dependiendo de la importancia y tipo de
información contenida en cada sección se pueden
utilizar dos columnas en vez cuatro. Y en algunos ca-
sos, cuando la puesta general de diseño lo requiera se
puede utilizar sólo una columna.
En lo que respecta al tipo de imágenes a utilizar,
serán de alta calidad y se utilizará con frecuencia
el recorte de personajes para que haya fuerte in-
teracción con el texto y enriquecer el dinamismo
de la puesta de página.
La fuente tipográfica seleccionada es Frutiger
para lo que es textos, bajadas y destacados y
Oswald para los títulos y Subtítulos.
Alejandro Weisse
5
6. cuáles son las mejores terrazas para tomar un
trago o qué actividades hacer sin gastar un sólo
dólar. Una guía excepcional para mujeres prácti-
cas, curiosas y sensibles que buscan consejos no
convencionales de la ciudad. Además, la autora
cuenta detalles sobre cómo organizar el viaje an-
tes de partir, qué llevar en la valija, trucos para
enamorados en New York, tendencias artísticas,
DeQUEsetrataelLIBROGLAMqueestáPRIMEROENVENTAS
CHICAS en NUEVA YORKCHICAS en NUEVA YORK
Qué llevar, qué ver y a dónde ir
son algunos de los fuertes.
Todo pensado para un
Público Femenino
LIBROS
A
parece en el cine, en las series y en los li-
bros. Nueva York resulta un lugar conoci-
do y hasta familiar para todos. Es la mis-
ma ciudad que inspiró a Andy Clar para crear su
blog “Chicas en New York” -que cuenta con más
de 3.5 millones de lectoras- y que hoy se transfor-
mó en su primer libro. Es considerado toda una
‘Biblia’ para muchas mujeres fashionista y aman-
tes del buen viajar. Es que se trata de la guía más
completa sobre Nueva York pero con una parti-
cular mirada femenina. El por qué de su éxito.
En sus páginas, ofrece desde listas de compras o
museos, cómo aprovechar el presupuesto, dónde
comprar un vestido de novia listo en una sema-
na, a qué restaurante van las estrellas de cine,
Los secretos mejor guardados de La Gran Manzana posicionaron a su
autora Andy Clar en el podio de ventas en “no ficción”.
Una guía con “Perfume de mujer” para conocer la ciudad
6
7. “Chicas en New York”
el libro de Andy Clar
se posicionó primero en ventas
a una semana de su lanzamiento
y hasta recetas para para recordar los sabores de
la gran manzana al volver a casa. Esta forma dis-
tinta de vivir New York, desde los tacos de una
mujer moderna, los ojos de una artista, la organi-
zación de una madre o la creatividad de una pu-
blicista son el resultado de este libro que hoy está
primero en ventas en ‘no ficción’ a una semana
de su estreno. Chicas en Nueva York cuenta ade-
Andy Clar es artista plástica
y fue la creadora del exitoso blog
Chicas en New York.
Ahora editó su primer libro
más con la colaboración de muchas mujeres, que
narran sus anécdotas e historias tan personales
como lo haría una amiga al volver de viaje.
Se trata de textos breves que transportan
directamente a la ciudad de los sueños. Algunas
de ellas son Jessica Lekerman, Julieta Pink, Laura
Azcurra, Malena Ginzburg, Dalia Gutmann, Mona
Gallosi, juliana Lopez May, Marou Rivero y Flor
Torrente, que confluyen en este libro que se define
para mujeres de todas las edades que sueñan con
conocer New York como nunca lo imaginaron.
VOCES AUTORIZADAS
7
9. 9
EL MIEDO ES MI
COMBUSTIBLE
Ha sembrado el pánico, hecho llorar,
emocionado y sacudido en sus butacas
a los espectadores de todo el mundo.
Dice que le gusta combinar mensaje y
entretenimiento
"medicina y azúcar".
Tras Los archivos del Pentágono
alegato en defensa de los códigos éticos del periodismo
regresa a la ciencia-ficción con Ready Player One
un cuento futurista sobre la realidad virtual
que plantea un interrogante:
"Cuántos preferirían vivir
en un mundo ficticio
antes que transformar
aquel en el que nacieron"
STEVEN SPIELBERGPor Guillermo Abril
10. 10
la espalda. Chirría de nuevo la puerta, y una mujer.
