Los debates sobre la pobreza mostraron que necesitamos dos cosas, incluir y crecer. Pero también evidenciaron el rol de los programas de transferencias monetarias (Juntos y Pensión 65) en la vida de los más pobres. Los programas de transferencias llegan preferentemente a los más pobres y para ellos son una tabla de salvación. Hay más de 500 mil peruanos que pasarían hambre, es decir, serían pobres extremos según la medida de pobreza monetaria oficial, si no existieran estos programas.