El propietario quería renovar el jardín de 300 m2 para que fuera más minimalista. El antiguo jardín tenía un seto enfermo que fue eliminado. La propuesta de diseño incluyó una piedra gris para ampliar el porche y la albardilla de la piscina, así como macetones-bancos de madera y una empalizada con cipreses a lo largo de la piscina para enfatizar el agua. Se plantaron jazmines para cubrir la alambrada.