José aprendió a manejar la adversidad depositando su confianza en Dios. A pesar de los celos de sus hermanos y la falsa acusación que lo llevó a la cárcel, Dios estuvo con José y lo bendijo dondequiera que fue. José nunca permitió que el resentimiento tomara forma en su corazón. Los líderes deben pedir sabiduría a Dios para enfrentar ataques con prudencia y recordar dar gloria a Dios por sus logros.
Formacion Ministerial Apostòlica y pastoral capítulo 9
1. Capítulo 9
Los tropiezos en la vida del líder - Es necesario aprender a
manejar la adversidad
La alegría del pastor Alfonso Cabrera jamás se vio diezmada pese a que,
cuando saludaba a ciertos hermanos de la congregación con una sonrisa de
oreja a oreja, se encontraba con respuestas frías y la expresión hosca que no
hacía otra cosa que decir, sin palabras: “¿Para qué nos saluda si no queremos
contestarle”.
No dudo que debió pasar malos momentos y es probable que en más de una
ocasión haya sentido el deseo de no hacerlo de nuevo. Pero era el pastor. Y
aquellos esperaban que los saludara; de lo contrario hubiesen socializado
entre los creyentes que “El pastor no se dignaba mirarlos”.
Una situación que bien acompasa con un refrán popular en
Latinoamérica: “Palo por que bogas, palo por que no bogas”, al aludir a los
duros tratos de los capataces a los esclavos en los períodos de colonización,
quienes buscaban el menor pretexto para descargar su ira, rencor y
frustraciones en las espaldas de quienes tenían a cargo.
Igual en la vida cristiana. Siempre encontraremos personas a las que, sin
haberles causado daño alguno, buscan traer problemas y ponen tropiezo a
quienes son sus líderes o también a aquellos que buscan vivir conforme a las
pautas trazadas por nuestro amado Señor.
Si viajamos atrás en el tiempo nos hallaremos a José, quien aprendió a fuerza
de depositar su confianza en Dios, de qué manera debía enfrentar airoso el
cúmulo de dificultades que surgían a su paso.
Obrar en consonancia con sólidos principios
Al recorrer las páginas de la Biblia en procura de conocer la Hoja de Vida de
José, hallamos que “...apacentaba José ovejas con sus
hermanos...”(Génesis 37:2 a). Hasta allí todo normal. Se desenvolvía
socialmente y al igual que usted y yo, tenía una ocupación con múltiples
responsabilidades que atender. Sin embargo no compartía el desempeño
amoral de quienes le rodeaban “...e informaba José a su padre la mala
fama de ellos...”.(Génesis 37:2 b).
Trabajar, estudiar o tener trato a diario con personas sin principios ni valores,
no implica que debemos identificarnos con su comportamiento errado y menos
que estemos obligados a asimilar lo que dicen o hacen. Es uno de los aspectos
que debe asumir el líder en el trabajo seglar y en el plano eclesial.
Ahora, sin proponérselo—como puede ocurrir con su vida—algunas
circunstancias que rodeaban a José despertaron los celos y animadversión de
sus hermanos. “Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque
lo había tenido en su vejez...”(Génesis 37:3).
2. ¿Se da cuenta qué ocurre cuando alguien advierte preferencias alrededor?
Emergen la envidia y un deseo sutil pero contundente y peligroso de causar
daño a quien en la mayoría de los casos es inocente y recibe todas las
atenciones.
Es un fenómeno universal. Ocurre en las empresas, en entidades académicas
y también en la iglesia.
El recibir reconocimiento de su progenitor, llevó a que en la vida de José
aparecieran los malos momentos porque sus hermanos “le aborrecían, y no
podían hablarle pacíficamente”(versículo 4 b).
La prudencia, esencial en el líder
Cuando hay alrededor quienes expresan animadversión hacia usted, lo menos
aconsejable es compartirles experiencias exitosas. Este hecho avivará la
molestia que les embarga. ¿Qué hacer? La prudencia nos recomienda guardar
silencio en estos casos. Al fin y al cabo, ¿qué gana usted proclamando sus
logros? Aún si guarda silencio, tales logros hablarán por si solos poniendo de
relieve sus ejecutorias.
Con la mejor de las intenciones y fruto de la nobleza de José, compartía a
todos lo que acontecía en su vida. “Y soñó José un sueño, y lo contó a sus
hermanos; y ellos llegaron a aborrecerlo más todavía”(Génesis 37:5).