“Acepta tu realidad o lucha por una mejor”. El argu-
mento se inspira en un best seller homónimo de cien-
cia-ficción: año 2045, el mundo está en ruinas y la
humanidad vive enganchada a OASIS, un espacio de
realidad virtual más hermoso que la vida, donde cada
uno puede decidir su nombre, su género, su aspecto.
En definitiva: puede ser quien desee ser.
Ese paraíso ficticio, que actúa como sedante de una
población explotada, es un cóctel de sabiduría pop de
los ochenta, considerada “canónica”: en el universo de
Ready Player One se venera el videojuego Pac-Man, la
película Juegos de guerra, y hay infinidad de referen-
cias a muchos iconos que Spielberg ayudó a cimentar.
Ernest Cline, el autor de la novela, reconoció que
nunca la hubiera escrito sin los “atracones” de Spiel-
berg: “Marcó mi vida”. Ha marcado la de millones.
Quizá por eso, una de las máquinas recreativas de
la estancia, la de Indiana Jones y el templo maldito,
ejerce una atracción incontrolable sobre cualquiera
que se haya criado con su cine.
El dibujo en la consola muestra el rostro del malvado
Mola Ram y a Harrison Ford descamisado y con
sombrero. El videojuego está desenchufado,
pero en la pantalla se distingue una frase con-
gelada: “Fortune and glory”.
La cita despierta como un fogonazo en la
mente la escena de Indy con Tapón, su joven
ayudante, cuando le explica qué le empuja
a la aventura: “Fortuna y gloria, muchacho”.
Y entonces se intuyen pasos ahí fuera, y
la puerta vuelve a chirriar, y entra
Spielberg en la sala, delgado y
algo renqueante, con un ter-
mo de café en la mano.
Viste chaqueta negra, pan-
talón claro, deportivas.
Ronda el metro setenta.
Se sienta en la silla con
respaldo ergonómico y
dice: “No soy el atleta
que solía ser”.
Su voz desprende los
matices arenosos de la se-
nectud. Sus ojos color mar
chispean tras las gafas.
A los 16 años, Steven Spielberg (Cincinnati, 1946)
compró un pase de turista para entrar en los estudios
Universal durante tres días. Al cuarto, saludó al vigi-
lante, este le devolvió el saludo y entró como si nada.
Se pasó tres meses mamando el oficio en un recin-
to ubicado a los pies de esas colinas con la palabra
“Hollywood”. Aprendió a editar, accedió a un rodaje
de Hitchcock, vio desnudo a Marlon Brando. Poco
después, ya no hubo forma de sacarlo del perímetro.
Corría el rumor de que el chico había logrado hacerse
con un despacho y un teléfono. Lo contrataron a los
22 años, cuando le enseñó al jefe su primer corto
profesional, Amblin (1968). En este lugar dirigió su
primer episodio de una serie, su primera película para
televisión, su primer largometraje para cine.
Con el segundo, Tiburón, el sobrecoste y los retra-
sos auguraban una catástrofe bíblica. La estrenó en
1975. Tenía 28 años. Se convirtió en la película más
taquillera de la historia. En 1981 presentó ante el
mundo al arqueólogo Indiana Jones y fundó su pro-
ductora, que bautizó como aquel corto: Amblin. Le-
vantó sus oficinas en el mismo recinto. Y aquí sigue.
Su guarida tiene aspecto de hacienda mexicana, con
un sello a la entrada: una luna en cuyo interior
se recorta la silueta de un niño volando en
bicicleta con un extraterrestre.
El portón es de madera y al atravesar el
umbral hay una vitrina con tres Oscars. Al
otro lado del patio se abre un pasillo donde
cuelgan carteles de pelícu¬las que remiten
a su infancia, como Flash Gordon’s Trip to
Mars (1938) y Forbidden Planet (1956).
Junto al de War of the Worlds
(1953) y el de La dolce vita
(1960) se accede a una es-
tancia de aire colonial. Allí
transcurre la espera antes
de la entrevista. De pronto
se abre la puerta con un chi-
rrido y entra un tipo con un
respaldo ergonómico. “Para
el señor Spielberg”.
Lo acopla a una de las sillas.
