1. MUJERES
ALPINISMO | El reto del Annapurna
Joao García, la nueva figura
Joao García. (Foto: Alfredo Merino)
Al filo de las 13 horas 30 minutos locales de ayer, Joao Garcia alcanzó la cima del
Annapurna, una hora antes de que también lo hiciera la española Edurne Pasaban. Se
convertía en el primer portugués en lograr los catorce ochomiles y en el decimonoveno de
la historia. La manera en que lo hizo, le convierte en una de las figuras del alpinismo esta
temporada.
Después de pasar la noche en el campamento 4 (7.200 metros) junto a sus compañeros
de cumbre, hoy escienden todos hacia el campamento base, donde se les espera antes de
la caída de la tarde.
La fortaleza del portugués le permitió ayer ser el primero en la cima de un grupo de 9
personas integrado Pasaban, Asier Izagirre, Alex Txicon y Nacho Orviz, cuatro sherpas de
altura Mingma, Pasang, Gembu y otro Mingma, y él mismo.
Lo más meritorio de la ascensión de este lisboeta ha sido que ha realizado una ascensión
relámpago. Más rápido que nadie en la historia de la ruta, la recorrió en solo tres días de
escalada desde el campamento base a la cima y ¡apenas cinco días después de llegar al
pie del Annapurna!
A pesar de que el Annapurna es, con 8.091 metros, uno de los ochomiles más bajos, su
ruta normal es una de las que tienen mayor desnivel entre las que suben a los ochomiles.
Son casi cuatro mil metros, puesto que el campamento base sólo está a una altitud de
4.200 metros.
Aunque las subidas normales de los gigantes de la Tierra carecen del prestigio de las rutas
difíciles y comprometidas, la fortaleza mostrada por el portugués le ha convertido en una
nueva estrella en el mundo del alpinismo. Ascensiones sin oxígeno
2. Considerado uno de los himalayistas más fuertes del momento, Joao García se ha
convertido en el décimo hombre de la historia en subir a los 14 sin oxígeno artificial en
ninguna de sus escaladas.
La importancia de esta ayuda artificial es tal, que según algunos expertos, rebaja el
esfuerzo de alcanzar una de estas montañas en más de dos mil metros. Es decir, con
oxígeno embotellado, un ochomil se transforma en un seismil. El porcentaje de oxígeno en
el aire que hay por encima de 8.000 metros es de un tercio del que se respira a nivel del
mar, circunstancia que dificulta el funcionamiento del organismo humano y puede llegar a
ocasionar la muerte, si no se aclimata de manera adecuada.
El uso del oxígeno artificial se ha generalizado hasta en los ochomiles más bajos. A pesar
de haber sido catalogado por la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo, UIAA,
como un producto prohibido, equiparándolo al empleo de sustancias dopantes en deportes
como el ciclismo y el atletismo. Una ascensión dramática
Comenzó Joao García, de 42 años, su cabalgada por los gigantes del Himalaya con el
ascenso del Cho Oyu (8.201 metros), el más simple de los ochomiles, en 1993. Seis años
más tarde, se convirtió en el primer portugués en subir al Everest. Fue una aventura que
se tornó dramática en el largo descenso de la cima a través de la arista Norte. Llegó al
punto más alto de la Tierra en compañía del belga Pascal Debrouer, por la vertiente
tibetana de la montaña.
Durante el descenso, el enorme cansancio acumulado les obligó a vivaquear sin tiendas
por encima de los 8.500 metros. Una severa tormenta al día siguiente fue la puntilla.
Debrouer murió y García sufrió severas congelaciones, que le hicieron perder varios dedos
de manos y pies y parte de la nariz.
Al año siguiente estaba de nuevo en el Everest, donde los que nos encontrábamos allí
comprobamos su magnífica preparación física. Sin embargo no pudo hasta el año 2001
volver a alcanzar otra cumbre de estas elevadas cimas. Fue el Gashembrum II (8.035
metros), en el Karakorum.
A partir de allí fue encadenando uno tras otro el resto de los ochomiles. Los dos
penúltimos los consiguió el año pasado: Nanga Parbat (8.125 metros) y Manaslu (8.156
metros).
http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2010/04/18/masdeporte/1271583906.html