Lo que soñaba, lo que pensaba, lo que hacía, todo se conjugaba en una
sumatoria de motivos para que sus hermanos pusieran tropiezo a su
desenvolvimiento(lea por favor los versículos 8 y 11).
Un hecho que cabe resaltar en este punto del análisis es que José no permitió
que el resentimiento tomara forma en su corazón. Una pauta de Vida Cristiana
Práctica que le invitamos a asumir: pida a Dios la prudencia y sabiduría
necesarias para enfrentar exitosamente cualquier ataque producto de la
envidia, que se produzca a su alrededor.
Hacer caso omiso de este principio dimensionará sin razón las diferencias que
hayan con quienes le envidian hasta convertirse en un problema de
impredecibles consecuencias.
Volvamos a José. Sus problemas no pararon solo en la molestia que
despertaba en sus familiares. En cierta ocasión que iba camino de Dotán, en
donde apacentaban ovejas, se encontró a boca de jarro con un incidente que
cambió dramáticamente el curso de su historia. “Cuando ellos lo vieron de
lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para
matarle”(Génesis 37:18).
¿Quién sufre más? Sin duda quien guarda rencor. No solo recogerá aquello
que siembra sino que además, tal actitud se reflejará en su propia salud y
estado de ánimo. El veneno que acompañaba a los hermanos de José, les
llevó a venderle como esclavo a un grupo de comerciantes ismaelitas que iban
3. camino de Egipto (versículo 18). Estos a su vez lo vendieron a Potifar, oficial de
Faraón, máximo gobernante egipcio.
Bendecidos para bendecir
Un hombre o mujer de Dios se convierte en instrumento de bendición donde
quiera que vaya. La presencia del Altísimo nos acompaña y se reflejará en todo
cuanto hagamos.
Aún en medio de la adversidad, nos permitirá bendecir a quienes nos rodean:
en el hogar, en la universidad, en el trabajo y en la iglesia.
¿Dejó solo Dios a José? En ningún momento. Por el contrario, bendijo todo lo
que tocaba. “Más Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba
en la casa de su amo el egipcio”(Génesis 39:2).
¿Un jefe o superior jerárquico difícil? No faltarán donde quiera que estemos.
Sin embargo si Dios marcha con nosotros, ocurrirá lo que con José y que se
reflejó en su lugar de trabajo: “Así halló José gracia en sus
ojos...”(versículo 4).
Hay un texto que me parece muy significativo y lo comparto con ustedes,
tomado de una versión popular: “Sabemos que Dios obra en toda situación
para el bien de los que lo aman, los que han sido llamados por Dios de
acuerdo a su propósito”(Romanos 8:28. Nuevo Testamento: la Palabra de
Dios para todos”.
Es probable que sienta soledad. Quizá ha razonado que en medio de las
circunstancias adversas, ni siquiera puede escuchar la voz de Dios. Pero está
equivocado. A pesar de los densos nubarrones, nuestro Padre nos acompaña.
No nos deja solos y, sin duda, no lo hará. ¿Una razón? Guardó a José en todo
instante:
“...Jehová bendijo la casa del egipcio por causa de José, y la bendición de
Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el
campo”(Génesis 39:5).
La transparencia moral en la vida del líder
Que alguien alrededor tenga un desliz moral nunca será tan cuestionado como
cuando el protagonista no es alguien del común sino quien ocupa una posición
de liderazgo, en la iglesia o en el plano secular.
De un evangelista internacional escuché decir que jamás se dejaba acompañar
de una dama porque, señalaba: “Alguien podría tomar una fotografía y
publicarla en los diarios aduciendo adulterio en mi vida”.
¿Se va a los extremos? Creo que no. Por el contrario, es una forma sensata de
cuidar su desenvolvimiento. No olvide que las personas que nos rodean
esperan el más mínimo error para cuestionarnos.
4. Una oración que no debe faltar jamás en nuestro devocional, es pidiendo a
Dios la fortaleza para vencer la tentación.
José experimentó una situación crítica cuando Satanás se atravesó en su paso,
poniendo un motivo de hacerle caer. “Aconteció después de esto, que la
mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo, y él no
quiso...”(Génesis 40:7, 8).
Las estratagemas de Satanás son tremendas; no en vano advirtió el apóstol
Pedro:” Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;”(1 Pedro 5:8).
Una vez el enemigo se da a la tarea de poner tropiezos, no descansará hasta
encontrar el momento oportuno para producir nuestra caída. Por esa razón es
necesario permanecer tomados de la mano del Señor Jesucristo.