Por lo que parece, el señor
Spielberg, de 71 años,
debe de estar sufriendo de
11. EDS /// QUÉ IMPRESIÓN DA VER ESA MÁQUINA RECREATIVA DE
EL TEMPLO MALDITO...
SS /// En esa película conocí a mi esposa [la actriz Kate
Capshaw]. Llevamos casados desde entonces.
EDS /// Y ATERRORIZÓ A LOS NIÑOS, CUANDO INDIANA JONES
SE VOLVÍA MALO.
SS /// Lo convierten en parte de los adoradores de
Kali. Pero no había que preocuparse. Nunca lo deja-
ríamos así, aún le quedan muchas aventuras.
EDS /// AHORA ESTRENA LA PELÍCULA READY PLAYER ONE. ¿QUÉ
LE GUSTARÍA CONTAR DE ELLA?
SS /// Hemos tratado de inventar un nuevo género
de aventuras. Uno que sucede en dos lugares de
forma simultánea.
Es casi como viajar a la tierra de Oz, pero sin necesi-
dad de golpear los talones para volver a Kansas. De
hecho, es más difícil escapar de OASIS, el mundo di-
gital, que salir de Oz.
Es una parábola actualizada de muchas historias que
han invitado al público a abandonar el mundo cono-
cido y adentrarse en otro imaginario.
Y quizá sea el universo más emocionante del que he
tenido el honor de formar parte como cineasta.
EDS /// ¿POR QUÉ?
SS /// En OASIS puedes ser lo que quieras. Creas la
persona o la criatura. Diseñas tu avatar y puedes vivir
la vida del personaje; ser el héroe que siempre has
deseado, el villano de tu subconsciente.
Me ha permitido rodar una película sobre dos mun-
dos. Es una aventura, una gran competición entre el
mundo real y el digital.
EDS /// EN LA NOVELA SE DESCRIBE EL MUNDO VIRTUAL: “SE HA
CONVERTIDO UNA PRISIÓN AUTOIMPUESTA PARA LA HUMA-
NIDAD. UN LUGAR PLACENTERO PARA QUE LAS PERSONAS SE
ESCONDAN DE SUS PROBLEMAS MIENTRAS LA CIVILIZACIÓN SE
DESMORONA”. ¿NOS DIRIGIMOS HACIA ESE COLAPSO?
SS /// Es solo una película, aunque se puede leer como
un cuento con moraleja: demasiado de algo bueno
resulta perjudicial. Recuerdo cuando tenía tres años y
llegó a casa la primera tele. Mis padres vieron que era
peligrosa, te podías volver un adicto al tubo.
Me limitaron las horas, a un par por semana. Te-
nían gran capacidad de anticipación. Muchos de mi
generación se perdieron en ella, aunque también
aprendimos mucho.
Cualquier nuevo medio puede ser usado o abusado.
11
12. Y, en este caso, la moraleja consiste en que el mundo
real se cae a pedazos en 2045, en lo económico y
también moral y espiritualmente.
Y mucha gente, por poco dinero, puede escapar a
otra existencia de su creación. Y olvidarse de cómo
les afecta el mundo real.
EDS /// ¿LE PREOCUPA CÓMO COMIENZAN A MEZCLARSE LAS
REDES SOCIALES Y LA REALIDAD VIRTUAL?
SS /// Las redes sociales han creado una excusa para
perder el contacto visual entre seres humanos.
Los nuevos medios no requieren del cara a cara para
comunicarse, y creo en el valor de mirar a los ojos
de una persona y tener una conversación. Me asusta
eso. Hoy existe menos contacto social. Nunca he es-
tado en Facebook ni en Twitter.
EDS /// EN ESA FICCIÓN HAY REFUGIADOS, CAMBIO CLIMÁTICO,
CRISIS ENERGÉTICA, MULTINACIONALES FASCISTAS. PARECE
QUERER ADVERTIR DE ALGO.
SS /// Las personas debe-
ríamos centrar la aten-
ción en el mundo que
nos rodea. Todo nuevo
medio que proporciona
una válvula de escape de
nuestras responsabilida-
des es un peligro.
Esta película trata de ilustrar cuántos preferirían vivir en
un mundo de su creación antes que transformar aquel
en el que nacieron. No digo que esté pasando ahora.
