El estudiante Mateo Gómez reconoce que es adicto a las redes sociales. Aunque a veces revisa Facebook mientras hace tareas, dice que lo primero es el estudio. Se desespera cuando no hay conexión a Internet, pero no se preocupa si su dispositivo se descarga porque puede volver a cargarlo. Niega entristecerse si no recibe muchos likes o actualizar su cuenta en clase.