1. Cirujanos y
maestros
en el siglo XXI
AD R I Á N PAE N ZA
M AT E M Á T I C A … ¿ E S
TÁS AHÍ?
2. Supongamos que un cirujano
de principios del siglo XX,
fallecido alrededor
de 1920, se despertara hoy y
fuera trasladado al quirófano
de un hospital moderno.
3. Supongamos que en la cama
de operaciones hay un
cuerpo anestesiado al que
están operando con la
tecnología actual más
moderna.
4. ¿Qué haría el tal cirujano?
¿Qué sensaciones tendría?
5. Claramente, el cuerpo de un humano no
cambió. En ese lugar no habría problemas.
El problema lo encontraría en las “técnicas
quirúrgicas”, el “aparataje” que las
circundan, “el instrumental” y la “batería de
tests” que estarían a disposición del cuerpo
de médicos que están en esa sala. Eso sí
sería una diferencia. Posiblemente, el viejo
cirujano se quedaría “admirado” de lo que
ve y completamente “fuera del circuito”.
6. Le explicarían el problema del
paciente, y seguro que lo
entendería. No tendría problemas
en comprender el diagnóstico (al
menos, en la mayoría de los
casos).
Pero la operación en sí misma le
resultaría totalmente inaccesible,
inalcanzable.
7. Ahora cambiemos la profesión.
Supongamos que en lugar de un
cirujano que vivió y murió en el
primer cuarto del siglo XX,
resucitamos a un maestro de esos
tiempos. Y lo llevamos, no a una
sala de operaciones, sino al teatro
de operaciones de un maestro: una
sala en donde se dictan clases: a
una escuela.
8. ¿Tendría problemas de
comprensión?...
¿Entendería de lo que están
hablando?...
¿Comprendería las dificultades que
presentan los alumnos?... (No me
refiero a los trastornos de
conducta, sino a los problemas
inherentes a la comprensión
propiamente dicha.)
9. Posiblemente, la respuesta es que
sí, que el maestro de otros tiempos
no tendría problemas en
comprender y hasta podría, si el
tema era de su especialidad hace
un siglo, acercarse al pizarrón,
tomar la tiza y seguir él con la clase
casi sin dificultades.
10. MORALEJA:
La tecnología cambió mucho el
abordaje de ciertas disciplinas,
pero no tengo claro que lo
mismo se haya producido con
los métodos y programas de
enseñanza.
11. Mi duda es:
Si elegimos no cambiar nada no hay
problemas. Si evaluamos que lo que se
hace desde hace un siglo es lo que
queremos hacer hoy, no hay críticas. Pero
si lo que hacemos hoy es lo mismo que
hace un siglo, porque lo revisamos poco o
lo consensuamos menos, hay algo que
funciona mal.
Y vale la pena cuestionarlo.