EDS /// PERO ES UNA ADVERTENCIA.
SS /// Hoy hay más noticias que nunca. Pero son tan-
tas que tenemos que elegir qué creer.
Cuando era pequeño solo había tres canales y unos
pocos periódicos, y cuando me contaban lo que pa-
saba les creía.
En esta época, con ese horrible hashtag de las fake news
y una plétora de canales de distribución dando todo tipo
de ángulos sobre la misma historia, algunos de ellos con
la intención de alejarte de la verdad, se vuelve cada vez
más complicado descubrir qué es cierto y qué no.
Las redes sociales son
una excusa para perder
el contacto físico entre seres humanos.
Me asusta.
Creo en el valor de mirar a los ojos
y tener una conversación”
12
13. EDS /// HACE POCO, UN GRUPO DE ADOLESCENTES ME DABA SU
INTERPRETACIÓN DE CUÁNDO ALGO SE CONVERTÍA EN NOTI-
CIA: “CUANDO APARECE EN INSTAGRAM”.
SS /// Me recuerda al juego del teléfono estropeado.
Uno dice la verdad, pero la persona número 500 ya
no ha oído palabra por palabra lo que la segunda
persona escuchó de la
primera. Es un juego de
niños. No me creo nada
de Instagram.
EDS /// ABORDÓ ESTE TEMA EN
LA RECIENTE LOS ARCHIVOS DEL
PENTÁGONO. ¿POR QUÉ CASI HAN
COINCIDIDO AMBOS ESTRENOS?
SS /// Llevaba trabajan-
do en Ready Player One tres años. Me sobraba tiempo
mientras completaban los efectos digitales. Y entonces
leí el guion de Los archivos... y me di cuenta de que lo
ocurrido en 1971 era escandalosamente similar a lo que
está pasando hoy en el Gobierno de nuestro país. Sentí
que todos nosotros (Tom Hanks, Meryl Streep, yo mismo,
y los guionistas y las productoras) teníamos una responsa-
bilidad social; debíamos hacernos eco de la historia para
que aterrizara en el ciclo de noticias actual. Lo hicimos un
poco como un servicio público. Ninguno cobró.
EDS /// PARECE COMO SI RODARA DOS TIPOS DE PELÍCULAS: LAS DE
AVENTURAS Y AQUELLAS QUE SIENTE LA NECESIDAD DE HACER.
SS /// Necesito hacer cada una de ellas. Incluso las que
solo pueden ser valoradas como puro entretenimien-
to escapista. Siento el ansia de entretener, y también
de llamar la atención sobre materias relevantes para
que los jóvenes puedan aprender de ellas.
EDS /// ¿UNAS LAS HACE POR PURO DIVERTIMENTO Y OTRAS
COMO SERVICIO PÚBLICO?
SS A veces hago películas porque sé que el público las va a
disfrutar, porque son una aventura, con muchos efec-
tos especiales y grandes personajes, y sé que los
espectadores van a gritar y a reír y se van a vol-
ver locos. He hecho Ready Player One por
ese motivo. Pero no la hubiera elegido
si no tuviera ese mensaje tan rele-
vante sobre las decisiones
que hemos de tomar
hoy ante esa disyuntiva: comprometerse con los asuntos so-
ciales o perderse en un mundo de realidad virtual.
EDS /// ¿PRIMERO ECHA LA VISTA ATRÁS, A LA HISTORIA, PARA EXPLI-
CAR EL PRESENTE, Y LUEGO VA AL FUTURO, CON EL MISMO OBJETIVO?
SS / La historia está por todas partes, nos rodea. Está en
nuestro futuro, y también
en nuestro pasado. Me
encanta la historia. Me
vuelve loco, es mi tema
favorito.
EDS /// UN CRÍTICO ASEGURA
QUE USTED SE HA CONVERTI-
DO EN “NUESTRO PROFESOR
DE HISTORIA NATURAL”.
SS /// Supongo que ya soy lo suficientemente viejo.
No hubiera reaccionado muy amablemente hace 20
años, pero ahora mi aspecto es más el de un profe-
sor. Así que no me ofende la descripción, es acertada.
Pero no soy un cineasta didáctico.
No hago películas solo para impartir una lec-
ción. Cada una, incluso aquellas con un mensaje
contemporáneo muy relevante que quiero que todos
escuchen, también tiene que ser entretenida.
