1. Recuérdame en las horas de sosiego pensando que a la distancia añoro momentos
de plena comprensión junto a ti.
Recuérdame cuando necesites hacer una confidencia, pensando que sabría
escucharte y trataría de fusionar alma y corazón por ayudarte.
Recuérdame en el agua, por ser aguas estas lagrimas que tanto lloran por ti.
Recuerda que a esta altura de nuestros años, mi amor tiene la serenidad de una
brisa, pero la profundidad del mar.
Recuérdame en la brisa que bendice tu rostro cada crepúsculo, por tener la
serenidad de una brisa, la ternura que te profeso.
Recuérdame en las horas de tu cotidiana labor, pensando que de estar a tu lado
seria feliz en compartir las tareas a tu diestra y así; Entre estas cuatros paredes
donde hemos pasados horas, te pido:
Recuérdame en cada mañana, sabiendo que yo también a la distancia vivo en ti.