Un pequeño ave intentó apagar un gran incendio en el bosque lanzando gotitas de agua desde sus alas, a pesar de que las hadas le advirtieron que sus esfuerzos eran inútiles. El ave explicó que amaba el bosque y seguiría lanzando gotitas de amor aunque no pudiera apagar el fuego. Las hadas entendieron su dedicación y enviaron ángeles con más gotitas de agua para ayudar a extinguir el incendio con éxito.
2. Había un incendio en un
gran bosque, que ya formaba
unas llamaradas
impresionantes
3. Una pequeñita ave, fue a un
pequeño río, mojó sus alas y
regresó sobre el gran incendio
para apagarlo.
4. Iba y volvía a regresar, así
una y otra vez sin parar,
lanzando gotitas.
5. Desde arriba las hadas del bosque lo
estaban viendo todo, y le mandaron
llamar para advertirle.
6. Por qué estas haciendo esto? Cómo crees
que con esas gotitas de agua puedas tú
apagar un incendio de tales dimensiones?
Date cuenta. No lo vas a lograr.
Déjalo ya y no te molestes más.
7. El ave, humildemente les contestó: “El bosque me
ha dado mucho, le amo tanto, yo nací en él, este
bosque me ha enseñado la naturaleza. Este bosque
me ha dado todo mi ser. Este bosque es mi origen y
mi hogar, y me voy a morir lanzando gotitas de
amor aunque no lo pueda apagar”.
8. Fue entonces cuando las hadas
entendieron lo que hacia el pequeño
ave y enviaron pequeños ángeles con
más gotitas de amor para ayudarle a
apagar el incendio.
10. Cada gotita de agua
apacigua un incendio.
Cada acción que con amor
y entusiasmo
emprendemos, un mejor
mañana verá su reflejo.
No subestime sus gotas:
millones de ellas forman
un océano. Todo acto que
con amor realizamos,
regresa a nosotros
multiplicado.