Los archivos del Pentágono debía tener suspense, y
ser rápida, como una redacción, no me interesaba
hacer una película educativa tipo Discovery Channel
que fuera todo medicina y sin nada de azúcar.
Medicina y azúcar, quizá sea la fórmula de su
conexión con el público. Muy
pocos están al alcance de
sus cifras astronómicas.
Sus 30 largometrajes, sin
actualizar los precios, han
facturado casi 8.000 mi-
llones de euros. Durante el
último cuarto del siglo XX do-
minó, con su amigo
George
“Decir que ‘Tiburón’ o ‘Star Wars’
arruinaron el negocio del cine
porque EE UU desarrolló
una mentalidad dirigida al taquillazo
es una teoría
totalmente corrupta”
13
14. Solo he regresado a ellas a través de mis hijos, como
cuando quisieron ver E.T. Sabía que el principio daba
miedo, así que me senté con ellos, para que no fue-
ra demasiado angustioso. Suelo estar bastante liado
planificando la siguiente como para volver atrás.
EDS /// EN ALGUNA OCASIÓN USTED SE HA RETRATADO ASÍ:
“NO ERA DIVERTIDO SER YO ENTRE PROYECTOS”.
SS /// ¡No lo era! Y sigue sin serlo. Es verdad... El miedo, el
estrés de la infancia y la adolescencia nunca se marchan.
Incluso cuando superas la adolescencia, se queda contigo.
Siempre me he sentido mejor en acción que en espera.
Cuido de mí haciéndome trabajar.
EDS /// ¿PUEDE LA CULTURA DE MASAS SER ARTE?
SS /// ¿Quién puede determinar qué es arte? ¿Quién
tiene derecho a decir que hay una única definición y
que estos ejemplos no caen dentro de esa categoría?
Todo el mundo tiene derecho a definirlo del modo en
que lo percibe. Para mí existe arte en todo. Incluso en
las malas películas. Siempre hay una escena interesan-
te, y digo: “Ese momento fue tocado por la geniali-
dad”. Encuentro arte en cualquier lugar al que miro;
en películas como Black Panther: es tanto un triunfo ar-
tístico como comercial y cultural. Cuando alguien trata
de estrechar el foco del arte para satisfacer su propia
definición, yo prefiero no contar con ese individuo.
EDS /// STING, EN LA CIMA DE SU CARRERA, SE PREGUNTABA: TEN-
GO ÉXITO Y DINERO, ¿SOBRE QUÉ VOY A COMPONER AHORA?
¿CREE QUE HAY UN PRECIO CREATIVO A PAGAR CUANDO
UNO SE VUELVE RICO Y ES APLAUDIDO?
SS /// El único precio es la pérdida de ano-
nimato. Es un pequeño precio para mí.
Pero ha sido una imposición sobre
mi familia. Cuando mis hijos estaban
creciendo y veían cómo a su padre lo
paraban extraños en la calle, se pre-
guntaban por qué hablaba con esa
gente si ni siquiera los conocía, por
qué no estaba con ellos. Era muy
duro estar en público. Miraba a
mis hijos y no les gustaba. Esa
ha sido la cara amarga.
EDS /// ¿Y DESDE UN PUNTO DE
VISTA CREATIVO?
SS /// Mire, no soy el tipo de
creador que diga: sufro por
mi arte. No sufro por mi arte.
Me deleito con él. Me entu-
siasma. Sencillamente, me da
una nueva vida cuando estoy
trabajando. Amo hacer pelí-
Lucas, la taquilla del globo. Cambiaron el cine y la forma
de consumirlo. El reconocimiento le llegó en los noven-
ta, cuando ganó los tres oscars de su carrera (dos a
mejor dirección; uno a mejor película) con obras que
contenían, digamos, más medicina que azúcar, como La
lista de Schindler. Sus detractores, en cambio, rechazan
su jarabe por el exceso de dulce; le acusan de haber “in-
fantilizado la cultura”. Pero hay un hecho incontestable:
este señor cuya barba hemos visto envejecer, y que hoy
lleva bien recortada en una perilla, ha ayudado a confi-
gurar la forma de ver el mundo de varias generaciones,
capaces de reproducir diálogos enteros de su filmografía.
