Un hombre y su esposa fueron de vacaciones a Jerusalén, donde la esposa falleció. El funebrero le ofreció al viudo enterrarla en Tierra Santa por $150 o embarcar su cuerpo de regreso a los Estados Unidos por $5000. Aunque el funebrero pensó que sería mejor la opción más barata, el viudo eligió pagar los $5000 para llevarse el cuerpo, explicando que no quería arriesgarse a que su esposa resucitara tres días después como ocurrió con alguien en el pas