2. Ginny Weasley, actualmente casada con Harry Potter,
tuvo una muy mala experiencia con los objetos
hechizados. Cuando ella tenía apenas 11 años y era su
1° año en Hogwarts, encontró un curioso diario que
parecía inofensivo, pero que no lo era. Ella volcó en el
diario todos sus sentimientos y pensamientos, y se fue
debilitando a medida que el diario se hacía más fuerte
con todo lo que ella escribía. Por supuesto, el diario
era un Horrocrux. Luego de un tiempo, el diario
comenzó a poseer a Ginny, y la utilizó para abrir la
Cámara de los Secretos. En un momento, Ginny
estaba tan debilitada, y el diario tan fuerte, que la llevó
a la Cámara de los Secretos. Allí, el Horrocrux se
convirtió en un recuerdo de su creador, Tom Riddle, y
Ginny casi muere. Pero llegó Harry Potter, y le clavó un
colmillo de basilisco al Horrocrux, matándolo. Y Ginny
salió definitivamente del trance.
3. Albus Dumbledore tuvo, al igual que Ginny, un problemita con los
objetos hechizados, y también era un Horrocrux. Estamos
hablando, claro está, del anillo de los Gaunt, un Horrocrux de
lord Voldemort. Dumbledore, al descubrir que Voldemort tenía 6
Horrocruxes, decidió emprender su búsqueda. El primero que
encontró fue este, el Anillo. Como la piedra que contenía el anillo
era una Reliquia de la Muerte, Dumbledore se sintió atraído por
ella, ya que en su juventud las había estado buscando. Se lo
puso, sin pensar ni siquiera que Voldemort protegería a su
horrocrux, haciendo que quién lo consiga muera por la maldición
que el anillo llevaba. Dumbledore no murió, gracias a que
Severus Snape realizó un contraembrujo que detuvo a la
maldición, impidiendo que se expanda por todo el cuerpo.