El crucero Costa Concordia naufragó cerca de la isla italiana de Giglio el 13 de enero de 2012. El capitán Francesco Schettino guió el barco demasiado cerca de la costa como parte de una maniobra de saludo y el barco chocó contra una roca submarina, causando una brecha en el casco. Más de 4,000 pasajeros y tripulantes tuvieron que ser evacuados mientras el barco se hundía parcialmente.