EDS /// PROBABLEMENTE HA MOLDEADO LA MENTE DE MILLONES DE
PERSONAS. ¿NO LE HACE SENTIR CIERTA RESPONSABILIDAD?
SS /// No siento esa responsabilidad porque nunca he te-
nido la intención de llamar la atención sobre mí mismo.
Siento, modestamente, que he tenido mucha suerte en mi
carrera. Adoro hacer cine. Pero no suelo mirar atrás. No
me obsesiono. Raramente vuelvo
a ver una película
que he dirigido.
15. culas. ¿Si me preocupo? Por supuesto. ¿Si me
equivoco? A menudo.
¿Tengo inseguridades en el trabajo de cada día?
Por supuesto. Pero eso para mí es combustible
para encontrar caminos que me saquen del atolla-
dero en el que me gusta colocarme. Porque cuanto
“Reemplacé a
mi familia rota
con personajes rotos
a través de los cuales
podía contar mi vida.
Muchas de mis películas
cuentan cómo era
ser el hijo de
un divorcio”
15
más nervioso estoy como
cineasta, más ideas me
vienen para resolver los
problemas que todos
los cineastas encuentran
para contar historias.
EDS /// Y SI PIERDE ESA SENSA-
CIÓN, ¿SE ACABÓ?
SS /// No haría esto nun-
ca más. El miedo es mi
combustible. No me gus-
ta sentirlo. Pero la inse-
guridad que provoca el
miedo es esa cosa única que realmente me inspira
con mejores ideas para contar historias de una forma
distinta, lo adoro. Bueno, no lo adoro, no lo disfruto,
pero trabajo mejor desde la ansiedad que desde un
lugar de confianza.
El miedo, el terror, se encuentra muy presente en su
filmografía. Y suele aparecer representado en forma
de algo que persigue al protagonista: dinosaurios,
una gran bola de piedra, un camión sin conductor,
16. nazis; elementos que provocan una huida hacia de-
lante y desencadenan la acción. En Tiburón, esa huida y ese
terror también estuvieron presentes durante la filmación.
Al poco de comenzar el rodaje, el muñeco mecánico
del escualo se estropeó. La reparación llevó semanas,
y provocó que el realizador buscara alternativas para
no detener la producción.
Decidió grabar parte de las escenas sin bicho. Y se
sacó, del pánico que probablemente sentía, una so-
lución que cambió el destino de la película: los prota-
gonistas disparaban al tiburón unos arpones con un
barril atado en el extremo. De modo que esas boyas
surcando el agua eran, a ojos del público, el tiburón.
Más cerca cuanto más se aceleraba la música. La mera
sugerencia de la bestia resultaba incluso más amena-
zante. Sus películas no son biográficas, pero es
posible intuir en ellas aspectos de su vida.
Hay algo inconcreto que parece perseguirle desde la
infancia. En ocasiones lo ha exteriorizado citando el di-
vorcio de sus padres, que rompió el equilibrio familiar.
Las obsesiones y los traumas a menudo se esconden
en un rincón abandonado de la niñez. Y suelen confi-
gurar el motor de las personas creativas
EDS /// ¿TIENE USTED UN PRIMER RECUERDO RELACIONADO CON
LO QUE ES HOY, CON SU OFICIO, UNA DE ESAS IMÁGENES QUE
SE COMPRENDEN AÑOS DESPUÉS, COMO UN PRIMER FOGONA-
ZO QUE LE INDICARA QUE SE CONVERTIRÍA EN CINEASTA?
SS /// Recuerdo lo bien que me sentía cuando alguien
me leía. Un sentimiento cálido y hermoso de crianza.
Lo experimentaba cuando mi abuela me leía un cuento
a los dos o tres años, cuando mi padre me leía cien-
cia-ficción a los siete u ocho, cuando mi madre, a una
edad temprana, me leía poesía.
Me encantaba que me leyeran. Liberaba mi imagina-
ción. Sus palabras disparaban imágenes en mi mente,
me tocaba a mí rellenar los huecos, el aspecto de los
monstruos y de los ángeles y del héroe y la heroína.
Cuando empecé a ver películas, no quedaba sitio
para la imaginación. En la mayoría de ellas, todos los
huecos habían sido cubiertos por el cineasta.
