Los presupuestos públicos estiman primero las necesidades sociales y luego planean los ingresos para cubrirlas, mientras que los presupuestos privados estiman primero los ingresos y luego planean su distribución entre las necesidades de la empresa. Los presupuestos públicos corresponden a gobiernos y empresas descentralizadas, mientras que los privados pertenecen a empresas privadas.