3. ¿Cuando en la final del primer Sudamericano de
1916 un grupo de hinchas, enojados porque se
vendieron entradas de más y porque tras unos
minutos de juego anunciaron la suspensión de
Argentina-Uruguay, incendiaron el estadio de
Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires?
¿Cuando un hincha de Boca, en el Sudamericano de
1924 en Montevideo, asesinó a otro uruguayo tras
una discusión en la puerta del hotel del plantel
argentino y, luego, fue ayudado a escapar a Buenos
Aires por varios jugadores?
¿Cuando la revista La Cancha, en 1930, exigía que
había que terminar con los excesos de las hinchadas
y que había dirigentes que eran peores que los
hinchas?
4. Es una incógnita saberlo, son muchos hechos los
que desencadenaron la «violencia» que
observamos hoy en día.
5. Esta denominada violencia alcanzó gran
protagonismo y repercusión en nuestro país que
ya es algo habitual ver y/o leer casos y más casos
de la ya mencionada
6. Mientras seguimos leyendo e informándonos
sobre casos de violencia, hay una
organización muy importante que no ofrece
soluciones a tal importante problema; la
«A.F.A»
7. Esta institución desde hace ya varias décadas,
priorizó el enriquecimiento de sus filas antes
de tratar de mejorar la situación social que
entorna al fútbol argentino.
Muchísimos casos de violencia se fueron
dando a lo largo de este último tiempo, pero
hubo uno en particular que obligó a tomar
medidas puntuales.
8. El 17 de febrero de 2004 barrabravas de
Atlanta atacaron la sede del club. A raíz de
esto, Mónica Nizzardo (Vocal de la Comisión
Directiva) denunció los hechos de violencia
ante un juez; logró que fueran a juicio pero
quedó desilusionada cuando dictaron el fallo.
9. Debido a esto, el 8 de setiembre de 2006
fundó la ONG «Salvemos Al Fútbol»
10. Desde ese entonces, se trató de frenar la
violencia en las canchas de nuestro país. Pero
no se logró.
Numerosos hechos fueron sucediendo día a
día hasta que la A.F.A se vio obligada a tomar
una medida drástica :
PROMOVER UN FÚTBOL SIN PÚBLICO
VISITANTE
11. Cuestión que no funcionó, ya que la violencia
es imposible erradicarla; y a su vez,
continuaron los hechos, pero esta vez, entre
simpatizantes o barras del mismo club
12. Gracias a todos estos hechos que se
desencadenaron sucesivamente, uno puede
frenarse y hacer un planteo y llegar a la
conclusión de que el fútbol es un negocio
para pocos, con fines individuales.
Es un problema que no tiene fin y que nunca
va a acabar.
13. A partir de todo esto, los clubes del fútbol se
unieron para luchar contra la violencia.Ya es
algo habitual que antes de partidos
importantes, jugadores posen con un
mensaje particular: «Somos rivales, no
enemigos»
16. Un mensaje claro, no hay más que decir.
Los propios jugadores están dando el ejemplo
para que estos hechos dejen de suceder y no
manchen más al fútbol argento.
17. Espero que este negocio futbolístico se acabe
y se pueda volver a vivir el fútbol en paz