Aunque te atrapaban con una historia estupenda.
Y, si era buena, me gustaba verla una y otra vez. Diría
que el hecho de que me leyeran me ayudó a crear un
lenguaje visual que luego me sirvió bien en mi carrera.
16
17. EDS /// SEGÚN HA CONTADO, LE MARCÓ LAWRENCE DE ARABIA,
SOBRE TODO ESE INSTANTE CUANDO PETER O’TOOLE, ENSAN-
GRENTADO, PARECE PREGUNTARSE: “¿QUIÉN SOY?”.
¿POR QUÉ HACE USTED CINE? ¿PARA ENTENDERSE MEJOR?
SS /// No lo observo desde un punto de vista inte-
lectual. Me entiendo lo suficiente como para darme
cuenta de que no me conozco nada. Y entonces creo
que me comprendo y descubro que en absoluto.
Si algún día descubro realmente quién soy, no me
quedarán más historias que contar. Así que necesito
mantener esa opción abierta, siempre.
EDS /// ¿Y NO ES ESA LA GRAN PREGUNTA, QUIÉNES SOMOS?
SS /// Sí, quiénes somos, qué hacemos aquí. Pero su res-
puesta no nos corresponde.
Nunca me ha detenido la búsqueda de esa pregunta
sobre quiénes somos. Y, si fallo al encontrarla, quizá el
siguiente proyecto me revele algo más.
Pero tampoco es lo que me empuja a contar historias.
No estoy buscando una guía sobre lo que me hace ser
quien soy. Me aburro solo de pensarlo.
EDS /// ¿POR QUÉ VE PELÍCULAS?
SS /// Porque me gusta perderme. Y perder el control. Y,
cuanto mejor la película, más pierdo el control.
Me convierto en un jugador en el escenario de otro, y lo
amo. Si es lo suficientemente bueno, olvido quién soy y
dónde estoy. Esa es mi definición de una gran historia.
EDS /// SU CINE SUELE MOSTRAR UNA VISIÓN POSITIVA DE LA VIDA:
SI ALGO SE ROMPE, PUEDES ARREGLARLO; SI QUIERES ALGO, PUE-
DES LOGRARLO. ¿COMPARTE ESA VISIÓN DE LA RAZA HUMANA?
SS /// Tengo una visión muy positiva. Incluso cuando
las cosas parecen lo más oscuras, sé que habrá un
amanecer. Siempre he estado convencido de ello.
Soy más pragmático en la vida real, sé que las cosas
no cambian de un día para otro.
Lo que sí puedo hacer es que las cosas cambien de un
día para otro en una película, y ese es el motivo por el
que adoro contar historias, porque puedo manipular
el hecho de que algo que lleva 40 años cambie entre
el segundo y el tercer acto.
Es una de las grandes ventajas de este oficio, y quizá
el motivo por el que me dedico a ello: porque soy
capaz de controlar el cambio, a mi ritmo.
EDS /// Y LANZAR UN MENSAJE...
SS /// Trato de demostrar a la gente que hay una for-
ma mejor de solucionar los problemas. Algunas de
mis películas hacen eso.
EDS /// VOLVIENDO A SU ÉPOCA DE E.T., ¿CUÁNTO QUEDA EN
USTED DE ESE NIÑO, ELLIOT, QUE NECESITA SER SORPRENDIDO
POR LO EXTRAORDINARIO?
SS /// Creé esa película, con [la guionista] Melissa Ma-
thison, así que estoy vivo dentro de Elliot, y él sigue
medrando dentro de mí. Estará conmigo toda la vida.
Me siento muy unido a él.
Y sé lo que es sentirse el hijo de un divorcio.
Y sé lo que se siente cuando uno trata de reemplazar
a un padre ausente con una criatura o un alienígena.
Yo reemplacé a mi familia rota con un montón de perso-
najes rotos a través de los cuales podía contar mi propia
historia. No todas mis películas, pero sí muchas, iban de
cómo era ser el hijo de unos padres divorciados.
EDS /// Y, A MENUDO, UN NIÑO CORRIENTE FRENTE
A LO EXTRAORDINARIO.