Observe lo que desencadenó el mal deseo de la mujer de Potifar: aprovechó un
momento que consideró oportuno y “... lo asió por su ropa, diciendo:
Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en manos de ella, y huyó y
salió”(Génesis 39:12).
Como consecuencia de la calumnia, el joven israelita experimentó un nuevo
vuelco en su existencia: “Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel,
donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. Pero Jehová
estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos
del jefe de la cárcel”(versículos 20, 21). Allí también se apreció lo que en
casa de Potifar: por amor a José, Dios prosperó al carcelero.
El manejo de la desilusión
Algo a lo que no podemos sustraernos y menos quien está matriculado “En la
escuela de Dios” camino al liderazgo, es que siempre encontraremos en el
camino a los ingratos. Personas que no valoran lo que hagamos por ellos.
Su insensibilidad les lleva a sentir que, cuanto hicimos a su favor, es mínimo o
no vale la pena considerarlo. Es el tipo de situaciones que debemos aprender a
manejar en nuestro desenvolvimiento cotidiano.
¿Ejemplos claros? José y dos personas a las que cuidó en la cárcel. Uno era el
copero de Faraón y el otro, su jefe de panaderos. Al primero le interpretó un
sueño, por obra de Dios, que resultó para bien del hombre; al segundo, se le
cumplió el anuncio pero en detrimento de su vida porque fue ajusticiado por
orden del monarca.
A quien servía las copas en palacio, José le recomendó: ”Acuérdate, pues, de
mi cuando esté bien, y te ruego que uses conmigo de misericordia, y
hagas mención de mi a Faraón, y me saques de esta casa. Y el jefe de los
coperos no se acordó de José, sino que le olvidó”(Génesis 40:14, 23).
La gloria toda sea a Dios
5. ¿Ha visto líderes que se roban toda la gloria y estando en la cumbre del éxito
se olvidan de Dios y de que fue El quien les ayudó a ascender? Probablemente
si. Hay pastores, obreros y hombres que parecen atribuir a sus méritos y no al
poder divino, los logros que cosechan en su desenvolvimiento eclesial o
secular.
Con el paso del tiempo, Faraón tuvo un sueño ¿Recuerda el incidente bíblico?
Sí, está en lo correcto. Soñó con siete vacas flacas que devoraban igual
número de vacas gordas y, a continuación, con siete espigas menudas que se
tragaban a siete de buen tamaño y producción. La situación despertó
preocupación en el gobernante.
En tales circunstancias, el jefe de los coperos le dijo al recordar su período en
la cárcel: “Estaba allí con nosotros un joven hebreo, siervo del capitán de
la guardia; y se lo contamos, y él interpretó nuestros sueños, y declaró a
cada uno conforme a su sueño”(Génesis 41:12).
Aquí viene lo interesante. Cuando el joven hebreo fue llevado a presencia del
monarca para resolver el asunto, “Respondió José a Faraón, diciendo: No
está en mi; Dios será el que de respuesta propicia a Faraón”(versículo
16).
Pregúntese ahora cuántas veces ha robado a Dios el lugar de primacía que le
corresponde. Es probable que como líder o siervo disfrute de los momentos de
reconocimiento, pero es a El a quien debemos exaltar. Nunca olvide que usted
y yo somos solo eso, siervos que cumplen una misión. La honra y gloria
corresponden al Supremo Hacedor.
PREGUNTAS SOBRE LA LECCIÓN
1. Trabajar, estudiar o tener trato a diario con personas sin principios ni valores,
no implica que debemos __________________________con su
comportamiento errado, esto se llama tener ________________________ y
obrar conforme a ellos.
2. La _________________________nos recomienda guardar silencio cuando
tenemos personas alrededor que no están a gusto con nuestros logros. La
_________________________es una cualidad esencial en todo líder.
3. Aún con todas las situaciones que José tuvo con sus hermanos, el nunca
permitió que el __________________________________ entrara en su
corazón.
4. Se nos recomienda pedir al Senor la _________________________ y
________________________ que necesitamos para enfrentar los ataques que
vamos a recibir.
5. Un hombre o mujer de Dios se convierte en instrumento de
______________________ donde quiera que vaya.
6. 6. Debemos siempre en nuestras oraciones pedir
__________________________para vencer la tentación.
7. ¿Qué enseñanza nos deja como líderes Génesis 40:14-23?
8. ¿Qué nos muestra José en la escritura en Gén 41:16?
9. La gloria de ser dada a _____________________ que es el que se la
merece.