SS /// Me gusta lo extraordinario porque no sucede to-
dos los días. Y me gusta contar historias que no suceden
todos los días. No puedo hacer ese tipo de películas de
Sundance, me encantan, y admiro el talento de quienes
logran hacerlas. Pero yo necesito añadir algo que sea
superior a lo que ocurre en la vida real.
EDS /// AHORA TIENE 71 AÑOS...
SS /// Los 71 son los nuevos 51.
EDS /// BUENA RESPUESTA. ¿Y NIETOS?
SS /// Tengo cuatro.
EDS /// ¿HAY ALGO QUE CONSIDERE ESENCIAL TRANSMITIRLES,
ESA PISTA CLAVE PARA LA VIDA?
SS /// A mis nietos les digo siempre lo mismo: antes
de hablar, párate y escucha al otro. Es lo que mi
padre me decía. Y es lo que mi abuelo le decía a
mi padre. Y eso ha estado en mi linaje y a lo largo
de mi experiencia en este planeta. Es algo que he
aprendido desde niño: has de escuchar, porque, si
no, careces de raíces y de una base para hablar. Se
lo digo todo el rato: ¡Eh! Escucha.
17
18. La película retrata la vida
del inolvidable artista y
los momentos más importantes
en la carrera de Queen
Por Alexis Puig
CINE
La historia de
Freddie Mercury
BOHEMIAN
RHAPSODY
BOHEMIAN
RHAPSODY
Una película atrapante, hipnótica
emocionante sobre el ídolo del rock
El director Bryan Singer ha combinado en sus pelícu-
las buenas y malas producciones.
Entre las primeras podemos mencionar títulos fun-
damentales como Los sospechosos de siempre y
Operación Valquiria. Sin embargo, Bohemian Rhap-
sody, su último biopic detrás de cámaras, se posicio-
na por encima de otros filmes. La historia de Freddie
Mercury y de la agrupación Queen resulta atrapan-
te, hipnótica, emocionante.
Una obra maestra plagada de buenos mo-
mentos, canciones clásicas y personajes
memorables. La trama repasa los inicios de la ban-
da, sus primeros shows, sus grabaciones osadas y ex-
18
19. deleite y que funciona como un viaje en el tiempo al
Estadio Wembley en los 80.
El filme es un ejercicio fílmico nostálgico y
emocionante que los fans de la banda dis-
frutarán de principio a fin.
Un respetuoso homenaje a un ícono, un emocional
recorrido por las canciones que han marcado la vida
de varias generaciones. Bohemian Rhapsody, al igual
que la canción así titulada, toca las fibras más ínti-
mas de los espectadores. Vale llorar durante varias
secuencias del filme. “Dios salve a la Reina”.
perimentales, la relación de camaradería entre ellos,
el éxito, la popularidad y también las peleas internas.
El centro del relato enmarca a Mercury como el alma de
la agrupación. Así, somos testigos de su vida familiar,
su romance/amistad con Mary (su musa inspiradora), su
experimentación sexual, los excesos, las caídas y reden-
ciones.
Hay una lograda reconstrucción de época, la movida
londinense de los setenta genera una atmósfera repleta
de colores, luces y ambientes lisérgicos.
Los decorados y vestuarios van mutando a medida
que avanza la trama y los años, y la banda va encon-
trando nuevos estilos.
El elenco hace un trabajo notable. Obvia-
mente Rami Malek como Freddie se luce
por sobre el resto logrando los gestos,
movimientos y recreando el espíritu del
cantante sin caer nunca en la imitación.
El actor no canta, ya que sería una blasfemia
suplantar la voz del líder de la banda. Apenas
arranca el filme resulta raro oír la voz origi-
nal saliendo de los labios del intérprete, pero
luego se torna natural y no molesta. Malek
se aleja del karaoke, viviendo cada tema
musical en cuerpo y alma.
Por su parte, Gwilym Lee es un clon de Brian May,
se mueve y ejecuta la guitarra como el músico
de enrulada cabellera. Los demás intérpretes, Joe
Mazzello y Ben Hardy, también lo hacen bien.
Un párrafo aparte merece Mike Myers,
en un rol que resulta un guiño a aquella
mítica escena de El Mundo según Wayne
en la que sonaba “Rapsodia bohemia”.
El director recrea casi por completo el “Live
Aid”, un recital fundamental en la carrera de
Queen, 20 minutos de metraje que son puro
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